Hyundai Tucson 2024: En la variedad está el gusto

Hemos probado por primera vez el nuevo Hyundai Tucson 2024. La cuarta generación de este SUV compacto, presente desde la segunda mitad de 2020, fue actualizada a nivel mundial a finales del año pasado y ya está a la venta en España. En este vídeo os presentamos todas sus novedades:

El Hyundai Tucson es uno de los principales exponentes del segmento C-SUV; donde se las tiene que ver, entre muchos otros, con pesos pesados como su primo coreano, el Kia Sportage, el actualizado Nissan Qashqai y la nueva generación del Volkswagen Tiguan. Su equilibrada propuesta de diseño, espacio y equipamiento lo ha convertido en un superventas, estatus que pretende conservar con su puesta al día de mitad de vida.  

Como es de recibo en cualquier restyling, las dimensiones del Tucson permanecen casi intactas: mide 4,51 metros de largo y tiene los mismos 2,68 m de batalla, 1,87 m de anchura y 1,65 m de altura. A partir de ahí, presenta algunas modificaciones en su carrocería, un habitáculo muy cambiado y una gama de motores tan variada como ya lo era, pero con ciertas modificaciones.

De entre todos los cambios estéticos, el que mejor permite distinguir de un solo vistazo al nuevo modelo es su frontal rediseñado. El rostro del Tucson mantiene sus rasgos principales pero los acentúa con una parrilla más ancha, que muestra un tramado distinto, un logo más grande y un juego de luces algo simplificado: cuenta con 8 proyectores en vez de 10 como antes, pero con mayor superficie individual. También cambia el paragolpes -más aún en la versión N Line, de estilo deportivo-, al que unas grandes molduras le dan una apariencia robusta, muy al gusto de hoy en día.

Pasando al lateral, parece que nada haya cambiado; pero sí llegan nuevos modelos de llantas con medidas entre 17” y 19”. En la trasera, se repite la historia porque las diferencias respecto del modelo saliente son escasas: el escudo de la marca ahora está integrado en la luneta, no en una moldura decorativa; y gracias a ello, el limpiaparabrisas ha podido crecer en 7,5 cm, lo que incrementa su área de acción. También es nuevo el paragolpes, que lleva los grupos ópticos hacia los extremos, tal vez para protegerlos de posibles alcances; aún así, me parece que siguen estando un tanto expuestos.

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Además de todo lo mencionado, llegan 6 nuevos colores de carrocería; en total, podemos elegir entre 11 tonalidades distintas.

El habitáculo del nuevo modelo se caracteriza por presentar un salpicadero totalmente cambiado, que se asemeja al del actual Hyundai Kona. Como aquel, presenta un diseño mucho más limpio, formado por capas horizontales -una de ellas dedicada a las salidas de aireación- coronadas por un gran marco rectangular. Sus dos pantallas digitales de 12,3” dan acceso a un renovado sistema de infoentretenimiento con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos. Se estrena asimismo un head-up display con proyector de 12”.

La sección dedicada al climatizador también es nueva e incorpora mandos giratorios, más fáciles de usar. De hecho cambia al completo toda la consola central, desde el reposabrazos hasta donde antes se ubicaba la botonera del cambio automático: ahora el selector pasa a ser una palanca situada detrás del volante. Esto libera espacio en el centro de la consola para ofrecer más huecos de almacenamiento y para poner a mano una bandeja de carga inalámbrica con 15 W de potencia. Además, ahora los puertos USB son de tipo C.

Las nuevas tapicerías para las puertas y los asientos redondean un puesto de conducción más actual tanto por aspecto como por capacidades tecnológicas; que, además, presenta una mejor ergonomía. Lo único que no acaba de emocionarme es el diseño del volante, cuyas formas asimétricas permiten consultar más fácilmente la instrumentación -esa es precisamente su razón de ser- pero queda un poco raro para mi gusto.

Pasando a la segunda fila de asientos, nada ha cambiado: sigue siendo muy amplia -amplísima diría yo- en relación con las dimensiones exteriores del vehículo. La banqueta continúa siendo fija por desgracia; pero los respaldos, que están divididos en 3 secciones, permiten variar su inclinación en caso de que necesitemos aprovechar al máximo el maletero sin renunciar a los asientos.

El maletero permanece inalterado; lo que no es mala noticia, porque sigue ofreciendo entre 546 y 620 litros de capacidad dependiendo de la combinación de motor y transmisión: en el híbrido convencional son 616 litros mientras que el híbrido enchufable dispone de 558 litros.

En esta versión plug-in hybrid, la presencia de la batería inutiliza el doble fondo; pero seguimos contando con un amplio espacio de carga que además, ofrece mandos para plegar remotamente los respaldos traseros. Al hacerlo, podremos llegar a los 1.799 litros de capacidad máxima.

