El DS 4 es un coche compacto premium que compite con modelos como el BMW Serie 1, el Mercedes Clase A o el Audi A3. No tiene la deportividad de los modelos alemanes, pero en cambio, tiene un diseño realmente atractivo y un habitáculo donde se combinan todos aquellos elementos que confluyen en lo que se ha dado en llamar el lujo a la francesa, un lujo sofisticado que busca, por encima de todo, el confort y el placer de viajar. El DS4 lleva ya un tiempo con nosotros y se vende menos de lo que sus cualidades merecerían. Ahora incorpora una nueva mecánica básica, la de 3 cilindros y 136 CV híbrida y esta es precisamente la que vamos a probar en su acabado máximo, el de la colección Antoine de Saint-Exupéry
Tu DS4 nuevo al mejor precio
El DS4 Antoine de Saint-Exupéry está inspirado en la primera novela del autor: “Correo del Sur” y está pintado en un tono oscuro llamado "Night Flight", relativo a otra novela de Saint-Exupéry: ‘Vuelo Nocturno’. Esta pintura cambia de tonalidad en función de la luz que recibe y es común a todos los modelos de la colección: DS3, DS4 y DS7. Por fuera, solo las llantas diamantadas de 19 pulgadas y los faros que son de LED matriciales de serie les delatan.
Por dentro, en cambio, hay diferentes referencias al autor del Principito. En los umbrales de las puertas encontramos una chapa con el nombre del escritor y piloto, así como un dibujo de su figura y su avioneta y, además, una frase sacada de la novela en la que se inspira, escrita en francés y que traducida sería “Las estrellas miden las verdaderas distancias". La tapicería es en cuero Nappa de un color marrón que recuerda al que se utilizaba en los asientos de los aviones de combate y en los cascos, los guantes y las chaquetas de los pilotos, siempre con las costuras de tipo correa de reloj y la calidad habitual de los DS. Finalmente, en el salpicadero encontramos unas costuras que recuerdan las estelas de condensación que dejan los aviones y una placa con el nombre de Antoine de Saint-Exupéry.
El habitáculo del DS4 Hybrid
Aparte de todo lo citado, el interior no presenta cambios. La instrumentación es digital, de pequeño tamaño y resolución no muy buena, aunque tiene el apoyo de un head-up display, la pantalla central es muy horizontal, con un interfaz correcto y que funciona bien, el botón de puesta en marcha está en el centro y el cambio se maneja mediante una palanquita en el salpicadero y con las levas detrás del volante, un volante que, por cierto, tiene numerosos botones y unas formas peculiares, achatado por debajo. El acabado es exquisito, realmente premium, tanto en los materiales empleados, algunos muy llamativos, como en la calidad del ajuste.
La pantalla central funciona con el sistema DS Iris y permite crear diferentes perfiles para conductores diferentes. Incluye la climatización, lo que es una mala noticia, admite conexión inalámbrica de móviles, para los que tenemos, además, un cargador inalámbrico en la consola y puede recibir órdenes de voz. Por supuesto, la pantalla es táctil y en la consola hay una pantalla en la que poder escribir para dar algunas órdenes que, sinceramente, está de más.
Las plazas traseras no son lo mejor del coche y menos si tenemos en cuenta sus dimensiones exteriores generosas. No tienen un acceso fácil porque la puerta abre poco, la cota de distancia entre filas es menor de lo deseable en un coche de este segmento y en anchura tampoco destaca. Lo mejor es la altura y el equipamiento, con salidas de aire, puertos USB, apoyacodos y bolsas detrás de los asientos.
El maletero tiene una capacidad de 439 litros, correcta, y la apertura es de tipo eléctrica solo si lo pagamos aparte. Y cuesta 1.222 euros, que para un accesorio así, es un dineral. Debajo tendríamos un pequeño doble fondo si no montamos el sistema de sonido opcional Focal, con un altavoz que ocupa ese espacio. El precio del equipo es de 1.128 euros e incluye la alarma. Con los asientos abatidos, la capacidad es de 1.240 litros. Por cierto, hablando de opciones, además de las citadas, otra interesante es el techo panorámico de cristal que cuesta 1.034 euros.
Vamos ahora a repasar rápidamente las dimensiones de un coche realmente bello, con un diseño muy vanguardista, que deja poca superficie acristalada, pero que combina con esbeltez un frontal con una gran parrilla y unos vistosos faros diurnos en forma de zeta, un lateral con múltiples líneas de carácter, sobre todo en los hombros y en el pilar posterior y una parte trasera con unos pilotos muy finos unidos por una línea cromada. El DS4 mide 4,40 metros de largo por 1,83 de ancho y 1,47 de alto, tiene una batalla de 2,67 metros y, en esta versión híbrida de 136 CV pesa 1.529 kilos, que son bastantes.
