Viajamos hasta la Selva Negra alemana para conducir el último SUV de Audi, el Q3 Sportback. Una versión cupé del SUV de tamaño medio de la firma de los cuatros que llega en octubre de 2019 a partir de 40.650 euros.
Dado que el tiempo para la prueba fue muy ajustado me limité a comprobar lo que cambia con respecto a un Q3 normal. Un coche sobre el que mi compañero Juan Carlos Grande ya hizo una exhaustiva videoprueba que podéis ver clicando aquí.
Es más largo, pero más estrecho
El frontal recibe una calandra con una rejilla de tipo nido de abeja, así como mayores entradas de aire que las que encontramos en el parachoques del Q3 convencional. Sólo las versiones Edition 1 contarán con los 4 anillos del frontal en color negro, algo que no se podrá equipar a posteriori en la gama Q3 Sportback.
Con 4,5 metros es 2 centímetros más largo que un Q3, la distancia entre ejes es la misma de 2,68 metros de modo que sólo ganan en longitud por el parachoques posterior, más largo que el del Q3 normal.
A partir del capó motor hacia atrás toda la carrocería es completamente distinta. El pilar A cuenta con más inclinación, los paneles de las puertas son distintos, la línea de techo es 29 mm inferior. Incluso es 6 mm más estrecho con 1,84 metros.
Las líneas de tensión de los laterales y los marcados pasos de rueda, unidos al techo más bajo dan la sensación que el coche es más largo y ancho. La luneta posterior está mucho más inclinada y el parachoques posterior ha sido dividido en dos partes para reducir el impacto visual.
Puede equipar llantas de varios diseños con medidas comprendidas entre 17” y 20”. Las protecciones de los pasos de rueda, parachoques y puertas pueden ser en el mismo color de la carrocería o en contraste.
Hasta la fecha Audi usaba la nomenclatura Sportback para las carrocerías de 5 puertas de A1 y A3, así como para coupé de 5 puertas A5 y A7. El Q8 es una especie de SUV Coupe, aunque no se llama Q7 Sportback. Alfa Romeo tiene registrado las siglas Q4 para sus modelos de tracción integral, de ahí a que Audi no las haya podido usar.
Pantallas XXL y Alexa
De serie equipa cuadro de instrumentos 100% digital de 10,2” y en el salpicadero una pantalla táctil de 8,8”, opcionalmente podemos contar con un virtual cockpit de 12,3” y 10,1” en el centro de la consola central.
Hoy en día estamos acostumbrados a usar asistentes por voz al estilo de Siri en iPhone y GoogleNow en Android. En el Q3 Sportback dispones de Alexa, la solución de este tipo desarrollada por Amazon. Al mismo tiempo, podemos disfrutar de Apple CarPlay y Android Auto.
Delante cuenta con cargador inalámbrico, una toma USB convencional y otra USB C. Para las plazas traseras hay dos tomas USB C sólo para carga, la delantera sí permite conexión de datos.
La calidad de acabados es la que esperas en un modelo de la firma de los cuatro aros. El coche que probé contaba con todos los extras posibles: asientos eléctricos, tapicería de piel…
El espacio delante es bueno, incluso con la reducción de altura que ha sufrido el techo en casi 3 centímetros. El acceso detrás no está mal, con que inclines un poco la cabeza evitas golpeártela al entrar y salir.
Una vez sentado detrás sí se nota que el techo es mucho más bajo. Sentado de forma normal el pelo no me toca el techo, ahora bien, si me pongo completamente erguido entonces ya sí.
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El espacio para las piernas es muy superior al de la anterior generación de Q3. La banqueta posterior es corredera, mientras que en el Q3 normal se desplaza hasta 15 centímetros de forma longitudinal, en el Sportback sólo 13 centímetros. El respaldo trasero también ofrece la posibilidad de regularlo en inclinación.
La capacidad de carga del maletero es la misma que la del Q3 normal con 530 litros, lo que se pierde es en altura en la zona de carga al quitar la bandeja cubremaletero. Y si abatimos los respaldos traseros llega hasta 1.400 litros, en lugar de 1.525 litros del normal.
Idéntico al Q3
Mecánicamente es un clon a su hermano convencional. Usa los mismos motores, cajas de cambio, suspensiones, es exactamente igual en todos los aspectos. Incluso como ya hemos apuntado antes la distancia entre ejes también es la misma.
Lo único que cambia es que de serie cuenta con la suspensión deportiva. Si prefieres un talante más confortable puedes equiparlo como opción sin coste con la suspensión normal.
El audi drive select te permite seleccionar entre distintos modos de conducción y es de serie. Si lo combinas con la suspensión pilotada opcional, entonces podrás regular la dureza del chasis apretando un botón de la consola central.
La oferta de motores es la misma que del Q3. Dos diésel 2.0 TDI con 150 y 190 CV, mientras que en gasolina hay 1.5 TFSI de 150 CV, disponible tanto con cambio manual como atomático S tronic, así como una versión MILD-Hybrid de 48V. Por encima de todos se encuentran los 2.0 TFSI con 190 y 230 CV.
El motor que pude conducir durante más tiempo fue el diésel más potente, el 2.0 TDI de 190 CV con caja de cambios automática S tronic y tracción integral quattro. Las prestaciones de este motor son buenas, los consumos ajustados y encima se muestra silencioso gracias al buen nivel de aislamiento del habitáculo.
A nivel dinámico, gira bastante plano, y al mismo tiempo se muestra cómodo con un buen nivel de filtrado, incluso con llantas de gran formato que equipaba. Lo que menos me ha gustado es el tacto de la dirección, no ofrece el grado de conexión que me gustaría. Este tema de la dirección lo arrastra Audi en sus modelos de última generación. Sólo se salvan los RS cuando seleccionas el modo dynamic.
Durante menos tiempo pude conducir el 35 TFSI 1,5 litros gasolina turbo de 150 CV. Contaba con la caja automática S tronic opcional y con el sistema MILD-Hybrid de 48V. Un motor que ofrece buen empuje en la zona baja, pero que una vez lo estiras no brinda el brío que uno esperaría y su sonido tampoco acompaña.
Para sacar el mejor partido al sistema MILD-Hybrid habría sido ideal poderlo conducir en zona urbana o bien durante más tiempo en autovía. El trayecto donde lo conduje era una carretera de montaña con lo que apenas pude disfrutar el sistema híbrido.
Según Audi ahorra 0,4 litros de media de consumo. El motor eléctrico es capaz de ofrecer 9 kw de potencia y un par máximo de 50 Nm. Con esta fuerza puede mover el coche a la hora de arrancar en una retención, actuando en velocidades por debajo de 22 km/h para arrancar. Con el modo inercia también entra en acción el motor eléctrico, esta vez siempre que circulemos entre 40 y 160 km/h.
En resumidas cuentas
Las modas es lo que tienen. Hay gente que hace frío y lleva los tobillos al aire porqué está de moda. También hay quien paga más por menos. Ya sea por un pantalón agujereado con menos tela, o un coche con unas plazas traseras algo menos prácticas que encima es más caro. Como todo en esta vida, es cuestión de gustos.
Medidas perfectas, un aut¿ntico SEGMENTO/TAMA¿O MEDIO.