DS 7 Crossback: Un modelo "clave" para DS

Dedicamos esta videoprueba al DS 7 Crossback, primer automóvil creado por y para DS desde que ésta se convirtió en marca . Este nuevo modelo, destinado principalmente a los mercados chino y europeo, cobra especial importancia por servir como "piedra de toque" de cara a la subsistencia de la nueva firma premium francesa. Lo probamos con el motor BlueHDi 180, cambio automático EAT8 y el completo nivel de equipamiento Grand Chic. El precio de tarifa de esta unidad asciende a 52.827 euros con todos los extras.

La denominación DS tiene como origen al histórico Citroën DS, alias “Tiburón”; un automóvil presentado originalmente en 1955 y que demostró adelantarse a su tiempo tanto por diseño como por tecnología. Citroën decidió recuperar estos valores en 2009 con su línea de automóviles DS realizados a partir de modelos ya existentes; pero no fue hasta 2014 cuando el Grupo PSA decidió convertir a DS en una marca independiente. El problema es que, claro, los primeros DS seguían siendo los Citroën anteriores con el logotipo cambiado, un nuevo frontal y poco más. Finalmente, en 2017 fue desvelado el DS 7 Crossback, el primer modelo desarrollado desde cero para ser un DS.

Esto no significa, evidentemente, renunciar a todo el arsenal tecnológico del PSA. De hecho, el nuevo SUV de DS emplea motores, electrónica y chasis del Grupo; y en concreto se construye sobre la plataforma modular EMP2 que también emplea el Peugeot 3008. Pero el DS es un automóvil de tamaño claramente superior: mide 12 cm más de largo (4,57 m en total), 5 cm más de ancho (1,89 m) y, aunque sí comparte altura (1,62 m) , cuenta con 6 cm más de distancia entre ejes (2,74 m). Por lo tanto, se sitúa por tamaño a medio camino entre el BMW X1 y el Audi Q5, por poner dos ejemplos. Su tamaño es casi idéntico al del Land Rover Discovery Sport, aunque éste puede tener 5 ó 7 plazas mientras que el francés sólo está disponible con cinco plazas.

El DS 7 crossback es un modelo global que ataca al mercado europeo pero también al chino; y esto se nota en su diseño exterior, que salvo por la vista de perfil, relativamente discreta, resulta llamativo y, literalmente, brillante. No hay más que fijarse en los numerosos detalles cromados y tridimensionales, desde la parrilla delantera, flanqueada por unas ópticas LED que nos dan la bienvenida con una “danza giratoria” al encender el vehículo, hasta las ópticas posteriores, con una estructura interior en forma de piel escamada. Nada de esto os dejará indiferentes.

El puesto de conducción repite aquellos patrones de diseño en detalles como los mandos poligonales situados en las las puertas y en la consola central, los controles rotativos del volante y el equipo de audio, tallados en forma de diamante, y el poco agraciado reloj que corona el salpicadero. Pero que nada nos distraiga del hecho de que el DS 7 Crossback presenta una estupenda calidad de materiales y acabados, a la altura de su competencia sin duda alguna. Puede que a algunos no les convenza el gran tamaño del volante, pero seguro que nadie podrá quejarse del confort de las butacas, que como en nuestra unidad de pruebas correspondiente a la “inspiración” Opera pueden estar tapizadas en cuero natural y contar con controles eléctricos, calefacción y refrigeración.

Son protagonistas las dos pantallas digitales de 12”, que destacan desde el primer instante por su brillo y resolución. La primera de ellas cumple como cuadro de instrumentos y es totalmente configurable; o casi, porque de entre las muchas visualizaciones disponibles, ninguna muestra velocímetro y cuentarrevoluciones “de agujas”, de los de toda la vida. Aquí la marca da más peso a la forma que a la función, desgraciadamente. Lo bueno es que el cuadro de instrumentos digital puede mostrar el mapa del navegador.

La segunda pantalla se sitúa sobre el centro del salpicadero, en una posición correcta aunque la hubiese preferido algo más arriba. La superficie es capacitiva y podemos manejarla como si fuese la pantalla de un móvil o tablet. Me gusta su rapidez de respuesta; y en general puede decirse que su manejo es bastante intuitivo; pero como por desgracia se está haciendo común, debemos usarla para regular el climatizador porque no hay mandos dedicados. Al menos, la indicación de temperatura está siempre visible y podemos cambiarla sin tener que navegar por los menús. Otro punto positivo es la compatibilidad con Android Auto, CarPlay y MirrorLink.

La segunda fila de asientos ofrece una habitabilidad incluso mejor de lo que cabría esperar. Hay espacio sobrado para las rodillas, los codos y los hombros, y sólo en la carrocería con techo panorámico notaremos el techo relativamente cerca de la cabeza (tampoco será un problema para personas de hasta 1,90 m de estatura). Dependiendo de la versión, disfrutaremos de buenos detalles como la regulación eléctrica de los respaldos (entre 23 y 32 grados de inclinación) y un climatizador dedicado. La plaza central es más estrecha y su respaldo es más duro pues contiene el reposabrazos con portabebidas; pero la buena noticia es que al no haber túnel de transmisión podremos colocar y mover los pies sin agobios.

