Mercedes-Benz Clase C Cabrio C220d: lujo contemporáneo

Mercedes-Benz es una de las marcas de automóviles que más atención presta a su gama de descapotables. Nada menos que 6 modelos diferentes conforman una oferta difícilmente superable por algunos de sus competidores. Este mismo 2017 ha recuperado la versión descapotable del Clase E, que se sitúa justo por debajo del Clase S Cabrio, su buque insignia. Por otro lado, la marca alemana ofrece los descapotables de dos plazas SL y el SLC, además del Mercedes-AMG GT C Roadster, este último en otra liga por prestaciones y precio.

Pero para aquellas personas que deseen entrar en la gama cabrio de Mercedes-Benz y no dispongan de un presupuesto un tanto limitado, la opción más adecuada es acceder a un Clase C Cabrio, disponible desde 48.525 € con motor de gasolina de 184 CV, o desde 48.825 € con motor diésel de 170 CV. Este último, denominado comercialmente C220d Cabrio, es el que he tenido ocasión de conducir de forma breve, lo suficiente para tomar contacto con un coche que ofrece muchas sensaciones desde el primer momento en el que te pones a su volante.

Es la primera vez que Mercedes-Benz decide construir un descapotable basado en la Clase C, y el buen resultado está a la vista. Sobre la base del Clase C Coupé, la marca de la estrella ha diseñado un compacto de 4 plazas con capota de lona, con un aspecto muy elegante y deportivo.

A imagen y semejanza de sus hermanos mayores, el Clase E Cabrio y el Clase S Cabrio, este Clase C se beneficia de un diseño muy equilibrado, basado en un largo capó, una línea de cintura elevada, un frontal agresivo con la parrilla con formas interiores de diamante y la estrella integrada, y una línea de techo, cuando tenemos la capota desplegada, similar a la de la versión cupé. El coche viene de serie con llantas de 17 pulgadas, y con una suspensión que rebaja la carrocería 15 mm. respecto al Clase C sedán. Por lo tanto, la prestancia del coche es evidente, parece un Clase E o un Clase S cabrio compactado. Sus acabados interiores se alejan de los de estos dos, pero no tanto el equipamiento disponible y por precio se convierte en una excelente alternativa si se busca un cabrio 2+2 relativamente asequible.

La capota de lona le da un aspecto clásico muy evidente. Deriva en su construcción, como en el Clase E, de la capota del Clase S, toda una referencia en cuanto a calidad de insonorización y capacidad de mantener la temperatura interior. De serie se vende en color negro, pero como podéis ver en las fotos, el Clase C Cabrio que conduje equipaba la capota en color rojo, a juego con la tapicería interior de cuero. Otros colores disponibles son el marrón oscuro y azul oscuro. Es una capota que se abre y recoge en unos 20 segundos, y puede hacerse circulando siempre que no se superen los 50 km/h.

Una vez recogida, resta bastante espacio al maletero, que queda en 285 litros de los 360 litros de capacidad total que atesora. Una alternativa para ampliar esta capacidad de carga es abatir los respaldos de la segunda fila, una operación muy rápida gracias a los dos botones en los laterales que la automatizan. Aunque tampoco es la panacea. Esta limitación de carga es normal y esperada en un cabrio, y en cualquier caso, resulta suficiente para un uso diario a la hora de ir a comprar al súper o cargar las bolsas de deporte de camino al gimnasio, por ejemplo.

La segunda fila no ofrece demasiado espacio, como es lógico, pero los dos adultos que es capaz de acoger viajan cómodos en los butacones. No obstante, el espacio para las piernas y la anchura de hombros es limitada por la propia estructura del coche.

En las delanteras no existen estas limitaciones, y encontramos un espacio y un diseño calcado al de un Clase C Coupé. Es un diseño muy deportivo, en el que destacan los dos relojes “tipo moto” del cuadro de instrumentos, separados por una pantalla digital que ofrece los principales datos de conducción; una pantalla digital nada integrada en el centro, donde vemos la información procedente del sistema de infoentretenimiento; una consola central elevada, que separa claramente el espacio entre conductor y acompañante. Aunque en este caso, no eleva la palanca de cambio, ya que ésta, como es clásico en la marca, está detrás del volante, donde habitualmente tenemos el mando del limpiaparabrisas; este volante está achatado en su parte inferior y perfectamente forrado en cuero perforado, marcando un estilo y un tacto muy deportivo.

