Súper-deportivo camuflado de familiar
Iniciamos una nueva serie de pruebas diferente en Coches.net de la mano de este Road Trip al volante de uno de los deportivos más espectaculares del momento, el Audi RS6 Avant animado por un V8 biturbo de 560 CV.
En nuestras casi dos décadas online hemos probado prácticamente todo tipo de automóviles, aunque nos faltaba algo. En alguna ocasión habíamos probado súper-deportivos pero todavía no habíamos hecho ninguna videoprueba de ninguno. Era hora por tanto de remediarlo.
Con Sergi Martínez “Crator” de nuestra productora de vídeo decidimos organizar un viaje por Europa al volante de un deportivo de primer nivel. En un primer momento quería haber escogido un R8 V10 plus, sin embargo, en sus 116 litros de maletero no entraba ni la más pequeña de las maletas del equipo de grabación de “Crator”.
Antes de narrar el viaje haremos una introducción del RS6 Avant y aprovecharemos para detallar su especial configuración. ¿Quién diría que un familiar puede costar 200.000? Este aparato por poco llega a esa cifra.
30.000 euros más que un 911 GT3
El RS6 Avant, aunque tenga una carrocería familiar, puede seguir de cerca a la mayoría de deportivos de primer nivel. Bajo su capó delantero de aluminio esconde un V8 biturbo de 4 litros que rinde 560 CV de 5.700 a 6.600 rpm y 700 Nm 1.750 a 5.500 rpm.
Las prestaciones que declara tampoco están nada mal. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, aunque con algo de práctica se puede llegar a parar el cronómetro en 3,6 segundos. Un Audi R8 lo hace en 3,5 segundos, un Ferrari California T en 3,6 segundos, un Mercedes-AMG GT en 4 segundos y un Porsche 911 GT3 en 3,5 segundos. ¿Alguna pregunta más?
Su pintura color gris Nardo efecto mate, un extra de Audi Exclusive que se factura a 6.925 euros, aporta todavía más dramatismo. El listado de extras que completa la configuración de esta espectacular unidad es mayor. ¿Queréis conocerlo?
Paquete exterior de carbono (calandra, tomas de aire frontales para los frenos y difusor trasero) 5.935 euros, retros también en carbono 1.845 euros, llantas de 21” 2.635 euros, paquete dynamic plus (frenos cerámicos, faros Matrix LED, dirección dinámica, tren de rodaje deportivo plus RS con Dynamic Ride Control y limitado a 305 km/h) 13.250 euros, cuero Valcona RS 1.255 euros, revestimiento interior del techo en Alcantara de color negro 2.700 euros, techo de cristal panorámico 2.045 euros, equipo de audio Bang&Olufsen Advanced (15 altavoces, 1.200 vatios de potencia) 7.910 euros...
El precio base de un Audi RS6 Avant es de 132.820 euros. No obstante, nuestra unidad de pruebas tal y como estaba configurada quedaba en la módica cifra de 189.550 euros. 30.000 euros más que un Porsche 911 GT3, 43.000 euros más que un Mercedes-AMG GT y 57.000 euros más que un Aston Martin Vantage.
Mónaco como primer destino
Sin más dilación un sábado a primera hora de la mañana partimos dirección Mónaco a la caza de súpercoches. Todos sabemos cómo las gasta la Gendarmerie así que durante nuestro viaje por Francia nos lo tomamos con calma y no pasamos de 130 km/h.
De este modo ahorramos un buen puñado de litros de Sin Plomo 98. Rodando en una marcha alta y acariciando el acelerador activamos el modo 4 cilindros gracias al sistema Cylinder On Demand. 4 de los 8 cilindros del motor se desconectan para ahorrar una notable cantidad de carburante.
Tras 701 kilómetros la media de consumo quedó en 10,7 l/100 km. Muy pocos súper-coches del calibre del RS6 Avant pueden ofrecer una cifra tan ajustada como esta. Sobre todo si tenemos en cuenta que viajábamos dos adultos con el maletero hasta arriba con aproximadamente 200 kilos entre material de grabación y equipaje.
