Deportivo diesel
Las líneas dinámicas de la carrocería del Mazda CX-7 siempre fueron un buen reclamo para captar clientes pero muchos lo descartaban por disponer, únicamente, de un motor de gasolina. Así que la llegada de la mecánica diesel, el 2.2 CRTD de 173 CV, ha supuesto un revulsivo para el SUV japonés, máxime cuando ésta ha venido acompañada de ligeros cambios estéticos que incluyen llantas de 19" en la versión Luxury, la cual tiene un precio 36.450 euros.
Entre los rivales del Mazda CX7 están el Mitsubishi Outlander, el Honda CRV, el Renault Koleos, el Nissan XTRAIL y el Subaru Outback.
Diseño exterior
La llegada del motor diesel al Mazda CX-7 supuso ligeros cambios estéticos para el SUV japonés, que por supuesto también afectan a la versión de gasolina. Estos cambios se centran básicamente en el frontal pues se modifica el diseño de la toma de aire y de los faros antiniebla, al tiempo que se incluyen bordes cromados. El paragolpes trasero es otro de los elementos estéticos que ha variado sutilmente. Pero en cualquier caso sus medidas siguen siendo las mismas: 4,70 metros de largo (incluyendo el soporte de la matrícula), 1,87 m de ancho y 1,64 m de alto. La distancia entre ejes es de 2,75 m. Las llantas de 18 pulgadas estrenan diseño y la versión más equipada, denominada Luxury, está disponible con llantas de 19 pulgadas. Por otra parte, la gama cromática incorpora tres nuevos colores: "Aluminium Metallic", "Sparkling Black Mica" y "Stormy Blue Mica".
Habitabilidad
El habitáculo presenta una buena terminación, con inserciones de aluminio que se combinan con otras lacadas en negro. Los asientos de cuero se ofrecen de serie con el acabado Luxury. El volante, el pomo del cambio y la palanca del freno de mano también van forrados en cuero, sin embargo la calidad de éste es inferior al de las marcas Premium, es decir, Audi, BMW, Mercedes, Lexus, Infinity... Tambien incluye un navegador tipo Tom Tom en la consola central que, curiosamente, solo se puede configurar desde los mandos del volante. El Mazda CX7 no ofrece 7 plazas como algunos de sus rivales, por ejemplo, Mitsubishi Outlander, Peugeot 4007 y Citroën C-Crosser, pero la segunda fila de asientos es aprovechable en sus tres plazas, sin que apenas moleste el túnel de transmisión. La consola central sí resta algo de espacio para las piernas, y el respaldo es duro. El plano de carga del maletero queda un poco elevado y en cuanto a capacidad, los 455 litros que ofrece nos parecen poco generosos teniendo en cuenta las dimensiones del vehículo.
Mecánica
La mecánica diesel del Mazda CX-7 es un 2.2 litros con turbo que entrega 173 CV con un par máximo de 400 Nm a 2000 rpm. En frío, es un motor ruidoso y que transmite ligeras vibraciones al volante, pero a medida que va cogiendo temperatura va ganando suavidad. En cualquier caso la insonorización del habitáculo nos parece mejorable. Su respuesta es muy buena desde medio régimen, pero por debajo de las 2.000 vueltas es más bien perezoso, lo que obliga a estar más pendientes del cambio. Y es que, de momento, el CX-7 solo se ofrece con la transmisión manual de seis velocidades. Los recorridos del cambio son cortos y con la precisión característica de la marca, si bien el tacto resulta algo duro. Por lo que respecta al consumo nuestra media fue de 9,9 litros a los 100 km.
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Comportamiento
El comportamiento del Mazda CX-7 es fiel a su imagen deportiva aunque, obviamente, este carácter sale a relucir en carretera que es donde se desenvuelve como pez en el agua, porque el campo no es su sitio preferido. Si bien, eso no impide realizar alguna excursión por pistas bien compactadas, dado que las limitaciones para un uso off-road del CX-7 no vienen dadas exclusivamente por una suspensión con poco recorrido y pensada para circular por asfalto sino también por su reducida altura libre al suelo, de la que resultan unos ángulos, de ataque, ventral y de salida, bastante modestos. Claro que en carretera la cosa cambia. Se muestra ágil y estable, a lo que cabe añadir el plus de agarre que le otorga la tracción a las cuatro ruedas, aunque en condiciones normales solo "tiran" las ruedas delanteras, de modo que las traseras únicamente reciben par si las condiciones de adherencia así lo aconsejan. En este caso el envío puede llegar al 50% pero el CX-7 no ofrece la posibilidad de bloquearlo.
Seguridad
Dejando al margen la tracción a las cuatro ruedas, pues además de aportar versatilidad de uso también supone un plus de seguridad cuando las condiciones de adherencia no son óptimas, la versión Luxury del Mazda CX7 cuenta con ABS, airbags frontales, airbags laterales, airbags de cortina delanteros y traseros, Ditribución Electrónica de la Frenada (EBD), Sistema de Control de Estabilidad (DSC), Control de Tracción (TCS), anclajes ISOFIX en las plazas traseras, asistente de cambio de carril (RVM), testigo de presión de neumáticos y activación automática de luces de emergencia (ESS).
Valoración
La estética es uno de los puntos fuertes del Mazda CX-7, pero también lo es su comportamiento en carretera, pues se muestra ágil, estable y dinámico. En campo, por el contrario, está bastante limitado. Entre los argumentos a favor, cabe añadir la calidad de acabados en relación al precio y el nivel de equipamiento que incluye de serie la versión Luxury, ya que solo deje como opción la pintura metalizada (400 €) y el techo solar (750 €).
Hola se puede quitar la transmisión que le da salida al eje trasero, no lo voy a utilizar por campo y me gustaría que solo actúe con las ruedas delanteras. Un saludo.