Personal y conectado
El Citroën C3 es uno de los modelos más importantes para el fabricante francés. De las dos generaciones anteriores se han vendido más de un millón y medio de unidades y el modelo supone el 20% de las ventas totales del fabricante. No es extraño, por tanto, que Citroën haya realizado una importante inversión en el desarrollo y el lanzamiento de este nuevo automóvil que es, además, el segundo modelo, tras el C4 Cactus de la llamada "nueva Citroën".
La idea de la marca es diferenciarse lo máximo posible de Peugeot y de DS. Citroën se define como una marca generalista que quiere ofrecer productos en todos los segmentos importantes del mercado (del A al D). Para ello, diseñará coches con una importante apuesta por el confort de marcha, la funcionalidad, la conectividad y el diseño y creará -ya ha empezado con el Cactus, el nuevo C4 Picasso y este C3- una nueva imagen de marca con una serie de elementos fácilmente reconocibles.
Estéticamente, el nuevo C3 mezcla hábilmente elementos propios de la identidad de marca (faros divididos con los de día en la parte superior y los principales a media altura, airbumps laterales, montante A en color negro) con otros procedentes del mundo de los crossover como la parte inferior de los parachoques y los pasos de rueda de plástico negro o el morro del coche, prácticamente plano y elevado. Los pasos de rueda en negro, por cierto, son de serie a partir del acabado intermedio Feel.
Personalización
La marca ofrece, además, personalizar el coche, consciente de que el público quiere, cada vez más, distinguirse de los demás y expresarse con la elección de su vehículo (esta es una tendencia que todas las marcas confiesan que aparece en sus estudios de mercado, de manera que debe ser verdad). En este caso concreto, Citroën ofrecerá 9 colores de carrocería -algunos realmente diferentes- y tres colores de techo contrastado: blanco, negro y rojo. Estos tres colores pueden combinarse con los otros nueve de manera que hay 36 diferentes posibilidades de configuración. El color del techo se combina además con los marcos de los antiniebla, las carcasas de los retrovisores exteriores y un pequeño detalle en el airbump. La pintura bicolor es de serie en el acabado Shine, el más completo.
El coche mide 3,99 metros de largo, 5 cm más que antes, 1,75 de ancho, lo que supone un incremento de dos cm y 1,47 de alto lo que implica que es 5 cm más bajo. La distancia entre ejes, por su parte, pasa a ser de 2,54 metros. Este aumento de cotas se traduce en la habitabilidad, con una parte trasera en la que dos adultos se comodan perfectamente tanto por espacio para las piernas (los asientos delanteros son muy gruesos pero tienen una forma en su parte trasera que facilita la colocación de las piernas) como por altura al techo. La anchura, que impide utilizar la plaza central a un adulto, es la única pega aunque es algo común a todos los coches del segmento.
El maletero ofrece 300 litros de capacidad. Tiene formas muy regulares, banqueta trasera abatible por mitades asimétricas y un hueco debajo para una rueda de recambio de dimensiones normales o para una de emergencia. El único problema del maletero es que la boca de carga queda bastante alta, lo que obliga a elevar mucho los bultos que acrgamos o descargamos.
En las plazas delanteras, lo más destacable al primer golpe de vista es la amplitud de los asientos, realmente cómodos, al estilo de los del Cactus. Tiene un mullido muy confortable aunque la sujeción lateral es limitada y son grandes, de manera que acogen bien a cualquier persona independientemente de su talla. El volante regulable en altura y profundidad y el asiento regulable en altura proporcionan una posición de conducción muy correcta.
El diseño del salpicadero es agradable, con una instrumentación completa y la ya habitual pantalla táctil del Grupo PSA situada en el centro en una posición demasiado baja para mi gusto ya que obliga a apartar mucho la vista de la carretera. Además, a algunos usuarios les puede suceder (a mi no me pasó) que con el brazo derecho tapen parte del contenido de la pantalla. La pantalla es de serie en el acabado Shine y opcional en el Feel dentro de un pack que incluye otros elementos y que cuesta 1.650 euros.
