El Hyundai Kona, uno de los modelos más vendidos del segmento B-SUV y uno de los vehículos en que se basa el creciente éxito de Hyundai en España llega a la mitad de su ciclo comercial y recibe un profundo rediseño estético acompañado de notables mejoras en el equipamiento y, sobre todo, de una serie de modificaciones mecánicas que incrementan la potencia de la versión de gasolina más potente y permiten obtener la etiqueta Eco en las versiones básicas de gasolina y diésel gracias a la micro-hibridación.
Para apreciar los cambios estéticos, hay que poner un coche junto al otro. Y lo cierto es que cambian mucho, pero sin que Hyundai se haya metido en grandes inversiones. Por lo tanto, no deja de ser un restyling. La línea que arranca en el paso de rueda, sigue alrededor del faro, continúa con el capó y sigue el mismo camino hacia el otro lado marca la frontera de los cambios. Hacia atrás no cambia nada, pero hacia delante, es todo nuevo. La parrilla superior es más ancha, la inferior es más grande, aparece un espacio en medio para la matrícula, los faros superiores cambian de forma, los principales también, los antiniebla pasan a ser redondos y muy pequeños y para rematar, el logotipo de la marca, que estaba en el centro de la parrilla sube hasta la base del capó para ganar mucha más presencia.
En la parte trasera, los pilotos inferiores son ahora más grandes, el parachoques es diferente y el escape queda más visible. Y aparecen unas falsas salidas de aire. El resultado de todo este rediseño es una carrocería 4 cm más larga (ahora mide 4,20 metros) que mantiene, no obstante, la anchura de 1,80, la altura de 1,56 y, por supuesto, la distancia entre ejes de 2,60 metros exactos. También son nuevos los diseños de llantas de 17 y 18 pulgadas y aparecen cinco colores nuevos con nombres tan sugerentes y poco explicativos como el azul Dive in Jeju, el rojo Ignite Flame o el apagado verde Misty Jungle.
En el interior no hay cambios radicales sino pequeñas modificaciones de detalle. La mayoría tienden a conseguir una mayor calidad percibida, tanto en lo que a materiales se refiere como a diseño. Cambian, por ejemplo, los aireadores, ahora con forma de turbina, cambia la instrumentación, que ahora es de tipo digital en las versiones más equipadas y cambia, sobre todo, la pantalla superior, que ahora es de 10,25 pulgadas como la del nuevo Hyundai i20 (primera prueba en vídeo de este modelo en este enlace), con un nuevo interfaz y con más funciones.
El sistema cuenta con la última actualización de Bluelink, con perfil de usuario, navegación de último kilómetro con Google Maps, rutas conectadas o información de aparcamiento en tiempo real. Y aparece un nuevo freno de mano eléctrico, nuevas tapicerías de tela para las versiones básicas y de cuero en colores negro, beige o caqui. Las plazas traseras, que no destacan por ser especialmente espaciosas, no cambian mientras que el maletero está ahora ligeramente mejor aprovechado y pasa de 361 litros en la versión anterior a 374.
Otra de las mejoras la encontramos en la cantidad de ayudas a la conducción disponibles, con control de crucero inteligente con parada y arranque automáticos, control activo del ángulo muerto, con frenada en caso de que se invada el carril, alerta de avance del vehículo que va delante, para no dormirnos en los atascos, mantenimiento de carril, con función de centrado en el mismo, detección de peatones y ciclistas en el sistema de frenada de emergencia, aviso de posible colisión trasera con frenada, aviso de superación de velocidad y aviso de ocupación de plazas traseras.
Nuevos motores para el Hyundai Kona
Hyundai ha renovado casi toda la gama, básicamente porque ha incorporado la hibridación ligera a prácticamente todas las versiones de motor de combustión, de manera que en el reparto de etiquetas Eco, el Kona estará entre los elegidos. El motor de 1 litro y 120 CV se ofrece con cambio manual de seis marchas o automático de 7 y, en versiones con y sin la batería de 48 voltios. La gama de gasolina se completa con una nueva variante del motor 1.6 de 198 CV con la citada hibridación ligera, pero solo con cambio automático y con tracción integral y los diésel, que, estos sí, pasan a ser todos híbridos ligeros, tienen una potencia de 136 CV y están disponibles con cambio manual y tracción delantera o automático y 4x4.
Y además Hyundai ofrece el Kona en dos variantes electrificadas. El Híbrido convencional mantiene el motor de 141 CV con cambio automático que ya conocíamos del modelo anterior y en el apartado 100% eléctrico se conservan también las dos versiones ya conocidas con 136 y 204 CV y autonomías homologadas de 305 y 484 km respectivamente. El rendimiento de estos modelos no cambia con respecto de la generación precedente que probamos en esta videoprueba.
