Desde que la primera generación del X3 llegara al mercado en 2003, BMW ha vendido más de 1,5 millones de unidades de las dos primeras evoluciones de este SUV Premium de tamaño medio. Hoy probamos la última evolución en tierras portuguesas.
Este es, por tanto, uno de los coches más importantes de la firma de Múnich. De ser el SUV más pequeño de la gama ahora es el tercero después del X1 y del X2. Con los años ha ido creciendo, no en vano, esta tercera generación es tan grande como un X5 de primera generación (E53). Las primeras unidades llegarán a los concesionarios españoles a finales de este 2017. La horquilla de precios va de 51.000 a 70.500 euros.
Diseño conservador pero más musculoso
En líneas generales presenta un diseño bastante continuista, cuesta distinguirlo del modelo anterior. Audi recientemente ha hecho algo parecido con su nuevo Q5 que todavía se parece más al modelo anterior. No obstante, el nuevo X3 ahora es más musculoso y tiene una apariencia más deportiva.
Riñones más grandes con lamas activas para optimizar la aerodinámcica, faros algo más estilizados que pueden ser LED adaptativos, pilotos traseros que opcionalmente pueden contar con tecnología LED y dos salidas de escape para todos los motores.
Se convierte en el primer modelo “X” de BMW en equipar faros anti-niebla de forma hexagonal, hasta la fecha todos habían sido redondos. La versión más básica equipa llantas de 18” pero opcionalmente se puede equipar hasta llanta 21”.
Hay tres líneas de equipamiento: xLine, M Sport y Luxury Line. Lejos quedan aquellos parachoques de plástico negro sin pintar de la primera generación. Ahora el diseño exterior está muchísimo más cuidado.
Las cotas ya hemos comentado que son más grandes que antes. Mide 4,7 metros de largo, 1,9 de ancho y 1,6 de alto. La distancia entre ejes también crece con 54 mm adicionales hasta 2,86 metros.
Más espacio y mejora en calidad
Nada más acceder al habitáculo se nota el mayor espacio para los ocupantes, así como una calidad de acabados superior. BMW ha hecho los deberes y ha mejorado mucho tanto en ejecución como en materiales empleados.
El cuadro de instrumentos digital sustituye a los indicadores analógicos tradicionales, tal y como ya habíamos visto en X5, Serie 5 y demás modelos de última generación de la firma bávara.
La pantalla de 10”, la más grande de su clase, es táctil pero sigue contando con un mando giratorio multifunción, el archiconocido iDrive. También podemos ejecutar funciones con gestos a distancia o bien usar comandos por voz.
A través de esta pantalla además de controlar el equipo de audio, el teléfono, navegador y demás también podemos disfrutar de información en tiempo real, ya sean noticias o la previsión meteorológica.
Con BMW Connected+ podemos planificar viajes a través de la App de este servicio en nuestro Smartphone mientras estamos tranquilamente en el sofá de casa y cuando lo tengamos listo con un simple click lo mandamos al coche para que cuando nos sentemos al volante la ruta ya esté cargada.
La segunda fila ofrece un gran confort para tres ocupantes, no es un X5 claro está, pero no está nada mal. El espacio para las piernas y a la altura de la cabeza es generoso. La plaza central es aprovechable de verdad y el respaldo de esta fila trasera es regulable en inclinación. Opcionalmente el respaldo de esta banqueta puede ser abatible de tipo 40/20/40.
En configuración de 5 plazas el maletero declara 550 litros. Mediante unos tiradores en las paredes del espacio de carga podemos incrementar el volumen hasta 1.600 litros. También es muy práctico el hecho de poder guardar la bandeja cubremaletero bajo el piso.
Prestaciones de primer nivel
Por primera vez existe una versión M Performance del X3, de la mano del M40i. Tanto Audi como Mercedes-AMG ofrecían ya versiones deportivas de sus respectivos modelos SQ5 y GLC 43.
En la toma de contacto organizada en Portugal tuvimos la ocasión de conducir durante unos 30 minutos un X3 30d en un recorrido combinado entre carretera secundaria y pista forestal sin asfaltar. Lo que más me llamó la atención fue el elevado nivel de confort de su equipo de suspensión. Incluso en campo ofrece un nivel de filtrado sensacional.
Evidentemente con el modo Sport la suspensión es algo firme, pero una vez seleccionas el modo Comfort ofrece una suavidad digna de una suspensión neumática, y eso que cuenta con un equipo formado por muelles y amortiguadores pilotados.
El propulsor diésel más potente de la gama ofrece una enorme dosis de par desde muy pocas vueltas 620 Nm de 2.000 a 2.500 rpm. En la parte alta, a 4.000 rpm llega la potencia máxima de 265 CV a 4.000 rpm.
Está asociado a una caja de cambios Steptronic, la ZF de 8 relaciones que no me cansaré de decir que posiblemente sea la mejor automática con convertidor de par del momento. Su modo auto es muy suave y cómodo, mientras que en manual es rápida y efectiva como pocas.
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El aislamiento del habitáculo es superior al del modelo precedente. El parabrisas y las ventanillas delanteras acústicas neutralizan a la perfección los ruidos del exterior. También en campo.
