El BMW X3 es un SUV Premium que ofrece un amplio habitáculo de 5 plazas, un maletero de 550 litros de capacidad, lo último en conectividad y sistemas de seguridad. Además de cumplir como un práctico coche familiar, tanto en el día a día, como a la hora de viajar, si escoges la versión M de 510 CV tienes a la vez un supercoche. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanzar una velocidad punta de 285 km/h con el paquete opcional M Driver’s Package.
El X3 es un SUV de tamaño medio-grande que ha ido creciendo a medida que se han presentado las distintas generaciones. Sus rivales más directos son: Alfa Romeo Stelvio, Audi Q5, DS 7 Crossback, Jaguar F-Pace, Lexus NX, Mercedes-Benz GLC y Porsche Macan.
Hablamos de SUV de entorno a 4,7 metros de largo de segmento Premium con un cierto carácter deportivo. La mayoría se sitúan en una horquilla de precio que empieza a partir de 50.000 euros. En anteriores generaciones algunos de estos modelos llegaban a ofrecerse con versiones base por debajo de los 40.000 euros. Ahora bien, la mayoría de unidades que vemos circulando por la calle suelen estar más cerca de los 60.000 euros.
La gama actual X3 está a la venta en España desde los 53.500 euros que cuesta la versión diésel de tracción trasera sDrive18d y acabado xLine. Las otras motorizaciones diésel son todas xDrive 20d, 30d y M40d. Las variantes de gasolina son xDrive todas 20i, 30i, M40i y también hay un híbrido enchufable 30e.
La versión que probamos hoy es la tope de gama, el X3 M Competition que en España tiene un precio de 110.550 euros. Aunque con todos los extras la factura final pasa de los 130.000 euros, 131.061 euros para ser exactos. Lo que viene siendo un precio.
Casi un X5
El X3 ha retenido un aire de familia a lo largo de sus tres generaciones. Incluso poco a poco parece que se ha ido pareciendo cada vez más a su hermano mayor, el X5. Lo más sorprendente de esta versión X3 M Competition es que pasa muy desapercibida ante el ojo inexperto. Si no te fijas en los frenos y en las cuatro salidas de escape, podría pasar fácilmente por cualquier otra motorización que ha sido equipada con el kit estético M y unas llantas de gran diámetro.
En parte esta es la gracia de este modelo, el poder pasar desapercibido entre el tráfico. De hecho, más de uno lo encarga sin los logotipos específicos de la versión para que sea todavía más discreto.
Con respecto a la evolución anterior del X3 se han introducido numerosos pequeños cambios que terminan aportando un nuevo look al conjunto. Para empezar en el frontal salta a la vista la calandra de mayores dimensiones que ahora está unida por el centro, un nuevo parachoques con un diseño más anguloso y de superficies más planas si lo comparamos con las formas más redondeadas de la evolución anterior.
Estas llantas opcionales de 21” calzan neumáticos Michelin Pilot Sport 4S con medidas 255/40 ZR21 delante y 265/40 ZR21 detrás. A través de los 5 dobles radios apreciamos el equipo de frenos de serie de acero.
Quizás uno de los detalles más fáciles de identificar de esta nueva evolución del X3 son los grupos ópticos traeros. Presentan un formato en tres dimensiones muy espectacular. Es de esos elementos de carrocería esculturales que cuando los ves te incitan a acertarte para admirarlos y ya puestos para tocarlos.
Sobre las dos salidas dobles de escape, unas salidas de escape de verdad, vemos esta pieza en color negro brillante… Hoy que está nuevo y limpio está impecable. Pero con el tiempo dudo que siga luciendo así… Por algo existe el negro mate, el plástico sin pintar…
Grande por fuera, grande por dentro
El espacio a bordo es amplio y generoso en la primera fila, tanto en altura libre al techo, como en anchura entre codos. Los asientos deportivos de serie en esta versión M recogen muy bien, pero sin llegar a molestar. Son cómodos cómodos. De serie cuentan con regulación eléctrica y memoria en el caso del conductor.
Además del tapizado en piel piel, el X3 cuenta con lo último en pantallitas. Tanto el cuadro de instrumentos principal, como el sistema de infoentretenimiento recurren a dos pantallas de 12,3”. La segunda es táctil, la podemos gestionar también por comandos por voz y lo mejor de todo, si quieres la puedes controlar con el mítico i-Drive, este mando giratorio de lo más intuitivo ideal para usarlo mientras conduces.
Merece la pena destinar un apartado a parte todo lo que hace referencia específicamente a esta versión M. No sólo son unos asientos deportivos y unas inserciones de carbono en el salpicadero. Es prácticamente otro coche por completo si lo comparas con un X3 convencional.
