Nissan ha modificado la gama del Qashqai con la llegada de un nuevo motor de gasolina de 1,3 litros. Este motor se ofrece en dos variantes de potencia, con 140 y 160 CV y, además, se ha sustituido la caja de cambios tradicional de tipo CVT de los Qashqai de gasolina por una nueva caja de doble embrague. Argumentos suficientes para probar de nuevo el Qashqai en su versión de 160 CV automática, ahora que los SUV de gasolina de este segmento se venden ya más que los movidos por motor diésel.
Este nuevo motor sustituye al anterior 1.6 de 165 CV y se ofrece sólo combinado con tracción delantera (los únicos Qashqai 4x4 montan obligatoriamente el propulsor diésel de 130 CV). Se trata de un bloque completamente nuevo desarrollado por la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi que debuta en el Qashqai tras hacerlo en el Renault Kadjar (primer contacto con este modelo en este enlace) y en el Mercedes Clase A ya que el Grupo Daimler ha colaborado asimismo en su desarrollo para equipar con él sus modelos de tracción delantera (más información del nuevo Clase A en este enlace con video y del Clase B, que también usa este motor en este otro enlace con video).
Estéticamente el coche no cambia desde que se lanzó el rediseño en verano de 2017 (más información con video de los cambios respecto a la versión precedente) de manera que nos centraremos en los cambios que son, esencialmente, el motor y el sistema Nissan Connect de infoentretenimiento, que también es nuevo y supone un paso adelante respecto al que estaba disponible hasta ahora. Este sistema no es exclusivo de esta versión 1.3 de 160 CV sino que se montará en toda la gama.
Antes de referirnos al motor, tenemos que reconocer que el Qashqai nos ha parecido un coche mucho más maduro, como si estuviera en el mejor momento de su carrera. Eso es algo que sucede con los coches que llevan un tiempo ya en el mercado y que han ido sufriendo un proceso de mejora continua en los ajustes y las calidades. Es cierto que se trataba de una versión tope de gama Tekna+ pero aspectos como el acabado del salpicadero, el tramado de la tapicería de cuero, la ausencia de ruidos parásitos en el habitáculo y el buen ajuste de todos los elementos generaba una elevada calidad percibida que no recordábamos en unidades anteriores.
160 Caballos y cambios automático
El motor supone una mejora notable respecto a los usados anteriormente. Según explicó Néstor en el primer contacto con estos nuevos propulsores (enlace a la primera prueba de la nueva gama), las diferencias entre las variantes de 140 y 160 CV no son muchas (en realidad es el mismo motor con cambios únicamente en la centralita y en algunos periféricos). Esta vez probamos el de 160 ya que es el único que permite la combinación con la caja automática de nueva factura.
El cambio respecto a la anterior combinación (motor 1.6 con caja Xtronic CVT) es notable en todos los aspectos. Este motor nuevo apenas hace ruido y no es que el anterior hiciera mucho pero el hecho de tener una caja CVT sí que le hacía ser muy ruidoso en las aceleraciones. Ahora ya no. La caja es más progresiva y la aceleración más suave (y más eficaz al existir menos patinamiento).
Con siete relaciones, la caja de cambios tiene un rendimiento muy satisfatorio aunque no hubiera estado de más dotar al coche de unas levas tras el volante para usarlo en modo manual. No es que el coche se preste a ello ya que es un modelo de carácter tranquilo pero en determinadas situaciones, sobre todo en carreteras de montaña, se agradecería poder gestionar los cambios mediante levas en lugar de hacerlo a través del modo secuencial de la palanca.
El cambio es tranquilo en modo automático pero más rápido de lo que aparenta cuando lo pasamos a modo manual y aunque no es de esos cambios que corte inyección al llegar al límite de vueltas, al tratarse de un motor de gasolina que estira bien, nunca llega a subir una marcha puesto que el conductor lo hace siempre antes, cosa que con los diésel o con modelos de corte más deportivo a veces no sucede.
El motor, por su parte, tiene las características de los nuevos motores de gasolina de baja cilindrada apoyados por un turbocompresor. Al ser este de pequeño tamaño, entra en acción desde unas 2.000 vueltas y tiene un efecto inmediato, sin que exista un tiempo de respuesta excesivo y sin que su entrada en acción implique una aceleración inesperada. Por debajo de las 2.000 vueltas es un motor perezoso, de manera que es mejor no dejarle caer de ese régimen salvo en autopista donde, al encarar alguna cuesta, bajará con un pisotón en el gas para que el cambio baje un par de marchas y el motor se revolucione.
El apartado del consumo es uno de los puntos débiles de los automáticos pero, en este caso, la diferencia con respecto al manual es menor que en la versión anterior. La marca homologa para este coche un consumo de 5,8 litros en este acabado Tekna+ que monta llantas de 19 pulgadas y de 5,5 para las versiones más básicas que montan llantas de 17 pulgadas. En nuestra prueba conseguimos un consumo medio de 7,2 litros, más que aceptable para un coche de este tipo.
El Qashqai es uno de los SUV de este segmento más equilibrados en su comportamiento dinámico. Nissan ha mejorado el confort de marcha con pequeñas actuaciones sobre la suspensión y la dirección. La primera tiene unos amortiguadores y unos muelles menos firmes para mejorar el confort y unas estabilizadoras más gruesas para mantener la buena dinámica del modelo. El coche es, efectivamente, más confortable, sobre todo en firmes en no muy buen estado pero la inclinación de la carrocería me dio la sensación de que era ligeramente superior pese a contar con mayores estabilizadoras.
