Hoy motor no nos falta. El M6 Competition Package monta un V8 de 4,4 litros biturbo que declara 600 CV, dato que lo convierte en el BMW más potente de toda la historia. ¿Mantendrá esta versión extrema el confort del Serie 6 normal?
El año pasado tuve la ocasión de probar un Serie 6 Gran Coupe, desafortunadamente se trataba de la versión diésel 640d con tracción integral xDrive. Un gran coche pero me habría encantado ver qué tal era el 650i.
El motor V8 biturbo de 450 CV del 650i junto a la tracción trasera seguro que dan lugar a una combinación muy equilibrada. Tanto por calidad como por diseño y confort me gustó mucho pero eché en falta a un potente motor gasolina.
Elegancia supina
El Serie 6 Gran Coupe está a la altura de Aston Martin y Bentley tanto en lo que a estilo y presencia exterior como en lo que a calidad de acabados interiores. Es mucho más que un BMW. Para mí, la carrocería Gran Coupe aporta un plus de exquisitez, siendo incluso más atractiva que la cupé de 2 puertas.
La pintura colore gris Spacegrau metalizada (0 euros) es un pelín sosa. Sí, es elegante, pero quizás habría sido mejor configurarlo con una variante cromática más original. Con lo bien que le sentaría el Frozen Bronze metalizado de la gama BMW Individual (3.894 euros) o el Rubyschwartz metalizado (2.459 euros).
Las llantas de 20” M LAL 433M tienen un estilo quizás no apto para todos los gustos. De serie cuenta también con llantas del mismo diámetro y es todo un detalle que este cambio de diseño no suponga un sobre coste.
Frente a un Serie 6 Gran Coupe estándar el M6 se distingue por unos parachoques específicos con un corte algo más deportivo, pero que en ningún momento llevan al traste con el estilo original y agraciado de éste 4 puertas.
El techo en fibra de carbono a la vista es un detalle más propio de la estética que de la funcionalidad. Cuando estamos hablando de un sedán de 2 toneladas no vendrá de lo que pueda rebajar este techo en composite…
Desde la trasera además del logotipo “M6” queda claro de lo que tenemos entre manos al ver las cuatro salidas de escape redondas en acero inoxidable. Su diseño es tan refinado que cuesta pensar que esconde un propulsor con 600 CV.
Pocos pensarán que bajo esta línea de cupé de 4 puertas se esconde una factura que sobrepasa los 200.000 euros. El precio base del M6 Gran Coupe es de 158.500 euros y esta unidad equipa más de 45.000 euros en extras.
Clase por los cuatro costados
El habitáculo es una auténtica oda al buen gusto. Tanto la disposición de los mandos como la calidad de la ejecución hacen que esté un paso por delante del resto de modelos de la gama BMW.
La instrumentación central orientada hacia el conductor y los dos indicadores analógicos de gran formato son un ejemplo perfecto de lo que es la buena ergonomía. Pero todavía hay más, el head-up display de serie en Modo M ofrece justo los únicos datos que hace saber perfectamente proyectados sobre el asfalto, sin sufrir reflejos del sol y siempre con una nitidez ejemplar.
Las inserciones en fibra de carbono (de serie) y la tapicería en cuero integral Merino Aragonbraun (8.496 euros) ensalzan todavía más la calidad a bordo. En el lado del acompañante la consola central une con una harmonía ejemplar el túnel central y el salpicadero.
Los asientos con el cinturón integrado en el mismo respaldo y la guantera central con llave demuestran que comparte habitáculo con el descapotable. Los primeros son sumamente confortables, y el hueco central aporta un espacio con tapa ideal, con una fijación para el Smartphone que debería ser obligada en todos los coches.
Las plazas traseras son sensacionales para un deportivo de este calibre. Me refiero a las dos exteriores, con mucho espacio para las piernas, un respaldo que recoge y que aporta gran confort. La plaza central es preferible destinarla únicamente a niños que no requieran de elevador.
Si bien la boca de acceso al maletero es un tanto justa, ofrece una buena anchura y una cota de longitud destacable. Los 460 litros que brinda son más que suficientes para viajar con la familia.
Potencia sin parangón
Con los neumáticos calientes sorprende la buena capacidad de tracción que brinda el eje trasero. Los Pilot Supersport, con medidas considerables detrás 295/30 R20 hacen todo lo posible para transmitir la fuerza del V8 al asfalto.
Con los controles activados si te excedes con el acelerador verás como la luz amarilla del control de tracción parpadea cada dos por tres. Ya sea sobre asfalto seco o mojado no hace un solo extraño y sigue la trazada como si de un tren sobre raíles se tratara.
Cuando seleccionas uno de los modos “M” que puedes preconfigurar a tu gusto y luego activas desde un botón del volante puedes disfrutar de toda la caballería sin tapujos, vamos sin controles.
