La cuarta generación del BMW Serie 1 llega al mercado con importantes mejoras en diseño y tecnología, aunque conserva la plataforma de su predecesor. Para esta prueba hemos elegido la versión 120d, una variante diésel con sistema micro-hibrido que combina potencia y eficiencia, convirtiéndose en una opción interesante para quienes recorren largas distancias y buscan beneficiarse de la etiqueta ECO.
En cuanto al diseño, el nuevo Serie 1 apuesta por líneas más modernas y dinámicas, especialmente en la versión con el paquete M Sport, que acentúa su carácter deportivo. El frontal muestra una parrilla más ancha, nuevas tomas de refrigeración y faros LED que pueden incorporar tecnología matricial, mientras que los detalles en negro brillante del M Sport aportan un toque distintivo, aunque quizás están demasiado expuestos.
De perfil, el vehículo conserva las proporciones clásicas de la gama, con un capó alargado y un techo descendente hacia la zaga. Por su parte, las llantas disponibles llegan hasta las 19 pulgadas, como las de nuestra unidad, que son opcionales. En la parte trasera, destacan elementos como el alerón específico del acabado M Sport Pro, los nuevos pilotos divididos y un diseño de paragolpes más agresivo con este acabado más deportivo.
Las dimensiones del modelo también han crecido, alcanzando los 4,36 metros de longitud, lo que mejora la habitabilidad, especialmente en los asientos traseros. El resto de medidas, como el ancho de 1,80 metros y la altura de 1,46 metros, se mantienen prácticamente inalteradas.
Interior del BMW Serie 1
En el interior, BMW ha realizado una renovación que incluye la incorporación de una zona con doble pantalla digital. Añade un cuadro de instrumentos de 10,25 pulgadas que se combina con una pantalla central de 10,7 pulgadas, ambas complementadas por un head-up display opcional. El salpicadero también ha sido rediseñado y se añaden nuevos materiales de que aportan una sensación de mayor calidad. También hay que destacar el juego de iluminación ambiental que podremos elegir a nuestro gusto. Para los asientos se ha eliminado el cuero natural, siendo reemplazado por opciones sintéticas y Alcantara.
El sistema de infoentretenimiento es rápido e intuitivo, tiene conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto y un montón de opciones y aplicaciones. Sin embargo, la ausencia de botones físicos centraliza todas las funciones en la pantalla táctil, algo que BMW justifica con un asistente de voz que ofrece un rendimiento destacable. El climatizador también está integrado dentro de la pantalla, así que habrá que pasar por ésta para ajustar temperatura o caudal, aunque también puede hacerse con la voz.
Plazas traseras y maletero
Las plazas traseras del BMW Serie 1 son las de un compacto al uso, sin más. El espacio para las rodillas es bueno para adultos de estatura media y algo justo si quién va sentado sobrepasa el 1,80 m de altura. Para acceder a la segunda fila habrá que salvar el montante del techo, que queda un poco bajo y también cerca de la cabeza una vez sentado. La plaza central es mucho más incómoda por altura al techo y por un túnel de transmisión que complica la situación de los pies. A favor, cuenta con un respaldo central que puede usarse como apoyabrazos con dos portabebidas, pero que también puede abatirse para acceder al maletero o transportar algún bulto de mayor tamaño.
La capacidad del maletero se mantiene en los 380 litros, aunque las versiones micro-híbridas, como el 120d, reducen su capacidad a 300 litros debido a la ubicación de la batería atrás. Los asientos traseros pueden abatirse en tres secciones, ampliando el espacio hasta los 1.135 litros.
3 gasolina, 2 diésel y mejoras en el chasis
La gama de motorizaciones del Serie 1 incluye tres opciones de gasolina (122, 170 y 300 CV) y dos diésel (118d de 150 CV y 120d de 163 CV). Todas las versiones cuentan con transmisión automática Steptronic de 7 velocidades y tracción delantera, salvo el M135i, que incorpora tracción total xDrive.
La variante 120d, que combina un motor diésel de 2.0 litros con 150 CV, el mismo que el 118d, y al que añade un sistema eléctrico de 48V que aporta 20 CV adicionales, destaca por su eficiencia, logrando consumos que pueden descender por debajo de los 4 litros en condiciones óptimas y una media real inferior a los 5 l.
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El chasis ha sido optimizado para ofrecer mayor rigidez, acompañado de suspensiones revisadas y nuevos amortiguadores. El acabado M Sport añade elementos como la suspensión adaptativa y frenos mejorados, que no solo son efectivos, sino que también aportan un toque deportivo gracias a sus pinzas pintadas, en este caso, en azul.
Al volante, el BMW Serie 1 se siente un coche ágil y dinámico, más de lo que podríamos pensar en un principio. El motor tiene una buena potencia y el par que aporta, tanto el motor diésel como el motor eléctrico, a bajas vueltas lo hacen estupendo para circular a bajas vueltas en marchas largas y lograr unos consumos muy interesantes.
La suspensión me parece muy adecuada con el carácter del vehículo: es confortable pero mantiene muy bien la carrocería en apoyos y no llega a filtrar del todo las irregularidades de la calzada, lo que provoca que tengamos un mayor "feeling" con lo que ocurre en los neumáticos delanteros. A nivel de estabilidad y agarre le daría un sobresaliente.
Los modos de conducción modifican algunos parámetros del cambio automático, de la dirección, más dura o menos, y de la respuesta del acelerador, aunque no he notado un cambio significativo en cuanto al tarado de la suspensión, lo que me lleva a confusión porque según el configurador de la marca, las suspensiones del acabado M Sport, además de rebajar ligeramente la carrocería, también pone que son activas.
Precio del BMW Serie 1
El precio de la nueva generación del Serie 1 parte de los 34.100 euros para el motor gasolina de entrada. El 120d que hemos probado tiene un precio base de 40.800 euros, aunque equipado con opciones como el paquete M Sport Pro, el paquete Innovation, las llantas de 19 pulgadas y algunos (muchos) otros extras, su precio asciende hasta los 56.000 euros.
Con esta propuesta, BMW reafirma su apuesta por un compacto que combina diseño, tecnología y eficiencia, ofreciendo una alternativa diésel atractiva (y cara) para quienes buscan equilibrio entre prestaciones y consumos ajustados.
Ahora la pregunta queda en el aire: ¿es el diésel aún una buena opción?
56000 euros un serie 1 diesel de 160cv !!? para mi no tiene sentido.