Segundas partes sí son buenas
A pesar de que el dicho reza lo contrario, el X6 demuestra que no siempre es cierto. La segunda generación de uno de los SUV más carismáticos del segmento, llega con un buen número de mejoras en su conjunto, seis años después de haber aparecido en el mercado. La motorización diésel xDrive 30d es un ejemplo de cómo se pueden combinar rendimiento y eficiencia.
Después de triunfar en su primera generación, el X6 de BMW se refuerza con nuevos argumentos para continuar seduciendo a los amantes de un segmento tan joven como fascinante, el formado por los coupé de imagen todoterreno -a los que se ha sumado el-. De su primera generación se han vendido más de 250.000 unidades, afianzando así su posición entre los mejores automóviles de su clase. Pero como suele ocurrir en estos casos, no resulta conveniente dormirse en los laureles, ya que la competencia continúa creciendo en número y apretando en calidad.
Más liviano
Antes de entrar en detalle con nuestra versión de pruebas, haré un ligero repaso de las novedades que presenta el X6 de segunda generación. Unos cambios que le sientan de maravilla y que, estéticamente, se centran en un frontal que se transforma para adaptarse a los estándares de diseño que la marca bávara ha introducido en sus últimos lanzamientos al mercado.
Destacan los chevrones de la parrilla más estilizados, combinados con nuevas entradas de aire, luces antiniebla ubicadas en una posición más elevada y, por supuesto, sus faros delanteros bixenón, con luces diurnas LED incorporadas. Se aprecian también novedades interesantes en la zaga del vehículo, tales como los pilotos traseros, el parachoques, las salidas de escape y el portón del maletero que le hace cambiar considerablemente el aspecto.
Lateralmente llama la atención el rebaje de los pasos de ruedas respecto a la anterior generación, reduciendo así parte de su agresividad aunque el resultado estético es satisfactorio. Este X6 ofrece unas líneas generales más suaves y, en conjunto, ofrece un aspecto más dinámico. No obstante, ha perdido parte de ese punto de agresividad que lo hacía único en su género. Pero la renovación de imagen conlleva beneficios en la aerodinámica del vehículo, en la que el constructor germano ha trabajado con esmero para reducir el coeficiente de penetración, desde 0,35 hasta 0,32 Cx.
Eficiente y tecnológico
El X6 es un coupé todoterreno lujoso, potente, con estilo y carácter deportivo que conserva los rasgos básicos de personalidad que tan buena aceptación han tenido hasta la fecha. La unidad de pruebas de Coches.net disponía de un propulsor diesel de 2.993 c.c. y seis cilindros en línea, que entrega una potencia máxima de 258 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 560 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm, unos registros que generan un rendimiento realmente notable. Su tecnología se basa en el sistema BMW TwinPower Turbo, que adopta un turbo con geometría de admisión variable, inyección directa common-rail con inyectores y con electroválvulas, que trabajan a una presión máxima de inyección de 1.800 bar.
Este motor cuenta con un excelente aliado en el cambio automático de ocho relaciones que ayuda a unos consumos moderados -teniendo en cuenta su envergadura y peso- y que durante la prueba fueron de 9,1 l/100 km, un registro más que correcto para un vehículo de su segmento, aunque el oficial homologado de la marca habla de 6 litros a los 100 km.
Lujo y calidad interior
Es momento de adentrarnos en el interior del X6, dónde rápidamente se detecta la intención de BMW de ofrecer todo un arsenal de equipamiento, lujo y, por supuesto, confort. Según la marca bávara, el espacio destinado para los ocupantes del nuevo X6 es superior al ofrecido por la anterior generación. Es cierto, pero se trata de diferencias difícilmente apreciables al subir en el vehículo.
Mantiene un puesto de conducción exquisito, con todas las regulaciones de banqueta y columna de dirección necesarias para obtener la postura deseada al volante. Sus plazas delanteras sí ofrecen sensación de amplitud, algo en lo que no destacan las traseras, aunque disponen de suficiente distancia al techo para que personas de hasta 1,85 m de altura puedan viajar con la comodidad sin la cabeza pegada al techo. Menos agradecido es el acceso a estas plazas posteriores ya que la puerta tiene poco ángulo de apertura y no resulta extraño golpearse en ella al entrar, si no estamos lo suficientemente atentos.
