Os presentamos dos SUV de tamaño medio que han creado una gran expectativa en España: son dos SUVs que se han presentado hace poco, uno de ellos no llega ni al año de vida comercial, el Ebro S700, mientras que su rival, el Omoda 5, que data de 2022, recibió una buena actualización este mismo año.

Son dos SUVs que están teniendo muy buenas ventas, y que tienen muchos puntos en común: se fabrican con la misma plataforma, la T1X del grupo Chino Chery, montan en mismo motor de gasolina de 147 CV y se ensamblan, los dos, en las antiguas instalaciones de Nissan en Barcelona. Pero a la vez, tienen marcadas diferencias: estéticas, de equipamiento, de precio y de comportamiento dinámico. Para eso los enfrentamos: para que salgáis de dudas si estáis pensando en cualquiera de los dos; Y es que el desembarco de los coches chinos en España avanza con paso firme, al menos por lo visto en el último año en cuanto a los nuevos modelos lanzados al mercado y su éxito de ventas.
Un segmento en el que los fabricantes chinos centran sus objetivos es el de los SUVs de tamaño medio, que desde hace años tienen gran aceptación en Europa. Y no solo lo hacen con modelos eléctricos o híbridos enchufables, sino que también lo hacen con versiones con motores de gasolina “de toda la vida”, como las que os presentamos en este comparativo.
Motor de gasolina sin sistema híbrido
El Ebro S700 y el Omoda 5 montan el mismo motor : un 4 cilindros gasolina de 1.6 litros con 147 CV, sin sistema microhíbrido. Se acompaña de un cambio automático de doble embrague y 7 velocidades.
Es un motor que cumple la norma Euro6e. Eso sí, el coche solo recibe la etiqueta C y no la ECO, al no disponer de ningún sistema eléctrico que le ayude a reducir las emisiones. Pero esta tecnología más “básica” permite un precio de venta bastante contenido en relación a lo que se ve desde hace unos años en el mercado.
Esto ha hecho que el Omoda 5 se haya colocado entre los tres primeros SUV con motor de gasolina más vendidos en España, a pesar de su reciente comercialización y teniendo en cuenta que Omoda es una marca prácticamente desconocida en nuestro país; Mientras que el Ebro S700 tampoco se queda corto, con más de 2000 unidades vendidas de enero a mayo de este año, solo unos meses después de su lanzamiento. Así pues, estamos ante dos modelos con muy buena aceptación, que es fácil que os estéis planteando si buscáis un SUV compacto para todo uso,
Los dos miden en torno a los 4 metros y medio de longitud: El Ebro mide 4,55m de largo 1,86 ancho, 1,69 de alto y tiene 2,67 metros de distancia entre ejes.
El Omoda 5 es un poco más pequeño: 4,40 de largo, 1,82 ancho y 1,59 de alto. La distancia entre ejes también es un poco más corta: 2,61 metros.
Diseño del Omoda 5 y el Ebro S700: muy diferentes
El Ebro S700 luce una silueta algo más familiar, menos cupé que el Omoda 5. Sus acabados exteriores le dan una imagen más elegante y seria, también potenciada por un frontal menos agresivo y las bandas cromadas de las ventanillas. El frontal destaca por su gran parrilla octagonal, con el nombre de la marca en primer término, y por los faros de tipo LED, más grandes que los del Omoda 5.
Visto de lateral, llama la atención el pilar C pintado en negro para dar sensación de techo flotante. En la trasera se ha optado por unas ópticas de relativo pequeño tamaño unidas por una tira de luz. Como ya es moda en el sector, el portón tiene el nombre de la marca insertado, a todo tamaño.
El Omoda 5 es diferente. Su frontal se ve algo más deportivo, marcado por la característica parrilla diamantada y unos faros más estilizados. Visto de lateral, destacan las barras de techo, las nuevas llantas de 18 pulgadas que se han incorporado en el último restyling y que vienen sin los detalles en rojo de la versión anterior (ahora, si los quieres, debes pedirlos en opción). Atrás destaca el pequeño spoiler en el portón, un portón que también incluye las letras de Omoda en primer plano. A diferencia del Ebro S700, el Omoda 5 equipa unas ópticas LED con intermitentes dinámicos.
