Apariencia campera
Si bien la llegada de un compacto a la gama del fabricante escandinavo ha tardado más de la cuenta, no ha sucedido lo mismo en lo que se refiere al lanzamiento de su versión campera. Y es que poco después de la llegada del V40, ahora es el turno de su variante Cross Country, denominación que nació hace ya unos quince años con aquel V70 Cross Country que inauguró la saga.
A una apariencia exterior más aventurera se suma una distancia al suelo 40 mm superior a la de su hermano V40 más urbano, lo que le hace las cosas más fáciles cuando nos planteamos sacarlo del asfalto.
Y teniendo en cuenta, por tanto, que se trata de una versión concebida para alguna que otra excursión fuera de la calzada, también puede montar tracción a las cuatro ruedas. No obstante, esta posibilidad está muy limitada, pues para disponer de ella es obligatorio escoger la motorización T5 de 254 CV de potencia. O lo que es lo mismo, la más potente y la más cara de toda la gama.
Diseño propio
Además de contar con una altura al suelo 40 mm mayor que en el caso del V40 convencional, en el V40 Cross Country hay otros elementos que nos llevarán a distinguirlo fácilmente. A grandes rasgos, es evidente que los diseñadores de Volvo han buscado otorgarle una apariencia más aventurera. Si nos fijamos bien veremos que, en la parte delantera, el vehículo dispone de un paragolpes oscuro en contraste con la carrocería, además de un protector de bajos en la zona inferior.
Por su parte, la parrilla también es distinta, pues la malla cuadriculada deja paso a otra hexagonal, algo más llamativa. También cabe remarcar que equipa faros DRL elevables. Al observarlo de perfil, una de las primeras cosas que llama igualmente la atención son los protectores inferiores, que pueden salvaguardar la carrocería de alguna que otra rallada si nos atrevemos a abandonar el asfalto.
Las barras del techo de serie también son un rasgo específico del V40 Cross Country, con las que la apariencia del automóvil se torna aún más poderosa. Y no hay que pasar por alto las carcasas negras de los retrovisores, ya que habitualmente son del color de la carrocería. Por otra parte, puede disponer de llantas de hasta 19 pulgadas. En la zaga también encontramos el protector de bajos de plástico de color aluminio, en la línea de los que hallamos en la parte delantera y en los laterales.
Visión superior
El incremento de la altura al suelo hace que el asiento del conductor del V40 Cross Country se encuentre en una posición algo más elevada que en el caso del modelo convencional. Aunque la diferencia no llegue ni mucho menos a los niveles de un SUV, ello incide directamente en la generación de una mayor sensación de control sobre el asfalto gracias a un punto de visión ligeramente más dominante. Si nos bajamos del V40 y nos subimos inmediatamente en el V40 Cross Country apenas apreciaremos diferencias, pues sus interiores estéticamente son prácticamente idénticos. Destaca la opción de contar con el pespunte en tono cobre de la tapicería.
A la comodidad de los asientos delanteros se añade que el modelo desprende un alto grado de calidad, tanto por los materiales empleados en su interior como el notable ajuste de los paneles. El diseño del tablero combina la sobriedad habitual de Volvo con toques minimalistas, entre los que debe enfatizarse la disposición de la consola central, que es hueca por su parte trasera.
En lo que respecta a la segunda fila, su amplitud la hace adecuada para dos pasajeros, pues el espacio es algo limitado para un tercero. También cabe señalar que la altura al techo resulta escasa para ocupantes de talla un poco superior a la media. Existen numerosas soluciones concebidas en términos de versatilidad, como diferentes portaobjetos, compartimentos y separadores específicos para la zona de carga.
El maletero del V40 Cross Country ofrece una capacidad de 335 litros, los mismos que su hermano sin el apellido campero. Se trata de un valor correcto, que puede ampliarse hasta los 1.032 litros si abatimos la segunda fila. Si necesitamos alojar objetos de longitud considerable, aún podremos plegar el respaldo del asiento del acompañante.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Del ahorro a las grandes prestaciones
Al igual que el V40 convencional, la variante Cross Country puede escogerse con cinco motorizaciones diferentes, dos de las cuales son de gasolina y tres, diésel. Comenzando por el primer grupo, el primer bloque de gasolina es el denominado T4, un 1.6 de 180 CV cuyo par máximo es de 270 Nm. Ofrece un gran rendimiento al mismo tiempo que registra unas cifras de consumo realmente ambiciosas, pues homologa 5,5 litros cada 100 kilómetros.
