La nueva generación del Seat Ibiza cuenta desde ahora con una nueva versión de Gas Natural Comprimido o GNC, que tiene en su economía de uso su gran punto fuerte.
El Seat Ibiza TGI ofrece un coste por kilómetro considerablemente inferior al de un Seat Ibiza con motor de gasolina o diésel, o incluso frente a un coche híbrido enchufable. El secreto está en su motor 1.0 TSI adaptado para poder quemar GNC o gasolina, indistintamente. El coche funciona normalmente con Gas Natural Comprimido, y sólo “pasa” automáticamente a quemar gasolina cuando el depósito de gas se acaba.
Los números cantan
Su consumo medio oficial de gas es de 3,3 kg/100 km. , y esto representa poco más de tres euros de combustible para hacer 100 kilómetros. Debéis tener en cuenta que el precio del kilo de CNG es de 0,975€. Llenar sus dos depósitos de gas cuesta 12,6 euros.
En comparación, un Seat Ibiza 1.0 TSI, con motor de gasolina, tiene un consumo medio homologado de 4,7 l/100km. Necesita 5,87 € para recorrer 100 kilómetros, teniendo en cuenta que el precio de la gasolina está en 1,25€ el litro.
Y si comparamos con el diésel, que tiene un consumo medio de 3,8 l/100km., necesita 4,64 € para hacer esos mismos 100 kilómetros. Por lo tanto, el Ibiza de Gas Natural Comprimido resulta, sobre el papel, un 45% más económico que el Ibiza de gasolina y un 31% más económico que el diésel.
Es un porcentaje de ahorro notable, especialmente interesante para aquellos que hacen muchos kilómetros al año, o para empresas que necesitan una flota de vehículos que no repercuta demasiado en sus costes de explotación. Seat no enfoca el Ibiza TGI sólo a flotas, el mercado que podríais pensar que es el natural de una versión así. También lo dirige al cliente particular, cada día más sensible con los costes de uso del coche y sobre todo, cada día más afectado por las restricciones medioambientales.
Este Seat Ibiza cuenta con la etiqueta Eco, que le permite acceder al centro de las ciudades en episodios de alta contaminación y además beneficiarse de algunos descuentos en aparcamientos o en peajes de autopistas (dependiendo de la Comunidad Autónoma).
Más puntos de repostaje
Una de las objeciones que siempre se han hecho a este tipo de versiones con energía alternativa es la escasez de puntos de repostaje. Cierto, en los últimos años encontrarse con una “gasinera” o punto de respostaje de Gas Natural Comprimido era toda una rareza. Sólo había unos pocos puntos en algunas grandes ciudades españolas, como os comenté precisamente en la videoprueba que hice hace unos tres años entre un Seat Mii de gasolina y un Seat Mii de GNC.
Ahora, Seat y Gas Natural Fenosa quieren acabar con esta objeción, acercando estos puntos de repostaje al cliente particular. Actualmente, hay repartidas por toda España 46 gasoneras abiertas al público (12 de ellas en Madrid y 11 en Barcelona). Para final de año se espera casi doblar esta cifra, alcanzando los 100 puntos de repostaje en toda la península. Y en 2020 se prevé disponer de un total de 200.
La apuesta es decidida, como demuestra el hecho de que no sólo el Seat Ibiza va a contar con versión TGI. A final de año también llegará la versión TGI del Seat Arona.
Menos caballos
¿Las prestaciones de esta versión del Seat Ibiza con Gas Natural Comprimido se resienten en comparación con un Ibiza de gasolina o uno de gasoil? La respuesta es: un poco.
El Seat Ibiza TGI monta el mismo motor de gasolina 1.0 de tres cilindros que se monta en la versión de gasolina. Pero ofrece 5 CV menos (90 CV en lugar de 95) entre 4.500 y 5.800 r.p.m. y un par máximo de 190 Nm entre 1.900 y 3.500 r.p.m (por 173 Nm entre 2000 y 3500 rpm del gasolina). Acelera de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos (10,9 segundos el Ibiza 1.0 TSI) y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h (182 km/h el Ibiza gasolina).
Respecto al diésel, el Ibiza TGI también es más lento en aceleración (el diésel hace 11,3 segundos de 0 a 100km/h) y alcanza una velocidad máxima similar. El diésel también le supera en par máximo (250 Nm entre 1.500 y 2.600 vueltas).
En definitiva, esta versión TGI sí que es algo menos competitiva en prestaciones que sus hermanas con motor de gasolina y diésel, influida también en parte por su mayor peso al montar tres depósitos y algo más de elementos mecánicos. Y es algo que probablemente notaríamos al volante en un comparativo, de la misma manera que ocurrió durante el enfrentamiento entre el Mii Ecofuel y el Mii 1.0 de 75 CV.
No obstante, estos 90 CV que ofrece el Ibiza TGI y la forma de entregarlos son más que suficientes para una versión enfocada básicamente a un uso utilitario y para nada deportivo.
