El más eficiente
Después de analizar dos versiones diésel del Ford Mondeo, que podéis ver en esta videoprueba con el motor TDCi de 180 CV y en la videocomparativa de berlinas con la mecánica diésel del 150 CV, hoy os traigo una nueva propuesta. El Ford Mondeo Hybrid o HEV es la apuesta más ecológica de la gama, y el primer híbrido de Ford fabricado en Europa.
Como ocurre a menudo con estas versiones que combinan motor térmico y eléctrico, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿sale a cuenta el híbrido? En esta prueba voy a intentar resolver esa duda, o al menos intentar allanar el camino de alguien que se encuentre en la duda de decantarse por una mecánica convencional o por esta versión híbrida.
Tomaré como punto de referencia la videoprueba que os he enlazado unas líneas más arriba, así que, si aún no le habéis podido echar un ojo, os aconsejo que lo hagáis porque pasaré por alto algunos detalles generales respecto al diseño o al interior que son comunes en ambos casos.
Dicho esto pongámonos manos a la obra que tenemos mucho de lo que hablar...
El sistema híbrido
Empezamos comentando la parte técnica del motor para conocer cómo gestiona este Ford Mondeo Hybrid la energía y la potencia. Si miramos su ficha técnica comprobaremos que según la marca este modelo nos ofrece una potencia máxima de 187 CV, muy similar a la versión diésel 180 CV y un poco superior al gasolina de 160 CV con las que se podría comparar.
La mecánica está compuesta por un motor de gasolina de 2.0 litros y 140 CV y dos motores eléctricos: uno de 120 CV y otro que actúa como generador y motor de arranque para el térmico. Cuando los dos propulsores locomotores unen fuerzas la potencia total es de 186 CV, no 260 CV como se podría pensar, y un cambio de tipo CVT se encarga de gestionar la transmisión a las ruedas delanteras.
La batería de iones de litio de 1,4 kWh está situada en la parte trasera y se encarga de distribuir la energía hacia el motor eléctrico. La batería se recarga en fases de desaceleración, con el freno motor, o cuando se activan los frenos para parar el coche, convirtiendo así a los motores eléctricos en generadores que mandan a su vez la energía a la batería.
El motor de gasolina también puede actuar como generador de energía en determinadas ocasiones. Por ejemplo, cuando circulamos a baja velocidad únicamente con el sistema eléctrico funcionando. Si se detecta que la carga de las baterías se está agotando, se activa el motor térmico al ralentí para ir recargándolas.
Diferencias respecto al Mondeo estándar
A simple vista es difícil encontrar diferencias destacables entre el Mondeo híbrido y sus compañeros de gama. Sin embargo, la versión que hoy probamos tiene algunas particularidades que se deben resaltar.
La primera de ellas es que la versión Hybrid sólo está disponible con la carrocería de 4 puertas, por lo que si teníamos en mente decantarnos por la de 5 puertas o por el modelo familiar debemos olvidarnos de la hibridación.
El segundo punto a tener en cuenta es la menor capacidad de carga que propone el Mondeo Hybrid frente al resto de modelos Mondeo. La colocación de las baterías justo detrás de los asientos traseros resta un buen trecho del espacio del maletero. Si nos fijamos en las versiones 5 puertas y Sportbreak vemos como éstas ofrecen 550 y 525 litros de capacidad. El Mondeo Hybrid se debe conformar con unos ajustados 388 litros, además de contar con unas formas muy malas para distribuir la carga.
Otro cambio lógico lo encontramos en el cuadro de instrumentos. En el Mondeo convencional se propone una instrumentación presidida por los clásicos velocímetro y tacómetro junto a dos pantallas TFT a color (una más grande central que engloba también el centro del cuentarrevoluciones y la otra dentro del aro del velocímetro). Si nos fijamos en el Mondeo Hybrid el indicador de la velocidad se instala en el centro y se encuentra custodiado por dos pantallas a color a los lados.
Estas pantallas funcionan a modo de ordenador de a bordo o como información relevante sobre aspectos de la conducción. Por ejemplo, en una podemos reflejar el estado del funcionamiento del sistema híbrido (ver qué motor está empujando o si se está recargando energía) mientras en la otra se puede reflejar el consumo medio, el instantáneo o decantarnos por proyectar la música que estemos escuchando. Hay varias opciones a elegir en cada costado.