A través del botón SETUP accedes a un menú con el que puedes ajustar cada parámetro a tu gusto. Para conectar el modo de tracción integral deportivo 4WD Sport debes desactivar el control de estabilidad. Pero no termina ahí, además, con el M MODE puedes optar entre tres setup más: Road, Sport y Track. Y al igual que un superdeportivo tiene Launch Control, Head-Up Display con información al estilo de la de un coche de competición, medidor de fuerzas G…
La segunda fila es sumamente espaciosa, con dos plazas exteriores como Dios manda. Con el asiento del conductor regulado a mi metro ochenta de estatura tienes muchísimo espacio para las piernas, así como altura libre al techo, y eso que cuenta con el techo panorámico de cristal. El respaldo es regulable en inclinación, se trata de una opción que cuesta 191,70 euros y que merece la pena.
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Uno de los factores determinantes de compra de un coche de este tipo es por la capacidad de carga del maletero. Muchos de los que ahora se decantan por este tipo de SUV hace tiempo recurrían a berlinas o incluso familiares.
El acceso al maletero es cómodo dado que la boca de carga está alta. Las dimensiones son muy aprovechables con buena anchura y longitud, además de una destacable altura a bandeja. La marca declara 550 litros, pero ojo que debajo del piso hay también un gran hueco extra. En las paredes cuenta con ganchos, así como fijaciones para redes.
En caso de querer ampliar el espacio de carga podremos abatir los respaldos traseros divididos en tres partes tipo 40/20/40 hasta alcanzar un volumen máximo de 1.600 litros. Para cargar hasta el techo, tanto en configuración 5 plazas, como 2 plazas puedes instalar esta red divisoria de seguridad.
¡510 CV!
La capacidad de empuje de este motor de 6 cilindros en línea es descomunal. Sobrealimentado por dos turbos entrega 650 Nm de 2.750 a 5.500 rpm, 50 Nm más que antes. La potencia máxima de 510 CV llega a 6.250 rpm. Pero es que parece que entregue incluso más caballos, ¡es una locura!
No en vano declara unas prestaciones atómicas. Es 3 décimas más rápido en el 0 a 100 km/h que su antecesor, ahora sólo necesita 3,8 segundos. De serie está limitado a 250 km/h, pero con el paquete opcional M Driver’s Package puede alcanzar 285 km/h.
Las recuperaciones son espectaculares y encima el cambio está a la altura de las circunstancias. Me refiero a la caja ZF de 8 relaciones que según el modo de conducción que escojas cambia de la noche al día. En modo efficiency te permite llanear y ahorrar carburante al máximo. Mientras que en modo Sport Plus es puntiaguda como pocas y siempre te está motivando a sacarle todo el partido al conjunto.
El sistema xDrive presenta una configuración claramente orientada a entregar más par sobre el eje trasero de modo que siempre que puede ofrece unas reacciones casi de tracción trasera.
Con lo que se ha avanzado tanto en suspensiones, barras estabilizadoras y neumáticos se ha logrado hacer posible lo imposible. No tiene sentido que el comportamiento dinámico de un coche así sea tan neutro, comunicativo y directo. Cuesta de asimilar la verdad. Lo tiras dentro de una curva y ofrece un aplomo y un nivel de agarre estratosférico.
A medida que sales del viraje si eres progresivo gozas de la máxima tracción, ahora bien, si quieres forzar y abres el acelerador antes de tiempo desliza la trasera casi como si se tratara de un propulsión. Es espectacular.
Pero no es de esos coches que sientas que pierdes la trasera y con ello el control. Aquí sientes como empieza a deslizar y te permite intuir lo que va a acontecer a continuación. Es transparente y claro en las reacciones. Algo de lo que pocos SUV pueden presumir. Muy al estilo del Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio.
El único problema que me he encontrado con el X3 M Competition es el equipo de frenos. BMW ofrece unos frenos compuestos opcionales en M3 y M4. Lamentablemente, esta opción no está disponible en el X3 M y es una verdadera lástima. Las prestaciones de este coche son descomunales, su peso es el que es, con lo que al final el conjunto de discos de acero con pinzas delante de 4 pistones y detrás de un único pistón se queda corto.
En cuanto a consumos, si aprovechas todo el potencial de su mecánica te será fácil superar los 20 l/100 km. Pero en trayectos rutinarios con bastante autopista si recurres al modo efficiency y aprovechas la octava velocidad de su caja de cambios incluso te permite bajar de los 9 l/100 km de media. ¡Sorprendente!
En resumidas cuentas
El X3 ofrece un confort de marcha y una habitabilidad que te hacen dudar si realmente es necesario un X5. Sí claro que es todavía más grande y cómodo, pero con el X3 una familia con dos hijos tiene más que de sobra.
Además, esta versión X3 M Competition te hace replantear las leyes de la Física. ¿Cómo puede ser posible que un SUV que pesa 2 toneladas, mide casi 5 metros de largo y encima va tan levantado del suelo pueda ir tan bien en carretera? Es como una especie de cocina fusión entre la practicidad del propio X3, con la deportividad del icónico M3. A ver, que los puristas no se tiren de los pelos, un M3 siempre será un M3. Pero ojo, merece la pena destacar que los ingenieros de BMW Motorsport han hecho posible algo muy difícil, que un coche que sobre el papel tendría que ser un cepo, te permita disfrutar al volante y esto es muy difícil.
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