Nos guste, o no, el SUV es el vehículo de moda en estos últimos 10 años. Estos vehículos ligeramente levantados y con aspecto de todoterrenos son los más demandados por el público europeo. De esta forma Renault no quería quedarse atrás y, tras la renovación del Captur y junto al Kadjar, completa su gama SUV por arriba con el nuevo Koleos.
Se trata de un modelo completamente nuevo que nada tiene que ver con el anterior. Nada de nada, excepto el nombre. Es más grande, presenta un diseño mucho más agradable, ofrece un nivel de acabados muy bueno y un comportamiento dinámico a la altura de lo esperado.
El nuevo Koleos se sitúa dentro del selecto grupo de los SUV del segmento D. Está construido sobre la plataforma común de la alianza Renault-Nissan, es la misma que usa por ejemplo el Nissan X-Trail, uno de sus rivales.
El nuevo Koleos ahora mide 4,7 metros de largo, 1,8 de ancho y 1,7 de alto, por lo tanto vemos que ha crecido generosamente respecto al modelo predecesor. Además, dispone de una batalla más generosa que se extiende hasta los 2,7 metros de largo que le asegura un habitáculo espacioso.
No sólo ha crecido en tamaño, sino que también lo ha hecho en atractivo. La persona encargada del diseño ha sido Alexis Martot, el mismo diseñador que se ha encargado de dar vida al Renault Talismán, modelo del que recibe una fuerte inspiración este Koleos.
El frontal es muy similar al de la berlina, donde destacan esos faros en forma de lágrima para la iluminación diurna LED. Sin embargo, tanto la parrilla como el rombo de Renault en el centro de generosas dimensiones hace que, en este sentido, se parezca más al de sus compañeros Kadjar y Captur en la gama SUV.
Otro detalle común en la gama es esa especie de “talonera” lateral que montan los Renault así como los pilotos traseros más estilizados que intentan unirse por el centro y que le otorgan una identidad inconfundible.
Completan el aspecto exterior unos pasos de rueda bien marcados, protectores de bajos barras en el techo y unas llantas que podrán ser de 17, 18 o 19 pulgadas dependiendo del nivel de acabado elegido. Nuestra unidad de pruebas es un Initiale París, el acabado tope de gama, y por lo tanto monta las de 19 pulgadas.
Un interior bien cuidado
La primera impresión que uno se lleva cuando se sienta por primera vez en un Koleos es la gran sensación de amplitud que ofrece tanto si lo haces en las plazas delanteras como en las traseras. Una vez acomodado en el asiento del conductor hay que destacar una postura de conducción muy natural y cómoda. El asiento tiene regulación eléctrica y el volante puede configurarse tanto en altura como en profundidad. Esto hace que personas de todas las estaturas puedan encontrar su postura de conducción óptima.
Con este nivel de acabado (Initiale París) el Koleos se acerca peligrosamente a la sensación de calidad que ofrecen esos modelos que vulgarmente catalogamos como “premium”. Los materiales que se han utilizado para la confección del interior, el cuero de los asientos o la goma de tacto blando que forra todo el salpicadero hacen de este nuevo Koleos un coche verdaderamente agradable para los ocupantes.
Otros detalles de calidad que podemos encontrar son el cuadro de instrumentos digital, el cual se puede personalizar con diferentes grafías y colores, o la inmensa pantalla vertical que se ha incorporado como sistema de información y entretenimiento correspondiente al sistema R-Link.
Me paro en la pantalla porque es uno de los puntos negativos que le veo a este Koleos. En un primer vistazo impresiona muchísimo disponer de toda esa pantalla en la consola central, pero en el fondo es un sistema que a mí personalmente no me convence demasiado. Su funcionamiento es similar al de una tablet, y no tiene botones. Esto hace que sea prácticamente obligado desviar la vista de la carretera para moverte por sus menús. Además, para llegar a según qué opciones hay que pasar varias pantallas y eso aumenta el tiempo que no vemos la carretera.
En las plazas traseras podrán viajar dos adultos de gran estatura sin preocuparse por la distancia disponible para las piernas o para la cabeza. También puede acompañarnos un tercer pasajero en la plaza central, pero es recomendable que no sobrepase el metro ochenta ya que podría tocar con la cabeza en el techo al estar la banqueta más elevada en esta zona. El techo de cristal de nuestra unidad rebaja unos centímetros la distancia disponible.
Pese al buen espacio disponible en la segunda fila, también es cierto que el Koleos sale ligeramente penalizado frente a algunas opciones que sí equipan modelos de su competencia. Por ejemplo: en el Koleos la banqueta no es corredera ni los respaldos pueden reclinarse, y tampoco existe la posibilidad de adquirir una versión de siete plazas.
El maletero, en este nivel de acabado, cuenta con apertura eléctrica que puede activarse pasando el pie por debajo del paragolpes trasero. Con los asientos en su posición original disponemos de un generoso espacio de 579 litros hasta la bandeja y de 831 litros si contamos hasta el techo. Con los respaldos abatidos, una acción que puede realizarse con unos tiradores justo a la boca de carga, la capacidad se amplía hasta los 1.759 litros totales. Además, bajo el piso encontramos un práctico separador con varios huecos para distribuir pequeños objetos y, debajo de este, una rueda de repuesto de tipo temporal por si pinchamos.
En cuanto al equipamietno de serie, lo cierto es que no le falta de nada. Además del buen hacer con sus acabados, el nuevo Koelos “Initiale París” incorpora faros dealanteros Full LED, cámara de visión trasera, tapicería de cuero Nappa, volante forrado en cuero, bluetooth, o varias tomas USB entre muchísimas otras opciones.
