Hyundai Kona N con 280 CV

Prueba en vídeo del Hyundai Kona N, un SUV deportivo de tamaño compacto con motor 2 litros turbo de 280 CV y tracción delantera. Un claro rival del CUPRA Formentor 2.0 TSI de 245 CV también tracción delantera.

El Hyundai Kona N tiene un precio en España de 44.900 euros. Una cifra que una vez se aplican los descuentos queda en 40.100 euros. Ahora mismo hay casi 40 Hyundai Kona nuevos anunciados en coches.net desde apenas 18.000 euros.

Eso sí, si no te llega para el nuevo en coches.net hay más de 500 Hyundai Kona de segunda mano a partir de 13.800 euros.

Hyundai N es la división deportiva de la firma de Corea del Sur. Curiosamente el máximo responsable de esta sub-marca es el alemán Albert Biermann. Biermann antes de fichar por Hyundai era el máximo responsable de BMW M.

Es difícil encontrarle un rival al Kona N. Los SUV deportivos de su tamaño y mismo nivel de prestaciones todos tienen en torno a 300 CV, tracción integral y además son más caros. Hablo de: Audi SQ2, BMW X2 M135i, CUPRA Formentor VZ 310 y Volkswagen T-Roc R.

De hecho, el que más se acerca por precio y concepto sería el CUPRA Formentor VZ 2.0 TSI de 245 CV. También es tracción delantera, pero sobre el papel tiene casi 40 CV menos. Aunque la impresión que me dejó cuando lo probé brevemente en la presentación del CUPRA Formentor VZ5, esta versión de 245 CV parecía que tenía más caballos de los que declara. No iba nada mal.

Además de por un completo kit de carrocería el Hyundai Kona N destaca por las llantas forjadas de 19” calzadas con neumáticos Pirelli PZero con marcaje de fábrica que se puede identificar con el logotipo “HN”. Lo que significa que han sido desarrollados específicamente para este coche en concreto. Unas gomas que tienen medidas 235/40 R19. A través de los 5 dobles brazos de sus llantas vemos los discos ventilados de 360 mm delante y 314 mm detrás.

El Kona N no es ligero con 1.510 kilos. Mide 4,2 metros de largo, 1,8 de ancho y 1,5 de alto. La distancia entre ejes es de 2,6 metros con lo que garantiza una buena habitabilidad interior. Efectivamente, el interior es amplio y cómodo. Ahora bien, los asientos deportivos son algo entallados para mi gusto. Sobre todo, la parte baja del respaldo aprieta en exceso para mi gusto. Hay asientos deportivos que sujetan igual de bien, pero no estrujan tanto.

El tacto de la piel perforada del volante no sería piel piel, dejémoslo en piel a secas. La tapicería de los asientos es una combinación tela-piel de tacto algo más agradable. Destacan los bordados con el logo de “N” en los respaldos.

En lo que a pantallitas se refiere merece la pena destacar la instrumentación que ofrece cuando activas el modo N. Un cuadro con lo necesario e imprescindible, todo en su sitio y más claro imposible. Bravo porqué han acertado de lleno.

En la pantalla táctil de 10,25” del centro del salpicadero puedes ver un sinfín de parámetros más a través del menú “N Mode”, parece un Nissan GT-R. Incluso lleva descargado el trazado del circuito del Nürburgring con GPS para ver en que posición del mítico circuito alemán nos encontramos en caso que algún día viajemos hasta allí.

La segunda fila es cómoda, con un acceso amplio y buena altura libre al techo. Eso sí, el espacio para las piernas, con el asiento del conductor regulado a mis 1,8 metros de alto queda algo justo.

El maletero es correcto para un turismo compacto, pero pequeño para un SUV. Declara 361 litros pero la verdad, parece algo menos. Abatiendo los asientos queda en unos escasos 1.143 litros.

Por lo general siempre desactivo todos los asistentes de carril, señales y demás para reducir el número de intrusiones y avisos. Pero ojo, este coche cuando detecta una señal de curvas peligrosas delante te propone activar el Modo N, el modo más deportivo. Primera vez que veo que el propio coche te sugiere algo en plan: “¡Agárrate que vienen curvas!”.

