El BMW 128ti no es el Serie 1 más rápido, ni el más potente, ni mucho menos el más barato; pero sí, probablemente, el más atractivo de la gama. ¿Y por qué? Pues porque sigue la misma receta del Golf GTI: combinar un motor prestacional con un chasis deportivo y una imagen muy “pintona”. En este vídeo descubriremos con vosotros el BMW 128ti, un compacto con 265 CV de potencia, tracción delantera, diferencial autoblocante y más espíritu M de lo que parece:
Con este modelo, BMW resucita la legendaria insignia ti (sigla de “turismo internazionale”) empleada por primera vez en 1963 por el 1800 ti, un automóvil de calle con alma de carreras. Volvimos a verla en el célebre 2002 ti, y apareció por última vez en el Serie 3 Compact; modelo que nos abandonó en 2004 y cuyo relevo fue, precisamente… el primer Serie 1. Han pasado muchos años desde entonces hasta la llegada de un nuevo “turismo internazionale”; pero nuestra espera ha merecido la pena porque, en mi opinión, este modelo es digno miembro de su estirpe.
Imagen ligeramente diferenciada
La carrocería de esta versión es, a grandes rasgos, la correspondiente al acabado M Sport, que le aporta a este compacto una imagen más agresiva. A partir de ahí, encontramos dos salidas de escape y algunos detalles específicos. Los más reconocibles son las molduras en rojo que hacen acto de presencia en el paragolpes delantero, en el trasero y en los faldones laterales, donde además encontraremos unos adhesivos identificadores-. Eso sí: tened en cuenta que todos estos elementos serán de color negro si elegimos las pinturas de carrocería Rojo Melbourne o Azul Misano.
Las pinzas de freno están pintadas en rojo; las llantas de serie son de 18” con diseño en dos colores, y los neumáticos vienen en medida 225/40. Las carcasas de los retrovisores son en esta unidad del mismo del color de la carrocería, pero pueden ser de color negro como opción sin coste. Los faros con acabado oscurecido y proyectores LED vienen de serie, aunque sí es opcional el acabado en negro brillante que luce la parrilla de nuestro coche. El gran spoiler trasero M también es una opción de pago, y además de aumentar la carga aerodinámica le da al coche más pinta de “malote”.
El puesto del conductor nos sumerge en la esperada y esperable ambientación deportiva. Todos los recubrimientos son de color negro incluyendo el techo y, por supuesto, los asientos, que son lo bastante envolventes como para sujetar bien el cuerpo sin sacrificar la comodidad. Sus tapicerías presentan secciones de símil cuero y tela con acentuación en rojo, color que se usa como contraste en sus propias costuras y las de las puertas, el salpicadero e incluso el volante deportivo M, que como siempre tiene un tacto magnífico.
En cuanto al resto del habitáculo, no merece la pena incidir una vez más en que las plazas traseras ofrecen el espacio justo y necesario para dos ocupantes de buena talla. Y como ya os hemos explicado en otras ocasiones, el maletero pone a nuestra disposición 380 litros de capacidad con las 5 plazas en uso, y hasta 1.200 litros si abatimos los respaldos traseros.
Gran motor y gran chasis (de tracción delantera, eh)
Con sus 265 CV de potencia, el 128ti ocupa el enorme espacio que existía entre los Serie 1 “convencionales” y el “tope de gama” M135i -aquí, a propósito, nuestra videproueba en circuito del BMW M135i xDrive-. Pero cuando te apellidas “ti” no puedes ser simplemente un Serie 1 estándar con más caballos: tienes que ofrecer algo especial. Quizás por eso, lo que han hecho los ingenieros de la casa alemana ha sido tomar al M135i como punto de partida; suavizar la entrega de su motor, renunciar a la amortiguación regulable y, bueno, quitarle el sistema de tracción total xDrive. Pese a ello, o quizás precisamente por ello, puede que este sea el verdadero Serie 1 “pata negra”.
