BMW Z4 sDrive20i: Diversión por 48.900 euros
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BMW Z4 sDrive20i: Diversión por 48.900 euros

Néstor Abarca

Néstor Abarca

5 opiniones

El BMW Z4 vuelve al mercado después de dos años de ausencia y lo hace reivindicando la pureza del concepto de los roadsters biplazas, recurriendo de nuevo a la capota de lona, con una estética muy atractiva y con tres motores de gasolina de los que hemos probado el más modesto, un dos litros turboalimentado con 190 CV de potencia. El precio base de esta versión de acceso a la gama es de 48.900 euros.

El parón de dos años en la producción del BMW Z4 ha servido para que la firma bávara se pusiera de nuevo las pilas y sacara un deportivo biplaza descapotable a la altura de rivales como el Audi TT Roadster más información en este enlace), el Mercedes SLC (comparativa con el Audi TTS en este enlace), ya a fin de vida , Porsche 718 Boxster (primer contacto en este enlace), Jaguar F-Type (más in formación de la versión de 4 cilindros en este enlace) y alguno más. El resultado es la tercera generación el Z4, un coche renovado por completo tanto en su diseño, como en su gama mecánica, en la puesta a punto del chasis y, por supuesto, en el apartado de tecnología, añadiendo las últimas novedades de BMW.

La tercera generación del BMW Z4 trae consigo una alianza de desarrollo de esas curiosas. Como muchos ya sabréis, comparte plataforma con el nuevo Toyota Supra, un modelo que probamos hace un tiempo y que si os apetece podéis ver en video en este enlace. Pese a compartir chasis, y algunas cosas más, hay muchas diferencias entre el modelo alemán y el japonés, empezando por que uno es un coupé y el otro un descapotable, incluso a la hora de ponerlos a punto se dice que cada marca siguió su propio camino dándole su toque particular.

Más carácter

El nuevo BMW Z4 desprende deportividad con tan sólo mirarlo. Incluso en parado es un coche de esos que te invitan a girarte una vez más cuando pasas por delante para asimilar todas sus líneas. Ahora es un coche mucho más imponente y musculoso, y hasta en cierto modo está mejor proporcionado.

El nuevo diseño destaca un frontal bastante agresivo, con la típica parrilla BMW que ahora adquiere un formato más ancho y bajo, y un mayor espacio para las tomas de refrigeración. También es completamente nuevo el diseño de los faros, más verticales, así como las dos nervaduras del capó que a mí personalmente me recuerdan a las del Fiat 124 Spider.

Con el acabado M Sport se incluye el paquete aerodinámico M, que añade algunos elementos estéticos como el paragolpes frontal más agresivo que le añade un toque mucho más deportivo. Visto de perfil, resaltan las nuevas líneas de tensión y unos pasos de rueda más abultados, con una salida de ventilación lateral incluida en los pasos delanteros que le añade aún más fuerza al conjunto.

Las llantas negras que acompañan a esta unidad son de 19 pulgadas estilo 799 M, que son opcionales con un sobrecoste de 1.479 euros. Lo mismo que los frenos deportivos M con las pinzas en azul que cuestan otros 769 euros adicionales.

En la parte trasera se han instalado unos grupos ópticos mucho más planos y estilizados que se extienden hasta el lateral del vehículo. La tapa del maletero incorpora un pequeño resalte en su extremo a modo de pequeño alerón tipo cola de pato, y la zona inferior del paragolpes añade una pieza en contraste como si de un difusor se tratase, con los embellecedores de las dos salidas de escape incluidos.

El nuevo BMW Z4 recupera la capota de lona como una de sus señas de identidad. Una capota que podremos elegir en dos tonalidades de color. Es eléctrica y se activa con un botón situado en la consola central. Sólo tarda 10 segundos en realizar la acción de apertura o cerrado, y lo mejor de todo es que se puede hacer en marcha, siempre y cuando no se rebasen los 50 km/h.

En cuanto a las dimensiones, el nuevo biplaza descapotable es más grande en todas sus cotas: Ahora mide 4,32 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,3 metros de alto. Sin embargo, la batalla es un poco más corta con 2,47 metros entre los dos ejes.

Salto de calidad

Con el acabado M Sport se incluyen unos fantásticos asientos deportivos con regulación eléctrica. Incluso las aletas laterales son ajustables para adaptarlas al ancho de nuestro cuerpo y mejorar la sujeción lateral en carreteras repletas de curvas.

