El Honda Civic de décima generación, se lanzó en el año 2017 y después de tres años en el mercado ha recibido un rediseño de media vida para ponerlo al día tecnológicamente. Las novedades no son muy importantes, pero como no habíamos probado a fondo el Civic con el motor de 1,5 litros y 182 CV, vamos a hacerlo aprovechando el rediseño y en la variante Sport Plus, la única que se ofrece con este motor. Eso sí, se puede elegir entre el cambio manual que es el de nuestra unidad, o un automático CVT. Su precio: 29.750 euros.
En el frontal cambia la parte que envuelve los antiniebla. La pieza del color de la carrocería es nueva y ha desaparecido el tramado anterior. Y puesto que este coche es un Sport tiene un pequeño labio inferior, más marcado. También conviene explicar que ahora los faros son de LED completos y que tienen una firma lumínica diurna diferente.
En el lateral, no hay diferencias respecto al Civic anterior, pero entre el Sport y el resto de los acabados sí. Por ejemplo, lleva un faldón lateral, propio de esta versión, las llantas, negras y de 17 pulgadas en lugar de 16 y los marcos de las puertas con el perfil superior en negro en lugar de cromado. Por cierto, el color blanco perlado, que es nuevo, tiene un sobrecoste de 600 euros, el mismo que el resto de los otros siete colores disponibles excepto el rojo, que es gratis.
Detrás, han cambiado también las piezas exteriores, que mantienen la trama y reciben inserciones del color de la carrocería. El extractor y el escape doble centrado recuerdan claramente al Type R (prueba en vídeo del Civic Type R en este enlace). La verdad es que el Civic es un coche muy cuidado a nivel aerodinámico, con un segundo alerón sobre la luneta que llega de unas protuberancias en la parte final del techo.
El Civic es de los compactos más largos del segmento con diferencia. Mide 4,51 metros de largo. Con una distancia entre ejes de 2,69 metros, el Civic mide 1,80 de ancho y 1,43 de alto. El tamaño exterior se nota en las plazas traseras pero solo en la cota de distancia entre filas, muy notable. La altura al techo, no obstante, es limitada y el acceso a las plazas traseras no es cómodo por el corte de la puerta. La plaza central, por su parte, es más incómoda de lo habitual por lo poco apoyada que queda la espalda.
El maletero suele ser otra de las virtudes de los modelos de Honda. En este caso hablamos de 478 litros, una cifra claramente por encima de la media en un segmento en el que lo habitual es estar entre 380 y 420 litros. Con los asientos traseros abatidos, la capacidad hasta la línea de los cristales es de 1.245 litros.
En la posición de conducción no podremos jugar a las siete diferencias porque me temo que hay menos. Volante: el mismo, con los mismos mandos. Instrumentación: la misma con la parte central digital, eso sí, en color rojo porque estamos hablando de una versión Sport (si no, sería azul). Asientos: los mismos, muy cómodos y con una sujeción muy correcta. Además, el del conductor tiene regulación eléctrica y ambos son calefactables. Y de tela ya que esta versión no los puede llevar de cuero. Pedales: de aluminio, de tacto más deportivo. Y el cargador de móviles en la bandeja de la consola. ¿Qué ha cambiado entonces? Pues que, en contra de la tendencia general, Honda ha recuperado los botones convencionales para el menú del equipo de infoentretenimiento y para el climatizador.
Según la marca, la decisión de volver a los botones físicos ha sido en respuesta a la demanda de los clientes. Nosotros no lo somos, pero les damos la razón. El equipo es compatible con Android Auto y Apple Car Play, incluye navegador Garmin con pantalla de siete pulgadas, pequeñita para lo que se estila actualmente, sistema manos libres Bluetooth y cámara de marcha atrás con guías de referencia.
El Civic, como todos los Honda es un coche con equipamiento cerrado. Esto puede hacerlo parecer caro ya que su precio de venta es de 29.750 euros, pero una vez repasado el equipamiento, ya no lo parece tanto. Y es que, aparte de todo lo citado, el coche lleva de serie acceso y arranque sin llave, asientos delanteros calefactables, techo solar panorámico de cristal, climatizador dual y faros y limpias automáticos. Y, por supuesto, los sistemas de ayuda a la conducción que, en este caso son: aviso de ángulo muerto, asistente a la frenada de emergencia, advertencia de posible colisión frontal, control de crucero inteligente con limitador de velocidad, advertencia de cambio involuntario de carril con aviso y corrección de volante y reconocimiento de señales.