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Es de los coches más nobles y seguros sin controles dentro de este nivel de potencia. Cuando el eje trasero va a moverse te avisa y lo hace de forma progresiva, sin las brusquedades ni las malas maneras de un M4. Derrapar con el M6 es una auténtica gozada, un coche que te hace disfrutar del primer hasta el último kilómetro.
Desde sólo 1.500 rpm su V8 biturbo entrega 700 Nm de par máximo de forma continuada hasta las 6.000 rpm. Una auténtica salvajada que los neumáticos posteriores consiguen casi siempre transmitir al asfalto.
En lo más alto del cuenta-vueltas, de 6.000 a 7.000 rpm es cuando llegan los 600 CV de potencia máxima. Por tanto, desde las 1.500 rpm hasta las 7.000 rpm disfrutas de una contundencia dramática que parece no terminar jamás.
Una vez lanzado empuja mucho más que un Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio Verde, los 100 CV y 100 Nm de más se notan, y eso que el BMW pesa 300 kilos más. La capacidad de empuje del bávaro es bárbara.
La caja de cambios M-DCT de 7 relaciones es bastante rápida en modo manual. En esta función si no vas a un ritmo alegre los cambios de velocidad pueden parecer bruscos, de hecho lo son. En modo automático “D” es más suave y dócil.
Los frenos de carburo de silicio reforzados con carbono son una opción que merece la pena escoger para el M6. Su coste de 11.243 euros puede parecer elevado pero permiten disfrutar de un nivel de seguridad encomiable.
Un deportivo de 600 CV y 2 toneladas de peso necesita unos frenos a la altura y estos lo están. ¡Por fin un BMW con unos frenos como Dios manda! Ya era hora disfrutar de una potencia de frenado así en un M.
El equipo de suspensión pilotada permite ajustar el chasis a nuestras necesidades puntuales con solo apretar un botón. El modo comfort es cómodo y permite viajar con la familia como si de una berlina de super-lujo se tratara, bueno en parte lo es.
El modo comfort da la sensación que flota un poco, casi como en una suspensión neumática, pero bueno todo es acostumbrarse. Con el Sport y el Sport Plus se endurece de forma notable, pero sin perder mucho el confort. El primero es ideal para una secundaria, mientras que el segundo casi mejor dejarlo sólo para cuando el asfalto está en perfecto estado y para autopista.
Precisamente el paquete Competition (10.860 euros) es uno de los principales responsables de que el confort se haya reducido con respecto a un Serie 6 normal. El equipo de suspensión cuenta ahora con muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras más firmes.
Quizás las llantas de 20” con neumático perfil 30 no son los mejores aliados a la hora de lograr un gran confort de marcha. ¿Qué decir de lo que se te pasa por la cabeza cuando entra en un parking público? Los bordillos tan populares en este tipo de aparcamientos se convierten en un peligro para estas llantas tan expuestas.
El terreno natural de este auténtico avión es la vía rápida. Aun así en secundaria se defiende con uñas y dientes. Los frenos funcionan de maravilla y el paso por curva es muy estable.
En autopista es una auténtica gozada. Pocos coches de este segmento ofrecen tanto aplomo como el M6 a buen ritmo, siendo mucho más estable que por ejemplo un Audi RS6 Avant. Con el modo Efficient activado es sumamente cómodo, siempre va con la marcha más alta y apenas se perciben los cambios de velocidad. Otro aspecto en el que supera al Audi Sport.
El consumo en un coche de este tipo es pura y símplemente secundario. Tras 700 kilómetros el indicador medio quedó en 18,2 l/100 km. La realidad era algo superior. Lo que más recuerdo es el olor a Sin Plomo que hacía cada vez que lo aparcaba en el garaje. Parecía que quemaba la gasolina porque si.
En resumidas cuentas
El Serie 6 Gran Coupe es uno de los automóviles más elegantes del momento, con una línea exterior digna de admirar y un habitáculo que parece obra del mismo Philippe Stark.
Acelera como un caza de combato por su V8 biturbo de 600 CV y frena como un coche de competición gracias a los frenos compuestos. ¿Dónde está la pega? Bien sencillo, al final de la factura, justo donde se puede leer 203.933 euros. Una cifra desorbitada si lo vemos como un BMW más. Afortunadamente no es un BMW más puesto que es un digno rival de Bentley Continental GT y Aston Martin DB11, mucho más caros que éste.
Esta berlina es para el usuario de serie 7 que quiere tener en un mismo coche una berlina y a la vez un deportivo. Hay gente que por diversos motivos, sólo quiere tener un coche y pagar un seguro. He probado en el Jarama toda la gama M de BMW y de veras que antes de montarme en el M6 Gran Coupé, pensé que sería un barco. Fue el más estable de todos y da mayor seguridad en los apoyos que el M3 ó el M4, por ejemplo y anda como un diablo. Éste con 600 ponys... tiene que ser espectacular.