En gasolina ahorramos pero en peajes en Francia no se quedaron cortos. Parece que haya hasta más peajes que en Cataluña y eso ya es decir. Tras comprobar el notable ahorro en carburante que podemos lograr de la mano del vimos que el RS6 también puede ser extremadamente cómodo gracias a su suspensión variable.
El Dynamic Ride Control permite modificar la dureza de la suspensión con accionar el mando giratorio del sistema multimedia MMI. No hablamos de una suspensión neumática que pueda variar la altura libre al suelo. Nos referimos a amortiguadores pilotados con partículas magnéticas en su interior que pueden endurecer o suavizar su comportamiento mediante impulsos eléctricos.
Una vez llegamos a Mónaco, ese pequeño principado que linda con Francia y el mar Mediterráneo, iniciamos nuestra búsqueda. Este es un enclave conocido a nivel internacional por la alta densidad de súper-deportivos que circulan por sus calles día tras día.
Los coches de segunda mano más caros
Sin embargo, la casualidad hizo que esa misma tarde se disputaran los entrenamientos cronometrados del Gran Premio Histórico de F1 de Mónaco. Después visitar el paddock y ver de cerca algunos de los monoplazas de F1 más importantes de la historia teníamos una cita a la que acudir. En Coches.net tenemos la mayor oferta de automóviles de segunda mano de España, así que fuimos a ver a algunos de los coches de segunda mano más caros del mundo.
Asistimos a la subasta que la firma RM Sotheby’s organizaba en la Salle des Etoiles del Sporting Club de Mónaco. Ferrari F512M, Lamborghini Countach, Lancia 037 y Porsche 911 GT1 fueron algunos de los lotes que salieron a la venta. Lamentablemente con nuestro presupuesto no nos dio ni para comprar el lote más barato de la sala, un casco por el que pedían 10.000 euros.
Salimos con las manos vacías de la sala pero bueno, todavía teníamos el RS6. Así que ni cortos ni perezosos fuimos a dar una vuelta al trazado urbano más famoso del planeta al volante de nuestro súper-deportivo de 560 CV.
Lamentablemente cuando ya encarábamos la curva de Portier, una patrulla de la policía monegasca nos saludó para contarnos que el mítico túnel del GP de F1 estaba cerrado al tráfico, sí el que pasa bajo el hotel Fairmont.
Que la carrocería de nuestro RS6 gris mate estuviera rebozada de cámaras on-board con sus respectivas ventosas no inmutó lo más mínimo a la autoridad del principado. Otro pequeño bache en el camino que sorteamos sin ningún tipo de dificultad. Será por túneles en Mónaco... La roca sobre la que se erige el principado de Alberto II está perforada de arriba abajo.
Pasamos una noche distendida al volante del RS6 disfrutando del sonido de su V8 y del petardeo de su brutal sistema de escape. Las paredes de los túneles monegascos se transformaron en una perfecta sala de conciertos.
Un domingo en las carreras
Domingo por la mañana vivimos muy de cerca el GP Histórico de F1. Una prueba compuesta por 7 categorías en la que a lo largo del fin de semana toman parte más de 140 coches entre monoplazas de F1 anteriores a 1975 y coches de sport de 1952.
Asistimos a la carrera de la categoría de la SÉRIE B reservada a monoplazas de F1 y F2 con motor delantero construidos antes de 1961. En esta prueba vimos en acción al piloto español Joaquín Folch-Rusiñol. Defendió con uñas y garras la tercera plaza durante gran parte de la prueba, desafortunadamente un problema en el cambio que lo dejó con 3 marchas en los últimos compases lo relegó a la quinta plaza.
Este tipo de carreras permiten un acercamiento a los coches y a los pilotos que nada tiene que ver con la F1 moderna. Además, los motores de estos monoplazas clásicos rugen tal y como debe hacerlo un F1 de verdad.
Subimos a La Turbie
Tras ver un poco de acción en pista y ningún súper-coche en el horizonte decidimos por volver a cargar los bártulos a nuestro RS6 y salir de Mónaco. Optamos hacerlo por la D53 o Departamentale 53, una de las carreteras más espectaculares de cuantas rodean al principado.