Los acabados son impecables, y destacan detalles como la parte superior del salpicadero con cuero y doble costura en color blanco, o el acabado de madera veteada de la consola central. El color negro domina, pero contrasta perfectamente con los detalles de aluminio del volante, las rejillas de ventilación o los pedales. El rojo de la tapicería de cuero de los asientos es quizás demasiado llamativo, pero también contribuye a dar una imagen más desenfadada y deportiva a este interior.

Descapotable y motor diésel podrían llegar a ser conceptos antagónicos, pero en este caso no es así. El motor de cuatro cilindros en línea, 2.143cc y 170 CV es todo un ejemplo de buen y refinado funcionamiento. Se combina perfectamente con el cambio automático 9G-Tronic de 9 velocidades, y ofrece una respuesta suave, suficientemente potente y silenciosa. Existe otra variante de este mismo propulsor, con 204 CV, que equipa la versión 250d, una buena alternativa si se busca un cabrio con mayores prestaciones.

La filosofía de este Mercedes-Benz no es radicalmente deportiva, pero las buenas prestaciones del propulsor, junto con la eficacia de su transmisión integral 4Matic y el buen hacer de la suspensión Airmatic (opcional) hacen de este cabrio un buen ejemplo de dinamismo en carretera. El Dyamic Select permite escoger entre varios programas (Eco, Comfort, Sport, Sport Plus e Individual). Los más deportivos (Sport y Sport +) estabilizan considerablemente el coche en las curvas si las afrontamos a fuerte ritmo.

La breve toma de contacto con el coche se realizó en carreteras de Tarragona, una de ellas un puerto de montaña con curvas de gran radio, donde el coche demostró una buena agilidad y precisión de guiado. No podemos esperar menos de un coche que puede solicitarse con suspensión y dirección deportiva, además de tener la carrocería rebajada 15mm. respecto al Clase C berlina.

Al volante, no se percibe especialmente pesado, aunque la estructura de su chasis lleve inevitablemente a ello, a pesar de los esfuerzos de los diseñadores. De la misma manera que sus hermanos mayores Clase E cabrio y Clase S cabrio, algunos elementos de su carrocería son de aluminio: capó, aletas y puerta del maletero, entre otros. También se percibe muy rígido, y apenas noté vibraciones en la estructura, que generalmente se replican en los retrovisores.

Este Clase C Cabrio puede equipar buena parte de los sistemas de confort y seguridad de sus hermanos mayores Clase E y Clase S. Uno de ellos, característico en Mercedes, es el Airscarf o calefacción para el cuello, que hace más confortable circular descapotado en días de bajas temperaturas. En este sentido, el sistema de climatización también se adapta en función de si estamos con la capota abierta o cerrada. Si circulamos con el techo abierto, por ejemplo, dirige aire caliente a las manos y desactiva la recirculación de aire.

Otro de los sistemas destacados es el Aircap, un deflector de aire colocado en el parabrisas que podemos activar para evitar las turbulencias a alta velocidad. Se combina con otro deflector que se activa en las plazas traseras, también de forma automática con sólo pulsar un botón. Opcionalmente puede pedirse el tradicional deflector trasero manual.

El grupo de sistemas de asistencia a la conducción no es corto: el Attention Assist o alerta de cansancio del conductor y el Collision Prevention Assist Plus (aviso de colisión frontal con asistencia de frenado automático) vienen de serie. Como opción se ofrece el paquete Driving Assistance, que incluye el control de velocidad de crucero con mantenimiento de distancia y asistencia de dirección, el sistema Pre-Safe con detector de peatones; el sistema de mantenimiento de carril con corrección de dirección en el supuesto de que el coche se desvíe de la trayectoria; el sistema de aparcamiento automático; la cámara de 360º; el sistema de reconocimiento de señales de tráfico apoyado con el navegador; o el Adaptative Highbeam Assist Plus, que permite circular con las luces largas sin deslumbrar al vehículo que viene de frente.

Otra opción interesante, aunque sólo desde un punto de vista lúdico, es el equipo de música Burmester, cuyos bellos altavoces sólo son una muestra de la alta calidad de sonido que es capaz de ofrecer.

El único inconveniente de todo este equipamiento es que puede alterar considerablemente el precio básico del coche, que se sitúa en 48.825 euros. Pero si, por ejemplo, decidimos añadir el Paquete de Asistencia a la Conducción Plus (2.904 euros), que incluye todos los sistemas de asistencia antes comentados, debemos instalar obligatoriamente el paquete de retrovisores (622 euros), más el cambio automático (3.043 euros), por lo que el precio se incrementa automáticamente en 6.569 euros.

Esto es sólo un ejemplo. Un Clase C Cabrio muy equipado como el que veis en las fotos puede costar unos 75.000 euros, una diferencia considerable respecto al precio básico.