Abarth 500e: Nuevo capítulo (eléctrico)

Hemos tomado contacto con el Abarth 500e, el primer eléctrico de la marca italiana, que busca continuar con la tradición deportiva que siempre la ha caracterizado, y con el que inaugura una nueva etapa.

Enlace a la oferta de Abarth nuevos y de segunda mano en Coches.net Si hace unos meses os presentábamos el nuevo Abarth 500e, (enlace a la presentación estática del Abarth 500e) ahora ha llegado el momento de probarlo. Abarth afirma que este coche es tan efectivo como un Abarth 695 con motor de gasolina, al que se le acerca en prestaciones, y a la vez, es mucho más eficiente, al ser eléctrico. Pero, la pregunta es: ¿Transmite lo suficiente? Hemos dado unas vueltas al circuito de Balocco (Italia), pista de pruebas de Abarth, además de hacer una ruta por carretera en sus alrededores. Sin duda, el mejor escenario para estrenarse con un nuevo modelo de la marca italiana.

El Abarth 500e es el primer modelo de la firma italiana que es 100% eléctrico. Como en muchas otras marcas, Abarth inicia una nueva etapa como constructor de coches eléctricos. Es el devenir de los tiempos, y el nuevo Abarth 500e viene para demostrar que esta evolución hacia el coche eléctrico es posible, incluso en firmas marcadamente "petrolheads" como Abarth.

El 500e hereda la imagen del Abarth 595 o la del 695, pero no tiene nada que ver con ellos. Es un coche que se ha construido sobre una nueva plataforma, específica para eléctricos. Mide 3,63 metros de largo, 1,68 de ancho y 1,52 de alto, y tiene dos centímetros y medio más de batalla. También cuenta con unos ejes 6 centímetros más anchos. A primer golpe de vista tiene más empaque. Mirad, por ejemplo, qué ancho es el paragolpes delantero. En el capó se ha colocado el tradicional logo de Abarth y más abajo el nombre de la marca en letras, sobre una parrilla inexistente. Los faros LED tienen una nueva firma lumínica, muy llamativa.

Monta llantas de 17 o de 18 pulgadas. Se vende una versión cupé, con techo solar, pero también estará disponible la cabrio, con capota de lona.

Los faldones, bastante pronunciados, también tienen grabado las letras Abarth; y encontramos el logo del escorpión de los laterales, ahora con un nuevo diseño, electrificado.

En la zaga destaca un gran spoiler y, de nuevo, las letras de Abarth en el portón. Abajo hay un pequeño difusor, sin escapes, está claro. Es un coche eléctrico.

Todo en conjunto hace del 500e un mini-deportivo eléctrico muy bello, que llama la atención, sobre todo en los colores Verde Acid, del coche que conduje, o en el Azul Poison, también disponible. También se vende en blanco, negro y rojo.

En el vano motor se ha instalado un pequeño motor eléctrico de 155 CV y 235 Nm de par máximo, acompañado de una batería de 42 kwh de capacidad situada en el piso del coche. Todo muy simple, pero efectivo, porque las prestaciones son buenas.

Este motor es el mismo que monta el Fiat 500 eléctrico, pero con modificaciones para ganar potencia, y con un relación de transmisión diferente, que permite combinar la máxima velocidad (aunque está limitada a 155 km/h) sin perder aceleración. Emplea 7 segundos para pasar de cero a 100 km/h.

Para el interior, Abarth ha querido marcar una diferencia con respecto a su primo-hermano Fiat 500e, con unos acabados todavía mejores y muchos detalles de estilo deportivo.

Lo primero que tocas es el volante de tres radios, forrado en piel vuelta, con costuras dobles en contraste. Es prácticamente redondo, como tiene que ser y tiene marcador de posición en azul.

Los asientos son deportivos, tiene el logo del Scorpion en los cabezales y están forrados en Alcantara, como la parte superior del cuadro de instrumentos.

En el centro se ha situado una pantalla táctil de 10,25 pulgadas, con unos menús atractivos, algunos de ellos específicos al ser un coche eléctrico. Por ejemplo, el del flujo de energía, el que informa sobre el historial de conducción, un tercer menú sobre la programación de la carga y un cuarto menú sobre el estado de la batería.

La conexión a Apple CarPlay y Android Auto es sin cables. Perfecto.

En la consola central no hay palanca de cambios, pero sí bastantes huecos para colocar objetos. Equipa sistema de carga inalámbrica, tomas usb, posavasos y un profundo cofre central.

Otros detalles de buen equipamiento son los pedales de aluminio con el logo del escorpión, el umbral de las puertas con el de Abarth, el sistema de entrada y arranque sin llave, el equipo de audio JBL o el techo solar, fijo, que equipa de serie la versión cupé.

En las plazas traseras no hay nada nuevo. Para acceder a ellas tenemos que abatir el respaldo y correr hacia delante el asiento del conductor o el del acompañante, al ser un 3 puertas, algo raro de ver hoy en día.

El espacio en estas plazas es justo, como corresponde a un coche de poco más de 3 metros y medio de largo. No podemos pedir peras al olmo, pero bien sirven para llevar a dos adultos en cortos desplazamientos.