En este tramo de reviradas curvas encajado entre la roca de la montaña y Mónaco pude comprobar las cualidades dinámicas del RS6. La postura al volante es muy cómoda para tratarse de un súper-deportivo. Los asientos deportivos RS de serie sujetan muy bien a la vez que aportan un buen mullido. Con el modo Dynamic de la suspensión variable Dynamic Ride Control se convierte en una auténtica tabla, gira completamente plano y no barquea ni un ápice.
¿Un motor más pequeño ayuda a ir más rápido? Desde luego que sí. La segunda generación del RS6 montaba un gigantesco V10, el nuevo motor V8 es mucho más compacto con lo que está más centrado en el chasis. Esto se traduce en una menor tendencia al subviraje y una mayor agilidad en curvas de velocidad baja y media.
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Su mecánica biturbo empuja con una contundencia sin parangón, al más puro estilo de cómo lo hace un Nissan GT-R. De 1.750 a 5.500 rpm entrega 700 Nm con una contundencia digna de una catapulta.
Detenerlo en el lugar y en el momento que queremos es posible gracias al potentísimo equipo de frenos cerámicos formado por discos delanteros de 420 mm de diámetro. Una opción casi obligada en un aparato de este calibre.
El punto que menos me gusta, alguno tenía que haber, es el tacto de la dirección dinámica opcional. Incluso en el modo Dynamic no terminas de leer con claridad lo que está sucediendo en el tren delantero con precisión milimétrica.
Todas estas sensaciones que transmite al volante hacen que te preguntes cómo puede ir tan bien un “bicharraco” de 5 metros de largo y 2 toneladas de peso. Parece que sea mucho más pequeño y ligero de lo que en realidad es.
La pintoresca localidad francesa de La Turbie es famosa entre otras cosas por haber aparecido al principio de la que está considerada como una de las mejores persecuciones de la historia del cine, en la película Ronin protagonizada por Robert De Niro.
De Niro dispara a un Peugeot 605 con un bazoka en el cruce donde estuvimos. Acto seguido se sube a un Mercedes-Benz 450 SEL 6.9 conducido por Jean Reno que estaba aparcado en el mismo aparcamiento en batería en el que dejamos nuestro RS6.
En la persecución que sigue a estas imágenes aparece otro coche en escena, un Audi S8 de primera generación. En el rato que estuvimos comiendo en una terraza de la Avenue du Général de Gaulle vimos pasar un par de Ferrari, un Porsche 911 GT3 RS y unos cuantos más aparatos de primer nivel.
Con Mónaco como telón de fondo vimos con “Crator” que tras dos intensos días no habíamos conducido ningún otro súper-coche que no fuera el RS6. Así que le propuse un nuevo destino en el que de bien seguro algo íbamos a encontrar para probar.
Un Museo de FIAT 500
Entramos en Italia por el antiguo paso fronterizo de Ventimiglia, la puerta occidental del país transalpino. Seguimos pasando viaductos y túneles para adentrarnos en la región de la Liguria. En las autopistas italianas, o Autostrada, la velocidad máxima es la misma que en Francia, 130 km/h. El consumo se mantuvo a 10 litros pero los peajes siguieron haciendo mella.
Unos cientos de kilómetros después nos encontramos con dos FIAT 500 clásicos en el jardín de una casa, no lo dudamos ni un solo instante a la hora de parar. Los FIAT 500F del 71 y 500 Giardinetta del 70 expuestos en el jardín de su casa fueron el imán que llamó nuestra atención. Sí, estábamos buscando súper-coches, pero en Coches.net nos gustan todos los coches y el 500 es uno de los utilitarios más míticos de la historia.
Luciano Clò, antiguo empleado de FIAT, y su hijo Andrea que actualmente también trabaja en FIAT hicieron gala de una enorme hospitalidad. Nos mostraron su colección de FIAT, así como el taller en el que ellos mismos practican su hobby y gran pasión, restaurar clásicos.