Interiores del Omoda 5 y el Ebro S700: Similitudes y diferencias
El Omoda 5 presenta una imagen interior cercana a la de su hermano eléctrico. La palanca de cambio está detrás del volante, al estilo Mercedes-Benz. De hecho, muchas cosas recuerdan a la marca alemana. Detrás del volante tenemos una pareja de pantallas digitales de 12,3 pulgadas de diagonal. Estas pantallas han ganado en legibilidad, aunque la de la instrumentación se ve tapada por el volante.
La pantalla central, que da acceso al sistema de infoentretenimiento, tiene más velocidad de respuesta y funcionamiento. Ofrece Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico y cámara de 360 grados. El climatizador se maneja por pantalla, no hay mandos físicos.
La consola tiene dos niveles, el inferior con puerto USB de tipo A y C. En la parte superior hay un cargador inalámbrico de 50 W, dos portabebidas y un amplio cofre.
Los asientos son muy cómodos y tienen el reposacabezas integrado, forrados en piel sintética y calefactados. El techo solar en el Omoda llega a medio habitáculo y es manual. El retrovisor interior se ve débil.
El salpicadero Ebro S700 tiene muchos parecidos con el Omoda 5, con ese aire Mercedes-Benz pero todavía más acentuado. Hay materiales de tacto blando y una moldura imitación fibra de carbono. El volante es idéntico al del Omoda 5, excepto el logo de Ebro, y el mismo sistema de infoentretenimiento y cuadro de instrumentos en pantallas de 12 pulgadas.
La consola es idéntica, excepto que en el Ebro hay palanca de cambios y los puertos USB están en otra posición. Los mandos de climatizador, a diferencia del Omoda 5, van separados, aunque son de tipo táctil. Otro gran parecido es que el Ebro S700 tiene asientos de cuero sintético con cabezal integrado, aunque la posición de conducción es algo más elevada.
Finalmente, el techo solar en el Ebro es más grande, llega hasta las plazas traseras. El retrovisor central se ve más robusto.
Plazas traseras: El Omoda, más angosto
En el Omoda 5 hay que vigilar no golpear la cabeza al entrar en las plazas traseras, debido a la baja línea de techo. Hay buen espacio para las piernas, pero la altura al techo es algo corta (aunque hay un rebaje), y el montante lateral puede llegar a molestar a la cabeza.
La plaza central no es mala, aunque hay un túnel central. La banqueta tiene poca altura al suelo, ya que la plataforma se utiliza también para la versión eléctrica y reserva hueco para la batería. Equipa reposabrazos, hay salidas de ventilación y un puerto USB de tipo A y otro de tipo C
En el Ebro s700 se entra mejor, al tener el techo más alto. Una vez dentro, hay más espacio para las piernas, fruto de la mayor distancia entre ejes. La impresión de anchura es un poco mejor que en el Omoda 5. El marco de la ventanilla queda más alto, hay más superficie acristalada y el techo panorámico da más luz.
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Como el Omoda, equipa reposabrazos central, rejillas de ventilación y un único puerto USB de tipo A, cuando en el Omoda son dos de tipo C.
Maleteros: diferencias de equipamiento y acabado
En los maleteros también encontramos diferencias. De entrada, de capacidad de carga. El del Omoda 5 ofrece 360 litros, una cifra bastante pequeña teniendo en cuenta la media del sector. Es un maletero ancho, profundo, pero poco alto, debido a la línea descendente del techo. Tiene un hueco bajo el piso con plataforma de poliestireno expandido, y más abajo monta una rueda de galleta. Como detalles de equipamiento, tiene una toma de 12 voltios y un plafón de luz.
La capacidad máxima de carga del maletero del Omoda es de 1.149 litros, también inferior a la del Ebro.
El maletero del Ebro S700 tiene, según la marca, una capacidad de 500 litros, sobre el papel mucho mejor que el del Omoda. No obstante, a simple vista no se ve tanta diferencia, aunque sí que el maletero del Ebro tiene mayor altura. Pero si atendemos a la capacidad hasta la banqueta, que suele ser el estándar de medición, esos 140 litros de diferencia a favor del Ebro no se aprecian.
El maletero del SUV chino-español se ve mejor acabado. Monta un estor enrollable para cubrir el equipaje, está terminado en toda su superficie con moqueta, y, como el Omoda 5, disponible de un doble fondo con una bandeja para guardar algún objeto pequeño, y más abajo, una rueda de recambio de emergencia.