El maletero presenta una boca de carga muy grande y rectangular, que da acceso a 555 litros de capacidad. Su construcción es robusta; cuenta con elásticos para sujetar objetos y argollas para fijar una red. Podemos situar el piso a 45 grados o bien a dos alturas para crear un doble fondo o enrasarlo con los asientos abatidos. Podemos realizar esta última operación mediante unos prácticos mandos a ambos lados del maletero (los respaldos están divididos en proporción 60:40). La superficie de carga queda muy plana y ofrece una capacidad máxima de 1.752 litros. Bajo el piso inferior encontraremos una rueda de repuesto de emergencia. El portón cuenta de serie con accionamiento eléctrico y opcionalmente con “manos libres”.

Para esta prueba del SUV francés elegimos el motor BlueHDi 180, un turbodiésel de dos litros de cilindrada. Su entrega de potencia es lineal y muestra cierta elasticidad, de manera que se adecúa bastante a un coche relativamente pesado como éste y saca partido de su generoso par de 400 Nm, disponibles desde 2.000 rpm. Lástima que el sonido del motor se deje notar con claridad a bajas velocidades.

Este propulsor se acompaña de la caja automática EAT8, de tipo convertidor de par con -sorpresa- 8 relaciones. Su funcionamiento me ha parecido adecuado para el día a día: no es un prodigio de rapidez pero sí se muestra suave y efectiva, con una programación bastante acertada. Podemos gestionar el cambio mediante las levas fijadas sobre la barra de la dirección; el problema es que no son lo bastante largas como para poder accionarlas con el volante girado, al quedar fuera del alcance de los dedos.

Con el motor BlueHDi 180 y cambio automático, El DS 7 Crossback homologa un consumo mixto de 4,9 litros por cada 100 km recorridos. Nosotros obtuvimos un promedio de 7,2 litros, muy por encima de las cifras oficiales, pero hay que apuntar que en este modelo influyen mucho nuestro estilo de conducción y el tipo de vía por el que circulemos. En autopista, a velocidad legal, podemos superar por poco los 5 l/100 m¡km, mientras que en ciudad no es tan raro llegar a los 9 l/100 km.

En cuanto a comportamiento dinámico, el DS 7 Crossback lo apuesta todo al confort. He notado que al chasis le falta viveza porque tanto el centro de gravedad del vehículo como su peso total son elevados; pero también y sobre todo por el tarado blando de las suspensiones son blandas. Buscar la máxima comodidad repercute sobre el dinamismo; pero de todas formas su comportamiento en autopista es realmente agradable y cumple bien en carretera, donde se agradece la estabilidad extra que aporta el eje trasero multibrazo. Enlaza curvas cerradas con decencia y frena más que correctamente, pero agradece la conducción suave y bien medida porque la carrocería tiende a inclinarse bastante. Por lo tanto, no podemos calificar al nuevo DS como un SUV deportivo… si es que tal cosa existe.

El equipamiento de seguridad activa puede ser muy abundante. Para empezar tenemos a uno de los responsables de que este coche filtre tan bien las irregularidades de la carretera. Me refiero a la tecnología Active Scan Suspension, que vigila mediante una cámara frontal el estado del asfalto para adaptar en tiempo real la dureza de los amortiguadores. El sistema Night Vision con cámara infrarroja se activa de noche para detectar peatones, ciclistas o animales que se crucen en nuestro camino. Otros elementos disponibles son la iluminación adaptativa Active LED Vision, el sistema de conducción semi-autónoma Connected Pilot y el asistente de aparcamiento Park Pilot. Son de serie los asistentes de frenado de emergencia y de arranque en pendiente, el aviso de abandono de carril, el control automático de velocidad con limitador y el reconocimiento de señales de tráfico. También se incluye una mini-cámara infrarroja tras el volante que vigila nuestra mirada para detectar somnolencia o falta de atención.

El modelo correspondiente a nuestra prueba, con motor diésel de 180 CV, cambio automático y el acabado Grand Chic, el más alto de la gama, tiene un precio base de 45.150 euros. Su equipamiento de serie incluye iluminación LED delantera y posterior, cristales traseros tintados, barras de techo, acceso y arranque sin llave, asiento eléctrico para el conductor, calefacción, refrigeración y masaje en los asientos delanteros, climatizador bi-zona, cuadro de instrumentos digital, pantalla táctil con navegador y cámara de visión trasera.

Son opcionales el pack de equipamiento extra Grand Chic (que por 2.494 € incluye climatización en la segunda fila, la cámara de visión nocturna y los sistemas avanzados de seguridad activa), la pintura metalizada (623 €), las llantas bi-tono de 20” (779 €), el portón trasero eléctrico con manos libres (519 €), el techo panorámico (1.039 €), los retrovisores fotosensibles (103 €), la Inspiración DS Opera (2.078 €), el equipo de alta fidelidad Focal con 14 altavoces (935 €) y los pedales de aluminio (103 €). En total, 52.827 euros de los que en el momento escribir este artículo nos ahorraríamos 1.000 € con la oferta promocional de la marca.