Una de las berlinas de lujo más elegantes del mundo, el Bentley Mulsanne, dejará de producirse a partir de este verano. Bentley ha considerado que ya le ha llegado la hora, después de 10 años de exitosa producción. Se pone fin así a una década y a una forma de construir desde la firma británica, ya que el Mulsanne es el último ejemplo de coche diseñado y desarrollado íntegramente por Bentley, con plataforma propia, tracción trasera y el último en montar un motor V8 con 6,75 litros de cilindrada, toda una rareza hoy en día.
El Bentley Mulsanne va a pasar a la historia como el último Bentley construido desde cero en Crewe, donde la firma británica tiene su sede en Reino Unido. En el Mulsanne han trabajado más de 600 ingenieros, que desde un principio se emplearon a fondo para hacer un modelo que impulsase a Bentley como uno de los mejores constructores de berlinas de lujo del mundo.
El Mulsanne representa el fin de una era que no volverá. Hace años que Bentley forma parte del Grupo Volkswagen, y el natural sustituto del Mulsanne será a partir de ahora el Bentley Flying Spur (enlace a la videoprueba de la última generación del Bentley Flying Spur), cuya plataforma tiene genes germánicos.
El Mulsanne, tal y como lo conocemos hoy en día, se ha fabricado durante toda una década, de 2010 a 2020. Verá el fin de su producción pasado el verano. Tenía que haber sido antes, pero la crisis del Covid-19 ha pospuesto su final definitivo; Un final que le llegará cuando estén construidas las únicas 30 unidades que se van a poner en venta de la versión 6,75 Edition by Mulliner, la versión destinada a dar el broche final a este modelo. Esta última versión se basa en el Bentley Mulsanne Speed, y monta un motor de 530 CV y 1100 Nm de par máximo, además de numerosos detalles de acabado que recuerdan su exclusividad y lujo supremo.
Pieza artesana
Bentley habrá vendido durante esta década un total de 7,300 unidades. Lo que no está mal, teniendo en cuenta que cada una de ellas cuesta unos 400.000 euros. Un precio solo justificado por su carácter artesanal y de gran lujo. Pensad que se necesitan 400 horas de trabajo para confeccionar a mano un Bentley Mulsanne en la factoría de Crewe. Y 150 de ellas, por ejemplo, son sólo para cubrir su interior de piel de la mejor calidad.
Esta berlina, tal y como nos comentó Gerard Farré en una videoprueba del Bentley Mulsanne Extended Wheelbase que os ofrecimos hace unos dos años, destaca por su especial equipamiento de confort y conectividad en las plazas traseras. Otro buen detalle: puede pedirse como opción una nevera para botellas de vino, champagne y sus copas, of course.
Farré probó entonces una versión de batalla larga. Pero en el catálogo, hasta ahora, también se ha ofrecido la versión Speed, con motor de 537 CV en lugar de 512 y chasis configurado con suspensión más rígida para soportar un uso más prestacional y deportivo, esto último entre comillas. Porque una berlina de 5,5 metros de largo, más de tres toneladas de peso, y una batalla que puede llegar a los 3 metros y medio, deportiva nunca ha sido. Aunque haga el 0 a 100 en 4,9 segundos.
El corazón de este sedán alto lujo siempre ha sido su motor Motor V8 Twinturbo de 6,75 litros. Un motor que Bentley ha fabricado de forma artesanal desde 1959. Eso sí, ha tenido que reinventarse con el paso de los años, para adaptarse a las normativas medioambientales. Un motor que también merece un buen homenaje.
Series limitadas
El Bentley Mulsanne siempre ha sido un modelo con una gran aceptación en mercados de Oriente Medio y Asia. Mercados muy dados a comprar versiones especiales, exclusivas, en series limitadas y a alto precio. Y de esto no ha faltado en esta década de historia del Mulsanne. Recordad el Bentley Mulsanne Birkin, lanzado en 2014.Solo se construyeron 22 unidades, todas ellas con paquete exclusivo Mulliner Driving Specification. Se hizo en honor a Tim Birkin, uno de los pilotos de la firma británica en los años veinte y treinta, y ganador de la edición del año 1929 de las 24 horas de Le Mans.
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O la versión Bentley Mulsanne Speed “Blue Train”, que se lanzó en 2015 en honor a la Carrera que ganó el Bentley Speed Six en 1930 contra el tren Express que llevaba de Cannes a Calais. Una apuesta personal de otro de los Bentley Boys de la época, el capitán Woolf Barnato. Sólo se hicieron 4 unidades.
Tambien se especuló con la posibilidad de lanzar una versión descapotable del Mulsanne. Se reflejó en un prototipo que se presentó en el Salón de Los Angeles de 2014: El Bentley Grand Convertible Concept. Pero no llegó a la serie. Un competidor tradicional de Bentley, Rolls Royce, sí hizo lo propio con el Dawn.
Más recientemente, en 2019, se construyeron 100 unidades del Mulsanne W.O. Edition by Mulliner, que recibió el nombre en homenaje al fundador de la compañía. Se entregaron coincidiendo con el centenario de la marca. Y como curiosidad, cada una de estas unidades tenía en el mueble bar una pieza original del cigüeñal del coche de los años 30, un Bentley 8 liter, propiedad de fundador de Bentley.
Así ha sido la historia comercial del Mulsanne. Siempre construido en cortas series, de forma artesanal, con todo el cariño que la firma británica da a cada uno de sus modelos, aunque este era un tanto especial. Su buque insignia.
Una berlina que se ha estado vendiendo a un precio prohibitivo, y que raramente puedes encontrar en el mercado de segunda mano. En coches.net podeís encontrar unidades a kilómetro cero y también de segunda mano, a través de este enlace.
El Mulsanne siempre ha sido un modelo escaso, al margen de todo, que ahora pasa el relevo al Bentley Flying Spur.
una lastima, ahora que ya no se fabrica , si dejan manga ancha para sus pedidos se disparan y tienen que estar fabricandolo 1 a¿os mas, despues sera muy exclusivo, y FLYING SPUR hay muchos. no es lo mismo. sencillamente genial la marca