La reciente actualización del Skoda Fabia 1.0 TSI 110 CV DSG Style, utilitario de cinco puertas de la firma checa, si bien no ha implicado cambios profundos, ha hecho avanzar al vehículo en materias como la calidad interior o la conectividad. Para esta prueba, la variante escogida ha sido la más potente, de 110 CV de potencia y con cambio DSG. En acabado Style, esta versión del Fabia tiene un precio de serie de 19.680 euros. No obstante, y pese a los numerosos opcionales que incorpora la unidad probada, el importe se queda en 17.615 euros gracias al descuento promocional actual de Skoda.
“Maquillaje” exterior
Entre los cambios recibidos recientemente por el modelo de la marca checa se encuentran los referentes a su exterior. Comenzando por el frontal del vehículo, uno de los más apreciables es el rediseño de su paragolpes delantero, que además integra una renovada parrilla con forma de panal de abeja y faros antiniebla. Otro de los cambios importantes en esta zona frontal recae la presencia de iluminación diurna de tipo LED.
Asimismo, se ha añadido la posibilidad de incorporar dicha tecnología opcionalmente en los faros delanteros (765 euros) y en los pilotos traseros (150 euros) como es el caso de esta unidad. Por su parte, entre las modificaciones que han afectado a la zaga del vehículo cabe señalar que el paragolpes posterior ha recibido una leve actualización estética gracias a la cual ahora integra reflectantes.
Al observar el lateral del utilitario de Skoda apenas se aprecian cambios, aunque sí hay que destacar la llegada de llantas de nuevo diseño que pueden ser de 15, 16, 17 y 18 pulgadas. En el Fabia probado, se equipan las opcionales Vigo de 16 pulgadas de color negro (355 euros), el mismo tono empleado para el techo en combinación con el resto de la carrocería blanca (225 euros).
Mayor calidad y conectividad
Una vez dentro del habitáculo, puede dar la impresión de que hay pocas novedades con respecto al anterior Fabia, pero lo cierto es que se han actualizado zonas como el cuadro de instrumentos. Asimismo, han crecido las posibilidades de conectividad y se ha añadido la posibilidad de contar con una pantalla de 6,5 pulgadas como la de esta unidad. Además de ello, hay que resaltar los avances en materia de acabados, ya que la sensación de calidad percibida da un paso al frente si se compara con la versión anterior.
Por lo demás, sigue contando con un generoso puesto de conducción y un interior práctico y funcional en todos los sentidos, con numerosos huecos para pequeños objetos. En lo que respecta a la segunda fila de asientos, dos adultos pueden viajar en ella de forma bastante confortable y espaciosa. La plaza central es más incómoda que las laterales, por lo que está más pensada para un uso esporádico.
Por su parte, el Fabia ofrece una capacidad de maletero realmente destacable dadas las proporciones del vehículo. Proporciona 330 litros que pueden convertirse en 1.150 litros si se abaten los respaldos traseros. Eso sí, se agradecería que estos dieran lugar a una superficie plana una vez abatidos.
La unidad probada pertenece al acabado Style, uno de los más equipados de la gama y que incorpora de serie, entre otros elementos, control de estabilidad, volante multifunción y palanca de cambios de cuero, sistema de arranque y parada automático y ayuda de arranque en pendiente, conexión Bluetooth y entrada USB.
Como opcionales de este Fabia, además de los especificados más arriba, destacan cierre centralizado Kessy con entrada, arranque y salida sin llave (180 euros), navegador (365 euros), sensores de aparcamiento traseros (265 euros), control de crucero adaptativo (375 euros) y pack Style (200 euros), que incluye climatizador, cámara de visión trasera, radio Bolero con la ya comentada pantalla táctil de 6,5 pulgadas y sistema Smartlink+.
Respuesta y eficiencia
La gama mecánica del modelo checo, cien por cien gasolina, está integrada por el motor 1.0 MPI de 75 CV y por dos variantes del propulsor 1.0 TSI, de 95 y 110 CV, todos ellos de tres cilindros. Para esta prueba hemos escogido la más potente, que entrega un par motor máximo de 200 Nm entre 2.000 y 3.500 rpm. La capacidad de aceleración de la mecánica es muy buena a bajas revoluciones, por lo que el vehículo se mueve con gran soltura desde bajo régimen. Pero es al rebasar las 1.800 rpm cuando se percibe una respuesta aún más certera.
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En la unidad probada, el 1.0 TSI viene asociado a una caja de cambios automática DSG de doble embrague y de siete velocidades. Esta transmisión se caracteriza por su rapidez de cambio así como por su suavidad y, junto con el motor, da lugar a un conjunto realmente eficaz. Gracias a él, se obtiene un buen grado de prestaciones, pues el vehículo es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y puede rodar a una velocidad punta de 196 km/h.
No hay pasar por alto que se trata de una alternativa bastante eficiente, pues su nivel de emisiones de CO2 es de 106 g/km y homologa una media de 4,6 litros cada cien kilómetros. Al finalizar la prueba, la media obtenida fue de 5,3 litros, un valor algo superior pero igualmente satisfactorio teniendo en cuenta que incluyó zonas urbanas, autovía y carreteras reviradas.
La comodidad por bandera
En su reciente actualización, el Fabia no ha recibido cambios desde el punto de vista dinámico. Sigue siendo, por lo tanto, un vehículo que ofrece unos muy buenos resultados a la hora de moverse por ciudad gracias a su agilidad y a su maniobrabilidad. Y es que las calles de cualquier urbe integran su hábitat predilecto, aunque no el único. Se trata, además, de un automóvil perfecto para salidas de fin de semana, pues su comportamiento es muy equilibrado independientemente del tipo de vía.
Hay que tener en cuenta que no se trata de un coche pensado para exprimirlo en conducción deportiva por tramos de curvas, sino que destaca por su confort de marcha a ritmos normales. Su tarado de suspensiones tiende a blando, lo que beneficia a la comodidad, y contribuye a que absorba de forma adecuada las irregularidades del asfalto. Por otro lado, dicho tarado no se traduce en grandes oscilaciones de la carrocería. De hecho, el pequeño Skoda brinda un buen grado de estabilidad general.
La sensación de control al rodar por sucesiones de curvas es elevada gracias, en parte, a la precisión y a la asistencia de la dirección, de tacto muy directo y que proporciona suficiente información al conductor. De cara a la conducción por las grandes rectas de autovía, cabe señalar que el Fabia se muestra aplomado e incluso da la sensación de tratarse de un automóvil de segmentos superiores. Otro factor que refuerza el confort general es la buena insonorización de su interior.
Conclusión
En definitiva, la puesta al día del Fabia le ha servido para actualizar ligeramente su estética y mejorar en el ámbito tecnológico y de conectividad. A ello cabe sumar las virtudes que ya poseía el vehículo como es su práctico interior, su confort de marcha y el satisfactorio conjunto al que dan lugar el eficiente motor 1.0 TSI de 110 CV y la caja de cambios automática DSG de siete velocidades.
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