La variedad de opciones mecánicas continúa siendo uno de los puntos fuertes del SUV coreano. Al igual que antes, ofrece motorizaciones tradicionales o con hibridación, ya sea ligera, convencional o enchufable; sin embargo, se han producido algunas modificaciones. Donde no las hay es en el apartado del diésel, ya que sigue presente el conocido 1.6 CRDI con potencias de 115 y 136 CV; en este último caso con microhibridación y la posibilidad de añadir tracción total y cambio automático.

Las novedades se centran, pues, en la vertiente de la gasolina, para la que el Tucson estrena un nuevo 1.6 T-GDI de 160 CV, turboalimentado, con cuatro cilindros y distribución por cadena, que reemplaza y unifica las anteriores potencias de 150 y 180 CV. Este propulsor de gasolina ofrece prácticamente las mismas combinaciones que el diésel: es decir, cambio automático o manual, tracción delantera o total y la posibilidad de contar con hibridación ligera.

Pero la cosa va más allá, porque este renovado motor de gasolina resulta ser clave para toda la gama. Y es que también está presente en la versión híbrida convencional, donde se acompaña de un motor eléctrico de 64 CV para entregar al eje delantero o a las cuatro ruedas una potencia combinada de 215 CV; es decir, 15 CV menos que en el modelo anterior.

Y todavía hay más, porque está integrado asimismo en la motorización híbrida enchufable; donde no cambian ni el motor eléctrico de 98 CV ni la batería de 13,8 kWh; aun así, ahora homologa 63 km de autonomía eléctrica (1 kilómetro más que antes). Nuevamente, esta versión pierde una pizca de potencia respecto del modelo anterior (252 CV frente a 265 CV); pese a ello, el Tucson plug-in sigue mostrando unas prestaciones claramente superiores a las del no enchufable y, sobre todo, en comparación con el resto de la gama. La parte negativa es que esta versión pesa alrededor de 400 kg más que el Tucson de gasolina sin hibridación.

Como acabamos de ver, Hyundai ha aprovechado la puesta al día del Tucson para actualizar ampliamente su gama de motorizaciones. Donde no ha tocado nada es en el chasis; lo que puede significar dos cosas: pereza, o lo que es más factible, haber hecho bien las cosas desde un principio. Afortunada y claramente se trata de lo segundo, porque ya dijimos desde el primer día que el comportamiento dinámico de este SUV había dado un gran salto con el salto de generación; de manera que no me sorprende que los ingenieros de la casa surcoreana no hayan querido arriesgarse a “desmejorar” lo mejorado.

Y es que el Tucson destaca sobre todo por ser capaz de combinar una notable comodidad en autopista con un comportamiento casi de turismo en carretera, especialmente cuando el vehículo equipa la amortiguación adaptativa. La lleve o no la lleve, el actual Tucson es un automóvil mucho más refinado que su predecesor; muestra una notable calidad de rodadura y saca partido de un equilibrado esquema de suspensiones con eje posterior multibrazo.

Evidentemente, no es un coche de carácter deportivo: es un SUV familiar -que no se nos vaya de la cabeza-. Como tal, deja notar ciertas inercias y la carrocería puede inclinarse si conducimos más deprisa de lo que toca. No obstante, gracias a su chasis bien ajustado y a la ayuda de una dirección tirando a rápida, el Tucson deja entrever un punto de dinamismo que agradecerá cualquier conductor al que le guste conducir. 

La dotación de serie del nuevo Tucson incluye importantes elementos de seguridad activa como el asistente de mantenimiento de carril, luces de carretera automáticas, detección de peatones, ciclistas y señales de tráfico, vigilancia de alerta del conductor y control de crucero con circulación en atascos. Forman parte del equipamiento opcional elementos como el aparcamiento remoto, la vigilancia de tráfico cruzado, el monitor digital de ángulo muerto y las cámaras de visión periférica.

Veamos cuáles son los precios oficiales del Hyundai Tucson en 2024 antes de aplicar descuentos de marca y concesionario. Sale a la venta en España con distintos grados de equipamiento; el básico, llamado Klass, da acceso al Tucson más asequible, con el nuevo motor de gasolina de 160 CV, que cuesta 32.925 euros. El diésel de 115 CV sale por 35.425 €, y el híbrido de 215 CV, por 39.125 €. Subiendo al equipamiento Maxx, tenemos el diésel híbrido ligero de 136 CV desde 39.025 €, y el gasolina de 160 CV con microhibridación desde 36.175 €. Finalmente, el híbrido enchufable de 252 CV sube a otra categoría de precios, ya que parten desde 51.325 € con el equipamiento Tecno y llegan hasta 55.775 € en el caso del N Line Style, que es el que os hemos mostrado en el vídeo que acompaña a este artículo.

Precios

• Hyundai Tucson 1.6 TGDI 160 CV 32.925 €

• Hyundai Tucson 1.6 CRDi 115 CV 35.425 €

• Hyundai Tucson 1.6 TGDI 160 CV MHEV 36.175 €

• Hyundai Tucson 1.6 CRDi 136 CV MHEV 39.025 €

• Hyundai Tucson 1.6 TGDI 215 CV HEV 39.125 €

• Hyundai Tucson 1.6 TGDI 252 CV PHEV 51.325 €

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