¿Cómo incrementar la autonomía de un coche eléctrico? Esta es una pregunta recurrente en aquellas personas que ya han dado el salto a la movilidad eléctrica y que se plantean, sobre todo, hacer viajes largos con su coche. En este vídeo vamos a daros algunos consejos para aprovechar al máximo la energía de vuestro coche eléctrico lo que, en algunos casos, nos puede permitir ahorrarnos una parada extra. Para ello utilizaremos un Hyundai Ioniq 6, una berlina eléctrica pensada para viajar en familia.
El Hyundai Ioniq 6 utilizado tiene dos motores eléctricos, uno en cada eje, tracción a las cuatro ruedas y una potencia conjunta de 325 CV. Su batería de iones de litio tiene una capacidad de 77,4 kWh y su autonomía homologada en ciclo WLTP es de 519 kilómetros, una cifra que nos permitiría, por ejemplo, viajar de Barcelona a Madrid con una única parada a recargar. Gracias a su notable aerodinámica, con un coeficiente CX de sólo 0,21, y a un peso de 2.113 kilos, este coche homologa un consumo medio de 16,9 kWh… y acelera de 0 a 100 km/h. en poco más de cinco segundos. Los coches eléctricos funcionan al revés que los de combustión. Un coche de gasolina o diésel gasta más en ciudad que en carretera porque se producen aceleraciones constantes en marchas cortas mientras que en autopista vamos a punta de gas y en marchas largas, lo que permite que el motor se revolucione menos y gire en su momento óptimo de eficiencia. Los eléctricos, al no tener cambio, consumen en función de lo que se use el acelerador y, como en ciudad aceleramos menos y, sobre todo, mantenemos menos el acelerador pisado, gastaremos menos. Pero es que, además, en ciudad recuperamos energía de manera constante y esa energía se reutiliza para incrementar la autonomía, de ahí que todos los coches eléctricos tengan una autonomía urbana homologada superior a la media.
¿Cómo ganar autonomía en ciudad con un coche eléctrico?
En ciudad hay que aprovechar la tecnología del coche. Por ejemplo, usar siempre que sea posible el modo Eco. Este modo suele limitar la potencia del motor, pero es que en ciudad no necesitamos toda la potencia. También limita otros elementos como la climatización, pero en la mayoría de los coches eléctricos podemos programar la climatización del habitáculo durante la recarga de modo que al emprender la marcha ya tengamos el coche a la temperatura deseada. Si salimos con el coche a 21 grados, al circular, el equipo de refrigeración deberá solo mantener esos 21 grados en lugar de emplear energía de la batería para alcanzarlos. Otro aspecto para tener en cuenta en ciudad es emplear el modo de regeneración de energía más elevado posible. Los coches eléctricos tienen diferentes grados de regeneración. En ciudad es importante elegir la máxima, en primer lugar, para recuperar tanta energía como sea posible y, en segundo lugar, para evitar el desgaste de frenos. Además, la energía que se libera al frenar usando los discos de freno, por ejemplo en frenadas fuertes, es energía que perdemos.
En ciudad es interesante conducir con el modo de pedal único, que nos permite acelerar y frenar solo con el pedal del gas; acelerando presionándolo y frenando simplemente soltándolo. Con la regeneración máxima, conseguimos que el coche reduzca mucha velocidad al soltar el gas y eso, en ciudad, nos va estupendamente para evitar frenar. Cuando le cogemos el truco al funcionamiento del pedal único, ya sabremos donde levantar el pie cuando se acerca un semáforo, un stop o una fila de coches parados y rara vez tocaremos el freno para detener nuestro coche. Por cierto, que, en modo de pedal único, en ocasiones deberéis mantener el gas pisado para que el coche avance en las bajadas. Es normal. Y no os preocupéis ya que, si os fijáis en el indicador de energía, en ocasiones el coche avanza a base de acelerador y, al mismo tiempo, recarga. Finalmente, para ciudad, el consejo de siempre: Suavidad y gas muy progresivo. Salir de los semáforos dejando a todos clavados mola, pero va contra el consumo y contra la autonomía. Los acelerones en los eléctricos son lo peor para el ahorro de energía, de modo que es mejor arrancar suavemente y ganar velocidad lentamente. Al fin y al cabo, no vamos a pasar de 50 km/h. O de 30, en según que calles, así que, puntita de gas.
¿Cómo se conduce un coche eléctrico en autopista y carretera?
