Citroën C4 Cactus: Alfombra voladora
PRESENTACION

Citroën C4 Cactus: Alfombra voladora

Jaume Gustems

Jaume Gustems

3 opiniones

Citroën ha renovado considerablemente el C4 Cactus, acercando su estética a la de la berlina C4 y modificando su sistema de suspensión, con el objetivo de hacerlo más confortable. El resultado es un C4 Cactus menos crossover, más convencional, pero igual de interesante.

El Citroën C4 Cactus se lanzó en 2014 como una berlina del segmento C con estética crossover, marcada por sus originales e inconfundibles Airbump laterales. Este detalle, junto con una línea muy parecida a la de un concept, no dejó a nadie indiferente. Su filosofía de coche asequible, diferente, de tamaño compacto, recuperaba el concepto de aquellos Citroën populares, desde el 2CV, pasando por el Mehari o el GS. El C4 Cactus ha sido hasta ahora un compacto bien aceptado, del cual se han fabricado 260.000 unidades desde el centro de producción de la marca en Madrid.

Cuatro años después Citroën ha decidido renovar este modelo con una fórmula un tanto especial: aprovechando el fin de vida comercial del Citroën C4, la referencia de la marca en el segmento de las berlinas compactas, ha realizado una simbiosis estética entre ésta y el C4 Cactus, con el resultado que podéis ver en las imágenes. El nuevo Citroën C4 Cactus es una mezcla entre el C4 y el C4 Cactus tal y como lo conocíamos hasta ahora, para bien y para mal. Pensando en positivo, gana en refinamiento exterior e interior, sube un poco su nivel de equipamiento y quizás encaje más con los gustos de un público más amplio. Pero pierde parte de esa personalidad marcada por su estética conceptual y crossover a la vez. Ahora es más convencional, menos atrevido.

Muchos elementos nuevos

El nuevo Citroën C4 Cactus adopta detalles estéticos del Citroën C4, que deja de fabricarse. Su aspecto es menos todocamino.
El nuevo Citroën C4 Cactus adopta detalles estéticos del Citroën C4, que deja de fabricarse. Su aspecto es menos todocamino.

Veamos. Las líneas generales del anterior C4 Cactus se mantienen. Sus dimensiones son calcadas, excepto el incremento de dos centímetros en longitud. Mide 4,17 metros de largo, 1,70 de ancho (1,97 con retrovisores) y 1,48 de alto (1,53 si se colocan los raíles de techo). Esos dos centímetros de más vienen dados por los cambios en el frontal, donde se han colocado unos nuevos faros LED, con luces diurnas con diferente grafismo, una nueva parrilla de doble lama con el logo del doble chevron en el centro y un nuevo paragolpes que recoge los antinieblas con un nuevo marco en color. En este paragolpes también podéis ver unas falsas entradas de aire en los laterales, que contribuyen a dar un efecto visual de mayor amplitud.

En los laterales, el principal cambio son la sustitución de los grandes Airbump por unos más pequeños y en una posición inferior. Las barras de techo desaparecen en el coche de serie, y si las queréis, hay que pedirlas como opción.

Las luces traseras tienen nuevo diseño y el portón es ahora del color de la carrocería. También cambia la forma del paragolpes.
Las luces traseras tienen nuevo diseño y el portón es ahora del color de la carrocería. También cambia la forma del paragolpes.

Atrás se ha modificado el portón, que ahora ya no tiene la superficie plástica negra y se acaba en el mismo color de la carrocería. Las luces traseras son más estrechas y tienen nuevos grafismos de tipo LED, y cambia la forma del paragolpes trasero.

Todo en conjunto le da un aspecto más de berlina, no tanto de crossover. Se ve más refinado, más elegante.

Interior más confortable y refinado

El interior no cambia en lo básico, pero tiene una nueva consola central y nuevos asientos, más confortables.
El interior no cambia en lo básico, pero tiene una nueva consola central y nuevos asientos, más confortables.

La búsqueda de ese mayor refinamiento también está presente en el habitáculo, que se equipara de alguna manera a lo que ofrecía hasta ahora el Citroën C4. Esto es lo que ha llevado a sustituir los asientos del anterior C4 Cactus por unos con espuma de mayor densidad y una nueva tapicería acolchada. Estos asientos sujetan mejor el cuerpo y retardan el cansancio, al estar mejor diseñados. Citroën los ha bautizado como “Advanced Comfort”, y forman parte del programa con el mismo nombre que busca potenciar un aspecto tan clave en la conducción como el confort de marcha.