Por encima se encuentra la alternativa más potente de la gama. Se trata del motor T5, una excelente mecánica de 2.5 litros y cinco cilindros que eroga una potencia de 254 CV y está dotada de una fuerza máxima de 400 Nm. Sin duda, lo más destacable es su enérgica capacidad de respuesta, que le lleva a detener el cronómetro durante el 0-100 en sólo 6,1 segundos. Mientras tanto, proporciona un consumo mas que aceptable dadas sus prestaciones, ya que éste es de 7,8 l/100 km. Esta versión se asocia a una caja de cambios automática Geartronic de seis velocidades, que funciona con convertidor de par. Por su parte, el T4 puede ir acoplado a una manual o a una Powershift de doble embrague, ambas también de seis velocidades.
Pasando al capítulo diésel encontramos el motor de acceso a la gama, el D2, cuyas mejores cualidades se encuentran en el ámbito del ahorro de combustible. Una media de tan sólo 3,8 litros y unas emisiones de CO2 de 99 g/km son las principales credenciales de este 1.6 de 115 CV. Es la única motorización que no puede disponer de cambio automático. La opción de gasóleo intermedia la integra el D3 de 150 CV, que muestra un importante equilibrio entre rendimiento y eficiencia.
Por último, debe subrayarse el D4 que, con sus 177 CV, muestra unas notables prestaciones y un óptimo empuje desde bajas vueltas con unos valores de consumo sobresalientes, sobre todo con cambio manual. En este caso, marca una media de sólo 4,4 litros. No hay que obviar que todas las mecánicas del V40 Cross Country cuentan con el sistema Start/Stop de serie.
Confort con opción de tracción total
La escasa diferencia de altura al suelo del Cross Country no afecta a su conducta dinámica, pues se muestra igual de estable y efectivo que el V40 convencional a la hora de enlazar curvas, incluso a ritmos algo elevados. Ello ni mucho menos le impide que se caracterice por ser un vehículo confortable gracias a su equilibrado tarado de suspensión. A causa de esto, también se muestra muy aplomado durante la conducción por autopista. Por este tipo de vías, además, es por donde mejor se aprecia la buena insonorización del habitáculo.
Pese al nombre de esta variante del compacto sueco y su decoración aventurera, todas las versiones cuentan con tracción delantera excepto las movidas por el motor más potente de la gama. Junto con el bloque T5 de gasolina de 254 CV se equipa un sistema de tracción a las cuatro ruedas que les confiere mayores garantías de motricidad a los conductores que tengan pensado conducir ocasionalmente por caminos. Además de ello, estas versiones 4x4 están dotadas de control de descensos (HDC), que aporta una mayor seguridad al afrontar bajadas de cierto desnivel.
Y es que la sensación de seguridad es uno de los aspectos que Volvo siempre cuida a fondo, algo que también se refleja en este automóvil. En este apartado, y además de los sistemas ya citados, cabe señalar la gran dotación de tecnologías destinadas no sólo a la protección de los ocupantes del vehículo sino también a los peatones. Entre ellas destaca la presencia, de serie, del primer airbag del mundo destinado a transeúntes, que se despliega desde la base del parabrisas para proteger a la persona en caso de atropello. También de serie se incluye el sistema City Safety, que detiene el vehículo a baja velocidad para evitar una colisión con el vehículo que circule delante, el sistema de detección de peatones y el piloto de asistencia al aparcamiento.
Conclusión
Es evidente que esta versión campera del V40 no ha nacido para afrontar grandes complicaciones fuera de asfalto con los ojos cerrados como si de un todoterreno se tratara. No obstante, su mayor altura libre y, en el caso del motor T5, su tracción integral y su control de descensos, le otorgan buenas garantías a la hora de hacer excursiones por pistas en buen estado. Y para aderezar el vehículo, cabe decir que no le quedan nada mal esos toques aventureros en su exterior, como los protectores inferiores o las barras de techo.
Buenas!estamos pensando comprar volvo v40 country. Quiero saber quien lo tenga si puede meter un carrito de bebe y alguna maleta. Gracias por vuestro tiempo