La pantalla da servicio a los elementos habituales (navegador -de serie en el Shine y opcional en el paquete ya citado para el Feel-, equipo de audio y climatizador). Lo de que el climatizador esté integrado en la pantalla no me acaba de convencer ya que, por ejemplo, cuando circulamos siguiendo el navegador y queremos cambiar algo del climatizador -temperatura, caudal, parar el aire acondicionado- debemos cambiar de pantalla y volver a ella. En este caso, si en la instrumentación se mantienen las instrucciones del navegador no pasa nada pero no es el caso del C3. Dicho esto, también es cierto que los menús son muy intuitivos y que en cada submenú vemos muy claramente y al primer golpe de vista las posibilidades existentes. Huelga decir que el climatizador va vinculado a la pantalla y que las versiones Live y Feel, que de serie no llevan pantalla, tienen mandos del aire acondicionado (opcional en el primero) convencionales.
El diseño incluye diferentes elementos, como los tiradores de las puertas o algunos adornos similares a los del C4 Cactus y la marca ofrece tres ambientaciones interiores diferentes que podéis ver en la galería de fotos. Una de color negro con un filete rojo y detalles rojos en asientos y costuras, una con tapicería gris con costuras en amarillo y adorno textil en el salpicadero y otra con tonos de color marrón en el volante de cuero, el salpicadero, los asientos y los revestimientos de las puertas.
En lo que se refiere a los huecos porta-objetos, hay bandejas muy grandes en las puertas, una guantera también muy grande y dos pequeños huecos en la consola, uno de ellos con forma de portavasos. El freno de mano es convencional en todas las versiones y los Shine disponen de acceso y arranque sin llave con botón de puesta en marcha.
Cinco motores en la gama de lanzamiento
La gama para España incluirá cinco motores, tres de gasolina y dos diésel. Los primeros son tres unidades de tres cilindros, una de un litro y 68 CV que no probamos en la presentación y otras dos de 1,2 litros, la primera atmosférica de 82 CV y la segunda turboalimentada de 110 CV. En el apartado diésel, hay dos versiones del motor 1.6 BlueHdi de 75 y 100 CV. Todos los cambios son manuales (de seis marchas sólo en los modelos más potentes de gasolina y diésel) y más adelante llegarán las versiones con cambio automático.
Probamos la versión de 82 CV en ciudad y la de 110 CV con cambio automático en carretera. Por razones de producción, la marca no disponía en la presentación de unidades con motor diésel. El motor de 82 CV me pareció más que suficiente para circular por ciudad. No tiene un empuje descomunal pero es bastante elástico y combina bien con el cambio manual de cinco marchas.
El C3 es un coche eminentemente urbano, muy bien adaptado a este entorno donde se mueve como pez en el agua por sus recortadas dimensiones, su excelente maniobrabilidad y su posición de conducción, que me pareció ligeramente más elevada que en otros coches del segmento, lo que en ciudad es una ventaja. La dirección, muy asistida y, sobre todo, una suspensión muy blanda que filtra perfectamente todos los baches por debajo de 80 km/h. le convierten en un coche ideal para ciudad.
En autopista mantiene el extraordinario confort que Citroën ha buscado como primera consideración. El coche es realmente confortable y no presenta problemas de estabilidad. Además, se conduce con mucha facilidad, con un cambio algo gomoso pero preciso. El motor de gasolina de 110 CV curiosamente no me gustó tanto como el de 82 CV. Es verdad que le exigí más que al de 82 y que el cambio automático no me gustó demasiado pero esperaba una respuesta algo más franca de un motor que anuncia 110 CV.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
En carretera, el motor recupera bien sólo a partir de 2.500 vueltas y la entrega antes de ese régimen es casi inexistente. Luego, estira mucho, hasta casi 6.500 vueltas pero hace bastante ruido, algo propio por otra parte de su condición de tricilíndrico. El principal problema es, no obstante, el cambio. Se trata de la nueva caja de cambios EAT6 del Grupo PSA que había probado ya en otros coches y que me gustaba bastante.
