Después de haberos mostrado al detalle el BMW i5 eléctrico, primero en parado y más tarde en movimiento, os traemos nuestra primera videoprueba del nuevo BMW Serie 5 con motor de combustión; en concreto, su versión diésel 520d, así que ¡al lío!
El BMW Serie 5, uno de los históricos pilares de la firma alemana, da inicio a su octava generación ("codificada" como G60) y lo hace con una gran variedad de opciones mecánicas. Además de estrenar la mencionada versión eléctrica i5, ofrece motorizaciones híbridas enchufables además de los tradicionales propulsores diésel y de gasolina, ahora en ambos casos con tecnología híbrida ligera, de forma que ya no queda ningún Serie 5 con etiqueta C; como mínimo, llevan el distintivo Eco.
Exterior del nuevo BMW Serie 5
Otro aspecto en el que el Serie 5 también ha dado un salto es el del tamaño. Ahora es un automóvil claramente más grande: ha crecido en casi 10 centímetros de longitud (mide 5,06 metros), con 2 cm más de distancia entre ejes (3,00 m); también es 3 cm más ancho (1,90 m) y cerca de 4 cm más alto (1,52 m). ¡Casi las mismas dimensiones que el penúltimo BMW Serie 7!
Donde no se percibe un gran salto, sino una evolución, es en el apartado del diseño. Por esta vez, probablemente conscientes de la clientela a la que va dirigida este vehículo, los diseñadores de BMW no se han tomado su acostumbrada “libertad creativa”; de manera que el nuevo modelo continúa pareciendo un Serie 5 visto desde casi cualquier ángulo. La trasera sí muestra una imagen distinta, con un tercer volumen menos definido en el que la tapa del maletero parece tener mayor caída.
Interior del nuevo BMW Serie 5
El puesto de conducción del nuevo Serie 5 también sigue siendo reconocible como el de un BMW; el de un BMW muy modernizado y tecnológico. Y es que, por un lado, se percibe ese diseño hasta cierto punto clásico de la firma bávara; y por otro, nos encontramos con una instrumentación particularmente completa y sofisticada. Eso sí, con menos botones que nunca y más pantallas que nunca.
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Empezando por estas últimas -todas ellas brillantes y nítidas- un enorme marco curvado alberga el cuadro de instrumentos digital de 12,3”, ampliamente configurable, junto con una alargada pantalla táctil de 14,9”. Se ofrece asimismo un espectacular head-up display proyectado sobre el parabrisas.
El habitáculo transmite una grata impresión de calidad en cuanto a ajustes, acabados y materiales de recubrimiento: casi todo lo que encontramos en el interior de este coche exhibe muy buena factura por aspecto y tacto; entre lo mejor -si no directamente lo mejor- de la categoría premium. Dicho esto, presenta demasiadas superficies en “negro piano” y numerosos sensores táctiles que no tienen la facilidad de uso y precisión de los botones tradicionales.
Plazas traseras del nuevo BMW Serie 5
La segunda fila de asientos permite encuadrar a este automóvil en la “clase ejecutiva”. Para empezar, por pura amplitud, porque el techo queda lejos de la cabeza y porque contar con 3 metros de batalla significa tener mucho espacio para las piernas. Además, los asientos son muy cómodos, con un correcto grado de inclinación del respaldo y una banqueta no demasiado baja.
Aparte de la impresión de espacio, quienes viajen en esta segunda fila valorarán detalles como el techo panorámico y otros elementos -opcionales, faltaría más- como el climatizador de cuatro zonas con regulación de la temperatura ambiente y la calefacción de los asientos. Eso sí: quien tenga el infortunio de viajar en la plaza central deberá “pelearse” con un enorme túnel de transmisión y con un durísimo respaldo.
Maletero del nuevo BMW Serie 5
Aunque el maletero del nuevo modelo ha perdido extrañamente 10 litros de capacidad, sigue ofreciendo una buena capacidad de 520 litros. Además, la boca de carga es bastante amplia para tratarse de un sedán.
