Ford Puma ST vs Toyota C-HR GR Sport

Prueba comparativa en vídeo del Ford Puma ST contra Toyota C-HR GR Sport. Dos SUV deportivos con 200 y 184 CV respectivamente que tienen unas dimensiones parecidas y un precio similar. Eso sí, tienen poco que ver en un gran número de apartados. Si quieres conocerlos más en detalle aquí tienes la prueba del Ford Puma ST y aquí tienes la prueba del Toyota C-HR.

Los SUV de altas prestaciones de estética coupé están cada vez de moda

. Una moda que no sólo se encuentra ya en lo más alto de la tarifa de precios al estilo de Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio, Audi RS Q8, Lamborghini Urus, Porsche Cayenne GTS o Range Rover Velar SVAutobiography. Esta tendencia también se ha extendido a modelos de menor tamaño y de precio mucho más terrenal.

El precio del Toyota C-HR GR Sport es de 36.000 euros. Apenas 2.000 euros más que el Ford Puma ST que se queda en 34.257 euros. Eso sí, ambos una vez se aplican sus correspondientes descuentos sus precios quedan en 30.000 euros.

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Ya hace tiempo que los utilitarios deportivos ofrecen unas prestaciones casi a la altura de sus hermanos mayores de segmento compacto. Y como cada vez las carrocerías son más grandes, son coches más capaces y prácticos para el día a día.

Hace un tiempo con Luis Miguel Reyes comparamos en el Circuito de Calafat el Ford Fiesta ST con el Volkswagen Polo GTI. Dos utilitarios deportivos. Según Ford, el Puma ST deriva del Fiesta ST un coche que es la referencia de su segmento a nivel de chasis.

El C-HR recibe las siglas GR Sport, por mucho que lleve el apellido del Toyota GR Yaris todo apunta a que tiene poco en común con este WRC matriculado para la calle… Es un acabado deportivo con un kit estético y poco más.

El Ford Puma ST presenta un diseño que recuerda bastante al del Fiesta ST. Con un kit de carrocería deportivo, llantas de 19” con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S con medidas 225/40 R19.

En su día el Toyota C-HR rompió moldes y hoy sigue siendo moderno. La carrocería en acabado bicolor es su seña de identidad. Monta llantas de 19” con neumáticos Continental PremiumContact 6 con medidas 225/45 R19.

El tamaño importa. Si bien son casi igual de anchos con 1,8 metros y casi igual de altos con 1,50 y algo metros. Hay 17 centímetros de diferencia en cuanto a longitud, siendo el Fiesta más pequeño con 4,22 metros. Sobre la báscula el Ford también gana con 100 kilos menos, quedándose en 1.385 kilos.

Con el asiento del conductor del Toyota en su posición más baja posible, hay momentos, sobre todo al entrar y salir que el pelazo toca el techo. La gracia de un SUV es que la altura libre al techo sea mejor que la de un compacto y aquí no lo es.

Las pantallas son anticuadas, tanto la que hay entre los indicadores analógicos, como la táctil del centro del salpicadero. El asiento del conductor es cómodo, pero no recoge todo lo que debería. Las prestaciones del coche son buenas y requeriría de unos asientos que sujetaran mejor la espalda.

Los asientos delanteros del Ford son otra historia. Deportivos deportivos. Y cómodos al mismo tiempo. Unos Recaro como Dios manda tapizados en piel. Tanto el cuadro de instrumentos 100% digital con una pantalla de 12,3”, como la pantalla táctil de 8” del centro del salpicadero del Puma son mejores que las del C-HR.

El maletero del C-HR GR Sport declara 358 litros en configuración de 5 plazas. La versión menos potente tiene 377 litros puesto que la batería de este es mayor que la de aquel. El Puma ST anuncia una capacidad superior 456 litros y además, bajo el piso dispone del Ford Mega box, un cajón plástico de 80 litros de capacidad con desagüe incorporado.

