Gerard Farré probó la versión híbrida enchufable, Jaume Gustems la versión con motor gasolina y cambio automático, durante la presentación del renovado Jeep Compass y, ahora, es el turno de la versión 80 Aniversario que, además de los cambios estéticos, incorpora un mejorado motor diesel de 130 cv, cambio manual y dos ruedas motrices.
Puesto al día
EL Jeep Compass, recibe mejoras que lo acercan más a los gustos del mercado europeo con acabados de mayor calidad, una estética renovada, mayor tecnología y motores más eficientes. Por tamaño, con 4,39 metros de largo, 1,81 de ancho, 1,62 de alto y una batalla de 2,63 metros, se sitúa entre el Renegade y el Cherokee -dentro de la gama Jeep- y sigue siendo una alternativa a modelos como el Nissan Qashqai, Peugeot 3008, Hyundai Tucson o el Seat Ateca, entre otros.
Está disponible en cinco niveles de equipamiento distintos: Sport, Longitude, Limited, S y Trailhawk, además de la versión especial de lanzamiento 80 Aniversario, que es la unidad de esta prueba. El precio de acceso es de 28.500 € y el de nuestra unidad 39.608 € con las llantas opcionales de 19”.
Diseño
Exteriormente el Compass recibe cambios estéticos, especialmente en el frontal, que, aunque no son radicales, le dan un aspecto más actual. En el frontal, la parrilla de siete ranuras típica de Jeep ahora está en una posición un poco más elevada y le acompaña una segunda parrilla inferior que integra los pequeños antiniebla, que en el modelo anterior estaban en una posición más baja.
Los faros full Led tienen nuevo diseño, e incorporan las luces diurnas que tienen nuevo grafismo y se sitúan en un posición más elevada. La entrada de aire de la zona inferior es más grande y el protector, más marcado, le dan un aspecto más agresivo. En el lateral destaca el logo específico de esta versión y las llantas de 19” opcionales. En la zaga ningún cambio excepto el diseño interior de las ópticas.
Cambios en el interior
Los cambios afectan al salpicadero, pantalla central, cuadro de instrumentos, paneles de las puertas y consola central El salpicadero, de líneas horizontales, esta colocado un poco más alto, tiene buen tacto y buenos acabados. El sistema UConnect 5, dispone de una nueva pantalla central de 10,1” colocada en posición más elevada con nuevas funciones, más rapidez de respuesta y conectividad con Android Auto y Apple CarPlay por Bluetooth. El sistema también ofrece la integración a Alexia para órdenes de voz mediante las palabras “Hey Jeep”.
El navegador TomTom ofrece funciones mejoradas y un manejo de los menús más intuitivo, mientras el cuadro de instrumentos digital de 10,25”, ofrece toda la información necesaria y con cinco menús diferentes para que cada usuario pueda configurarlo a su gusto. El diseño es totalmente nuevo y le da un aspecto mucho mas actual que el de su antecesor. Por su parte, la consola ofrece un compartimento más amplio para la carga inalámbrica del móvil o para dejar objetos, dos puertos USB y, tras la palanca de cambios, dos huecos portabebibadas. Bajo el apoyabrazos central, ahora hay un profundo espacio de casi 5 litros para guardar objetos.
Mas ayudas
Otra de las incorporaciones que recibe el nuevo Jeep Compass son los sistemas de ayuda y asistencia a la conducción, que le permiten ser el primer Jeep en contar con un sistema de conducción autónoma de Nivel 2.
El renovado Compass incorpora de serie reconocimiento de señales de tráfico, asistente de velocidad inteligente, alerta de fatiga y frenado automático de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas. Además, opcionalmente se puede disponer del sistema que combina el control de crucero adaptativo con el centrado de carril para mantener el coche en la trayectoria y distancia de forma automática.
Plazas traseras y maletero
Pese a los cambios que ha recibido en el interior, las plazas delanteras apenas cambian respecto a su predecesor y lo mismo ocurre con las traseras. Estas últimas ofrecen un buen espacio en altura al techo y distancia de piernas -superior a algunos de la competencia- y muy similar a sus rivales si hablamos de anchura total entre las puertas.
El asiento es abatible 60/40 y en la plaza central se encuentra un apoyabrazos con dos huecos porta bebidas. En las salidas de ventilación traseras se ubican dos puertos USB, una toma de 12V y una domestica de 230 V. Tampoco cambian las dimensiones del maletero, que tiene una capacidad 438 litros y 1.387 litros con los asientos abatidos. La única novedad es la apertura del portón “manos libres”.