La postura de conducción es bastante deportiva, muy baja, pero al fin y al cabo también resulta bastante cómoda. Y lo mejor de todo es que es apta para todos los públicos. Por supuesto, el volante cuenta con regulación en altura y profundidad para acabar de encontrar una regulación perfecta para todo el mundo.

En cuanto al nivel de acabados no hay que engañarnos, este Z4 presenta un nivel de ajuste y calidad realmente elevado. Los cueros y los guarnecidos son estupendos y el nivel con el que han sido ajustados cada uno de los elementos es intachable.

El diseño a mi personalmente me gusta. Me siento muy a gusto con la disposición de los mandos y, por supuesto, con la integración de un plus de tecnología gracias a las dos pantallas digitales, tanto para el sistema multimedia como para el cuadro de instrumentos que presentam, no obstante, un cuentarrevoluciones invertido, cuya lectura de complica. Es cierto que es prácticamente el mismo interior que el de otros BMW de última generación y que no se ha innovado o arriesgado demasiado, pero pienso que le sienta bastante bien a este descapotable.

Monta dos pantallas digitales de 10,2 pulgadas cada una con una calidad de imagen muy nítida. La del cuadro de instrumentos no tiene más secreto: cuentarrevoluciones, velocímetro y la posibilidad de elegir algunas opciones con información relativa a la conducción en el centro, como la navegación, por ejemplo. La segunda pantalla, situada en lo alto del salpicadero, va un paso más allá ofreciendo todo tipo de opciones: navegación, audio, conectividad con el smartphone, Apple CarPlay pero no Android Auto, así como acceso a los servicios conectados de BMW con navegación por internet. También hay que mencionar el fantástico equipo de audio firmado por Harman Kardon disponible en opción.

El maletero cuenta con una capacidad total de 281 litros. Un espacio que no varía de ninguna manera ya que los asientos no son reclinables, no tiene doble fondo y la capota no resta volumen de carga aunque la llevemos recogida.

También tiene un par de cosas prácticas, como una abertura entre los dos asientos que nos permitirá coger cualquier cosa del maletero, así como una práctica red de sujeción situada detrás de los asientos donde podremos dejar la chaqueta, la gorra o cualquier otro objeto.

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Un motor adecuado, pero soso

La versión sDrive 20i, aún siendo la menos prestacional de todas las que se ofrecen, es un buen punto de partida. Con sus casi 200 CV de potencia ya es capaz de mover con muchísima soltura al Z4, e incluso aportar un toque deportivo. Pero sinceramente, no enamora.

Aunque se muestra bastante lleno en prácticamente todo el rango de revoluciones, la entrega de potencia es quizás demasiado lineal y en ese aspecto le resta algo de sensaciones. Tampoco es un coche demasiado liviano, ronda los 1.500 kg de peso, y ello hace que no se muestre como un coche súper ágil, sino que simplemente responde bien.

Se trata de un motor de 2.0 litros sobrealimentado, de 4 cilindros, 197 CV y 320 Nm par. Todo ello va asociado a una caja de cambios automática de 8 relaciones por convertidor de par que envía la potencia a las ruedas traseras. Pese a tratarse de la variante menos potente, el Z4 sDrive 20i hace gala de un 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y una velocidad máxima de 240 km/h.

Lo que sí me ha gustado, y mucho, es la respuesta de la caja automática. Su funcionamiento es intachable tanto en su gestión automática como secuencial, con transiciones rápidas y suaves. Cuenta con levas para su gestión secuencial sin tener que separar las manos del volante, así como la posibilidad de utilizar también la propia palanca para cambiar.

Conducción para todos los públicos

La diferencia en la conducción entre los modos más confortables o los más deportivos es notable. Y lo mejor de todo es que también permite ajustarlo al gusto modificando cada parámetro por separado. Por ejemplo, puedes endurecer la dirección para hacerla más directa, seleccionar un programa de motor y cambio más eficiente, y dejar la suspensión en su tarado más blando para filtrar mejor los baches de la calzada. Todo depende de los gustos de cada uno.