En cualquier caso, es un vehículo muy cómodo, con una suspensión bien calibrada, que filtra bien las irregularidades de la carretera y no tiene ningún tipo de efecto rebote. Además, las llantas de 19 pulgadas calzadas con neumáticos anchos hace que su comportamiento se asemeje más al de un turismo compacto de filosofía "confort" que a un SUV. En pista, donde este Qashqai, al ser 4x2 sólo tiene, como principal argumento su superior altura libre al suelo frente a un turismo, la suspensión ofrece una elasticidad suficiente para terrenos irreguleres y el filtrado vuelve a revelarse como muy adecuado para todo uso.
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En la dirección, se han aplicado cambios en el control electrónico del retorno para que resulte más precisa y para reducir las vibraciones. Y, para mejorar el refinamiento de marcha, se han modificado (o añadido) algunos de los aislantes en las aletas y las puertas, y los cristales traseros son más gruesos. Todo ello contribuye a esa mayor sensación de calidad a coche parado que tiene su continuidad cuando lo ponemos en marcha. Insisto en que la impresión general de este coche es muy superior a otros Qashqai que habíamos conducido.
Nissan Connect de nueva generación
En el interior no hay cambios de diseño de manera que la única novedad es la presencia del nuevo sistema de infoentretenimiento Nissan Connect que añade funciones nuevas y mejora la conexión entre el conductor y el vehículo con una integración total del smartphone y la posibilidad de descargar actualizaciones de mapas y software de manera inalámbrica. Ahora las funciones de Apple CarPlay y Android Auto también se incluyen de serie en todos los niveles de equipamiento excepto el Visia.
El equipo incluye ahora la función Door to Door Navigation, disponible tanto para Apple como para Android, mediante la cual el usuario desbloquea nuevas funciones como la planificación de rutas antes de salir de casa para enviar el destino directamente al coche y empezar con la navegación nada más encender el motor. La pantalla ha ganado en resolución aunque conserva el tamaño de 7 pulgadas y es multitáctil. Permite personalizar la pantalla de inicio, tiene reconocimiento de voz, usa mapas TomTom 3D, dispone de la función find my car y facilita la actualización de mapas y de software de manera inalámbrica. En este sentido, el Qashqai se ha puesto a la altura de la competencia y sólo se echa en falta una pantalla algo más grande, cosa imposible sin rediseñar el salpicadero.
Por lo demás, el coche sigue siendo el de siempre. Las plazas delanteras son confortables, con unos asientos renovados en 2017, más ergonómicos y que en esta versión Tekna+ tienen una sofisticada tapicería de cuero con un trenzado en las zonas centrales muy atractivo. En este acabado Tekna+y además de la tapicería de cuero, los asientos delanteros tienen regulación eléctrica y un sistema de calefacción.
La disposición de mandos es la habitual, con freno de mano eléctrico en la consola y los dos pequeños problemas que siempre hemos destacado en este coche: la situación un poco baja de la pantalla, que obliga a desviar bastante la vista de la carretera para consultarla y los pocos huecos para objetos en la consola central. La instrumentación es completa y mezcla los principales instrumentos analógicos con una pantalla central a color para la información del conductor.
Las plazas traseras son amplias, con un buen espacio para las piernas y una buena distancia al techo. Como todos los coches de este segmento, el Qashqai está pensado más para cuatro ocupantes que para cinco, de manera que la plaza central trasera es claramente más incómoda que las dos exteriores, tanto por su respaldo más duro como por el hecho de no tener "forma" como las otras. La banqueta es fija y no tiene recorrido longitudinal.
El maletero tiene una capacidad de 430 litros, lo que le deja en la zona baja del segmento donde son habituales maleteros próximos a los 500 litros, eso sí, en coches con algo más de longitud que este Nissan. Con los asientos traseros abatidos, la capacidad pasa a ser de 1.585 litros. La modularidad del maletero incluye un doble fondo que se genera mediante dos piezas muy robustas que conforman un piso enrasado con el plano de carga. La más cercana al portón de estas piezas puede situarse verticalmente sobre el pido (hasy unos canales en los laterales para ello) de manera que el maletero queda dividido en dos partes. Esto puede ser útil para que los objetos transportados, por ejemplo las bolsas de la compra, no se muevan.
Nissan vende este coche en cuatro acabados: Acenta (23.250 euros), N-Connecta (25.350), Tekna (27.750) y Tekna+ (29.800), este último el acabado de la unidad probada. Estos precios incluyen los descuentos en vigor en la fecha de la prueba (marzo de 2019) y son aplicables si se financia el coche a través de la marca. de lo contrario, si se opta por pagar al contado, el precio se incrementa. El de tarifa para esta versión Tekna+ es de 34.950 euros.
El equipamiento de serie es muy completo. Lleva el llamado Escudo de Protección Inteligente de Nissan que incluye elementos como el control de cambio de carril con aviso sonoro, el cambio automático de luces cortas a largas, el reconocimiento de señales de tráfico o el sistema de frenada automática con reconocimiento de peatones. Además, esta versión incorpora el Driver Pack Assist con control de ángulo muerto, detección de objetos en movimiento marcha atrás y detector de fatiga.
Otros elementos incluidos en el equipamiento de serie son las cámaras de marcha atrás y de visión perimetral de 360º, el acceso y la puesta en marcha sin llave, el climatizador automático, el techo de cristal panorámico fijo, el control de crucero inteligente con limitador de velocidad, los faros completos de LED, el sistema de infoentretenimiento ya citado, los sensores de aparcamiento y los faros completos de LED.
Es posible llevar una rueda de repuesto, en vez del kit anti pinchazos.