En esta prueba offroad pudimos usar el control de descenso así como ver la efectividad del sistema de tracción integral xDrive. Tanto la altura libre al suelo como los ángulos de ataque le confieren unas buenas aptitudes en zonas de baja complejidad.
En carretera disfrutamos del sensacional X3 M40i. Su motor de 6 cilindros en línea TwinPower Turbo de 3 litros declara 360 CV de 5.500 a 6.500 rpm. Pero donde realmente deja pegado al asiento es de 1.520 a 4.800 rpm cuando entrega 500 Nm.
Las prestaciones son destacables con una punta de 250 km/h y un 0 a 100 km/h en 4,8 segundos. Es 1 décima más veloz en este último ejercicio que el GLC 43 y también vence por 6 décimas al SQ5.
Hay ocasiones en las que las cifras pueden acaparar titulares pero luego la realidad no parece tan de Hollywood. El X3 M40i parece que corra incluso más de lo que anuncia sobre el papel. Es una auténtica pasada. Lo que llega a empujar ese 6 en línea.
Uno de los elementos que incrementa el placer de conducir de forma notable es el sonido que emite el motor. Para ser una mecánica turbo emite una sonoridad digna de un atmosférico y con una musicalidad que enamora. No es exagerado ni estridente, es simplemente perfecto.
Otro de los aspectos que merecen ser destacados es la excepcional puesta a punto del chasis. Pensé que jamás podría llegar a escribir que me lo había pasado bien al volante de un SUV en un revirado tramo de montaña. Declara un reparto de masas del 50/50, algo que se nota en conducción deportiva.
Disfruté de lo lindo en una secundaria próxima a Sintra, si bien hay SUV que son rápidos a base de luchar con las Leyes de la Física, el X3 M40i ofrece un equilibrio digno de un deportivo.
En esta vida no todo es capacidad de aceleración, cuando llegas a una curva necesitas frenar a tiempo y contar con una buena estabilidad. El M40i me dejó con la boca abierta de par en par. Tanto los frenos M como la suspensión deportiva M ofrecen un rendimiento impecable. Por fin un BMW que frena como Dios manda, y eso que le dimos bastante cera. ¡Bravo!
Qué decir del equilibrio dinámico de sus suspensiones pilotadas. Una vez el coche apoya fuerte sientes en todo momento lo que va a hacer y cómo va a reaccionar. Es una auténtica gozada. Inclina muy poco y lo mejor de todo es la transparencia con la que transmite lo que pasa.
La guinda del pastel la aporta el sistema de tracción integral xDrive, con el acelerador puedes redondear mejor el viraje, transmitiendo más par al eje trasero y haciéndolo deslizar lo justo para salir con más garra hacia la siguiente curva.
Repito, jamás pensé que disfrutaría tanto a los mandos de un SUV. Lo que ha hecho BMW con el X3 M40i merece un aplauso. Una de las claves de esta magia obrada en el chasis reside en un menor peso del conjunto y mayores vías y batalla.
La dirección variable deportiva permite guiarlo con una precisión hasta ahora no vista en un SUV. Tanto la dureza de la misma como el feedback que aporta son dignos de un deportivo de verdad.
A igualdad de motor, como es el caso del 20d es 55 kilos más ligero. El que seguro será uno de los motores más vendidos de la gama anuncia 190 CV a 4.000 rpm y 400 Nm de 1.750 a 2.500 rpm. La oferta gasolina se completa con el 20i de 184 CV y el 30i de 254 CV.
Ya sean gasolina o diésel todos los X3 cuentan de serie con tracción integral xDrive y caja de cambios automática Steptronic. Suponemos que más adelante habrá motorizaciones más bajas con cambio manual y 4X2. De momento la firma anuncia que esto no será así pero supondría desperdiciar una parte del mercado que pide este tipo de configuración
En resumidas cuentas
Hasta la fecha jamás había disfrutado tanto al volante de un SUV, quizás el día que pruebe un Alfa Romeo Stelvio o un Porsche Macan cambiaré de opinión. De momento supera al SUV con el que mejor feeling había tenido al volante, el anterior Audi SQ5 TDI.
En conducción normal es mucho más cómodo que el modelo anterior, su habitáculo es más amplio y su diseño tiene más personalidad. Falta por ver si un X3 20d es capaz de aportar este excepcional equilibrio dinámico.
Con paciencia esperar 2 años en su comercio de segunda mano, precios competitivos ,buscar el mejor motor más potente y prestaciones, comprar en eBay todos los extras para instalarlo en taller con amigo y convertirlo en la Joya que todos quieren y miran un Full Equip con todo Original, entonces si hemos Comprado las Tres B: Bueno-Bonito-Barato, solo tener paciencia y Felicitar al Group BMW y sus Clientes primera Mano para que tengamos esa Oportunidad en el Comercio de Ocasión Premium más todo lo que le incluirlas Original, entonces vale la pena esperar 1- 2 años sin dudas...Gracias ,Cliente BMW Guillermo Antonio.
Buena opcion y buena compra. Dadas las políticas y sistemas de comercialización de los alemanes, resulta poco hábil comprarse uno nuevo, con volante y con ruedas, que es como vienen todos de serie y otros 20k adicionales para que parezcan coches premium. Lo mejor es un km 0 o un segunada mano con pocos kms.