Condujimos en esta primera toma de contacto una unidad híbrida convencional con 141 CV porque a nuestro entender, es la versión más interesante de la gama para aquellos que se planteen un Kona y duden entre qué versión elegir. Si buscamos un Kona de primer precio, compraremos seguro un 1.0 con o sin hibridación ligera, pero si dudamos entre el híbrido ligero automático de 120 CV, el diésel híbrido ligero de 136 CV y el híbrido convencional de 141 CV, en nuestra opinión el mejor es este último.
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Lo más interesante de este híbrido es que tiene un rendimiento muy similar al resto de versiones en lo que a prestaciones se refiere (en aceleración la sensación es que es incluso mejor por el efecto Kers del motor eléctrico y su ayuda desde el mismo momento en que se acelera), pero con un consumo claramente inferior, sobre todo en ciudad, que es donde mejor se aprovecha la hibridación, pero, también en carretera. Y como el precio es el mismo que el de la versión diésel, insistimos en que el híbrido convencional nos parece la mejor opción.
En realidad, lo de la hibridación ligera, que consiste en un pequeño motor eléctrico conectado al cigüeñal que, además, sustituye al alternador y al motor de arranque (salvo para el arranque en frío) no deja de ser una solución sencilla para rebajar ligeramente el consumo y las emisiones, como pueden serlo la inyección directa o el sistema stop/start, solo que en este caso, al tener un motor eléctrico, a alguien le dio por aplicarles el calificativo de híbridos y a la DGT le faltó tiempo para otorgarles la etiqueta Eco.
El híbrido normal tiene esa misma etiqueta Eco, pero su motor eléctrico es digno de ese nombre y su batería más grande permite que el motor eléctrico complemente al de gasolina en las aceleraciones y recuperaciones y que le sustituya en condiciones favorables, es decir, a baja velocidad en un atasco, por ejemplo, o en autopista cuando mantenemos la velocidad a punta de gas en terreno llano o en leve descenso.
En cualquier caso, el Kona es un coche que va bien en carretera. Para ser un SUV no tiene unas inclinaciones de carrocería excesivas, aunque tiene una suspensión tirando a blanda que busca ser lo más confortable posible. La dirección es poco informativa, pero resulta precisa y el comportamiento dinámico es muy neutro. En definitiva, es un coche muy fácil de conducir, que está bien aislado y que resulta recomendable para un uso mixto ciudad-carretera.
No es un SUV extremadamente ágil. Hay otros mejores en este apartado como el Nissan Juke o el Ford Puma, por ejemplo, pero ofrece un confort superior al de esos modelos y, por lo tanto, se presta mejor a un uso viajero, sobre todo en autopista y funciona también muy bien en ciudad donde nuestra recomendación es que optéis por esta versión híbrida.
La gama de precios arranca en los 18.290 euros de la versión 1.0 de 120 CV en el acabado básico Klass. El coche se ha encarecido al aplicarse la nueva fiscalidad basada en la normativa WLTP. La versión 1.0 híbrida ligera con acabado Style cuesta 25.090 euros y la de gasolina de 198 CV 4x4 automática arranca en los 28.190 euros. La gama diésel se inicia en los 22.690 euros del Maxx de 136 CV con hibridación ligera manual. El híbrido de 141 CV cuesta, en el mismo acabado Maxx, lo mismo que el diésel (bueno, 10 euros menos ya que arranca en 22.680) y la gama eléctrica debuta, con todas las ayudas, en 27.440 euros.
En definitiva, que el rediseño ha sido notable, mucho más profundo de lo habitual en estos casos y el Kona se ha puesto al día en diseño, en seguridad, en equipamiento y en la llegada de la etiqueta Eco para un buen número de sus versiones. Es más caro, sí, no es ningún chollo, pero ha ganado también en calidad para seguir compitiendo en un segmento donde coches como el Renault Captur, el Peugeot 2008 o el Ford Puma no se lo van a poner nada fácil. En este enlace tienes una comparativa en vídeo de algunos de los últimos modelos lanzados en este segmento con motores de gasolina.
Para Víctor. Disiento totalmente, la renovación del i30 lo ha mejorado totalmente y ahora sí que lo encuentro atractivo y con poco que envidiar a los reyes del segmento de los compactos generalistas. Sobre el Tucson, más de lo mismo aunque en este caso el precio ya no es tan generoso.