Junto a Luis Miguel Reyes probamos a fondo en el Circuito de Calafat el Ford Fiesta ST y el Volkswagen Polo GTI. Dos GTI de segmento B con 200 CV que llegan para plantar cara incluso a los hot hatch de segmento superior.
Ambos son la versión de calle del modelo de Rally. Volkswagen se retiró justo antes de lanzar la versión WRC del actual Polo. Curiosamente el que era el piloto estrella de Volkswagen Motorsport Sébastien Ogier ganó la edición 2018 del WRC al volante del Ford Fiesta de M-Sport.
Dos versiones ultra-deportivas basadas en utilitarios con carrocería de 5 puertas, un maletero decente y unos acabados de calidad con soluciones de infoentretenimiento de última generación.
En el precio hay diferencia. De momento mucha, por que el Fiesta ST cuesta 26.715 euros y el Polo GTI nada. Nada porque ahora mismo no está a la venta, pero en muy poco tiempo volverá a estar disponible, tanto con cambio automático como manual. El precio que tenía antes de dejar de estar a la venta era de 26.325 euros
Llanta 18” y kit específico
Miden exactamente lo mismo, al menos en la cota de longitud. 4,06 metros. El Fiesta ST es 3 centímetros más alto que el Polo GTI con 1,46 metros. Por el contrario, el Polo es 2 centímetros más ancho que el Fiesta con 1,75 metros. Sin embargo, el Volkswagen es 3 kilos más ligero con 1.280 kilos.
Los dos se distinguen de sus homólogos convencionales por un kit de carrocería específico. El del Volkswagen es más discreto, mientras que el del Ford apuesta por una estética más llamativa. Parachoques deportivos, alerones, doble salida de escape…
Si bien las llantas de 18” son de serie en el Fiesta ST, en el Polo GTI cuestan 440 euros. El Ford recurre a neumáticos Michelin Pilot Supersport con medidas 205/40 R18, y el Volkswagen a Michelin Pilot Sport 4 en medidas 215/40 R18.
En el tren delantero el Polo equipa discos de 312 mm que actúan como XDS. El sistema electrónico de Volkswagen que simula la acción de un diferencial autoblocante pero frenando las ruedas. Detrás cuenta con discos de 270 mm.
El Fiesta en cambio sí cuenta con un diferencial autoblocante mecánico. Los discos delanteros del Ford, con 278 mm de diámetro, se limitan a frenar cuando nosotros presionamos el pedal central. En el tren trasero tienen 253 mm.
Habitáculos Racing y a la última
El Fiesta cuenta con un interior muy Racing. Sirvan de ejemplo los semi-backet Recaro, un asiento deportivo de verdad de la buena que combina tela-cuero y lleva bordado el logo ST en el respaldo.
El volante tiene la parte inferior achatada, el pan nuestro de cada día… La instrumentación es 100% analógica pero se echa en falta los indicadores específicos que la generación anterior tenía en lo alto del salpicadero. Ahora allí hay una gran pantalla táctil.
La nota práctica del Fiesta la encontramos en las protecciones escamoteables de las puertas, con ellas evitamos golpear las puertas de los coches junto a los que aparcamos. 125 euros de extra muy bien invertidos.
El Polo recuerda bastante a los primeros Golf GTI con el tapizado de tela a cuadros tipo escocés Clark Plaid. Los asientos recogen bien y son comodísimos. El volante también cuenta con la parte inferior achatada y con el logo respectivo de la versión en su base, igual que en el Fiesta.
El digital cockpit te permite mantener un diseño con dos indicadores analógicos de gran formato o como marcan las modas actuales, ver el mapa del navegador tamaño XXL. La pantalla táctil del centro del salpicadero está muy bien integrada junto a este cuadro de instrumentos digital.
Gracias a la opción de los modos de conducción el comportamiento del Polo cambia sobremanera. Con el Eco la caja de cambios automática DSG de 6 relaciones activa un modo inercia cuando dejas de acelerar para rebajar al máximo los consumos.
El maletero del Polo GTI es 46 litros más pequeño que el de un Polo normal quedando en 305 litros. La batería pasa a estar bajo el piso con lo que se pierde el doble fondo. El Fiesta mantiene las dos alturas y gana por muy poco, por 6 litros con 311 litros.
¿Prácticos en el día a día?
Estamos ante dos utilitarios de segmento B. Sí, son las versiones más deportivas de Fiesta y Polo. Pero no dejan de ser lo que son, dos coches concebidos para disfrutarlos principalmente en el día a día.