Al margen de estas consideraciones, comentar que BMW ha decidido prescindir de la opción de cuatro plazas y la banqueta trasera está concebida para que puedan viajar un total de tres personas, aunque la ubicada en la zona central no dispone del mismo confort que el resto de ocupantes del vehículo.
El maletero es otro de los espacios que evoluciona. Dispone de 10 litros más de capacidad que el modelo de primera generación, alcanzando ahora unos buenos 580 litros de volumen útil. La posibilidad de abatir asientos -en tres partes- ofrece una nota de polivalencia interesante y la capacidad máxima de carga puede crecer hasta 1.525 litros. El sistema de apertura y cierre de este maletero es automático y se puede completar con una práctica opción, llamada “Smart Open”, que permite abrir o cerrar mediante el movimiento del pie bajo el parachoques trasero.
Volviendo al puesto de conducción, decir que el xDrive 30d dispone de asientos de cuero de excelente comodidad y que ofrecen una sujeción lateral considerable, siempre que no realicemos una conducción “al ataque” en zonas muy viradas. Gracias al sistema opcional “Head Up Display” -que ahora cuenta con más funciones- podremos conducir sin desviar la vista de la carretera y nos permite disponer siempre de las informaciones más importantes para la conducción, convenientemente proyectadas en el parabrisas.
En el salpicadero se encuentra la pantalla digital con toda la información que, como es habitual en la marca, se puede gestionar de forma óptima a través del mando “iDrive” situado en la consola central. Entre los dos asientos delanteros, hay una guantera con dos tapas de apertura lateral que, en mi opinión, son pequeñas en su capacidad e incómodas de acceso.
Muchas opciones
El precio del X6 es de 75.300 euros. Cierto es que se ofrece un producto muy completo, dotado de una mecánica sofisticada y eficiente, pero está por encima de algunos automóviles que pueden considerarse como competencia directa. El equipamiento es completo y en el apartado de seguridad cuenta con airbags frontales, laterales delanteros y de cabeza para todas las plazas -los laterales traseros son opcionales- además de ABS con control de frenado en curva, control de estabilidad DSC con asistente de arranque en pendiente, control de tracción DTC, control de descenso de pendientes, control de crucero con función de frenada o el freno de estacionamiento eléctrico.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Equipa asimismo cámara de marcha atrás, cámaras de visión 360º y sensores de aparcamiento delante y detrás, que permiten realizar las maniobras con mayor seguridad. No faltan los faros de xenón, faros antiniebla, retrovisores eléctricos anti-deslumbramiento y calefactados, volante deportivo multifunción, portón trasero de apertura automática, climatizador de dos zonas, sensores de luces y lluvia y equipo de audio con pantalla LCD e iDrive, etc.
La lista de opciones es también larga y sus precios disparan el coste final del vehículo sensiblemente. Algunas de las más significativas son el paquete deportivo M que incorpora diversos detalles como un paquete aerodinámico, llantas de 19 pulgadas, chasis adaptativo, etc y que cuesta 7.235 €.
Otra opción la encontramos en el paquete Asientos delanteros de confort que añade, por ejemplo, función de memoria para la columna de dirección, soporte lumbar y ajuste eléctrico para los asientos delanteros y tiene un coste de 2.679 €. BMW ofrece también otras posibilidades como el Diseño Exterior Pure Extravagance, que se compone de estribos de aluminio, faros antiniebla de LED, llantas de aleación de 20" -275/40 y 315/35 y partes de la carrocería en color Cerium Grey. Este paquete tiene un precio de 5.337 €.
Se puede optar también al Paquete de servicios ConnecteDrive -830 €- Paquete de Navegación Professional -3.073 €. y opciones como equipo de sonido Bang & Olufsen -4.685 €- revestimientos de madera, pintura metalizada BMW individual y un largo etc.
Maneras de deportivo
El anterior X6 era ya un coche que sorprendía por su excelente comportamiento en asfalto. Sus dimensiones y peso no eran un impedimento para ofrecer un paso por curva más que notable y la conducción estaba plena de diversión, gracias a sus reacciones nobles. El actual es aún mejor. Pero vayamos por partes. El primer tramo de la prueba discurrió por rápidas autovías, en las que el nuevo X6 se desenvuelve de maravilla y se muestra francamente a gusto utilizando la posición “Comfort”.