El anagrama “Hybrid” en la zaga del vehículo, los neumáticos de baja resistencia a la rodadura en llantas de 16 pulgadas y el gracioso mensaje “Gracias por conducir un híbrido” que aparece en el cuadro de instrumentos cuando se apaga el motor son el resto de diferencias que encontramos en esta versión.
Menos dinámico, más ahorrador
Aquí viene el que yo considero el punto clave. Lo que de verdad debe decantar la balanza hacia el híbrido o no. Y es que entre éste y cualquier otro Mondeo con motor térmico hay bastantes diferencias que deben tenerse en cuenta.
A la hora de conducir un híbrido hay que hacer un esfuerzo y cambiar un poco el “chip” y adoptar un tipo de conducción más calmada, al menos en este tipo de híbridos sin aspiraciones deportivas. Es un coche con una clara orientación hacia la eficiencia, esto significa que pierde algunas virtudes que encontramos en las demás versiones en pro del consumo, básicamente.
Como ya os he comentado, cuenta con una transmisión continua variable más conocida por las siglas CVT. Se trata de un cambio diferente al automático convencional (tiene prácticamente infinitas marchas) al que cuesta encontrarle el punto dulce. A mí personalmente no me gustan este tipo de transmisiones por su sensación de resbalamiento,pero también encuentro que pueden llegar a ser bastante cómodas.
Se trata de un engranaje planetario, por lo que el motor térmico permanece revolucionado según la incidencia del pie en el acelerador. Para que os hagáis una idea, si necesitamos el máximo de potencia y pisamos a fondo el pedal, el motor sube hasta el máximo de revoluciones y se mantiene ahí hasta que soltemos presión en el acelerador. Precisamente por este motivo comento que se percibe una especie de resbalamiento porque en realidad la aceleración del vehículo no parece cuadrar con las altas revoluciones del motor. Además, el ruido y las vibraciones producidas son mayores.
Este aspecto también afecta a las prestaciones del modelo que parecen resentirse en cuanto a la aceleración desde parado. Tarda unas décimas en responder a la acción del pedal y su reacción no es tan contundente como la del gasóleo, por ejemplo.
A favor también hay que destacar que no se percibe ningún tipo de tirón por lo que la conducción y el confort de marcha es mucho mayor y más suave respecto a una caja manual o automática.
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En carretera es un poco más torpe debido al mayor peso proporcionado por la batería y los motores eléctricos. Las inercias se notan un poco más y los neumáticos de baja resistencia a la rodadura no aguantan con tanto esmero una conducción deportiva, aunque este Mondeo híbrido tampoco invita a ello, cierto. Aunque se gane algo de peso en el eje trasero sigue presentando un cierto subviraje si se fuerza la marcha.
Este híbrido arranca en modo eléctrico siempre que la batería tenga un cierto grado de carga y se mantiene así hasta que se le exige más potencia. La marca expone que se puede conducir en modo totalmente eléctrico hasta a una velocidad de 135 km/h. Yo no he podido pasar de 100 km/h sin que entre a funcionar el motor térmico.
En ciudad o carretera es una ventaja notable frente al resto de vehículos, pues se puede circular sin gastar una sola gota de gasolina (hasta que se activa el motor de gasolina en modo generador si falta carga o para empujar si necesitamos más fuerza).
En vías rápidas apenas hay ventaja respecto a un vehículo convencional. El motor de gasolina permanece en funcionamiento el 100% del trayecto por lo que se logran unos consumos muy parecido. La ventaja se encuentra básicamente cuando nos movemos por debajo de los 100 km/h o si se circula a menudo por ciudad.
Al finalizar la prueba, en la que mezclé todo tipo de vías y formas de conducción, el ordenador de a bordo acabó reflejando unos buenos 5,8 l/100 km de consumo medio. Una cifra más propia de motores cercanos a los 100 CV que a los 200 como en este caso, y lejos de los 4,2 l/100 que homologa en ficha técnica.
Cargado de equipamiento
El Ford Mondeo Hybrid está equipado con el acabado más alto, el Titanium, y tiene un precio base exactamente igual al del Ford Mondeo 2.0 TDCI de 180 CV manual: 33.800 euros para los dos. La diferencia, como comento, es el consumo, ligeramente inferior para el híbrido, el precio del combustible, menor para el diésel, y que el Mondeo HEV tiene menos maletero.