Nuevo motor híbrido de 136 CV para el DS4
Bajo el capó encontramos el tradicional bloque de tres cilindros y 1,2 litros que montan la mayoría de los modelos del Grupo Stellantis. Respecto de los motores anteriores, estos híbridos ligeros de 48 voltios han eliminado la polémica correa de distribución húmeda y ahora disponen de una cadena de distribución convencional. La potencia es de 136 CV y el par máximo de 230 Nm.
Estos híbridos de 48 voltios son un poco más que un micro-híbrido y un poco menos que un híbrido convencional. En un micro-híbrido, el motor eléctrico es incapaz de mover el coche por sí mismo mientras que en este caso, el DS4 sí se mueve en modo eléctrico. A menos 30 km/h, a puntita de gas y durante menos de un kilómetro, pero se mueve en eléctrico, sobre todo en ciudad. Y eso permite rebajar el consumo y las emisiones homologadas. La marca sostiene que en ciudad es capaz de circular en eléctrico incluso el 50% del tiempo (contra un 80% de un híbrido convencional), pero me parece muy optimista. Sí se nota a menudo que va en eléctrico, pero poco rato.
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El motor eléctrico tiene una potencia de 29 CV y la batería es de 0,89 kwh y el cambio es de 6 velocidades y, por supuesto, automático de doble embrague. Admite cambio mediante levas. Para ello debemos presionar el botón M junto a la palanquita del cambio y entonces dispondremos de cambio secuencial por levas. Como casi siempre, si nos acercamos al corte de inyección, el cambio pasa por su cuenta a la marcha siguiente y si al bajar una marcha quedaremos cerca del corte, el coche renuncia a insertarla. De todos modos, en carreteras de montaña, único sitio donde es interesante tener un poco de control del cambio, el coche se deja llevar con facilidad y el cambio responde con prontitud.
El DS4 no es un coche deportivo. Tiene una suspensión blanda, con la delantera McPherson y la trasera de barra de torsión, unos frenos correctos para su potencia y una dirección muy asistida de tacto muy eléctrico. Este es un coche confortable y no muy potente, en el que el motor rara vez pondrá en apuros al chasis, de manera que la marca ha buscado un tarado de suspensión que priorice el confort. En autopista, el DS4 es muy, muy confortable, un coche que invita a viajar, a hacer kilómetros a bordo ya que, además de muy cómodo y de tener excelentes asientos para estos menesteres, tiene un nivel sonoro muy bajo.
Además, no gasta mucho. Lo trajimos desde Santander a Barcelona y fue de la capital cántabra hasta Haro por carretera, superando varios puertos de montaña a buen ritmo. Luego, autopista hasta Barcelona con una media final de 6,2 litros a los 100, correcto para un coche de gasolina de este tipo.
Comportamiento en carretera del DS4 Hybrid
En carretera responde con corrección. El motor es bastante reactivo al contar con el pequeño plus del eléctrico de manera puntual, el cambio es relativamente rápido y el chasis es bueno, aunque la suspensión es un poco peculiar. En curva lenta conviene no abusar de la conducción deportiva. El DS4 pesa y tiene inercias. Además, es bastante subvirador y no tiene la agilidad de su primo, el Peugeot 308, aunque no se trata de un coche torpe, ni mucho menos.
Para nada. La dirección está muy asistida, pero es muy precisa y la suspensión trabaja bien, con un muy buen filtrado. En curva rápida, sin embargo, hace una cosa un poco rara. Al principio, la extensión parece firme y controlada, pero finalmente parece que tenga más recorrido del previsto y el coche balancea más de lo que parecía que iba a hacerlo causando una sensación a la que hay que acostumbrarse.
Equipamiento y precios del DS4 Hybrid
El equipamiento de seguridad es completo, aunque la marca deja algunas de las ayudas a la conducción en un paquete opcional de 423 euros que incluye la adaptación a la velocidad máxima de la vía (basta darle al OK del volante para que se ponga a esa velocidad) y el cambio de carril semiautomático, es decir, que al activar el intermitente el coche cambie solo de carril en autopista. Todo lo demás es de serie, mantenimiento de carril, estacionamiento automático, cruise adaptativo y aviso de ángulo muerto incluidos. Ah, y climatizador, acceso sin llave, cámara de marcha atrás y asientos eléctricos, con calefacción y con función de masaje. Lo dicho, un coche para viajar a todo confort.
Los DS tienen ahora unos acabados con nuevos nombres, eso sí, igual de parisinos que los anteriores. La versión de acceso llamada Pallas como los antiguos CX cuesta 38.000 euros, la intermedia Etoile 42.200 y esta serie Saint-Exupéry, casi full equip, 46.450 euros con descuentos en vigor de un 6% sobre el precio franco fábrica lo que deja el Pallas en 35.750, el Etoile en 39.700 y nuestro Principito en 43.700. Con una garantía en todos los casos de 8 años o 160.000 km. La unidad de pruebas con equipamiento al máximo ya que lleva todos los extras, cuesta 48.225 euros con la promoción ya aplicada. Tal vez por eso no se vende tanto como merecería.
Estads seguros que no fa problemas.... Disenyo espectacular, lastima calidad, comportament , el rificulo motor submotorizado .