El renovado Audi Q5 TFSI, recibe retoques estéticos, hibridación ligera, dispone de un motor 2.0 de 4 cilindros con una potencia de 265 cv a 6.500 vueltas y un par máximo de 370 Nm, un cambio S-Tronic de siete velocidades, tracción total y tiene un precio que parte de los 47.610 €. En este vídeo os traemos nuestra videoprueba del Audi Q5 45 TFSI quattro:
El Q5, el exitoso SUV de Audi, se actualiza con retoques estéticos -sobre todo en el frontal-con nueva tecnología y con la hibridación ligera de los motores (dos diésel y un gasolina), que tienen unas potencias que van desde los 163 hasta los 265 CV. Nuestra unidad disponía del motor TFSI de 265 cv, cambio S-Tronic de 7 marchas y tracción total. Le dimos un vistazo a las dimensiones, a los cambios estéticos, al interior… ¡y nos pusimos en marcha!
Mismas dimensiones
Las dimensiones tanto exteriores como interiores de este nuevo -o mejor dicho- remodelado Q5 no varían a excepción de la longitud total que, debido al cambio de los parachoques -ahora más grandes- es 19 mm más largo, alcanzando los 4,68 m de longitud.
La anchura y la altura sigue siendo de 1,89 m y 1,66 respectivamente, con una batalla de 2,82 metros. Además de la versión base, está disponible con el acabado Advanced, S line y Black line, éste último el que monta el coche de esta prueba. El precio del Q5 de acceso es de 47.610 € y el de esta unidad, con las opciones que incorpora, 73.220 €
Los cambios estéticos recibidos
Ahora el frontal dispone de una parrilla octogonal más ancha y tridimensional, un nuevo paragolpes con las entradas de aire más grandes y perfiladas y los faros ofrecen una nueva firma lumínica de luz diurna. incluye faros LED desde el acabado base, con la posibilidad de equipar opcionalmente los faros Matrix LED -que en los acabados S line y Black line son de serie-. Lateralmente se aprecia el rediseño de los faldones y destacan las bonitas llantas de 20” -de serie en este acabado pero opcionales en acabados inferiores- y las pinzas de freno en color rojo.
La primicia en la zaga
En la parte trasera los protagonistas son los grupos ópticos que, por primera vez, disponen de tecnología OLED Digital. Los pilotos con esta tecnología son opcionales y se dividen en tres secciones con seis segmentos cada una, lo que permite crear diferentes diseños y firmas lumínicas. Además el sistema cuenta con detección de proximidad, de modo que si un usuario se acerca a menos de dos metros de la parte trasera del coche cuando está parado, todos los segmentos OLED se iluminan.
Interior: con pocos cambios
El interior del Q5 se mantiene prácticamente inalterado -y eso es bueno- porque sigue ofreciendo el mismo confort y amplitud y, sobre todo, una calidad fantástica. Los únicos cambios llegan de la mano de la pantalla multimedia de 10,1 pulgadas que es táctil y ha desaparecido el dial giratorio de la consola. Hay que decir que la pantalla es intuitiva, lleva un procesador más potente y es rápida pero, personalmente, prefiero con el mando. Pese a ello, es fácil moverse por los menús para acceder a las ayudas a la conducción, navegador y la mayoría de funciones del coche.
En combinación con los servicios de navegación e infoentretenimiento de Audi connect, podemos conectarnos a Internet, disponer de información sobre el estado del tráfico, encontrar espacios libres de estacionamiento y tener sincronización con Android Auto y Apple Car Play, entre otras muchas. El cuadro de instrumentos digital configurable es de 12,3 pulgadas, con diferentes opciones de visualización es de serie y, por el contrario, el head-up display es opcional y cuesta 1.320 €
Plazas traseras y maletero
Nada cambia en las plazas delanteras y nada en las traseras. Se mantiene un amplio espacio tanto para las piernas como en altura y, opcionalmente, la banqueta se puede desplazar 15 cm para ganar espacio para los ocupantes o en el maletero. Por su parte, los respaldos son reclinables en tres posiciones. Aunque se trata de unas plazas amplias, hay que decir que el túnel central -donde están ubicadas las salidas de la climatización para las plazas traseras y dos entradas USB y una de 12 V- es muy intrusivo y limita considerablemente la comodidad de la plaza central-. El maletero dispone de apertura eléctrica de serie, tiene una capacidad de 550 litros y de 1.550 con la segunda fila abatida. Los respaldos traseros se pueden abatir desde unos tiradores situados en los laterales y, si disponemos de la suspensión opcional neumática, podremos hacer descender la altura del coche para facilitar la carga.