En cuanto al equipamiento de serie es el mismo para ambos modelos, entre los que destacan los sensores de aparcamiento delante y detrás, los faros antiniebla, asientos delanteros de corte deportivo, pantalla táctil de 8 pulgadas con SYNC 2, avisador de cambio de carril, reconocimiento de señales de tráfico o la iluminación ambiental multicolor, por poner algunos ejemplos.
Además, esta unidad de pruebas montaba algunos paquetes opcionales que lo dejan prácticamente “full equipe”. Estos son el paquete Hi-Fi Luxury (1.800 €): que consta de navegador, Premium Sound System de Sony con 12 altavoces, cámara de visión trasera y sistema de aparcamiento asistido (aparca solo); el paquete cuero (2.100 €): que añade asientos de piel, 10 ajustes eléctricos para los asientos del conductor y acompañante, asientos delanteros calefactables y retrovisores eléctricos con memoria; y el paquete summer (850 €): que consta de cortinillas parasol para las ventanas traseras laterales y el techo eléctrico.
También equipa algún extra adicional como el color blanco para la carrocería (260 €), la apertura y arranque sin llave Ford Keyfree (300 €), el control de crucero adaptativo ACC (800 €), los cinturones de seguridad traseros inflables (200 €) y los cristales de oscurecidos de privacidad (120 €). Además, los faros LED dinámicos vienen como regalo exclusivo sin coste adicional.
En este caso vemos como al modelo que hemos probado no le falta absolutamente de nada, situándose como uno de los mejor equipados del segmento, aunque también hay que tener en cuenta que en este caso la cifra a abonar por su compra ha ascendido hasta los 40.230 euros.
Poca competencia
Si echamos una ojeada al mercado vemos que no hay modelos con características similares a las del Mondeo híbrido (tamaño, precio, potencia…). El Ford apuesta por la hibridación convencional, es decir, sin la ayuda de una toma de corriente externa para recargar la batería. Una práctica que gana enteros dentro del mundo de los híbridos.
El Toyota Prius es el híbrido más conocido del mercado y el más vendido, aunque el japonés se conforma con sólo 136 CV y un equipamiento y nivel de detalle más bajo que en el Ford. El precio es similar al del Mondeo HEV, pero a su favor cuenta con versiones enchufables Plug-in.
Lexus tiene en sus filas los IS 300h y GS 300h, ambos con 225 CV de potencia y un precio bastante más elevado que el del Mondeo, mientras Infiniti propone una bestia híbrida en formato Q50 de 364 CV que no es comparable.
Volkswagen está a punto de lanzar la versión híbrida del Passat, el Passat GTE, que se venderá con carrocería sedán o familiar. El referente entre las berlinas generalistas apuesta por una mecánica ligeramente más potente que la del americano, 218 CV, pero será un híbrido enchufable.
BMW y su Serie 3 ActiveHybrid 3 proponen 340 CV y casi 60.000 euros de precio base, mientras Mercedes-Benz hace lo propio con el Clase C 300 h de 231 CV desde 50.000 euros y el Clase E BlueTec Hybrid de misma potencia y más caro aún.
Visto lo visto, la opción del Mondeo Hybrid no parece para nada descabellada. Y es que la marca americana ofrece este modelo con una política de precios muy buena a igualdad prácticamente de las versiones diésel y gasolina de potencia similar, y por debajo del resto de modelos del mercado. A excepción del Toyota Prius, pero como opinión personal, el Mondeo me parece mucho mejor coche.
También hemos visto que se puede conseguir un consumo muy bueno, inferior al del motor diésel de 180 CV o al gasolina de 160 CV, si se conduce de forma eficiente y tranquila. El propietario que realice desplazamientos por carretera (no autopista o autovía) o que se encuentre atrapado a menudo en los atascos mañaneros para ir a trabajar, se beneficiará muchisimo de la mayor eficiencia del híbrido. Sin lugar a dudas, este Mondeo HEV debe tenerse muy en cuenta...
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Yo tengo un Ford mondeo HEV vignale de 2017,tiene 75.000 km y por ahora no me ha dado ningún problema,lo tengo a capricho,el aceite y filtro cada año fuera haga hecho 3.000 o 10.000 km no aguanto los 20.000 km q es para los q viene el aceite,ahora a los 80.000 km le voy hacer el mantenimiento del cambio q la Ford dice q 12 años o 240.000km me parece una burrada para un cambio automático,lo único q echo en falta un poco más de potencia para los 187 cv q tiene