La altura de la banqueta, un punto débil en algunos eléctricos, es en este caso bastante buena.

El maletero ofrece 185 litros de capacidad, como el del Abarth 595 de gasolina. Se puede ampliar el espacio de carga plegando los respaldos, pero el piso que queda no es plano. Tampoco hay hueco aprovechable, ya que lo ocupa el subwoofer del equipo de sonido artificial.

Abarth nos preparó una serie de tandas al circuito de Balocco, pista de pruebas de la marca en Turín, para que probásemos el coche como toca. Pero antes nos ofreció la oportunidad de subirnos al actual Abarth 695 Turbo, con motor de gasolina de 180 CV, para comparar.

Sin duda, es una lástima despedir el Abarth 695, que la marca seguirá vendiendo, junto con el 595, casi seguro, hasta el año que viene. Después el relevo lo cogerá este nuevo Abarth eléctrico.

Nada mejor que bajarse del coche de gasolina y coger el eléctrico para comprobar lo diferentes que son.

Si sois aficionados a la marca quizás no os convenza esto de la tecnología eléctrica, sobre todo después de la herencia que dejan el Abarth 695 y su motor de gasolina turbo, difícilmente superable. Pero lo cierto es que el nuevo Abarth 500e acelera que se las pela, recupera de forma instantánea y se coge al asfalto como el mejor deportivo.

De hecho, Abarth dice que en este mítico circuito de Balocco el 500e corre más que el 695.

Su centro de gravedad es muy bajo, pesa poco y corre mucho. Lo tiene todo para ser un Abarth muy deportivo. Eso sí, sin el ruido adictivo de los escapes.

Para compensar esa falta de ruido, Abarth ha introducido un sonido artificial que sale a través de los altavoces del coche. Diseñar este sonido le ha llevado a Abarth más de 6.000 horas de trabajo y ha contado con el concurso de los aficionados a la marca.

En este caso, el sonido está bastante conseguido, ya que imita el del motor de gasolina turbo del 695. El altavoz está debajo del piso del maletero, donde habitualmente se coloca la rueda de repuesto. Este sonido convence con el coche en parado, pero pierde eficacia a la hora de transmitirnos sensaciones a medida que aceleramos, ya que convierte en un sonido muy lineal. En definitiva, no es real, y se nota.

El motor empuja mucho. Sus 154 CV que ofrece dan mucho juego en un coche que pesa 1290 kilos con conductor, que tiene una batalla corta y un centro de gravedad muy bajo.

El paso por curva, según Abarth, es mejor que el del Abarth 695. Las baterías en el piso, su bajo centro de gravedad, su mayor anchura de ejes (nada menos que seis centímetros mayor) y su batalla 2,5 centímetros más larga, hacen que esto sea así. Y es verdad, el coche se nota más estable y muy rápido en los virajes. Tiene una mejor distribución del peso, hasta en un 57/43, mejor que en el 595.

La dirección es muy directa. El coche no subvira fácilmente, a pesar de tener su peso delante. Y la frenada es impecable, ya que funciona a base de discos en ambos ejes. Tened en cuenta que muchos eléctricos solo usan tambor en el eje trasero.

Rueda muy bien en circuito, tiene un comportamiento más aplomado que el 695, y me ha convencido su dinámica. La mejora es clara. Pero cuidado: no transmite lo mismo al volante. Se pierde el sonido real de los escapes Record Monza del 695, que es una maravilla para el oido. Y la conducción es menos exigente, más lineal, menos excitante. Es lo que se gana, por un lado, y lo que se pierde, por otro, con la electrificación. Nada nuevo, en realidad.

Ofrece tres modos de conducción: Scorpion Track, Scorpion Street y Turismo. El primero es para circuito, y aprovecha toda la potencia del motor eléctrico y desconecta el sistema de frenada regenerativo, para que el coche ande más “suelto”. El segundo, Scorpion Street, también se sirve de toda la potencia del motor, pero activa el sistema de frenada regenerativo; y el tercero, Turismo, limita la potencia para mantener la autonomía, ideal para un uso en ciudad, por ejemplo.

Este eléctrico es capaz de hacer 265 kilómetros con una sola carga. Es una autonomía un poco justa, inferior a la del Abarth 500e, que supera los 300 kms, aunque este tiene menos potencia.

El consumo eléctrico promedio es de 18 kWh/100 km, según datos oficiales.

Para cargarlo, podemos hacerlo en corriente alterna hasta 11 Kw o en corriente continua hasta 85 kW. El 80% de autonomía se consigue en 35 minutos.

El nuevo Abarth 500e se vende a partir de 38.600 euros de tarifa, y llega a los 46.000 euros de la versión Scorpionissima, ya agotada. El tope de gama ahora mismo es el 500e Turismo, que se vende a un precio de 45.600 euros en versión cabrio y 42.600 euros en versión cupé. Es un precio elevado pero acorde con lo que se estila en el mercado. Uno de sus posibles rivales, el Honda e, se vende a partir de 39.600 euros, y el nuevo Mini Cooper Eléctrico no bajará de los 36.000 euros con toda seguridad.

El Abarth 500e ya está a la venta, y las primeras unidades llegarán procedente de la fábrica de Mirafiori, en Turín, en unos meses.