BYD Dolphin y BYD Seal: En España este mismo año

BYD ha anunciado qué dos coches completarán su gama europea lanzada recientemente (más información en este enlace). Se trata del hatchback de 4,30 metros Dolphin, eléctrico de 204 CV y 60 kWh de batería que se venderá después del verano a un precio que rondará los 30.000 euros y el sedán de 4,80 metros de longitud Seal, que llevará en versiones de tracción trasera e integral y de hasta 530 CV a un precio todavía por definir. En el vídeo que acompaña este artículo os presentamos ambos modelos y probamos el Atto 3, un SUV de segmento C también 100% eléctrico que ya está a la venta desde 41.400 euros.

El Dolphin es un coche distinto del que la marca vende en China desde 15.000 euros, pese a que ambos tienen una estética muy similar. La plataforma es la misma, la llamada 3.0 del fabricante, que usan también el Seal y el Atto 3, aunque con la diferencia que el modelo europeo tiene suspensión trasera multibrazo en lugar de eje rígido. También existen diferencias en las dimensiones, puesto que el modelo europeo mide 4,29 m por 4,09 del que se vende en China. La razón es la necesidad que ha tenido la marca de adaptar este coche a la legislación europea de seguridad con la idea de conseguir las cinco estrellas en las pruebas del Consorcio EuroNCAP.

El resultado de este crecimiento del coche combinado con la intención de la marca de lanzar en Europa únicamente la versión dotada del motor más potente entre los disponibles, el de 204 caballos, combinado con una batería de 60 kWh a la que podría añadirse una segunda de unos 50 kWh ha propiciado que el que era un coche de segmento B, rival directo de modelos como el Peugeot e-208, el Opel Corsa Electric o el Renault Zoe acabe incluido en el segmento C y enfrentándose a modelos como el Volkswagen ID3, el Nissan Leaf, el Renault Mégane, el Cupra Born o el MG4 que, en principio debe ser su rival directo.

El Dolphin es un coche de estética atractiva, muy similar a la de su homólogo chino, que tiene un frontal definido por una línea de luz en forma de u, un perfil en el que destaca el montante trasero decorado y una parte trasera en la que, además de unos parachoques muy prominentes que han contribuido a incrementar la longitud final, destacan los pilotos con una línea de luz que los une a todo lo ancho del vehículo y el nombre completo de la marca encima del portón, característica común a todos los modelos de BYD.

El diseño interior es también atractivo, con un salpicadero en el que destaca una pequeña instrumentación digital compartida con el Atto 3 y la ya habitual pantalla de 12,5 pulgadas que puede situarse tanto horizontal como verticalmente. El interfaz, muy parecido al de una tableta o un teléfono móvil, es fácil de utilizar, muy intuitivo y tiene, entre otras aplicaciones de serie, el acceso a Spotify.

Con unas plazas traseras relativamente amplias para tratarse de un coche originalmente de segmento B que tiene una distancia entre ejes de 2,70 m, el Dolphin ofrece un maletero de 345 litros que pueden ampliarse a 1.310 abatiendo los respaldos de los asientos traseros. El maletero dispone de un doble fondo de notable profundidad escondido bajo una tabla de notable rigidez.

Inicialmente este coche se venderá únicamente con un motor eléctrico de 204 caballos combinado con la citada batería de 60 kW hora que puede recargarse a 88 kW en corriente continua y a 11 kW como máximo en corriente alterna. La autonomía homologada es de 427 km, la velocidad máxima es de 160 km/h y la batería tiene refrigeración líquida y una bomba de calor que la mantiene estable y que facilita su uso en condiciones de baja temperatura. Como el resto de los modelos de la marca este coche dispone de la función V2L que le permite recargar dispositivos externos utilizando la energía almacenada en la batería.