El motor del Toyota es un 4 cilindros en línea atmosférico de 2 litros de cilindrada que declara 152 CV a 6.000 rpm y 190 Nm de 4.400 a 5.200 rpm. Si sumamos el motor eléctrico la potencia crece hasta los 184 CV de potencia máxima. Un motor eléctrico que anuncia 80 kW y 202 Nm.

Cambia bastante de circular en modo Eco y la palanca en “D”, a circular en modo Sport, el cambio en “S” y desactivar los controles. Sí, sí. Lo que oyes. Un SUV híbrido que permite desactivar toda la electrónica. Ahora bien, para acceder al modo Sport tienes que hacerlo a través de los mandos del volante siguiendo un protocolo no demasiado intuitivo.

Nada que ver con lo fácil que es darle al botón que el Puma ST tiene el volante. El motor tricilíndrico del Ford es 1,5 litros turbo que declara 200 CV a 6.000 rpm y 320 Nm de 2.500 a 3.500 rpm. Un motor que empuja con fuerza y se muestra vivo pese a faltarle un cilindro.

Eso sí, este es un caso de downsizing teórico porque los consumos no son bajos ni por asomo. Lo habitual con este Puma ST es moverte en torno a los 10 l/100 km de media real. El Toyota gasta mucho menos 6 l/100 km de media que hace. Claro que el motor no anda igual, pero es que gasta mucho menos. Circulando en modo Eco se ahorra mucho combustible. En un trayecto de 146 kilómetros con ciudad, autopista y carretera secundaria ofreció una media de 6,1 l/100 km.

Las prestaciones del C-HR son de 180 km/h de velocidad punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos. Las cifras sobre el papel corroboran las sensaciones al volante. El Puma ST anuncia una punta de 220 km/h y un 0 a 100 km/h en 6,7 segundos.

El chasis del Puma ST está bastante cerca al del Fiesta ST. Es un caso muy similar a lo que ocurre entre un CUPRA Formentor y un CUPRA León. Se nota la mano de Ford Performance en la puesta a punto dinámica.

Este es un coche pensado para disfrutar al volante. Sí, es un SUV, pero ha sido concebido para brillar sobre el asfalto y a poder ser en conducción deportiva. Sólo con decirte que equipa de serie un diferencial autoblocante ya es toda una declaración de intenciones. Y una vez lo pruebas, un reflejo de lo que es capaz el coche.

En cambio, el C-HR GR Sport está a años luz del GR Yaris. Se parecen como un huevo a una castaña. Ojo, que para ser un SUV híbrido no se comporta nada mal. Incluso te deja desconectar la electrónica por completo.

Pero es que está en otra dimensión muy distinta a la del Ford. Eso sí, el Toyota cambia bastante cuando seleccionas el modo Sport, pones la palanca del cambio en modo Sport y quitas los controles. Se defiende, pero no tiene nada que hacer con la efectividad y precisión del Ford.

Ahora bien, en cuanto a confort de marcha el C-HR es superior al Puma. Al fin y al cabo, estos son utilitarios que vamos a usar en el día a día, y de bien seguro que con nuestra familia.

Claro que el Ford lo puedes conducir también en trayectos rutinarios, pero ni de largo brinda la suavidad ni la comodidad del Toyota. En conducción normal es muy suave y progresivo. El conjunto híbrido siempre que puede para el motor térmico o bien aprovecha la inercia del vehículo para recargar las baterías. Exceptuando a la salida de las curvas más cerradas y a baja velocidad, en el resto de situaciones ofrece una buena capacidad de tracción.

Los frenos del Toyota no están a la altura puesto que cuando empiezas a frenar primero recurre al sistema de recuperación de frenada y luego en segunda instancia entran los discos… Nada que ver con el potente equipo de frenos del Puma ST. Un conjunto de altas prestaciones pensado para ser exprimido en conducción deportiva.

El Puma ST es un producto de Ford Performance, una versión altamente evolucionada de un SUV generalista enfocado claramente a la conducción deportiva. A veces hay casos así, coche que parecen estar tan cerca y en cambio están tan lejos. Por otro lado, el C-HR GR Sport es un acabado deportivo de un SUV híbrido que está bien. Como diría Alejandro Sanz: “no es lo mismo, es distinto”.