El Z4 es un coche fácil de conducir, con una dirección tremendamente precisa, e incluso es complicado conseguir que la trasera llegue a perder tracción, hay que forzarlo muchísimo. Sí es cierto que no gira tremendamente plano, pero el paso por curva es muy estable y seguro. Y quizás ahí esté la clave de este coche: que es cómodo y efectivo a la vez.

Muy bien aislado

Se ha trabajado bien en aislar el interior. Con la capota puesta la insonorización es bastante buena, aunque al tratarse de un techo de lona es inevitable que se cuelen algunos sonidos del exterior o un poco de aire cuando se circula a alta velocidad. Con la capota abierta tampoco es mucho el viento que se cuela al interior, lo que permite mantener una conversación con nuestro acompañante sin tener que elevar demasiado la voz.

Lo que sí se cuela… es el sonido del escape. Y más si tenemos seleccionado el modo de conducción Sport o Sport+. Para tratarse de un cuatro cilindros me ha gustado el sonido que produce, muy suave y agradable, nada estridente.

Pero también tiene truco: los altavoces que van situados detrás de los asientos, además de hacer que nuestra música favorita suene de fábula, también amplifican un poco el sonido del escape para aumentar la intensidad en el interior.

Precio y equipamiento

El BMW Z4 sDrive 20i tiene un precio de partida de 48.900 euros. Con el acabado deportivo M sport, el cual incluye entre muchos otros elementos, el paquete aerodinámico M, la suspensión deportiva M, los asientos deportivos M, el volante de cuero M, el climatizador, la luz ambiente, las llantas de 18 pulgadas o los sensores de aparcamiento…, se eleva la cifra hasta los 53.900 euros.

Sin embargo, y como suele ser habitual en los coches premium, con eso no basta. Y si queremos acabar de redondear nuestro vehículo, habrá que pasar por caja. Y en BMW pasar por caja no es demasiado barato.

Por ejemplo, esta unidad que nos ha cedido BMW España añade el color rojo San Francisco, las llantas de 19 pulgadas, la suspensión adaptativa M, la moldura interior de aluminio, los asientos eléctricos, el paquete convertible con calefacción de los asientos y el volante, arranque sin llave o el ajuste lumbar para los asientos, el paquete Connectivity que añade entre otras cosas la carga inalámbrica para el teléfono y el paquete Innovation con faros LED adaptativos y el Head Up display. En total, son 13.549 euros en equipamiento opcional, que se dice pronto. Los cuales, sumados a los 53.900 euros que cuesta esta versión M Sport, se nos va hasta unos indecentes 67.449 euros totales.

Una cifra que se antoja, cuanto menos, cara. Muy cara… Aunque ya sabemos que es un coche de capricho, un modelo que se compra más con el corazón que con la razón, y por supuesto, con una buena cartera…

En resumen

Con esta tercera generación BMW se ha puesto las pilas y ha conseguido ofrecer un coche en mi opinión totalmente redondo. Un biplaza deportivo, nada radical. Un modelo para disfrutar tranquilamente de paseos por la costa o si lo preferimos divertirnos en una sinuosa carretera de montaña con un feeling estupendo.

En cuanto al precio… Parece caro, sí, y lo es, pero está en el mismo rango de precios que sus rivales más directos, así que en ese sentido poco podemos criticarle. Es un coche totalmente emocional. Un modelo que a todos nos gustaría tener en nuestro garaje… pero que sólo unos pocos se lo van a poder permitir.

Pros y contras

Pros

  • Estética atractiva
  • Capota rápida y aislamiento
  • Espacio interior bien distribuido
  • Respuesta del cambio

Contras

  • Cuentarrevoluciones invertido
  • Motor sin punch
  • Peso elevado
  • Precio de opciones

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francisco
francisco

me gusta la capota de lona ademas fantastico en lo demas BMW Z4 sDrive20i: Diversión

juan manuel segarra

Muy bonito el como toda la saga y restiling, que ha tenido, pero como en toda la saga nunca me han gustado los salpicaderos, hay salpicaderos de otros BMW que los veo mas bonito o deportivos.

Miguel S
| 2 respuestas

Tiene buen aspecto, pero como siempre, caro, si es un capricho como segundo coche y te sobra la pasta pues adelante, ahora, si se buscan sensaciones y disfrutar conduciendo el Mazda mx5 no se queda atrás pero por la mitad del precio, te gusta conducir?

Anónimo

Este comentario ha sido eliminado.

Anónimo

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