En nuestra primera toma de contacto, realizada con coches de preserie en el circuito de Castellolí, pudimos realizar un breve ejercicio de comportamiento dinámico en un circuito marcado con conos en el que las conclusiones fueron inicialmente bastante positivas. El coche adolece de una suspensión bastante blanda, pero tiene un muy buen guiado y resulta muy estable, al menos en las condiciones probadas, no muy exigentes. Deberemos esperar a una prueba a fondo de este modelo para sacar más conclusiones al respecto y para confirmar, además, el consumo homologado por la marca que estará por debajo de 15 kWh cada 100 km.

Con el Seal, el otro coche que está marca China lanzará antes de final de año, pudimos realizar simplemente una prueba de aceleración, en la que confirmamos el valor de 3,8 segundos para el 0 a 100 que anuncia el fabricante, y un eslalon en el que pudimos valorar el agarre y el buen comportamiento dinámico que se augura para esta berlina 100% eléctrica que estará disponible en el mercado europeo en versiones de tracción trasera o integral.

El Seal es un coche que mide 4,80 m de longitud por 1,87 de anchura y 1,46 de altura y está construido en una versión todavía más evolucionada de la plataforma 3.0 de BYD en la que los módulos de la batería son parte integrante del chasis monocasco y, en consecuencia, contribuyen a incrementar la rigidez torsional del vehículo. El Seal es un sedán de cuatro puertas con un maletero de 402 l a los que pueden sumarse los 50 de un segundo maletero situado bajo el capó delantero.

El motor principal está situado sobre el eje trasero y para la versión de tracción trasera tiene una potencia de 313 caballos. En la versión de tracción a las cuatro ruedas, el motor trasero es exactamente el mismo, pero a esa potencia se le suman los 217 CV de un segundo motor situado sobre el eje delantero para un total de 530 CV. La primera de estas dos versiones tiene un par máximo de 360 Nm mientras que el modelo 4x4 incrementa esta cifra hasta los 670 Nm. La velocidad máxima es la misma, 180 km/h, para ambas versiones mientras que, en el apartado de la aceleración, la versión de tracción trasera se queda en 5,9 segundos, por los citados 3,8 de la versión de tracción integral.

Ambos Seal montan una batería de 82 kW hora que les permite una autonomía superior a los 500 km. La marca homologada para la versión de tracción a las cuatro ruedas 520 km en ciclo WLTP mientras que para la versión de tracción al eje trasero la autonomía será de 570 km. La recarga se efectúa a un máximo de 11 kW en corriente alterna y de 150 en cargadores rápidos de corriente continua.

Este coche nos causó muy buena impresión en lo que a diseño y calidad interior se refiere. Tiene un salpicadero de notable calidad en el que destaca una instrumentación digital bastante más grande que la del Dolphin y una pantalla central de 15,6 pulgadas que, como la de sus hermanos pequeños, es posible situar tanto en horizontal como en vertical. El interfaz es el mismo y permite controlar todos los sistemas de seguridad del vehículo además del navegador, el teléfono, el equipo de sonido (Spotify incluido) y el climatizador que queda incorporado a la pantalla principal, algo que, como sabéis, no nos convence en absoluto.

Este rival de coches como el Tesla Model 3, el BMW i4 o el Polestar 2 llegará a finales de año a un precio todavía por determinar y que seguramente la marca se verá obligada a revisar a la baja después del anuncio de Tesla de rebajar notablemente el precio de su modelo de acceso. El Seal se situará en la gama por debajo del Han, la berlina de lujo que tiene un precio de 69.990 euros, de modo que no podrá llegar a ese montante pese a que tiene una tecnología más avanzada en cuanto al chasis que el propio Han.

Finalmente, en esta presentación pudimos conducir también brevemente, en carretera, eso sí, el BYD Atto 3, del que ya os ofrecimos nuestras primeras impresiones en este artículo y del que tenéis información completa y un análisis de su comportamiento dinámico en el vídeo que acompaña a este artículo. El Atto 3 está ya a la venta en España desde 41.400 euros, un precio en línea con el de sus principales rivales en este segmento de los SUV de segmento C eléctricos.