Citroën quiere ser la referencia del mercado en este aspecto, y la mayoría de cambios que ha experimentado este nuevo C4 Cactus buscan potenciar la ausencia de ruidos y vibraciones durante la marcha. Se ha incidido especialmente en la insonorización del habitáculo, construyendo el coche con cristales más gruesos, más material en el habitáculo, tanto en el salpicadero como en el suelo, y nuevas juntas de estanqueidad. No recuerdo especialmente que el anterior C4 Cactus estuviese especialmente mal insonorizado, pero os puedo confirmar que la insonorización en este nuevo modelo es buena. Al menos, en la versión de gasolina que tuve oportunidad de probar.

Los 4,17 metros de longitud lo convierten en un coche muy compacto, ideal para un uso diario.
Los 4,17 metros de longitud lo convierten en un coche muy compacto, ideal para un uso diario.

El salpicadero es el mismo que el del C4 Cactus precendente, y por lo tanto, cuenta con las dos pantallas digitales que parecen “flotar” sobre un salpicadero con un diseño muy horizontal, minimalista. Una de estas pantallas, la del centro, es de 7 pulgadas y se utiliza de forma táctil, pero capacitiva. Un simple toque con la yema de los dedos da la órden para cambiar entre los menús del sistema , por ejemplo. También ha mejorado la usabilidad del sistema Connect Nav y del Mirror Screen.

También podemos manejar el sistema mediante órdenes de voz, muy útil mientras vamos conduciendo.

Las suspensiones con amortiguadores de progresividad variable lo convierten en un coche ultracómodo, siempre que circulemos acordes a la filosofía rutera y tranquila de este vehículo.
Las suspensiones con amortiguadores de progresividad variable lo convierten en un coche ultracómodo, siempre que circulemos acordes a la filosofía rutera y tranquila de este vehículo.

Desaparece la pieza acolchada que en la versión con cambio automático se colocaba entre los dos asientos delanteros, y que simulaba un “sofá” al conectarlos visualmente. En su lugar, se ha colocado una consola central muy convencional, que ofrece un hueco delante de la palanca de cambio, portabebidas y una guantera de pequeño tamaño. Los objetos más grandes hay que colocarlos en la generosa guantera del acompañante, que abre hacia arriba. Esto ha obligado a colocar el Airbag en el techo, no en el salpicadero.

La combinación de estos nuevos materiales y el nuevo diseño dan un toque más elegante y a la vez, más clásico, a este habitáculo. En Citroën parecen haber pensado: “vamos a lo seguro, a ofrecer lo que gusta a todo el mundo”, pues el giro hacia un mayor convencionalismo es evidente.

Citroën mantiene la denominación comercial inicial, aunque el coche haya cambiado un poco su filosofía.
Citroën mantiene la denominación comercial inicial, aunque el coche haya cambiado un poco su filosofía.

En las filas traseras no hay cambios, y el espacio es correcto, tanto entre filas como en anchura y altura al techo. El techo panorámico es fijo, no practicable, y no tiene cortinilla para protegerse del sol. El propio vidrio está tratado para filtrar los rayos solares.

El maletero tiene una capacidad de 358 litros, y es capaz de ofrecer 1.170 litros si se abaten los respaldos de la segunda fila. El sistema es sencillo, se hace de forma mecánica, pero lamentablemente no queda un piso totalmente plano.

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Tres gasolina y un diésel

El nivel de personalización es interesante. Los marcos de los antinieblas, junto con los de los airbumps, pueden pedirse en varios colores.
El nivel de personalización es interesante. Los marcos de los antinieblas, junto con los de los airbumps, pueden pedirse en varios colores.

Los motores son los conocidos Puretech de gasolina con 82, 110 o 130 CV, según la versión, y el diésel BlueHDI 100 de 99 CV, que a partir de octubre también se ofrecerá con una potencia de 130 CV. Pueden ir unidos a un cambio manual de seis velocidades o un automático, también de seis marchas, en las versiones más potentes.

En la presentación que Citroën organizó en la Provenza francesa, cerca de Marsella, pude conducir brevemente la versión Puretech de 130 CV, de tres cilindros. Es un buen motor, que ofrece una respuesta muy correcta a bajas vueltas y estira hasta las 5.500 vueltas sin titubeos. Para ser un tres cilindros, la respuesta es muy buena, y el consumo también es correcto. Oficialmente, este motor gasta una media de 4,8 l/100 km., 5,3 l/100 km. en la versión con cambio automático.

El comportamiento en carretera del nuevo C4 Cactus es diferente al del anterior modelo. Se prioriza el confort, hasta el punto de que sus suspensiones son mórbidas en exceso.
El comportamiento en carretera del nuevo C4 Cactus es diferente al del anterior modelo. Se prioriza el confort, hasta el punto de que sus suspensiones son mórbidas en exceso.