Sólo en diésel
El cliente que se decante por la compra de un Koleos, debe saber que actualmente sólo está disponible con dos mecánicas diésel para su elección. Es probable que más adelante llegue alguna variante de gasolina, pero actualmente no existe.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El motor de entrada es el conocido 1.6 dCi de 130 CV y la variante más potente, y la que estamos probando, es el 2.0 dCi de 175 CV. Es un motor que entrega 380 Nm de par y declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y una velocidad punta de 192 km/h. Sus prestaciones no parecen gran cosa, pero es que el Koleos que probamos pesa, en vacío, más de 1.800 kg, y eso hay que moverlo.
El Initiale París viene de serie con la tracción a las cuatro ruedas, pero en niveles de acabado inferiores hay versiones de sólo tracción delantera. Lo mismo ocurre con la caja de cambios: esta versión es automática X-Tronic pero el cliente también podrá decantarse por un cambio manual convencional de 6 relaciones si elige un nivel de acabado inferior.
Me paro aquí para hablaros precisamente del X-Tronic, quizás la parte que menos que ha gustado de este Koleos. Se trata de un cambio automático de tipo variador continuo, el cual ofrece 7 marchas de forma prefijada para que su funcionamiento se parezca más o menos al de un cambio automático convencional. Gracias a esta gestión se ha disimulado un poco su forma de actuar pero me sigue pareciendo lento con una ligera distorsión entre la aceleración real del vehículo y la percepción que tenemos de a qué revoluciones está funcionado el motor.
A favor de este tipo de cambios está la suavidad de funcionamiento al no existir marchas como tales y, por consiguiente, la ausencia total de tirones a la hora de “engranar” una marcha superior.
El Koleos, en esta configuración, homologa un consumo medio de 5,8 l/100 km, sin embargo, y conduciendo de forma normal, el consumo real está más próximo a los 8 l/100 km que a los que homologa. Para intentar rebajar esta cifra siempre podremos activar el modo Eco mediante un botón situado en la consola central. Esta función suaviza la entrega de potencia pero también resta mucho “feeling” con el tacto del acelerador.
Un buen rodador
El coche responde como uno espera. El motor cumple, aunque es un poco ruidoso. Tiene buenos bajos, que es básicamente el rango que más vamos a utilizar a diario, y unas revoluciones medias bastante buenas. La entrega de potencia no es demasiado contundente en las aceleraciones puras pero una vez lanzado este Koleos aguanta ritmos altos de autopista con muchísima facilidad.
Precisamente las vías rápidas son el medio natural de este vehículo. Tiene un temperamento calmado y destaca especialmente por su comodidad y confort de marcha. En este tipo de vías se muestra absolutamente perfecto para realizar largos viajes y no llegar a nuestro destino demasiado cansados.
En carreteras secundarias la cosa empeora ligeramente. Las suspensiones en este caso no logran retener todo lo deseado los balanceos de la carrocería y el peso elevado del conjunto también provoca algunas inercias ante una conducción un poco más dinámica. El cambio tampoco ayuda, por eso en este tipo de carreteras es recomendable usarlo de forma secuencial para sacarle el máximo partido.
Pese a todo ello el comportamiento en el fondo no es malo. Hay que acostumbrarse y conocer qué puede y qué no debe hacer.
El sistema de tracción electrónico tiene 3 posiciones: tracción delantera, reparto automático o tracción a las cuatro ruedas. Lo normal es llevarlo en automático, de esta forma es el propio coche el que decide que porcentaje del par va a las ruedas delanteras o a las traseras. En condiciones normales tira de adelante y reparte hacia el eje posterior pequeños porcentajes para garantizar un agarre óptimo. La otra opción es bloquear el reparto al 50% entre el eje delantero y el trasero para asegurarnos una tracción óptima si vamos a circular fuera del asfalto.
Pese a su imagen poderosa, el Koleos no deja de ser un SUV más como cualquier otro. Su altura libre al suelo es de 21 centímetros y eso no es demasiado si el camino por el que vamos a circular presenta una cierta dificultad. Además, el ángulo de ataque no es demasiado bueno y es probable que en algún cambio de rasante o socavón lleguemos a rozar con los protectores inferiores.
La gestión de la tracción es buena y el tarado blando de las suspensiones ayuda a copiar bien el terreno y a mantener la carrocería aislada de los “traqueteos”. Seamos claros, no es el mejor coche que he probado fuera del asfalto pero se defiende con ciertas garantías.
Un generalista-premium
El nuevo Koleos arranca con un tarifa de precios que va desde los 30.500 euros aproximadamente en su acabado base, el Intens, con el motor de diésel de 130 CV, el cambio manual y la tracción delantera. A partir de aquí asciende poco a poco por sus niveles de equipamiento y opciones mecánicas hasta los 44.600 euros de la versión Initiale París, la tope de gama. Los precios son sin los posibles descuentos que nos ofrezca la marca y el concesionario.
Sobrepasar los 40.000 euros con un coche de una marca “generalista” es, cuanto menos, significativo. Por ese precio quizás uno podría decidirse por un vehículo de esos que llamamos “premium” con una potencia similar. ¿Cuál es la diferencia entonces? Muy fácil: este Koleos que hemos probado viene equipado hasta los topes. No le falta absolutamente de nada. En cambio, un “premium” de similares características y mecánica, por este precio, viene pelado de equipamiento. Para igualarlo al Renault es posible que debamos sumar entre 10.000 y 20.000 euros de más como mínimo… y eso significa irse hasta los 10 millones de las antiguas pesetas. Que se dice pronto…
N Hola, mi consulta es acabo de comprar un koleos y me di cuenta que los nuevos son más eficientes, ¿se le puede instalar el nuevo software para cumplir la nueva normativa por contaminación?