Con ella, los ocupantes del vehículo gozan de una comodidad de marcha exquisita, ya que la suspensión absorbe cualquier irregularidad, evitando que ésta se traslade al interior del vehículo. Si tuviera que ponerle alguna pega, le pondría que en algunos tramos de carretera -dependiendo de su estado- en ese modo de conducción la suspensión se muestra algo blanda, especialmente en lo que se refiere al tren delantero.
Al abandonar la autovía e introducirme en carreteras más estrechas y viradas, fue cuando pude disfrutar de la posición “Sport”, que incide en la dirección, la rapidez en las transiciones del cambio, el tiempo de respuesta del acelerador y la dureza de la suspensión. En este caso, todo es más inmediato y directo, permitiendo practicar una conducción más “atacante” y llena de sensaciones. Los cambios son muy palpables para el conductor y el X6 se convierte en un vehículo capaz de enlazar virajes con una eficacia comparable a una berlina deportiva, con una precisión en las trayectorias sobresaliente generada por su precisa y directa dirección y unos niveles de motricidad fantásticos.
Tan solo circulando a un ritmo muy elevado, se percibe algún ligero balanceo, algo normal en un vehículo cuyo peso en vacío supera las dos toneladas. Buen trabajo el realizado por los frenos, que actúan con la potencia necesaria en todo tipo de circunstancias, aunque bien es cierto que una conducción muy agresiva prolongada acaba por provocarles un cierto “cansancio”.
Por mucho que sus prestaciones nos hagan disfrutar casi como en un deportivo, no debemos olvidar nunca el peso de este vehículo. Otro de sus puntos fuertes es la seguridad activa. El sistema de seguridad Driving Assistant (771 €) incluye el programador de velocidad con función de frenado que activa el sistema de frenos en algunas circunstancias, la advertencia por abandono involuntario de carril o un sistema que funciona a velocidades de hasta 60 km/h y que evita o, en su defecto, disminuye las consecuencias de un impacto por alcance contra peatones o bien contra otro vehículo.
Eficaz en pistas
El X6 forma parte de los todocamino de lujo pensados para ofrecer el mejor comportamiento en carretera. La conducción lejos del asfalto no es una de sus prioridades -ya que no ha sido concebido a tal efecto- pero la tracción xDrive permite circular por caminos no asfaltados con unas cotas de diversión y seguridad realmente elevadas.
La buena respuesta del motor junto a la utilización del modo de conducción “Sport” -permite desconectar el control de tracción- nos dejará disfrutar -si lo deseamos- de divertidos deslizamientos que, por supuesto, siempre debemos realizar en lugares adecuados para ello.
Si lo que queremos es circular con calma, la incorporación de control de descensos nos permitirá centrarnos en seguir la trayectoria deseada sin necesidad de controlar la dosis de freno. Sus cualidades “off” nos dejará, sin ningún problema, superar inclinadas rampas, siempre que el terreno cuente con un mínimo de adherencia. En situaciones más extremas, como por ejemplo de abundante barro, los neumáticos de bajo perfil y filosofía asfaltera, pondrán freno a nuestras intenciones. Otra de las limitaciones en montaña es la altura libre del vehículo y sus ángulos de ataque, ventral y salida son inadecuados para superar caminos rotos y, por supuesto, zonas de franqueo de obstáculos.
Buena opción
El X6 se ha sabido “poner al día” en todos los sentidos. Sus motores de última generación y respetuosos con el medio ambiente -de consumo moderado para sus características- su estética menos “grandota” -aunque sigue siendo “enorme”- y unas cualidades dinámicas excelentes, hacen del él un coche muy interesante para aquellos que quieran viajar con comodidad, seguridad y lujo.
Si además, son habituales de escapadas a esquiar o a circular por zonas de precaria adherencia, la tracción total y su potente propulsor les dará ese plus con el que viajarán con mayor seguridad. ¿Cómodo en ciudad? No mucho. Su gran tamaño dificulta la circulación por calles estrechas, impide estacionarlo en la mayoría de huecos -aunque nunca hay muchos- y su visibilidad trasera es reducida. ¿Económico? No, claro está, pero es un coche lleno de tecnología, de calidad y lujo y, eso, tiene un precio.
MUY INTERESANTE MI PREGUNTA ES ESTE DE 258 CV O EL DE 313 CV?