El gran defecto del maletero del Ebro es que no tiene ganchos para sujetar la carga, que sí monta el Omoda 5. La capacidad máxima de carga es de 1.305 litros, superior a la del Omoda.
Comportamiento en carretera diferente
El Omoda 5 monta un motor de 1.6 litros y 145 CV de cuatro cilindros gasolina sin hibridación, con menor potencia que las primeras unidades del Omoda 5 que llegaron a España, que daban 185 CV. Al haber reducido la potencia, ofrece un consumo algo menor: 7 litros a los 100 kilómetros de media homologada. A pesar de la mejora, sigue siendo un consumo alto. Sin duda, un sistema híbrido de 48V le iría de perlas. Por otro lado, sigue siendo un propulsor que acusa falta de empuje en bajos, le cuesta acelerar desde parado. En eso no cambia demasiado respecto a lo que conocíamos hasta ahora.
El cambio es un automático de doble embrague y 7 velocidades, que no podemos accionar ni a través de palanca (no existe) ni de levas (no equipa). Pero funciona de forma correcta. El conductor tiene a su disposición un sistema de modos de conducción formado por los programas Eco, Normal y Sport.
Según afirma Omoda, la suspensión del Omoda 5 2025 ha cambiado, es más firme. Ciertamente, la carrocería se nota más sujeta y limitada en cuanto a balanceos y cabeceos en los apoyos en curva, y esto es positivo. La contrapartida es que también se percibe algo rebotona, con falta de absorción y transmite las irregularidades en forma de vibraciones.
Pero en general es un coche cómodo, que va mejor en autopista que en carretera de montaña, ya que la dirección está muy asistida y se nota algo lenta en conducción animada. Cuando se circula a velocidad de crucero se nota bien insonorizado, con una calidad de rodadura no muy lejana de la que ofrece su competencia alemana, japonesa o coreana.
Otro aspecto mejorable en este coche, como en muchos otros lanzados recientemente al mercado, es el intrusismo de los sistemas de asistencia a la conducción, que provocan muchas alertas y pitidos, en ocasiones innecesarios. Algunos sistemas pueden ser desconectados si lo deseamos, pero no resulta forma fácil. Hay que entrar en varios menús y submenús para llegar a ello.
El Ebro S700 monta un motor idéntico al del Omoda, y ofrece un consumo homologado igual: 7 litros/100 km. Como en el Omoda, la caja de cambios no puede usarse en modo manual, lo que en carretera se agradecería. No hay levas ni posibilidad de cambiar manualmente mediante el pomo del cambio. No retiene como nos gustaría, ni baja de marchas cuando convendría, cuando practicas una conducción deportiva. Como su competidor, el Ebro también ofrece varios modos de conducción a escoger: Eco, normal y Sport. En modo Sport se nota el motor más reactivo y el cambio pasa a una relación superior a un número de revoluciones más elevado.
Monta suspensión trasera multibrazo, lo que es una buena noticia, y se combina con una McPherson delantera. El tarado es más blando que el de su rival, algo que beneficia el confort de marcha, pero que perjudica la dinámica en carreteras viradas. Es, como el Omoda 5, un coche muy cómodo en autopista donde, a bajo régimen de motor, es muy silencioso.
En ciudad también funciona muy bien gracias a la suavidad del cambio y de la suspensión. La dirección, como ocurre con el Omoda 5, es muy asistida, aunque el coche se guía perfectamente.
Precios del Omoda 5 y el Ebro S700 gasolina
Acabamos hablando de precios: El Ebro S700 con acabado Luxury, el que os hemos mostrado en este video, cuesta 32.361 euros de PVP.
El Omoda 5 en acabado también tope de gama, Premium, se vende por 29.271 euros de PVP.
A estos precios se le puede descontar alguna promoción de la marca y el típico descuento por financiación, tenedlo en cuenta.
La diferencia de precio entre uno y otro viene marcada básicamente por el superior equipamiento del Ebro: llantas de 19 pulgadas, head up display, control de descensos, conexión a internet, y en general mejores acabados y mayores posibilidades de personalización, con la posibilidad de escoger un color bitono para la carrocería, entre otros detalles.
C
Una mecánica bastante decepcionante, consumos elevados, muy por encima de lo homologado, y limitada a su utilización en provincias y ciudades pequeñas, que carezcan de Zona de Bajas Emisiones (ZBE)