El interior muestra unas formas que definen claramente los distintos espacios de almacenamiento, aunque por desgracia no hay doble fondo en el que guardar una rueda de recambio. Accesorios hay pocos aparte de dos ganchos y cuatro argollas; y como sucede en tantos coches que se hacen llamar “premium”, el techo del maletero está sin tapizar.
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Motor del BMW 520d (Serie 5 diésel)
La versión 520d es, por el momento, la única opción diésel disponible en el mercado español para el nuevo Serie 5. Su propulsor de dos litros y cuatro cilindros es una evolución sobre el anterior que, además de haber ganado 7 CV de potencia, se acompaña de una actualizada transmisión Steptronic de 8 velocidades y, dada su naturaleza de “microhíbrido”, también de un pequeño motor/generador eléctrico que puede aportar una ayudita de 11 CV.
Los 197 CV que declara esta motorización diésel consiguen mover con cierta soltura los más de 1.800 kg que pesa en vacío este BMW 520d con tracción total xDrive. De hecho, acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza una velocidad de 228 km/h. Pero más que por potencia, este motor destaca por sus 400 Nm de par motor, disponibles desde tan solo 1.500 vueltas.
La destacable fuerza de giro de este diésel nos permite circular en marchas largas con bastante solvencia; aunque por otro lado, la transmisión automática Steptronic de tipo convertidor de par y de comportamiento impecable, salvo por lo que voy a mencionar, tiende a llevar el motor casi demasiado bajo de revoluciones.
Esto ayuda, por otra parte, a lograr unos consumos bastante contenidos: el BMW 520d homologa 5,1 litros de gasóleo por cada 100 km recorridos, que suben a 5,5 l/100 km en el modelo con tracción total. En nuestro recorrido habitual de pruebas, el BMW 520d xDrive promedió un consumo de 6,2 l/100 km.
Chasis del BMW Serie 5 (paquete M Sport)
El equipamiento del paquete M Sport incorporado por la unidad probada trae consigo un tren de rodaje deportivo, con mayor dureza de barras estabilizadoras, muelles y amortiguadores, que además rebaja en 8 mm la altura de la carrocería.
Pero no creáis que la suspensión M Sport lo convierte en un coche incómodo, ni mucho menos. Lo que sí hace, en mi opinión, es permitirle recuperar el punto de “alegría” que puede haber perdido en esta nueva generación, dados su mayor tamaño y peso.
Gracias a ello, sigue siendo un automóvil que presume de una excelente relación entre el confort de marcha en vías rápidas y el dinamismo en carreteras de segundo orden, donde -francamente- sorprende por la relativa facilidad con la que se mueve en carreteras de curvas. Especialmente con el paquete M Sport, el nuevo Serie 5 transmite confianza al conductor aportándole lo que puede esperar de todo BMW: agilidad y estabilidad a partes iguales, una buena capacidad de frenada y una dirección precisa a más no poder.
Y esto pese a ser, al fin y al cabo, una berlina de gran tamaño, pensada para hacer largos trayectos de manera muy cómoda y, como valor añadido, con una estupenda insonorización del habitáculo.
Precios del BMW Serie 5 520d
El BMW 520d tiene un precio de partida de 60.050 euros, que serán 62.600 en el modelo xDrive. Si le añadimos todos los extras que trae esta unidad en concreto, con el paquete deportivo M Sport, los paquetes de equipamiento Comfort, Innovation y Travel, además del techo panorámico, los cristales tintados y una lista de opciones individuales que tiende al infinito, daremos un enorme salto hasta los 87.050 euros.
BMW 520d 197 CV 60.050 €
BMW 520d xDrive 197 CV 62.000 €
BMW 520d xDrive 197 CV M Sport (unidad probada) 87.050 €
Esto es un serie 7.... más de 5m por el amor de Dios
Estoy de acuerdo,se les ha ido la cabeza con el tamaño y el morro con esa parrilla cada vez más grande,no llega el nivel del serie 7 que es muy feo por delante.
Este coche no está pensado para Europa. Está para el mercado chino y USA donde las berlinas cuanto mas grande mejor. Los mandos centrales de cristal ya indican para que mercado lo han hecho. Aqui los SUVS se han comido las ventas de las berlinas grandes. Ahora solo se ven X3 y X5.