Vamos ahora con la parte mecánica y a ver como va este Civic con el motor de 1,5 litros turboalimentado de cuatro cilindros. Como alternativa queda solo el 1.0 de tres cilindros y 129 CV ya que la opción diésel, disponible hasta ahora, desaparece.
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Este motor es realmente sorprendente. Tiene un comportamiento muy de turbo a medio régimen, con un empuje notable, demostrando que tiene 180 CV, lo que le permite recuperar con mucha facilidad, pero es que, además, tiene algo de aquellos motores V-tec de Honda, tan puntiagudos, tan 16 válvulas, tan atmosféricos, que tanto nos gustaban una vez superaban las 6.000 vueltas. Este, en contra de lo que es habitual en los turbo actuales, que se acaban a las 5.000, estira y estira hasta casi 6.500. Y no se limita a estirar sin más, sino que sigue empujando con fuerza.
Es un motor muy elástico, que va bien a cualquier régimen, que se deja exprimir sin queja hasta el corte de inyección y que solo tiene, para buscarle una pega, que justo después de cada cambio, tiene un pequeñísimo vacío, que no llega al segundo, antes de seguir zumbando. Un motor, en definitiva, digno de una marca como Honda que se ha caracterizado siempre por ser muy motorista. Acoplado al propulsor, en nuestra unidad encontramos un cambio manual de seis marchas.
Este es un cambio que va muy acorde con el motor. De entrada, es superpreciso, con palanca corta, rápida, un cambio con el que apetece cambiar. Si todos los manuales fueran así, tal vez no habríamos sucumbido al encanto de los automáticos. Tiene seis marchas y las largas, lejos de ser de mucho desahogo, tiran bastante a cortas. La verdad es que la sexta, salvo en autopista, apenas se usa pero tanto la cuarta como la quinta aprovechan bien el par del motor para recuperar sin necesidad de cambiar en exceso. Un muy buen conjunto motor-cambio.
Hay que decir, además, que este coche, para ser de gasolina y tener 182 CV no gasta en exceso. En la semana de pruebas conseguimos una media, con un uso combinado, de 6,7 litros que es un poco más de lo que anuncia, pero no mucho más. Y durante la grabación, apretándole en carreteras de montaña, no llegó a los nueve litros y medio lo que significa que no es muy sensible al ritmo al que se conduzca.
Visto que el motor y el cambio son muy interesantes, veamos que tal el chasis. Honda ofrece una suspensión elaborada con una McPherson delante y un doble paralelogramo trasero, un esquema que ofrece una precisión notable. Este es de los pocos compactos, junto al Ford Focus, al Seat León (comparativo en vídeo entre el Ford Focus y el Seat León en este enlace) y al Mazda 3 (comparativa de este modelo con el Toyota Corolla en este enlace) que está pensado para disfrutar al volante, para recuperar el placer de conducción. La verdad es que en carretera nos ha gustado mucho. Un coche con 182 CV es un coche para disfrutarlo conduciendo y en este caso, todo está a la altura esperada.
La dirección es muy informativa, es muy rápida, pero, sobre todo, es muy, muy precisa y mete el coche por donde se le indica sin que necesites luego rectificar el tiro. La suspensión, que filtra muy bien en carreteras bacheadas, es firme, pero para nada incómoda. Esta versión dispone de suspensión de dureza variable en dos modos, normal y dinámico. La verdad es que hay poca diferencia. En modo normal ya va muy bien y si ponemos el modo dinámico parece que se endurece un poco, pero ni afecta en exceso al confort ni parece mejorar en exceso el excelente agarre del coche, ni parece que contenga mejor la inclinación de carrocería porque ya de por sí inclina muy poco. Nosotros pusimos el modo dinámico en carretera de montaña para disfrutar del magnífico comportamiento del coche, pero la sensación es que sin él, las diferencias son mínimas.
Este Civic es un coche maduro, un coche sin defectos notorios, bien construido y que ofrece todo aquello que buscará alguien con un presupuesto de unos 30.000 euros y a quién le guste conducir, notar el coche en sus manos, sentir el control y disfrutar de un motor con fuerza y de un chasis trabajado y bien puesto a punto. Alguien que, por supuesto, siga prefiriendo un buen compacto a un SUV. El precio de salida, esos casi 30.000 euros, pueden parecer elevados pero la verdad es que el equipamiento es muy completo con todo lo que puede esperarse de un compacto full equip con la única excepción de la tapicería de cuero.
Buen coche pero aunque sea menos revoltoso y por el tipo de conducción que tengo, me quedo con el precioso Mazda3.