Buenas prestaciones
Conducir el Q5 es una gozada, la verdad. Todo va suave, fino… da gusto. Nuestra unidad disponía del motor 2.0 TFSI de 4 cilindros con una potencia de 265 cv a 6.500 vueltas y un par máximo de 370 Nm, entre 1.600 y 4.500 vueltas y debo decir que su respuesta era excelente. Todos los motores de la gama reciben hibridación ligera a través de una batería de 12 v que asiste al motor térmico y que, según la marca ayuda a mejorar consumos.
Lo cierto es que los consumos mejorar no mejoran mucho pero, eso sí, a cambio ¡conseguimos la etiqueta ECO de la DGT! Con este motor, el Q5 acelera de 0 a 100 km/h en en 6,1” y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h, limitada electrónicamente. Durante esta prueba los consumos se movieron entorno a los 9,3 litros, a excepción de cuando estuvimos por zonas de montaña con carreteras viradas, donde se fue sobre los 12 litros y medio.
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Conducirlo da gusto
La respuesta del motor es bastante contundente y aprovecha bien el par máximo de que dispone, sin duda ayudado por el cambio S tronic de 7 marchas, que mantiene su excelente uso, con cambios muy suaves subiendo marchas y con la posibilidad utilizar las levas del volante si queremos imprimir un ritmo algo más deportivo.
Aunque “abajo” la respuesta no es inmediata, rápidamente empieza acelerar de un modo constante hasta llegar al régimen máximo. Por su parte, la tracción inteligente quattro-Ultra aumenta considerablemente la seguridad y el agarre sobre asfaltos de poca adherencia y transmite mucha sensación de seguridad.
Tracción y seguridad
Este sistema combina la tracción integral con la tracción a dos ruedas en función de las circunstancias. Dos embragues permiten que el eje de transmisión se pueda desconectar por completo para ofrecer las ventajas de la tracción de dos ruedas en las situaciones en que la tracción integral no es necesaria. Cuando la falta de adherencia o el tipo de conducción lo requiere, el sistema reparte el par al tren y a la rueda que más lo necesita, ofreciendo una eficacia máxima.
El Q5, incluye un gran número sistemas de asistencia a la conducción como el Audi pre sense city de serie -que ayuda a evitar colisiones frontales- y, opcionalmente, el asistente de giro, el asistente de salida o el crucero adaptativo que controla aceleración, frenada y mantenimiento de carril, entre otros muchos.
Equilibrio
En mi opinión, uno de los mejores argumentos del Q5 es la buena sensación que transmite en cualquier circunstancias y el gran equilibrio que ofrece la suspensión entre efectividad y confort. Tan efectivo es para realizar un largo viaje con gran comodidad como para no aburrirnos en una carretera revirada. La carrocería apenas balancea, gira bastante plano, la dirección es precisa y permite una conducción alegre-. A ver, no estoy diciendo que sea un deportivo, pero sí que es un coche que con un peso de más de 1.800 KG, se desenvuelve muy bien en una conducción viva.
El Audi Drive Select es de serie y propone los modos auto, confort, dynamic, individual, all road y off road. Como es habitual dependiendo del modo seleccionado varía la respuesta, el tacto de dirección y la dureza de la suspensión, aunque, como hemos comentado, el equilibrio del coche es muy bueno en cualquier modo. Audi propone cuatro configuraciones para la suspensión: la de serie, el tren de rodaje deportivo -que es de serie en los acabados S line y Black line-, la suspensión controlada electrónicamente y la suspensión neumática adaptativa que permite variar la dureza y la altura de la carrocería. Ésta última tiene un coste de 2.235 €.
También fuera del asfalto
Aunque es obvio que el Q5 no es un TT, sí dispone de elementos que nos permiten alejarnos del asfalto con ciertas garantías. No le teme a rodar por pistas de tierra, incluso aunque ofrezcan ciertas dificultad, y por eso, además de disponer del modo de conducción All Road y del modo off-road, con los que la electrónica prepara al Q5 para desenvolverse bien en zonas de cierta dificultad, también se incluye el control de descenso, que proporciona asistencia al afrontar pendientes con fuerte inclinación.
Suficiente
Después de haber probado el Q5 pensamos que haberlo dotado de mayor tecnología y de ligeros cambios estéticos ha sido un acierto. Pero, sobre todo, nos parece un acierto no haber cambiado nada más. Y es que el Q5 -antes de esta renovación- era un coche ya iba muy bien, que ofrecía un gran confort y una dinámica excelente en todo tipo de carreteras.
Nos hubiese gustado ver un cambio estético más atrevido pero los retoques recibidos en su carrocería y la hibridación ligera de sus motores, le permite tener suficientes argumentos seguir siendo uno de los SUV más interesantes del segmento y poder hacerle frente a rivales como el BMW X3, Mercedes GLC o el Volvo XC60.
Después de el ultimo reestyling se nota una cierta bajada de la calidad de los materiales, lo que no redunda en absoluto en bajada de precios y en los tiempos que corren es un handicap