Salgamos ahora de la ciudad. Para circular en carretera y autopista, un buen consejo antes de salir es revisar la presión de los neumáticos. En un coche eléctrico, que suele pesar más que uno convencional, circular con los neumáticos a menos presión de la adecuada incrementa el consumo de energía. Hoy, la mayoría de los coches tienen un sistema de control de presión incluido en el ordenador de a bordo. Acostúmbrate a consultarlo antes de emprender la marcha, cuando las ruedas están frías y los datos de presión sean los reales. En carretera y autopista, el enemigo del consumo es la velocidad. Parece de Perogrullo, pero es así los coches eléctricos son extremadamente sensibles a la velocidad. En una autopista llana y con el control de crucero a 100 km/h., nuestro Ioniq 6 gasta 13 kWh , mientras que si lo subimos a 120 km/h. el consumo se estabiliza en 18 kWh. No voy a aconsejaros que circuléis a 100 en autopista, pero sí que, si no hay prisa… no es una mala idea. La autopista requiere también suavidad. Aquí es mejor no utilizar la frenada regenerativa y apostar por la regeneración mínima o por el modo vela que tienen algunos eléctricos y que les deja en rueda libra cuando se levanta el pie del gas para evitar que se pierda velocidad. A los eléctricos, sobre todo si son muy aerodinámicos como el Ioniq 6 y montan neumáticos con muy poca resistencia a la rodadura, les va perfecto no perder velocidad ya que con muy poca aceleración mantienen la velocidad. Otro buen consejo es reducir un poco la velocidad en las subidas y aumentarla en las bajadas para compensar. Sin pasar de 120, evidentemente.
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¿Nos interesa utilizar el control de crucero en un coche eléctrico?
Para ahorrar no nos interesa usar el control de crucero. Tanto si es convencional como si es activo, caso del de nuestro Hyundai Ioniq 6, el control de crucero tiende a recuperar la velocidad establecida lo más rápidamente posible y a mantenerla. ¿Qué significa eso? Pues que en las cuestas gastará más porque las subirá a los 120 señalados cuando nosotros, para ahorrar un poco, bajaríamos algo la velocidad y cuando encuentre un camión adelantando y reduzca a 90, por ejemplo, al apartarse el camión recuperará muy rápido hasta 120. Si lo hacemos nosotros con menos aceleración y en más tiempo o esperando una bajada, evidentemente gastaremos menos. En carretera hay que intentar aprovechar todas las argucias posibles, pero siempre, conduciendo con suavidad. Las aceleraciones y las frenadas bruscas no nos ayudarán nada, las primeras porque gastan mucho y las segundas porque no recuperan. Es mejor intentar mantener una velocidad constante, sin altibajos, acelerando con suavidad a la salida de las curvas y frenando también con suavidad y alargando la frenada para que sea el sistema de regeneración el que se encargue de ello, recuperando energía. En carretera, si es muy llana, regeneración baja, como en autopistas y si es de montaña, con mucha curva, mucha subida y mucha bajada, regeneración media o alta, ya que, además, nos genera mucho freno motor y eso también es bueno para el control del vehículo. Otro truco en carretera es, cuando vemos que se acerca un repecho, bajar la regeneración al mínimo y acelerar suavemente para ganar velocidad en llano o en bajada para después soltar el gas al inicio de la subida y usar la inercia para la parte ascendente. En subidas largas esto no vale, pero en pequeñas cuestas y repechos igual nos vale para llegar arriba sin gas a una velocidad coherente.
Y en las bajadas de puertos de montaña, mucha regeneración para frenar el coche sin usar en exceso los frenos y mantener la velocidad de paso por curva simplemente insinuando una leve presión del gas. La orografía hará el resto, el gasto será mínimo y ganaremos autonomía no solo gastando poco sino regenerando el máximo posible. Y evidentemente, no os olvidéis de los consejos habituales en los eléctricos. Si vais a emprender un viaje largo, planificad la ruta y las paradas de recarga para que coincidan con las horas del desayuno y la comida, por ejemplo, si hay diferentes alternativas, elegid la de orografía menos exigente y en el día a día, intentad cargar siempre a la menor potencia posible y, si no vais a hacer muchos kilómetros, parad la carga alrededor del 80% e intentad no apurar aprovechando hasta el último kwh ya que todo ello va en contra de la duración de la batería.
Si vivís en una casa o en un piso donde podéis instalar vuestro cargador, hacéis recorridos urbanos entre semana y viajes cortos o medios en fin de semana o incluso largos con cargador en destino, si vuestra forma de vida se adapta ya a la movilidad eléctrica, pasarse a un coche como este Hyundai Ioniq 6 o a cualquier eléctrico de viaje ya es una decisión razonable. Ahorraréis dinero y si seguís estos consejos minimizaréis el problema de la autonomía que, hasta que no lleguen baterías capaces de garantizarnos 1.000 km entre recargas y recargas en 5 minutos, que llegarán, es el principal inconveniente de los eléctricos.
La imagen lo dice todo, ahorcate.... tal cual esta.... jjajajjajajajajaja