6 años hemos tenido que esperar para ponernos a los mandos del nuevo Aston Martin Vantage, pero la espera ha valido la pena, ya que el superdeportivo británico se ha puesto al día con un exhaustivo restyling, más por dentro que por fuera, ya que hemos pasado de 510 a 665 CV de potencia, y esto hace de él una opción muy seria a plantearse dentro del segmento de los superdeportivos de tamaño contenido, como puedan ser el Porsche 911 Turbo S, el Ferrari Roma, McLaren GTS o el Mercedes AMG GT.
El nuevo Vantage cambia más en el fondo que en la forma
Lo que menos cambia en este restyling es el exterior, y es que el anterior Vantage ya era un coche con unas líneas muy atractivas. En esta actualización volvemos a ver una calandra más tradicional, con elementos cromados en su interior. Los clientes de la firma británica no se alegraron demasiado al ver el diseño del frontal del modelo de 2018, así que Aston Martin ha decidido dar un paso atrás en este sentido, pero en todo el resto el paso ha sido hacia adelante, y todo un acierto desde mi punto de vista.
Nuevas entradas de refrigeración en los extremos del parachoques y nuevas ópticas que hacen que el frontal se vea mucho más elaborado que en la generación precedente, y en el capó encontramos un par de extractores de aire, que siempre le dan un toque de deportividad a un coche de este perfil.
En el lateral los cambios se centran en las salidas de aire por detrás de las ruedas delanteras, que cambian de forma y vuelven a mostrar el embellecedor en carbono con el nombre de la marca.
También son nuevas las llantas de 21 pulgadas que montan neumáticos con medidas 275/35 delante y 325/30 detrás. Las pinzas de freno de 400 milímetros delante y 360 detrás, acaban de hacer que a simple vista nos demos cuenta de que estamos delante de un coche de altas prestaciones.
Y también ayuda a considerar esto último, las dos dobles salidas de escape, que mejoran muchísimo a las de la generación precedente, que lucían un diseño y un tamaño muy pobres para el Vantage. Para acabar otra novedad en cuanto a diseño detrás son dos salidas de aire a ambos lados del parachoques.
El interior da un paso de gigante adelante
El interior es el segundo aspecto que más cambia en este nuevo Vantage. El diseño es totalmente nuevo, y ha dejado al anterior a la altura del betún. Para empezar, en el salpicadero ya no encontramos el sistema de infoentretenimiento de origen Mercedes que lucía el modelo de 2018. Ahora tenemos una pantalla de 10,3 pulgadas ubicada en una posición más baja, que si bien está mejor integrada con el diseño del salpicadero, es más incómoda de consultar que la anterior.
La instrumentación también es nueva, y obviamente en los tiempos que corren, se trata de una pantalla configurable, y en este sentido es mucho mejor que la que teníamos hasta ahora con una esfera central y dos pantallas laterales.
Disponemos de cámara de visión 360 grados, lo que es muy útil a la hora de maniobrar con un superdeportivo, ya que en este caso, como en la mayoría la visión hacia atrás es muy deficiente, y con tanto carbono por todos lados… más vale prevenir que pagar. También tenemos conexión Apple Car Play inalámbrica y Android por cable, y cabe decir que no es la interfaz más rápida de la historia, pero cumple su función.
También es nuevo el selector de cambio, que ahora se delega a una palanquita en lugar de los botones de la anterior generación, un sistema aquel absolutamente demodé que afortunadamente Aston Martin ha tenido a bien actualizar.
Los asientos opcionales Performance con carcasa en fibra de carbono y acolchados situado estratégicamente, son ideales para un dia de tandas o una matinal de curvas en tu carretera de montaña favorita, aunque los Sports Plus de serie cumplen mejor en un abanico más amplio de uso. El volante tiene un grosor, digamos al límite de la practicidad, pero dentro de los márgenes que hace que lo podamos considerar un buen volante, y además podemos celebrar que es prácticamente redondo, todo un rara avis en los tiempos que corren.
Sorprende mucho que cuando la tendencia en casi todos los coches y casi todas las marcas es eliminar mandos y botones y centralizar el control de casi todas las funciones en una pantalla central, Aston Martin se ha revelado, y encontramos una consola central repleta de botones y rueditas de un tacto exquisito para controlar un montón de funciones, entre ellas, el sonido del escape, la dureza de las suspensiones, volumen de la radio, climatizador etc. Un gran aplauso para la marca de Gaydon por esta iniciativa.
