El poder de la imagen
Parece que fue ayer cuando se presentó pero el Nitro ya ha cumplido un año en el mercado. Se vende en cuantro variantes, SE 4x2 y 4x4, SXT 4x4 y RT. Esta última es la única que puede llevar un motor de gasolina V6 de 4 litros que desarrolla 260 caballos de potencia, y cambio automático si se elige la otra mecánica disponible en la gama, el propulsor diesel 2.8 CRD de 177 CV. Esta motorización es la que equipaba el Nitro RT automático objeto de nuestra prueba. El precio base de esta unidad es de 37.000 euros.
El Dodge Nitro es uno de esos modelos que dificilmente pasan desapercibidos. Y es que su estética bien podría calificarse de explosiva. Su imponente frontal parece ir pidiendo paso allá por donde se mueve, claro que su gran tamaño y la verticalidad de sus líneas no son precisamente dos buenos atributos de cara a la aerodinámica, pero imponer, impone. La parrilla mantiene la clásica división en cuatro aberturas propia de la marca, si bien, esta característica resulta mucho más acusada en el Nitro. Los grupos ópticos se dividen en dos y doblan hacia el lateral del vehículo encontrando su tope en unos abultadísimos pasos de rueda. El paragolpes, también bastante prominente, aloja los faros antiniebla. Visto de perfil se aprecian unas enormes ruedas con llantas de aluminio de 20 pulgadas y unos voladizos muy cortos, pues de los 4,58 metros de longitud que tiene el Nitro, una buena parte va a parar a los paragolpes, sobre todo al delantero.
Lo primero decir que para acceder al interior hay que agachar ligeramente la cabeza si no queremos darnos con el marco del techo, pero una vez dentro las formas cuadradas de su carrocería permiten un buen aprovechamiento del espacio resultante. Los pasajeros de las plazas traseras, pueden ser hasta tres, gozan de bastante distancia longitudinal para colocar las piernas y repartidos por el habitáculo hay distintos huecos para dejar objetos o la típica lata de bebida. Entre los dos asientos delanteros hay un cofre con una gran capacidad si bien su acabado en plástico duro no resulta fino. Este material es el que se emplea en el salpicadero, paneles y guarnecidos de las puertas, algo que no resulta extraño pues es lo común en los vehículos americanos de este tipo. Claro que ello no quita para que la calidad percibida se resienta un poco. Los asientos son cómodos y, al menos conduciendo, la sensación de sujección que se aprecia es correcta. Llama la atención, sin embargo, que un coche de estas características no ofrezca ningún asidero para el acompañante, más allá del que se utiliza para cerrar la puerta pero que una vez acoplados en el interior no resulta válido para sujetarse porque su posición queda demasiado atrasada para que resulte cómoda. El maletero cuenta con una capacidad de 369 litros según la ficha técnica e incluye de serie un doble fondo que se puede extraer 45 centímetros, lo que resulta bastante útil para cargar objetos voluminosos o pesados, pues el plano de carga del Nitro queda un poco alto. Si se necesita más espacio se pueden plegar los respaldos de los asientos traseros. Esta maniobra resulta muy fácil, cómoda y rápida, y se consigue una superficie completamente plana de casi 2.000 litros. Tambien se puede abatir el respaldo del asiento del acompañante si necesitamos transportar algún objeto largo, y como la parte posterior del asiento es de plástico duro se evita el riesgo de dañar la tapicería con los roces.