En el C3, sin embargo, no me gustó. Lo encontré muy lento, tanto en el modo automático como, sobre todo, en el manual que funciona desplazando la palanca (tirando de ella para subir marchas y empujándola para bajarlas) y que no respeta las decisiones del conductor (cambia al llegar al régimen máximo sin llegar a cortar y baja marchas al acelerar aunque el conductor no lo desee). Finalmente, al parar el coche en un semáforo, hay que vencer con el freno la tendencia del coche a avanzar cuando se mantiene el cambio en posición D, tendencia molesta y que desaparece al entrar en acción el Start-Stop, algo brusco, por cierto. Visto lo visto y a falta de probar el diésel, aconsejo el motor de 110 CV con el cambio manual de seis velocidades.
Citroën anuncia consumos de menos de cuatro litros para las versiones diésel y como es habitual en el Grupo PSA ha decidido ofrecer consumos reales validades en conducción en carretera con equipaje y pasajeros a bordo y con conductores no profesionales. El de 82 CV consume seis litros, el de 100 CV manual 6,8 y el diésel de 75 CV gasta 4,9 litros a los 100 km en estas condiciones. El consumo homologado es de unos 2 litros menos en todos los casos y ninguna versión supera los 120 gramos de CO2 por kilómetro.
Gama completa con tres acabados
Citroen ha iniciado ya las ventas del coche con tres acabados, Live, Feel y Shine. El modelo básico Live lleva de serie 6 airbags, asistente de arranque en pendiente (el de 68 CV no), alerta de cambio de carril, detector de fatiga, reconocimiento de señales, control de crucero con limitador, elevalunas delanteros y kit antipinchazos. Las llantas son de chapa de 15 pulgadas y hay un paquete que incluye el aire acondicionado y la radio que cuesta 1.300 euros y que es imprescindible, de manera que el precio inicial para el Live 68 CV que es de 11.750 euros, en realidad es de 13.050 incluyendo el descuento de lanzamiento.
Las versiones con acabado Feel disponen de faros antiniebla, aire acondicionado, radio con Bluetooth y USB, luces de día de LED, pasos de rueda y parachoques en negro y neumáticos más anchos. Por 1.750 euros hay un paquete opcional que incluye el navegador con la pantalla de 7 pulgadas, climatizador, sistema mirror screen para compatibilidad de aplicaciones del móvil, llantas de aleación de 16 pulgadas y los airbumps.
Todos los elementos incluidos en el Pack Feel son de serie en el acabado Shine que además, incluye el techo bitono, elevalunas traseros, el sistema Citroën Connect para la radio, faros y limpias automáticos, cámara de marcha atrás con sensores de proximidad, cristales traseros oscuros y volante de cuero. Opcionalmente, puede montar una cámara en la base del retrovisor interior que permite hacer fotografías y grabar vídeos de lo que ocurre fuera del coche (delante del mismo).
Con una lente de 120 grados, esta cámara envía las fotos y los clips de video de 20 segundos a una aplicación que se descarga gratuitamente en el móvil y que permite compartir las imágenes en las redes sociales. Para hacer una foto hay que apretar un botón detrás del retrovisor y para grabar, mantener ese botón pulsado unos segundos. Esta cámara, que cuesta 300 euros, tiene también una interesante función. En caso de accidente (cuando se activan los airbags), la cámara retiene el último minuto transcurrido y graba el minuto posterior al accidente, algo que puede resultar muy útil en la reconstrucción del mismo.
Estos son los precios de la gama C3, ya a la venta en todos los concesionarios de la marca
Gasolina
Citroën C3 PureTech 68 Live 11.750 € Citroën C3 PureTech 68 Feel 12.850 € Citroën C3 PureTech 82 Feel 13.500 € Citroën C3 PureTech 82 Shine 15.950 € Citroën C3 PureTech 110 S&S Feel 14.900 € Citroën C3 PureTech 110 S&S Shine 17.350 €
Diésel
Citroën C3 BlueHDi 75 S&S Live 14.000 € Citroën C3 BlueHDi 75 S&S Feel 15.100 € Citroën C3 BlueHDi 75 S&S Shine 17.550 € Citroën C3 BlueHDi 100 S&S Feel 16.000 € Citroën C3 BlueHDi 100 S&S Shine 18.450 € Citroën C3 PureTech 82 105g Business 15.150 € Citroën C3 BlueHDi 75 S&S 83g Business 16.750 €
Me encantaría ver un C4 con la evolución de este C3.