Para terminar con el análisis del interior, el sistema de audio de serie cuenta con 11 altavoces, si el cliente considera que no tiene suficiente con 11 altavoces, siempre podremos equipar opcionalmente un sistema Bowers and Wilkins con 15 altavoces y 1.700 vatios de potencia.
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El maletero con 235 litros, ampliables a 346 utilizando la bandeja de detrás de los asientos, cumple la función de poder ubicar por los pelos dos troleys de cabina y algunas bolsas blandas para una salida de fin de semana.
El Vantage se ha transformado en un auténtico misil
La cifra más destacada del restyling es 665, que es el número de caballos que tiene ahora el superdeportivo britanico. Eso significa que ha aumentado la potencia en más de 150 caballos, y el par motor también se ha visto incrementado siendo ahora de 800 Nm entre las 2.750 y las 6.000 rpm. Esto ha hecho que se hayan tenido que cambiar y modificar multitud de piezas y elementos para y por este cambio de potencia.
El bloque motor sigue siendo el mismo, es decir, un V8 de 4.0 litros firmado por AMG y revisado por los ingenieros de Gaydon para que pueda rendir el aumento de potencia sin desfallecer. Bajo el capó también encontramos dos turbos de un tamaño considerablemente mayor que en la generación anterior, y también son nuevos el diferencial electrónico de deslizamiento limitado (E-diff) y la caja de cambios ZF de tipo convertidor de par, cuyas relaciones ahora son más cortas, y que se monta en el eje trasero para favorecer un reparto de pesos de 50/50.
Las presentaciones no están nada mal. La velocidad máxima es de 325 km/h, mucho más que respetable, pero en cuanto al 0-100 Km/h, realiza el ejercicio en 3,5 segundos, siendo el más lento dentro de sus rivales directos, pero en su comportamiento es mucho menos académico, y eso hace que nos lo podamos pasar muy bien a sus mandos, en gran medida gracias a su tracción trasera.
Tenemos 4 modos de conducción: Sport, Sport +, Track y Wet, y además un modo Individual, en el que podemos modificar parámetros como la dirección, el motor, la suspensión, y además tenemos hasta 9 niveles de desconexión del control de tracción.
En un uso “normal” del coche, nos moveremos en el modo Sport, y el Sport + para aquellos días en los que queramos realizar una conducción más picante por una carretera de montaña, como fué el caso de la prueba realizada, donde el sonido del motor y del escape se meten en el habitáculo creando una atmósfera absolutamente mágica, y muy rara de encontrar en los tiempos que corren.
Si queremos sacarle todo el partido a la mecánica y al chasis de este Vantage, tendremos que irnos a un circuito para seleccionar el modo Track, porque de lo contrario nos podemos ir fácilmente a la cuneta o al cuartelillo.
El Aston Martin Vantage como he dicho al principio se reubica en el segmento de los superdeportivos, y como si se tratara de la lista de los 40 principales, sube posiciones, y muchas. A continuación unas pinceladas para que os hagais una idea.
¿El Vantage 2024 líder de su segmento?
Sus rivales vendrían a ser Ferrari Roma, Mercedes AMG GT, Porsche 911 Turbo S y McLaren GTS. Y como el R8 ya no se fabrica, el Huracán ya no se vende, y el Temerario aún no se ha presentado, pues dejaríamos la comparativa entre estos 5. McLaren y Porsche presentan configuraciones mecánicas y de tracción totalmente distintas, mientras que Ferrari, AMG y Aston serían los más parecidos en caso de desear motor delantero y tracción trasera. El Aston Martin Vantage es el más ligero con 1.600 kg, es el más potente de los 5 con 665 CV, junto al 911 es el que tiene mayor par motor con 800 Nm, y juntamente con el AMG GT es el que mejor suena de largo. Es el segundo más rápido en velocidad punta, superado por el McLaren en 1 kilómetro por hora y por contra, es el más lento de todos haciendo el 0-100.
Podemos hacernos con un Aston Martin Vantage desde 250.000 euros, que es el precio base de este superdeportivo británico, pero si empezamos a añadir opciones como el techo, difusor trasero y lip frontal en carbono, equipo de audio Bowers & Wilkins o frenos carbocerámicos, pasaremos la frontera de los 300.000 euros con suma facilidad, eso sí, quien pueda permitírselo, tenga presente que este coche vale cada uno de esos euros invertidos.
Es impresionante el AMV. 😍 Gracias por todo lo que habéis hablado sobre él, cochesnet. 🙏🏻