La gama Nitro está disponible con un motor turbodiesel 2.8 CRD de 177 caballos y solo el acabado RT, el más alto de la gama, puede optar al motor de gasolina V6 4.0 de 260 caballos. Pero nosotros nos centraremos en el diesel. Es un motor de cuatro cilindros en línea fabricado para Dodge por el especialista italiano VM y que, en el caso de la variante RT, va asociado necesariamente a una caja de cambios automática de cinco velocidades con la que optiene un par máximo de 410 newton metro a 2.000 revoluciones por minuto. El régimen de giro máximo está limitado electrónicamente a 4.300 rpm así que cuando la aguja del cuentarevoluciones llega a este punto el cambio subirá, en su caso, automáticamente de marcha aunque lo llevemos en el modo manual secuencial. En estos casos lo que ocurre, a veces, es que no se muestra fielmente en el cuadro de instrumentos la velociodad seleccionada. Este motor mueve al Nitro con soltura y se muestra bien dispuesto desde bajas vueltas. Tarda 10,5 segundos en realizar el 0 a 100 km/h y consigue una velocidad máxima de 182 km/h. En cuanto al consumo necesita 9,4 litros a los 100 km en uso combinado.
Dicen que no se puede tener todo aunque algunos están más cerca que otros de conseguirlo. El Nitro apuesta claramente por la estética y eso le hace padecer algunas penalizaciones en orden de marcha. En este sentido, y al margen de cuestiones estéticas, los neumáticos 245/50 sobre llantas de 20 pulgadas resultan inadecuados por excesivos, pues lejos de contribuir al confort lo que hacen es transmitir de forma más acusada las irregularidades del terreno al habitáculo, máxime teniendo en cuenta que el Nitro recurre al sistema de suspensión clásico con trapecios en el eje delantero y eje rígido trasero. La parte positiva es que al circular por asfalto al tener más huella de contacto ofrecen más agarre. En carreteras viradas si se pretende llevar un ritmo alegre la inercia hace acto de presencia y aparecen acusados balanceos de la carroceria, pero los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción no permiten que se vea comprometida la seguridad. En cualquier caso en estos tramos resulta más cómodo levantar el pie del acelerador y disfrutar del paisaje. La agilidad no es uno de los atributos que destacan en el Nitro pero esto se puede pasar por alto dado el volumen de su fachada. Conviene no olvidar que pese a su imponente apariencia el Nitro no deja de ser un SUV lo que implica que sus cualidades en campo son limitadas. Para pasar de la tracción delantera a la tracción total basta con girar un selector situado en el tunel de transmisión a la izquierda de la palanca de cambios, entonces el reparto de par se fija al 50 por ciento en cada eje. El Nitro carece de diferencial central por lo que solo se debe conectar la tracción 4x4 cuando sea necesario, esto es, por campo o ante superficies deslizantes.
De serie el Nitro incorpora cuatro frenos de disco con ABS unido al Sistema de Control de Tracción en Frenada (BTCS), un sistema que si al frenar detecta poco adherencia en una rueda transfiere más par a la otra rueda del mismo eje para mejorar la tracción. El ESP y los airbags de cortina también son de serie. Igual que otro sistema para la Mitigación Electrónica de Balanceo. La versión RT ofrece asimismo el sistema de monitorización de la presión de los neumáticos.
El Nitro es sobre todo un coche para no pasar desapercibido que ofrece una buena habitabilidad interior y la versatilidad de poder hacer incursiones por el campo. El motor es suave, responde bien desde bajas revoluciones y la caja de cambios automática supone una acertada combinanción. En carretera los balanceos de la carrocería le hacen no estar a la altura de otros modelos, pero como decíamos más arriba, algunas veces no se puede tener todo.
Motor
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Disposición: Delantero transversal Nº cilindros: Cuatro en línea Cilindrada: 2.768 cc. Potencia: 177 CV a 3.800 rpm Par máximo: 460 Nm a 2.000 rpm
Transmisión
Tracción: 4x4 a tiempo parcial Cambio: Automático de cinco velocidades
Dimensiones y Pesos
Longitud: 4.584 mm Anchura: 1.856 mm Altura: 1.773 mm Batalla: 2.763 mm Peso: 1.995 Kg.
Prestaciones y Consumo
Aceleración 0 a 100 km/h: 10,5 segundos Velocidad máxima: 182 km/h Consumos (l/100 km): Urbano: 12,2 litros Extraurbano: 7,8 litros Mixto: 9,4 litros Emisiones de escape CO2 (g/km): 250
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