Probamos el nuevo Jeep Wrangler 4xe, el primer Wrangler híbrido enchufable de la historia. Un todoterreno puro y duro, que no pierde ninguna aptitud para el franqueo, y que gana en potencia (380 CV), economía de uso y sostenibilidad.
Hace unos años muy pocos hubieramos pensado que Jeep lanzaría un Wrangler con motor híbrido, capaz de funcionar en modo eléctrico. Pues sí, aquí lo tenemos: el nuevo Jeep Wrangler 4xe (4 por e), la e de eléctrico. Los tiempos cambian, y las marcas tienen necesidad de lanzar modelos que contaminen poco, a ser posible con etiqueta cero. Incluso el Wrangler, uno de los iconos del 4x4, no puede resistirse a ello. Es un Wrangler más eficiente, hasta cierto punto “ecológico”, y muy potente. Y no pierde aptitudes TT, incluso gana. No pinta nada mal, verdad?
La evolución de los todoterreno pasa también por la electrificación. El nuevo Jeep Wrangler híbrido enchufable coincide prácticamente en el tiempo con otro de los grande iconos del TT, el Land Rover Defender, que también cuenta desde hace bien poco con su versión electrificada (enlace a la prueba del Land Rover Defender 110 S P400e).
El Jeep Wrangler 4xe se vende solo en carrocería larga, que es la que permite instalar toda la tecnología híbrida enchufable sin problemas de espacio.
En vano motor encontramos lo habitual: un motor de gasolina de 2 litros, cuatro cilindros y 272 CV de potencia. Pero en este caso se acompaña de un motor eléctrico, situado junto a la caja de cambios, que puede funcionar de forma independiente para impulsar el coche. Y aquí también hay otro motor eléctrico, más pequeño, que hace de generador y ayuda en los arranques y aceleraciones. En total, estos motores trabajando de forma conjunta dan nada menos que 380 CV y 637 Nm.
Debajo de los asientos traseros está la batería, que tiene una capacidad de 17,4 kW/h. Con la energía que almacena, el Wrangler puede funcionar solo en modo eléctrico unos 45 kilómetros en carretera y unos 53 kilómetros en ciudad. En teoría. Ya os avanzo que en realidad, se hacen unos 33 kilómetros en uso mixto. Podrían seros suficientes para ir y volver del trabajo sin gastar gasolina… aunque hay híbridos enchufables mejores, está claro.
Para la recarga de la batería, en un enchufe doméstico de 3 kW se necesitan 6 horas y media. Si tenemos un punto de recarga a 7,4 kW, en solo dos horas y media está listo.
Diseño conocido, sin cambios
El diseño no cambia en absoluto respecto a las versiones de gasolina: vemos las parrilla de 7 ranuras, los pasos de rueda trapezoidales, las formas cuadradas típicas del modelo, como los faros redondos, que son full LED.
Como detalles distintivos tiene una toma de carga en un lateral, en una posición elevada. Todos los componentes y sistemas electrónicos de alto voltaje, incluido el cableado entre el paquete de baterías y los motores eléctricos, están sellados y son resistentes al agua. Al igual que todos los modelos Jeep Wrangler Trail Rated, la variante 4xe es capaz de vadear hasta 76 cm de agua.
Hay algunos detalles de diseño pintados parcialmente en color azul eléctrico, como en el logo exterior o en el logo trail rated que identifica a los Jeep más preparados para el todoterreno.
Esta unidad de prensa tiene el acabado especial edición 80 anniversary. Tienen la parrilla, el marco de los faros en el color de la carrocería, y venía pintada en color metalizado gris granito, incluido en el precio. El otro color disponible es un blanco. Equipa llantas de 18", un techo rígido del color de la carrocería, una funda rígida para la rueda de repuesto y el logo especial «80th Anniversary» en los pasos de rueda delanteros.
Este Wrangler que veis, en versión 80th Anniversary, cuesta 75.950 euros de tarifa. Con las promociones incluidas, el precio desciende a 71.442 euros. Son 6.350 euros más que lo que cuesta el mismo Wrangler con motor de gasolina, pero si tenemos en cuenta que este puede acogerse al Plan Moves III y el otro no, el precio se equilibra bastante. Con el tiempo, este Wrangler PHEV se posicionará como el más vendido de la gama Wrangler, por encima de la versión con motor de gasolina. Sobre todo ahora que la diésel ha desaparecido.
Esta edición 80 aniversario equipa de serie el pack full technology (sistema Keyless y control de ángulo muerto y el iluminación premium). Y la unidad que veis montaba además el Pack safety, que incluye el control de crucero adaptativo y el aviso de colision frontal; por 968 euros.
Detalles de buen acabado
El interior es el mismo, el ya conocido en otras versiones del Wrangler, y viene con el cuadro de instrumentos premium con pantalla multifunción de 7”, el sistema multimedia U Connect con pantalla táctil de 8,4” , asientos de cuero con costuras grises y el equipo de audio premium Alpine con 6 altavoces.
El cuadro de instrumentos cuenta con una pantalla TFT de 7”, que muestra varios gráficos específicos para el sistema híbrido. Es algo diferente al del Wrangler convencional. A mano izquierda podéis ver el cuentarrevoluciones del motor térmico, a mano derecha un indicador de distribución de energía, si usamos la batería o el motor térmico.
Plazas traseras y maletero: sin cambios
Las plazas traseras no cambian, siguen siendo bastante justas para el tamaño general del coche (te esperas algo más espacioso), aunque son cómodas. La diferencia está debajo de la banqueta. Aquí encontramos la batería del sistema híbrido. Y por supuesto, no puede faltar la chapita con el Jeep Willys original que identifica a esta versión como la 80 aniversario.
