Cupra León eTSI 150 CV contra TSI 190 CV

El León es uno de los modelos más importantes de la historia de Seat. Una historia que se entremezcla en la actualidad con la marca Cupra. Antes, los Cupra León tenían en torno a 300 CV. Ahora, te puedes comprar un Cupra León de 150 CV.

Toda la oferta de Cupra en coches.net

Bueno, quien dice “te puedes comprar”, en realidad dice que si quieres un León de gasolina con 150 CV, sólo te vas a poder comparar un Cupra. Porque ya no existe en la gama Seat. Lo mismo ocurre con el motor de 190 CV. Antes te podías comprar un Seat León de gasolina con 190 CV o 180 CV pero ya no. Si quieres un León de 190 CV, te tienes que comprar un Cupra.

Cupra León 150 y 190 son las dos versiones de acceso a la gama. ¡Y también son las dos versiones más baratas! (Si se le puede llamar barato a un coche de más de 30.000 euros). Pero es que además, la diferencia de precio entre el de 150 CV y el de 190 CV es de poco más de 900 euros, en igualdad de equipamiento.

El Cupra León de 150 CV tiene un precio de 32.950 euros. Monta un propulsor de 4 cilindros y 1.5 litros con los mencionados 150 CV y 250 Nm de par motor. Por su parte, el Cupra Leon de 190 CV apuesta por un motor de 2.0 litros, con 190 CV y 320 Nm de par motor. Y su precio arranca en 33.910 euros, sólo 960 euros más.

Entonces, partiendo de esta base, nos hemos planteado la siguiente pregunta: Por prácticamente el mismo precio, ¿cuál elijo? ¿el de 150 o el de 190 CV? ¡Intentemos resolverlo!

Otra de las diferencias, además de la evidente potencia entre un coche y otro, la encontramos en su chasis. Como muchos de vosotros ya sabréis los modelos de Seat y Cupra de 150 o menos caballos montan una suspensión trasera más simple, de tipo eje torsional, mientras que el de 190 CV o los más potentes, ya equipan una suspensión trasera más trabajada de tipo multibrazo.

Los dos tienen un cambio automático de doble embrague con 7 velocidades, que podríamos pensar que es el mismo, pero no es así. Este modelo de 150 CV tiene un cambio en seco, mientras que el de 190 CV va bañado en aceite. ¿Durante la conducción lo váis a notar? No. Pero digamos que el segundo va algo más protegido y se suele montar en los coches más potentes del Grupo.

Ambas versiones nos parecieron estupendas para viajar. Tienen potencia de sobra y aunque una tiene 40 CV más que la otra, rodando a altas velocidades constantes no encontramos prácticamente diferencia entre ellas.

Ambas cuentan con un sistema de conducción a vela que funciona a la perfección, desconectando la marcha y dejando que el coche se mueva por inercia cuando soltamos el pie del acelerador en situaciones favorables, como en bajadas o en llaneo, y logrando así mantener unos consumos bastante contenidos.

A nivel mecánico es evidente que el León de 190 CV tendrá unas prestaciones superiores respecto al de 150 CV, pero echando un ojo a sus fichas técnicas quizás nos sorprende incluso demasiado la diferencia que hay entre uno y otro en aceleración pura. Mirad, el de 150 CV hace el 0 a 100 en 8,7 segundos, mientras que el de 190 tan sólo necesita 7,2 segundos, 1 segundo y medio menos. Sería del todo lógico si no tuviéramos en cuenta que el más potente es casi 100 kg más pesado.

Por supuesto, el tema del par motor es un elemento incluso más importante que la potencia pura en caballos. Y en este caso el León de 190 se desmarca bastante con sus 320 Nm frente a los 250 Nm del motor de 150 CV. Y por si fuera poco, pese a que ambos empiezan a entregar todo ese par a 1.500 rpm, el 2.0 TSI de 190 CV lo mantiene hasta más allá de las 4.000 vueltas, mientras que el de 150 a 3.500 va para abajo.

Otra diferencia, y es que resulta que el motor 1.5 de 150 CV es un eTSI, mientras que el 2.0 de 190 es un TSI a secas. Esto significa que es un micro-híbrido, con un sistema de 48V, que ayuda ligeramente en algunas fases de máxima demanda, como en arrancadas, por ejemplo. En teoría ayuda a reducir ligeramente el consumo, aunque sinceramente, prácticamente no se nota.

Nos cuesta pensar que la micro-hibridación sea una solución merecedora de la pegatina ECO de la DGT, porque su motorcito eléctrico no es capaz ni de mover al vehículo y, por lo tanto, nunca circula en modo eléctrico. Apenas ofrece una pequeña ayuda en ciertas fases de la conducción pero nos parece realmente tan insignificante que es que ni se percibe cuando estás al volante.

El chasis del Cupra León es fantástico. Tanto en la versión de 150 CV con un esquema trasero de suspensión más simple como en el caso del 190. El aplomo que presentan, el guiado, y ese tacto deportivo característico de los Cupra se siente desde el primer momento en el que te pones al volante de uno. Aunque forzando un poco realizando una conducción más deportiva, el Cupra León de 190 CV se percibe más aplomado y más ágil en una carretera revirada.

Aunque el motor de 150 CV nos parece una excelente opción para el día a día, lo cierto es que se nos queda "corto" para todo un Cupra. Es una mecánica que montan muchos modelos del Grupo, probada, y con una relación prestaciones-consumo bastante buena. Sin embargo, la de 190 CV está mucho más llena en todos los sentidos, especialmente a bajas vueltas, donde el mayor par motor empuja al coche con mucha más soltura.

Al final, sumando toda la jornada de pruebas, el consumo del Cupra León de 150 CV fue de 6,7 l/100 km, mientras que el del 190 CV se plantó en 7,2 l/100 km. Hay medio litro de diferencia entre uno y otro en estas condiciones, carretera y autopista, una diferencia que posiblemente suba un poco más si metemos trayectos de ciudad en la ecuación.

¿Con cuál os quedaríais vosotros? ¿Con el de 150 CV y su consumo inferior o con el de 190 CV asumiendo ese gasto extra en consumo?