Por encima de esta versión del Toyota iQ solo cabe una con más equipamiento, pero la motorización es la misma pues solo están disponibles el motor tricilíndrico 1.0 VVT-i que rinde 68 CV y el que ha sido objeto de nuestra prueba: el 1.33 VVT-i de 98 CV, un motor que asocia el cambio secuencial por variador continuo MultiDrive S. Ambas mecánicas son de gasolina.
En el punto de mira del iQ está el Smart Fortwo, urbanita por excelencia al que el modelo de Toyota intenta arañar cuota de mercado. Entre sus argumentos están sus cuatro plazas, una amplia dotación de serie y un precio, aunque elevado, no tanto como el de las versiones más altas del Smart.
El precio del Toyota iQ-S 1.33 MultiDrive S es de 15.750 € sin contar el equipamiento extra.
Diseño exterior
Para hacerse una idea de la longitud del Toyota iQ basta decir que el Aygo, el más pequeño de la gama Toyota hasta la llegada del protagonista de nuestra prueba, es 43 centímetros más largo. Y es que al iQ le faltan 1,5 cm para alcanzar los 3 metros. Sin embargo, tiene prácticamente la misma anchura que un Yaris, 1,68 m.
Esta combinación de longitud y anchura es precisamente la base de la "personalidad" del iQ y lo que hace que sea diferente a otros utilitarios de tamaño reducido, incluido, por supuesto, su principal rival: el Smart Fortwo.
Habitabilidad
El interior del iQ-S se distingue por el color gris del habitáculo contrastado con algunos detalles en rojo, como las costuras del volante de cuero.
Con los últimos retoques introducidos en la gama a finales del pasado año el habitáculo del iQ ha ganado calidad percibida. La parte superior de los paneles de las puertas mejora su textura, el mando giratorio del aire acondicionado incluye un bisel cromado y se han incorporado algunos detalles de acabado lacados en negro brillante.
De las cuatro plazas que anuncia el iQ, verdaderamente utilizables por adultos son tres y eso, siempre y cuando el acompañante del conductor sitúe su asiento en una posición muy adelantada ya que de otro modo, en la parte trasera, no hay espacio para las piernas. Para evitar que, en este caso, que el pasajero delantero tenga que viajar "comprimido" el salpicadero se estrecha en la parte derecha.
Las plazas traseras llevan sus correspondientes reposacabezas y aunque cumplen bien su función restan visibilidad al conductor. Los respaldos de estas plazas se pueden abatir para liberar espacio para la carga dado que el maletero, más que un maletero es una guantera de gran tamaño pues solo ofrece 32 litros de capacidad. Si se prescinde de las dos plazas traseras entonces el volumen de carga es de 238 litros.
Mecánica
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El motor 1.33 VVT-i Dual de 98 CV es el más potente de la gama. Se trata de una mecánica que también montan el Toyota Yaris, Auris y Urban Cruiser.
Combinado con el cambio automático secuencial por variador continuo de siete velocidades MultiDrive S alcanza una velocidad máxima de 170 km/h y logra completar el 0 a 100 km/h en 11,6 segundos. El consumo medio declarado por la marca es de 5,1 l/100 km, aunque verdaderamente se trata de una cifra difícil de conseguir dado que el iQ es un coche para trayectos principalmente urbanos. En nuestra prueba la media de consumo fue de 6,8 l/100 km.
Comportamiento
Si hay algo del comportamiento del iQ que destaca por encima de cualquier otra cosa en su capacidad de giro, no en vano su radio mínimo es de solo 3,9 metros. Esta cualidad lo convierte en un coche con una asombrosa facilidad para maniobrar, lo cual es muy de agradecer en la circulación urbana que es el territorio por excelencia del "pequeño" de Toyota.
Asimismo su generoso ancho de vías contrarresta la limitación de su distancia entre ejes de forma que ya sea en ciudad o en recorridos extra urbanos es iQ muestra una estabilidad propia de vehículos de mayor tamaño. Eso sí, el tarado de la suspensión resulta algo duro de modo que los ocupantes pueden notar cierta pérdida de confort si el firme por el que se circula no está en buen estado.
Seguridad
Tener una longitud de menos de 3 metros no ha impedido al Toyota iQ alcanzar las 5 estrellas en las pruebas EuroNCAP .
El equipamiento de serie es el mismo independientemente de la versión elegida y en él se incluye ABS con distribución electrónica de la fuerza de frenado, control de estabilidad, control de tracción y nueve airbags: frontal de conductor y acompañante, de cortina delante y detrás, de rodilla para el conductor, laterales para el conductor y el acompañante, de cortina en la luneta trasera y "antideslizamiento" en banqueta del pasajero.
Valoración
El iQ no es un coche barato pero si el precio no es un inconveniente es una opción muy práctica para moverse por ciudad. Es ágil, estable y facilita las maniobras como pocos. Además cuenta con 4 plazas, bueno más bien 3+1, lo cual no deja de ser una ventaja frente al Smart Fortwo aunque se necesiten unos cuantos centímetros más para aparcar. Pero si se van a ocupar todos los asientos entonces hay que olvidarse de ir de compras salvo que envíen los paquetes a casa porque el maletero del iQ es poco más que testimonial.
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