El motor es uno de los puntos fuertes de este modelo. Se trata de un 2.0 TwinTurbo de 4 cilindros, con 265 CV de potencia entre 4.750 rpm y las 6.500 de la zona roja, y con 400 Nm de par disponibles desde 1.750 vueltas. Por tanto, viene a ser una versión ligeramente “descafeinada” del M135i (ya que le faltan 41 CV y 50 Nm); pero vamos, sabiendo que acelera de 0 a 100 km/h en solo 6,1 segundos y alcanza una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h, ¡tampoco es que ande corto de “cafeína”!
Para bien o para mal, no se ofrece cambio manual ni como opción. La transmisión es automática Steptronic Sport de 8 velocidades, la misma que monta el M135i solo que con una relación final ligeramente más corta. Se trata, pues, de la misma caja fabricada por Aisin que cumple de manera muy efectiva sin llegar al nivel de excelencia de las renombradas ZF. Sí os alegrará saber que el 128ti cuenta con un diferencial mecánico autoblocante Torsen. Su presencia ayuda a controlar aquellas pérdidas de tracción y, aunque no consigue mitigar del todo el efecto “torque steer” (que tira de la dirección al acelerar fuerte en marchas cortas), permite exprimir bastante la capacidad de aceleración del motor.1
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Según WLTP, este compacto homologa un consumo de 6,9 litros a los 100 kilómetros; y en nuestro recorrido habitual por carretera, autopista y ciudad hemos medido 7,2 litros sin buscar consumos bajos. No está nada mal, sobre todo si pensamos que hace pocos años un coche de esta potencia solía “gastar” entre 9 y 10 litros.
El 128ti incorpora un tren de rodaje M Sport que rebaja la distancia al suelo en 1 centímetro. A diferencia del M135i, no está disponible la suspensión adaptativa, pero sí cuenta con barras estabilizadoras reforzadas y un equipo de muelles y amortiguadores de tacto firme. No puede negarse que la amortiguación regulable aportaría versatilidad de uso y que la tracción total puede ser más eficaz que la delantera; pero este coche no es solo un compacto potente: tiene “alma de hot hatch”, y eso se traduce en diversión.
La dirección, sin ser tan rápida como la del M135i -ya que está algo más desmultiplicada- sí me parece más precisa, y transmite un poquito más. Aunque el pedal del freno tiene ese tacto esponjoso tan típico de BMW, la frenada tan contundente como la de su hermano mayor. Y se agradece contar con unos neumáticos de calidad como los Michelin Pilot Sport 4 que la marca ofrece como opción sin coste.
Por todo lo mencionado, y según mi criterio, BMW ha dado en el clavo con el 128ti. Hay otros compactos más potentes, más veloces y más radicales (¡el M135i sin ir más lejos!); pero el conjunto que nos presenta este coche me parece difícil de superar, especialmente si va a ser el único de nuestro garaje. Y es que las fichas técnicas ofrecen datos objetivos que sirven para medir las características de un automóvil, pero lo que no pueden medir es la felicidad de quien lo conduce.
Carísimo, pero no mucho más que su gran "enemigo"
El BMW 128ti marca un precio de 46.050 euros. Parece mucho y es mucho, pero si pensamos que el Volkswagen Golf GTI de 245 CV solo cuesta mil ciento y pico euros menos... igual tampoco es tanto. A partir de ahí, la unidad probada añade los extras que ya hemos comentado, los cristales oscurecidos, los paquetes de equipamiento Innovation y Executive Plus y unas cuantas opciones más que elevan su precio hasta unos prohibitivos 53.545 euros.
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Como punto negativo precio alto... Más que algo diría atraco a mano armada. Evidentemente esto se lo contra el que tiene dinero por castigo , pero aún así si tienes 53.000 euros para gastar en un coche creo que te compras otro no un BMW serie 1.