El confort de marcha que antes os comentaba que Citroën ha potenciado en este nuevo modelo no sólo se centra en los nuevos asientos y la mejora de los acabados. El punto más importante es la introducción de una nueva suspensión a base de amortiguadores progresivos hidráulicos que dan una mayor progresividad a la respuesta de la amortiguación tanto en compresión como en extensión. Además, tiene un tarado muy suave, por lo que el filtrado de los baches, especialmente los más pequeños, es sorprendente.

Citroën quiere recuperar aquella sensación de “alfombra voladora”, tal y como definen ellos mismos, que caracteriza a algunos clásicos de su historia, como el Citroën GS o el CX. Y ciertamente, el confort que se consigue con esta suspensión es excelente. No obstante, también es cierto que es una suspensión muy mórbida, que no contribuye precisamente a evitar los balanceos de la carrocería, que son notables en las curvas si vamos a un ritmo alegre. Por lo tanto, el nuevo C4 Cactus ofrece un comportamiento un tanto especial, fuera de lo común. Gustará a los que buscan un coche muy cómodo ante todo, un coche rutero para desplazamientos por carretera a un ritmo tranquilo. Si vuestro recorrido habitual incluye carreteras de montaña, no es el compacto más eficaz.

La gama de motores no ha cambiado y se mantienen los de gasolina de tres cilindros más un diésel BlueHDI 100. En otoño llegará el diésel de 130 CV.
La gama de motores no ha cambiado y se mantienen los de gasolina de tres cilindros más un diésel BlueHDI 100. En otoño llegará el diésel de 130 CV.

A pesar de ello, el guiado es muy bueno, y el coche transmite confianza. De hecho, las modificaciones en la suspensión se han hecho sobre el mismo chasis del anterior modelo, que ya ofrecía un buen comportamiento. Es la misma plataforma que se monta en el Citroën C3 Aircross.

En autopista y vías rápidas hace gala de una buena insonorización, algo que la marca francesa también ha cuidado en esta nueva versión del C4 Cactus. Se montan lunas más gruesas, nuevas alfombras y tapizados, así como unas nuevas juntas de estanqueidad.

A la hora de circular, las versiones más completas pueden equipar hasta 12 sistemas de asistencia a la conducción, como el frenado automático de emergencia, alerta de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales de tráfico, vigilancia de ángulo muerto o la cámara de visión trasera, entre otros.

Buen equipamiento

El Citroën C4 Cactus es una buena alternativa para los que busquen un compacto económico y bien equipado. Su particular estética lo sigue diferenciando de la competencia.
El Citroën C4 Cactus es una buena alternativa para los que busquen un compacto económico y bien equipado. Su particular estética lo sigue diferenciando de la competencia.

Citroën comercializa esta berlina en cuatro acabados diferentes: Live, Feel, Shine y Business, éste dedicado a flotas. La pantalla táctil de 7 pulgadas es de serie desde el acabado Live, además del sistema de audio MP3 Arkamys con toma USB y Toma 12V, aire acondicionado, volante regulable en altura y profundidad, retrovisores plegables eléctricamente, regulador y limitador de velocidad y las suspensiones de amortiguadores progresivos hidráulicos, entre otros.

El acabado Feel añade la ayuda al estacionamiento trasero, climatizador, volante de cuero, reglaje lumbar en el asiento del conductor, llantas de 16” de aleación y faros antiniebla con función cornering light, entre otros.

El acabado Shine se caracteriza por montar el Citroën Connect Nav con Mirror Screen y sistema de reconocimiento de voz, la ayuda al estacionamiento delantero, retrovisores calefactables y abatibles eléctricamente, reglaje de altura del asiento del pasajero y llantas de aleación de 17”, entre otros.

Los PVP quedan de la siguiente manera:

Citroën C4 Cactus PureTech 82 Live 14.900€ Citroën C4 Cactus PureTech 82 Feel 15.900€ Citroën C4 Cactus PureTech 110 Live 15.800€ Citroën C4 Cactus PureTech 110 Feel 16.800€ Citroën C4 Cactus PureTech 110 EAT6 Feel 18.100€ Citroën C4 Cactus PureTech 110 Shine 17.800€ Citroën C4 Cactus PureTech 110 EAT6 Shine 19.100€ Citroën C4 Cactus PureTech 130 Feel 17.800€ Citroën C4 Cactus PureTech 130 Shine 18.800€ Citroën C4 Cactus BlueHDI 100 Live 16.800€ Citroën C4 Cactus BlueHDI 100 Feel 17.800€ Citroën C4 Cactus BlueHDI 100 Shine 18.800€ Citroën C4 Cactus BlueHDI 100 Business 17.300€

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Anónimo

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 Don Antonio
Don Antonio
| 1 respuesta

Alfombra voladora?. Vaya Jaume, que genio es usted.

Anónimo

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