Esto hace que no cambie apenas la capacidad del maletero respecto a un Wrangler con motor de gasolina. Ofrece de 533 a 1910 litros. Son solo 14 litros de diferencia de capacidad respecto al maletero de un Wrangler idéntico con motor de gasolina.
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En carretera: algo impreciso, pero potente
La hibridación ha convertido a este Wrangler en un todoterreno totalmente silencioso cuando se mueve en modo eléctrico. Acelera con fuerza. 6,4 segundos en el 0 a 100. Es la versión del Wrangler que mejor acelera, y la que resulta más confortable. En autopista solo escuchas el ruido del viento sobre el parabrisas y los retrovisores, además de la fricción del neumático. No es tan confortable como un SUV o un TT de lujo, pero ofrece un nivel de comodidad aceptable. Tiene 380 CV, y lo que más impresiona es el plus de potencia ya que, al acelerar a fondo, por ejemplo, el coche empuja mucho más de lo que lo hace el gasolina e incluso que el diésel que existía hasta ahora.
La dirección es de las que obliga a hacer constantes micro rectificaciones. Esto es característico de este todoterreno, y es algo a lo que acabas acostumbrándote. Pero la verdad es que es un punto francamente mejorable.
Esta versión 4xe tiene un depósito de combustible de 65 litros, en lugar de 81 litros. Por lo tanto, si queremos disponer de la autonomía característica del Wrangler, habrá que contar con la carga de la batería.
Como todo vehículo híbrido, el Wrangler 4Xe dispone de varios modos de conducción: El modo Electric, que usa el motor eléctrico y la energía de las baterias, como si fuese un TT eléctrico 100%; el modo Hybrid, que combina el motor eléctrico y el de gasolina de la manera más eficiente posible y el modo e-Save, que conserva la carga de la batería para que podamos utilizarla más adelante.
Este coche también permite aumentar la accion del sistema de frenado regenerativo para recuperar más energía en las frenadas. Hay que pulsar este botón en la consola central.
Todo hace un Wrangler más eficiente, sin perder las características dinámicas del modelo, especialmente las de todoterreno; Y es que los ángulos característicos y las transmisiones son idénticos a los de un Wrangler de gasolina.
Esta versión 80 aniversario monta la transmisión Select Track, con modos de tracción a las ruedas traseras, tracción integral con reparto automático, integral con reparto al 50% y reductora. Hay una versión Rubicon más preparada, con ejes más robustos, neumáticos de taco para uso fuera de carretera, bloqueos de diferencial delantero y trasero, grupos de la transmisión y reductora más cortos y barras estabilizadoras desconectables.
Pero ya con esta versión 80 aniversario puedes jugar bastante en todoterreno. Y es posible hacerlo de forma totalmente eléctrica. Fuimos hasta el circuito de Stress y Adrenalina, en Sant Sadurní de Noia, cerca de Barcelona. Es un circuito privado, donde habitualmente se realizan cursos de conducción 4x4. Su trazado discurre entre viñedos, y tiene suficicientes y variados obstáculos para experimentar qué se siente al hacer todoterreno con un Jeep Wrangler; y en modo eléctrico.
Franquear obstáculos en total silencio
Hacer TT en modo eléctrico es una gozada. No es el primer 4x4 que conduzco en modo eléctrico para superar obstáculos. Ya lo hice hace unos meses con el Defender plug-in hybrid, otro icono que se ha modernizado en este sentido. Haciendo TT en modo eléctrico el par llega de forma instantánea, no es necesario revolucionar el motor para impulsar el coche. El motor eléctrico facilita la tarea.
Pensad que el modo eléctrico funciona también en reductora. Imaginad: potencia, par instantáneo, cambio automático (el coche no se cala) y un chasis preparado para lo que le echen. Se puede hacer TT con muchísima precisión. Y sin contaminar directamente al medio ambiente.
También es cierto que ante obstáculos un poco difíciles hay que hilar fino con el acelerador, porque si nos pasamos la reacción de coche es algo brusca, ya que el par motriz entra de golpe. En estos casos es preferible conectar el modo híbrido, para obtener una respuesta algo más progresiva.
Un gadget de este todoterreno es la camara delantera, que, en mi opinión, no es demasiado útil ya que no acaba de reflejar del todo bien el relieve del terreno. Al final, siempre acabas bajando del coche para ver lo que tienes delante. Donde sí es útil es en el guiado para superar un paso de troncos, ya que nos marca la línea a seguir.
Pesa 2.270 kilos. Muchos kilos, unos 250 kilos por encima de un Wrangler con motor de gasolina. Esto es como si hicíesemos TT con el coche cargado de gente. No lo parece, porque es potente y se mueve muy bien, pero el peso está ahí.
El peso es el hándicap de todos los coches eléctricos o híbridos enchufables, sean de todoterreno o no. Y aunque el Wrangler disimula este peso con un motor potente, que tira de la carrocería en toda circunstancia, las inercias se notan. Además, en el caso de quedar atascados, habrá que mover más kilos. Como ventaja, el hecho de tener la batería en el piso le da un centro de gravedad algo más bajo, y en las laterales o a alta velocidad en pista, tiene algo más de estabilidad.
Está claro que la hibridación ha aportado algunas ventajas al Jeep Wrangler, pero también algún inconveniente. No es la panacea, pero convierte a este icónico todoterreno en un TT más “sostenible”. Y eso ya es un gran avance. Si buscáis un Jeep Wrangler nuevo lo encontraréis en este enlace. Si queréis un Jeep Wrangler de kilómetro cero, lo encontraréis aquí. La oferta de Jeep Wrangler de segunda mano en Coches.net la encontraréis aquí.
Tiene buena pinta, pero con el precio que tiene pues tambien habria que mirar el land rover defender nuevo.