Y vamos si cambia cuando activas el modo N. No sólo suena bien, que para los estándares que ofrecen los deportivos a día de hoy pocos están a su altura a nivel de petardeos y demás. Las restricciones en tema de emisiones y demás han limitado mucho todo…

También pasa a ser mucho más duro. Vamos es una auténtica tabla. Duro es poco. En el nivel 3 de los tres disponibles para ajustar la suspensión es exageradamente duro. O te encuentras con un asfalto impecablemente liso, al estilo de un circuito o olvídate de usarlo así.

Es bestial lo bien aplomado que va en todo momento. Sientes que es un coche que va muy ligado al asfalto, sólo termina moviéndose atrás si te pasas apurando una frenada, en curva la trasera no se mueve un ápice.

Lo mejor es en lugar de recurrir al modo N por defecto, seguir apretando un poco más el botón “N” de la derecha del volante para dar con el modo Custom. Un modo que tú mismo antes has podido configurar a tu gusto. En este caso llevo la suspensión en la posición más suave, la dirección en el punto intermedio y todo lo demás en lo más Racing, incluso la electrónica desactivada.

Precisamente sin controles es cuando puedes ver lo bien que trabaja el diferencial mecánico de deslizamiento limitado con gestión electrónica que equipa de serie. Un diferencial que busca en todo momento lograr la máxima tracción, sin llegar a ser de esos que tiran con tanta fuerza que terminan moviéndote la dirección. Aquí no sufres apenas de torque steer algo que se agradece y mucho.

Hablando de la dirección la esperaba algo más comunicativa. Va bien, pero hay un punto ahí en medio, que parece que no notes claramente lo que pasa. Es un sí, pero no. Volviendo tal tema de la potencia. Ojo que hay caballos para transmitir al suelo.

Está animado por el mismo motor 2.0 turbo del i30 N. Declarar 280 CV de 5.500 a 6.000 rpm y 392 Nm de 2.100 a 4.700 rpm. Vamos que entrega lo mejor de si casi en todo el rango de revoluciones comprendido entre las 2.000 y 6.000 vueltas.

Y si ves que te quedas corto, presionas este botón de color rojo del volante en el que se puede leer “NGS” por N Grin Shift. Haciéndolo la caja baja automáticamente hasta la marcha en la que se pueda ofrecer el máximo rendimiento en aquel momento y durante 20 segundos disfrutas de 300 CV. Todo ello mientras ves un cronógrafo con una cuenta atrás en el cuadro que te indica los segundos que te quedan para seguir usando este modo de alto rendimiento.

Tendrás que esperar 40 segundos más para volverlo a usar. Vamos un sistema similar al Sport Response que Porsche monta en los modelos equipados con el Paquete Sport Chrono. La diferencia es que en un Porsche lo puedes usar una y otra vez sin parar, sin tener que esperar ni un segundo más.

Las prestaciones del Kona N son destacables. Anuncia un 0 a 100 km/h en 6,4 segundos. 5,5 segundos si activas el Launch Control. Mientras que la velocidad punta queda en 240 km/h. Equipa una caja de cambios DCT desarrollada por Hyundai de doble embrague y 8 relaciones. Una caja sensacional para disfrutar en conducción deportiva.

Con un modo manual manual de verdad de la buena. Si llegas al corte no cambia por ti. Además, baja de marcha siempre que se lo pides, incluso cuando esto implica llegar al corte en la marcha inferior y sube con una velocidad de escándalo. La iluminación del cuadro acompaña con lo que en todo momento ves cuando es el momento óptimo de cambiar.

Ahora bien, sorprende que cuando activas el modo Eco no se desacople la transmisión cuando levantas el pie del acelerador, y que las transiciones en este modo más relajado no sean todo lo suaves que esperarías en un doble embrague.

Según Hyundai el consumo medio homologado del Kona N es de 8,6 l/100 km. No obstante, 8 l/100 km fue el registro más bajo que logré circulando únicamente por autopista. En un trayecto mixto de más de 140 kilómetros el consumo medio quedó en 10,3 l/100 km.

El Hyundai Kona N es un SUV deportivo de tracción delantera que ofrece unas prestaciones de auténtico GTI. Si fuese 4x4 sería casi perfecto puesto que podría rivalizar de tú a tú con lo más granado de este segmento.