La calibración de suspensión del Fiesta ST es bastante radical, como suele ser en los modelos desarrollados por Ford Performance. Cuando el asfalto no está en perfectas condiciones se muestra bastante duro y un pelín rebotón.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Volkswagen ha logrado un mejor equilibrio entre confort y prestaciones con una suspensión pilotada. En su modo más deportivo es dura, pero sigue filtrando bien. Mientras que en el modo más confortable es ideal para realizar trayectos cuotidianos.
Los consumos del Polo curiosamente son más bajos que los del Fiesta, y eso que el Ford tiene un cilindro menos… En el trayecto hacia el Circuito de Calafat el Polo hizo una media de 6,3 litros, por 6,5 el Fiesta.
En el resto de tiempo la diferencia fue superior estando muy cerca de los 7 l/100 km el Ford, mientras que el Volkswagen se movió siempre por debajo de los 6 l/100 km. Claro que cuando vas a una carretera de montaña o a un circuito como es el caso de hoy las cifras suben. Milagros a Lurdes.
A fondo en Calafat
El paquete Performance opcional que cuesta 900 euros y equipa esta unidad de Fiesta ST añade: diferencial autoblocante, Launch Control y luces de avsio de cambio de velocidad en conducción deportiva. El autoblocante es algo sumamente útil en un coche de tracción delantera con 200 CV.
Con el Ford puedes guiar mucho mejor el tren delantero gracias a la acción del diferencial. La mayor capacidad de tracción que garantiza este autoblocante te permite empezar a acelerar antes y con más contundencia.
La dirección del Polo no ofrece el mismo grado de precisión. Si bien es buena y súper efectiva en carretera, aquí en circuito no aporta ese plus de comunicación del Fiesta. Al abrir gas antes el tren delantero patina.
El tacto de los frenos del Fiesta ST también ofrece un plus de mordiente. Nada más acariciar el pedal es mucho más reactivo. El Polo GTI permite pararlo siempre, y donde quieres, incluso con gran contundencia, pero no tiene esa primera respuesta del Ford.
Ahora bien, en el Ford tanto los neumáticos Michelin Pilot Supersport como el cambio manual son clave a la hora de aportar este mayor grado de involucración en conducción deportiva extrema.
Otro aspecto en el que el Ford adelanta al Volkswagen es en la calibración de suspensión. El Fiesta ST es duro como una tabla y aquí en circuito esto lo convierte en imbatible. El Polo GTI en carretera te permite disfrutar más, sin embargo, este extra de confort en circuito lo penaliza.
El motor del Volkswagen está claramente por delante, tiene un cilindro más y 500 c.c. más de capacidad. Un 2 litros turbo que declara 200 CV de 4.400 a 6.000 rpm y 320 Nm de 1.500 a 4.350 rpm. Es un motor lleno casi en todo el rango de revoluciones que encima suena bien.
Para ser un tricilíndrico el 1,5 litros turbo del Volkswagen tampoco suena nada mal. Sobre el papel entrega la misma cifra de potencia, 200 CV, pero mucho más arriba a 6.000 rpm. El par máximo es algo inferior con 290 Nm de 1.600 a 4.000 rpm.
El Ford Fiesta ST paró el cronómetro en un 1 minuto 47 segundos y 48 décimas. Sacando más de tres segundos al Volkswagen Polo GTI que se quedó en un 1 minuto 50 segundos y 83 décimas.
Si comparamos el tiempo del Fiesta ST con los otros deportivos que han pasado por las manos de Luismi en Calafat nos llevamos más de una sorpresa. El Ford se queda sólo a un segundo de un Jaguar F-Type de 300 CV y apenas 2 segundos de Nissan 370Z y Renault Mégane RS. Este último, uno de los mejores hot hatch del segmento superior.
En resumidas cuentas
Si buscas un deportivo de verdad ya no tienes porqué limitarte a pensar en biplaza de tracción trasera y 300 CV. Los hot hatch de segmento C son una seria alternativa desde hace ya unos años, como hemos podido ver en numerosas pruebas que hemos realizado aquí en Coches.net.
Con esta última comparativa en el Circuito de Calafat hemos visto que incluso los hot hatch de segmento B pueden aportar grandes sensaciones, por menos precio, a la vez que son sumamente prácticos. Tanto el Fiesta ST como el Polo GTI han demostrado frente al cronómetro que no están tan lejos de los GTI de segmento C.
El fiesta jamás me lo compraría por muy bien que vaya de chasis, que le falta un cilindro