En la zona de trabajo pudimos ver una furgoneta 900 E Panorama de 1982. En el garaje principal un 124 de 1968, un Balilla Furgoncino de 1948, un Giannini 350 Economica de 1975 y un 126 Moretti de 1975. Los dos últimos son piezas muy especiales, del Giannini sólo se fabricaron 60 unidades y el Moretti es una especie de Citroën Mehari sobre base FIAT 126.
En un tercer espacio seguimos descubriendo más tesoros. Allí pudimos ver un camión también FIAT, un 1100 BLR de 1950 con caja de madera, envuelto por dos decenas de motores de FIAT 500.
El valle de los súpercoches
Reemprendimos la marcha en búsqueda de súper-coches y para ello nos adentramos en la región del planeta en la que se concentran el mayor número de fábricas de súper-coches por metro cuadrado.
La ciudad de Módena y sus alrededores dentro de la región Emilia-Romagna son conocidos popularmente como el Supercar Valley. Si aquí no encontramos un súper-coche para probar estábamos apañados.
En breve os podremos contar en detalle todo lo que probamos allí pero si os podemos avanzar que no estuvo nada mal: dos Lamborghini, un Ferrari y un Pagani. Pero ya os lo contaremos en futuros episodios de esta serie.
Tras pasar cinco intensas jornadas en el Supercar Valley quisimos comprar un souvenir de la región para la familia. Qué mejor que llevarnos un poco del que posiblemente sea uno de los mejores quesos del mundo, el Parmigiano Reggiano.
Para ello paramos en la Cooperativa Casearia Castelnovese. Aquí pudimos comprobar la amplitud del maletero del RS6. En sus 565 litros de capacidad colocamos sin ningún tipo de dificultad una forma de Parmiggiano Reggiano completa.
Estamos hablando de un queso de 40 kilos de peso y 40 centímetros de diámetro cuyo precio en la cooperativa es de 560 euros. La misma cifra pero en caballos rinde el motor V8 biturbo del RS6. Finalmente el cámara sugirió que por motivos de equipaje era mejor quedarnos con una partida de queso menor.
Passo dello Stelvio
Después de más de 1.000 kilómetros de autopista queríamos disfrutar del RS6 en una carretera de montaña como Dios manda. Dado que el célebre Passo dello Stelvio estaba a “sólo” 400 kilómetros decidimos pasarnos por allí.
Un paso de alta montaña construido por el Imperio Austriaco entre 1820 y 1825 que actualmente está en suelo italiano. Destaca por ofrecer una de las mayores consecuciones de curvas de 180 grados del mundo, las también conocidas como paellas. Lamentablemente no vimos ni una…
Tras el fiasco del Stelvio no pudimos quedarnos con los brazos cruzados y tirando de Google Maps encontramos el Passo della Malogia, en alemán Malojapass, a escasos 120 kilómetros de dónde nos habíamos quedado bloqueados en Trafoi. Para llegar hasta él hicimos 120 kilómetros de curvas que tampoco estuvieron nada mal…
El Passo della Malogia es realmente espectacular, ni el scalextric más rebuscado que hayáis imaginado jamás es tan revirado. Esta carretera de película une la localidad suiza de Saint Moritz con la italiana de Bregaglia, de hecho da comienzo al valle Val Bregaglia desde su punto más alto situado a 1.815 metros sobre el nivel del mar. Es muy corto, sólo son 3,5 kilómetros pero menudos tres kilómetros y medio. Probablemente este sea uno de los tramos de carretera más bellos del mundo.
En resumidas cuentas
Después de más de 4.000 kilómetros al volante de este aparato de 560 CV, pasó lo que tenía que pasar… Sí. Llegó una multa. En Francia donde la limitación de velocidad es 130 km/h nos cazaron a 127 km/h!!! En un tramo limitado a 110 km/h.
A cotinuación resumimos nuestro viaje en 6 cifras: 5 países que cruzamos con nuestro RS6, 1.400 euros en gasolina sin plomo, 5 súper-deportivos probados, 4.200 kilómetros totales recorridos, 12 pizzas engullidas y 3.320 caballos domados.
He pasado un buen rato con este vídeo, muy divertido, felicidades.