Probamos la versión de entrada a la gama del que posiblemente sea uno de los cupé más elegantes del momento, el Clase E 220d de Mercedes-Benz de 194 CV. Cuesta 53.700 euros, ofrece unos acabados de primer nivel y un amplio habitáculo de 4 plazas.
Eso sí, al sumar todos los extras que equipa esta unidad, que no son pocos, el precio final se dispara hasta los 68.685,86 euros. Apenas 3.000 euros más que el Volkswagen Arteon que probamos recientemente… Bien es cierto que son coches de segmentos distintos pero puestos a escoger entre los dos quizás terminaría decantándome por el Clase E Coupe. Prefiero el plus de confort que aporta el Mercedes frente a la mayor deportividad del Volkswagen.
Elegancia supina
Suele ser recurrente soltar aquello que todos los modelos de Audi son variantes a distinta escala de un mismo diseño. En Mercedes-Benz últimamente pasa algo bastante parecido. Viéndolo de frente es fácil confundir a este Clase E con un Clase C y su trasera recuerda a la del Clase S.
A mi gusto el Clase E es el más proporcionado y elegante de los cupé que actualmente Mercedes-Benz ofrece en su catálogo, que no son pocos. Es algo más pequeño que un Clase S Coupe y mucho más grande que un Clase C Coupe. Mide 4,82 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,43 de alto.
Tanto la línea lateral como la trasera son exquisitas. La ausencia del pilar B y el marco cromado que envuelve la zona acristalada lateral le sientan genial. Al bajar las cuatro ventanillas dejamos un espacio completamente abierto.
El diseño interior es igual de atractivo. Al abrir sus puertas accedes a un mundo de confort y calidad digno de Mercedes-Benz. Lejos quedan aquellos plásticos de baja calidad que habíamos visto en generaciones anteriores de la Clase E.
Pantallas digitales tamaño XXL, inserciones que simulan metal, salidas de aire de original diseño y un sistema de iluminación ambiental LED de lo más chic transmiten lujo y calidad a raudales.
La batalla de 2,87 metros garantiza un amplio habitáculo. Con el asiento del conductor regulado a mis 1,80 metros de estatura el espacio detrás sigue siendo bueno. Con sólo tirar de la palanca del respaldo el asiento se desplaza de forma automática hacia delante para facilitar el acceso a la segunda fila.
Los asientos delanteros son muy cómodos pero no sujetan demasiado, en conducción deportiva la espalda se mueve demasiado. Disponen de regulación eléctrica y tres memorias. En un coche de este calibre se echa en falta la posibilidad de que cuenten con masaje integrado.
Detrás hay dos plazas claramente diferenciadas. La base de la banqueta posterior algo rebajada aporta una altura libre al techo ideal para adultos de todas las tallas. Entre ambos asientos hay unos siempre prácticos huecos porta-latas. El prominente túnel central obliga a que cada pasajero trasero entre por su lado, cambiar de asiento dentro sólo está al alcance de los más pequeños de la casa.
Los 425 litros del maletero son aprovechables tanto por su longitud como por su anchura. Lo que más penaliza es la altura, así como la boca de carga. En la parte superior del maletero integra un gancho para colgar bolsas.
Confort por encima de todo
Desde el instante cero te das cuenta que se trata de un coche configurado para disfrutar del máximo nivel de comodidad posible en todo momento. Un coche perfecto con el que desplazarte en el día a día, así como para realizar largos viajes continentales.
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Las dos gigantescas pantallas que integran el cuadro de instrumentos, junto con el sistema de navegación, teléfono y demás funcionalidades son de las mejores del mercado. La calidad de gráficos y la facilidad de lectura que aportan hacen que no eches en falta los indicadores analógicos de toda la vida.
El equipo de suspensión ofrece un sensacional nivel de filtrado, algo que redunda en un tacto algo blando cuando quieres adoptar una conducción deportiva. La carrocería inclina un poco rodando al límite y en apoyos fuertes notas bastantes inercias. Los 1.735 kilos que anuncia sobre la báscula están ahí.
La dirección ha sido calibrada en la misma línea, con dos dedos puedes guiarlo con gran facilidad, bien es cierto que la precisión del tren delantero no es la que encuentras en un Mercedes-AMG GT S. No tiene nada que ver con el deportivo de Affalterbach, ni pretende serlo.
El equipo de frenos aguanta bastante, incluso en un puerto de montaña de primer nivel. Para no castigar tanto los discos, merece la pena recurrir a la función manual del cambio automático y ayudarnos con las reducciones a través de las levas del volante.
La caja de cambios automática de 9 relaciones dispone de un modo Eco con el que se activa un modo inercia nada más levantar el pie del acelerador. En Comfort sube y baja de velocidad con gran suavidad mientras que en S o Sport apura al máximo las revoluciones y aguanta las marchas casi tanto como lo harías en modo manual.
El motor 2 litros turbodiésel entrega 194 CV a 3.800 rpm y 400 Nm de 1.600 a 2.800 rpm. Este motor en un coche de menor tamaño y peso sería más que destacable, pero en el Clase E Coupe se queda un poco justo. Para movernos de forma relajada evidentemente es más que de sobra, pero en esas ocasiones que buscarías disfrutar de una conducción deportiva no tiene la garra suficiente.
Aun así las prestaciones no están mal. Para ser la versión de entrada de gama anuncia una velocidad punta de 242 km/h de punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos.
Lo que más sorprende es el bajo nivel de consumo de este motor. Declara 4,2 l/100 km y sólo 109 gramos de CO2 con lo que está exento de impuesto de matriculación. En conducción relajada es fácil moverte en torno a los 6 l/100 km. A un ritmo más alegre no pasa de 9,4 l/100 km. Gracias a estos bajos consumos y a un depósito de 66 litros brinda una destacada autonomía.
En resumidas cuentas
A mí personalmente me gustan los cupé, y encuentro especialmente atractivo este nuevo Clase E Coupe. Tanto su línea exterior como el habitáculo ofrecen un estilo y una elegancia difíciles de encontrar hoy en día. Además, ofrece un nivel de confort más que destacable para cuatro ocupantes.
De serie cuesta 53.700 euros pero esta unidad se acerca a los 70.000 euros. Esta última es una cifra considerable sobre todo cuando tenemos en cuenta que estamos ante una versión de entrada de gama con un motor diésel de menos de 200 CV.
Acabo de comprar un clase e coupe y estoy encantado ...de prestaciones muy bien y hay q tener en cuenta q es un coche para hacerle km... realizo todos los días 230 km y da gusto hacerlos con este coche... y cuando se hace de noche aun mas .. con esas luces y el sonido de esos altavoces....el consumo muy bajo... CON DECIROS q tengo un continental gt y desde que comprado el clase e coupe no lo he vuelto a coger.MUY RECOMENDABLE pero antes de comprarlo mirar bien los extras ....algo caro, pero vale mucho la pena.