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Rodar muy fino
Cierto, no es un coche de comportamiento excitante, pero sí que cumple con creces en un uso habitual para ir al trabajo, a la universidad, llevar los niños al colegio o salir el fin de semana a la playa. Vamos, que la versatilidad que siempre ha caracterizado al Seat Ibiza no se pierde. Eso sí: el maletero tiene menos capacidad de carga (262 litros frente a los 355 del resto de versiones del Ibiza). Esto es debido a la presencia de los depósitos de gas bajo el piso del maletero.
El coche funciona con una suavidad notable, un punto superior a como lo hace la versión con motor de gasolina. Pensad que el GNC es un combustible muy eficiente, que combustiona mejor, y eso se traduce en una gran finura de funcionamiento del motor. La prueba está en el momento en el que un coche con GNC hace el cambio a consumir gasolina, cuando el depósito de gas se acaba. Lo primero que notas es una mayor vibración al volante y una mayor sonoridad mecánica.
El comportamiento dinámico respecto a cualquier otra versión del Ibiza no cambia. Es un coche que se percibe ágil en carretera revirada, muy estable en autopista y cómodo en toda circunstancia. La plataforma MQB del grupo Volkswagen, que se utiliza numerosos compactos y SUVs, como el Volkswagen Golf o el Seat Arona, por citar dos, ofrece rigidez y ligereza a la vez, además de haber sido diseñada para soportar la más avanzada tecnología a favor de la seguridad activa y pasiva.
El Seat Ibiza TGI no es un Ibiza de gasolina adaptado para funcionar con Gas Natural. Esto es algo que Seat recalcó en la rueda de prensa que celebró en Toledo. Es una versión que se construye en la fábrica como cualquier otra, con los mismos procesos. No es simplemente una adaptación realizada al final de la cadena de montaje.
Mecánica algo diferente
Los cambios mecánicos que recibe este Ibiza respecto al gasolina son, básicamente, la instalación de dos depósitos de Gas Natural Comprimido, además del depósito de gasolina; una boca de llenado, junto a la boca de llenado convencional; sensores de presión y temperatura del gas en diversos componentes; un regulador de presión y un sistema de distribución del gas; unos pistones con recubrimiento de Cr-Ni con segmentos específicos adaptados para el GNC, que se caracteriza por lubricar menos que la gasolina; unas válvulas de admisión con mayor alzado y con el asiento reforzado; y un turbo más ligero, para dar una respuesta más inmediata.
El mantenimiento de su mecánica es muy similar al de cualquier otra versión del Seat Ibiza. Tan sólo requiere certificar la estanqueidad del sistema de gas cuando se pasa la ITV, y cada 4 años revisar el estado de los depósitos de gas en un taller especializado.
Respecto a si esta versión de Gas Natural Comprimido es suficientemente segura ante un accidente, debéis tener en cuenta que el Ibiza TGI se somete a los mismos crash test que cualquier otra versión del Ibiza, y el resultado es igual de positivo. Sus depósitos de gas tienen una válvula que evitaría sobrepresiones en caso de accidente, por ejemplo.
Como cualquier otra versión del Ibiza
El Seat Ibiza TGI se vende en cuatro acabados diferentes: Reference, Style, Xcellence y FR. Estos dos últimos son los que ofrecen el equipamiento más completo, que incluye climatizador automàtico bizona, sensor de párking trasero, sistema de apertura y arranque sin llave con iluminación ambiental, volante multifunción, elevalunas eléctrico trasero, Storage Pack (cajón bajo el asiento del conductor y reposabrazos delantero, elementos interiores cromados, molduras en color Mystic y luces y pilotos traseros con tecnología LED, entre otros.
El acabado FR tiene un equipamiento similar y se distingue por el salpicadero y las molduras laterales en color negro, retrovisores en negro, parachoques deportivo, luces Diurnas y pilotos traseros LED y llantas de aleación de 17 pulgadas, entre otros.
A precio de la versión gasolina
Seat inicia la venta del Ibiza TGI con una promoción que equipara su PVP al del Seat Ibiza de gasolina. Es decir, esos 2.000 euros aproximadamente de diferencia en la tarifa que existen entre una versión y otra los asume la marca. También se regala una tarjeta con 200 euros para repostar combustible y se ofrecen 5 años de garantía.
Los responsables de la marca afirman que la evolución de las matriculaciones de este tipo de vehículos movidos por GNC es creciente en los últimos años, y esperan que acciones por parte de la administración como el plan Movalt destinado a ayudar en la compra de vehículos de energías alternativas vuelvan a ponerse en marcha. Recordad que se agotó en 24 horas.
El listado de PVP del Seat Ibiza TGI es el siguiente:
Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV Reference 17.110€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV Reference Plus 17.410€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV Sytle 18.800€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV Style Plus 19.250€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV Xcellence 20.280€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV Xcellence Plus 20.730€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV FR 20.280€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV FR Plus 20.730€ Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV FR Eco Plus 22.310€
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