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Motor mejorado
Coches.net ya ha probado la versión híbrida enchufable y la de gasolina con cambio automático de 150 cv. En esta ocasión hemos conducido la versión actualizada del 1.6 MultiJet II, que ahora desarrollar 130 CV a 3.750 rpm -10 cv más que el anterior- y 320 Nm de par a 1.500 rpm, en combinación con un cambio manual de seis velocidades y tracción delantera. Además del aumento de potencia respecto al modelo anterior, según Jeep se ha reducido el consumo en 10 % y las emisiones de CO2 en 11 g/km menos en el ciclo WLTP. La marca le otorga un consumo medio de 5,2 litros. Nosotros hemos rondado los 5.7 - 6.0 litros por autopista a velocidad legal y más allá de los 7 litros en carreteras de montaña.
Respuesta más viva
Debo decir que la respuesta de este propulsor ha mejorado y se muestra vivo desde que empezamos a acelerar. A 1.500 rpm ya se nota la entrada del turbo y sube con firmeza hasta cerca de las 4.000 rpm, momento en el que ya ha dado lo mejor de si.
Aunque en un coche de estas características las prestaciones puras no van a ser determinantes, es bueno que el motor responda con contundencia y ofrezca prestaciones correctas que nos permitan desenvolvernos con agilidad en situaciones como, por ejemplo, los adelantamientos. En este caso, con el motor diesel, el Compass acelera de 0 a 100 km/h en 10,6” y alcanza una velocidad máxima de 195 km/h.
Buena dinámica
La primera sensación que tuve al rodar con el Compass, fue la de que es un coche agradable de conducir. El motor es algo ruidoso pero el habitáculo esta bien insonorizado, la posición de conducción es cómoda y en vías rápidas ofrece bastante aplomo. El tacto de dirección y el tarado de suspensión hacen que sea efectivo tanto en vías rápidas como en carreteras de montaña y se muestre bien equilibrado.
La dirección está bastante asistida pero deja que notes lo que ocurre bajo las ruedas y el compromiso de dureza de la suspensión es correcto. Tan sólo en baches o en los reductores de velocidad de las calles resalta un tanto el eje trasero. Por ciudad el Jeep se desenvuelve bien, tiene buena visibilidad y es cómodo de manejar, aunque a mi gusto, un radio de giro menor lo mejoraría.
También en zonas viradas
Hace apenas un mes hicimos un comparativo con algunos de los rivales del Jeep Compass, así que tengo fresco el comportamiento de cada uno de ellos y, la verdad, es que el americano se hubiese defendido bien en cuanto a dinámica y tacto general. Como ocurre con casi todos los SUV, el Compass prefiere las carreteras de curvas amplias y rápidas, sin embargo, en zonas viradas nos gustó bastante.
Entra con precisión en las curvas, la carrocería no balancea en exceso y mantiene bien la trayectoria. El cambio es preciso, el tacto de los frenos es quizá algo blando -pero tiene buen mordiente- y la dirección no es todo lo rápida que nos gustaría, aunque es precisa. Tras los km recorridos por asfalto, decidimos probarlo fuera de él.
Fuera del asfalto
No es un tracción total, llavaba llantas de 19”, neumáticos de asfalto… pero que ¡caray! es un Jeep ¿no? ¡teniamos que probarlo en tierra! Y, lógicamente, no hubo sorpresas. Como ocurre con la mayoría de sus rivales, sus aptitudes off road son bastante limitas. Con un ángulo de ataque de 16 grados, uno de salida de 32 y una altura libre al suelo de 20 cm, no podremos hacer muchas virguerías, pero sí disfrutar por caminos no muy rotos adentrándonos por la montaña. Si queremos más prestaciones off road, mejor quedarse con la versión Trailhawk.
La conclusión tras esta prueba, es que el Compass es una buena opción. Enclavado en un segmento en el que existe una competencia tremenda, ha sabido actualizarse para poder estar a la altura. Una mejora global tanto estética como tecnológica, la actualización e hibridación de sus motores, un comportamiento dinámico muy polivalente -práctico para ciudad y eficaz en carretera- y un precio en línea con la competencia, le permiten estar en lucha por posicionarse entre los mejores.
Este Fiat macarroni no llega ni por asomo a la calidad de sus adversarios. Un insulto que una marca USA caiga en manos de los italianos, un sinsentido.