Lamborghini Huracán STO con 640 CV

El Lamborghini Huracán STO es la evolución más prestacional del modelo con motor V10 de la firma de Sant’Agata Bolognese. Con 640 CV es lo más parecido a un Porsche 911 GT3, un modelo de calle inspirado en la competición pensado para disfrutar al máximo en circuito.

El Lamborghini Huracán STO tiene un precio en España de 350.000 euros. Aunque si te animas con las opciones del departamento Ad Personam la cifra puede ser todavía más elevada, pasando incluso de 400.000 euros.

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Un Lamborghini tiene que parecerse a un caza de combate o a una nave espacial. Algo que vuele y que alcance una velocidad desorbitada. El STO cumple a la perfección con esta máxima. Lo mires desde el ángulo que lo mires es como un caza de combate, alas tiene, pero misiles de momento no.

Mide 4,57 metros de largo, 1,94 metros de ancho, 1,22 metros de alto y su distancia entre ejes es de 2,62 metros. Es extremadamente ligero puesto que declara un peso en vacío de 1.339 kilos.

No olvidemos que las siglas STO significan Super Trofeo Omologata. Está claramente inspirado en el Huracán Super Trofeo, el coche de carreras de la copa monomarca que organiza Lamborghini.

Todo el frontal es de una única pieza, Cofango lo llaman. Un fusión de la tapa del maletero y de las aletas delanteras. Cofano y Parafango. El márketing que a veces hace mucho daño. Pero así en italiano suena hasta bien y todo.

La toma de aire del techo es bestial, no se encarga de dirigir aire a la admisión del motor, simplemente manda aire fresco al vano motor. A través de esta rejilla del capó trasero se puede ver, pero dudo que alguna vez llegues a tener un coche pegado detrás. Y qué decir del alerón. Esto es carbono carbono, del de verdad de la buena. Es regulable y está claramente inspirado en el que usan los coches del Super Trofeo.

Puertas completamente en carbono, con tiradores de tela, asientos aligerados, todo en pro de reducir al máximo el peso del conjunto. Por fortuna mantiene el aire acondicionado y la pantallita central para controlarlo todo. Aunque con este coche hoy no pienso poner la radio ni un solo segundo. Todavía menos teniendo a ese V10 ahí detrás y sin apenas aislamiento acústico. El maletero declara 38 litros de capacidad, más que suficiente para cargar un par de botellas de Acetto Balsamico di Modena como estas de Acetaia Sereni.

Su motor V10 atmosférico de 5,2 litros de cilindrada es un instrumento musical. Nunca antes en ningún otro Huracán había escuchado un sonido tan bello, tan visceral, tan salvaje como el del STO. Para disfrutar todavía más de su musicalidad y ya de paso reducir el peso del conjunto se ha eliminado prácticamente todos los aislamientos acústicos que envuelven el habitáculo.

Además de ofrecer esta melodía también entrega una buena dosis de potencia. 640 CV a 8.000 rpm y 565 Nm a 6.500 rpm. Pero no termina ahí, se estira hasta las 8.500 rpm, 8.500 rpm!

Sí, hay competidores que declaran más de 700 CV, pero todos con motores turbo. Esta banda sonora es de película de Hollywood y ojo que empuja una auténtica barbaridad. Yo no echo en falta esos cien caballos de diferencia para nada.

Una mecánica que va asociada a una caja de cambios automática de doble embrague con 7 relaciones, que gestionas con dos levas de metal de gran formato que hay detrás del volante. La programación del cambio es más rápida en el STO. Las prestaciones son estratosféricas con una velocidad punta de 310 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3 segundos. En sólo 9 segundos alcanza desde parado los 200 km/h.

CCMR. Estas son las siglas con las que Brembo ha bautizado el potente equipo de frenos que ha diseñado para el Huracán STO. Carbo Ceramic Material Racing. Un conjunto derivado directamente de la experiencia de la firma en F1 con discos de 390 mm y pinzas de 6 pistones delante.

En el eje trasero monta discos 360 mm con pinzas de 4 pistones. Los ingenieros de competición de Brembo se han preocupado para que el rendimiento no decaiga, incluso cuando se les somete a largas jornadas de prueba en circuito. Doy Fé.

Lamentablemente la unidad de pruebas no contaba con los neumáticos desarrollados exprofeso para el STO, los Bridgestone Potenza RACE. En su lugar contaba con unos Bridgestone Potenza Sport con unas medidas 245/30 R20 delante y 305/30 R20 detrás.

Cuenta con tres modos de conducción: STO, Trofeo, Pioggia. En modo Trofeo todo se acentúa, suspensión, dirección trasera, control de tracción, intervención del ABS… El cambio pasa a quedar en modo automático. Incluso el sonido del escape pasa a ser todavía más grave.

El STO es justo lo que esperas en un supercar así. Sentir que estás al volante de un coche de carreras de verdad. Eso que tan bien comunica un Porsche 911 GT3 por fin lo ha logrado Lamborghini. Lo ideal con el STO es desactivar el control de estabilidad y recurrir al modo manual del cambio.

El Trofeo es sólo recomedable en circuito o con asfalto perfecto. Endurece tanto la suspensión que en carretera no siempre mejora las prestaciones. Eso sí, con el modo Trofeo hace unos petardeos atómicos.

Recuerdo hace mucho tiempo probar el Gallardo Super Trofeo Stradale, un coche que me pareció bestial, pero para nada era tan comunicativo, tan claro, tan efectivo, tan directo como el nuevo Huracán STO.

Pocos coches ofrecen una experiencia tan completa, prestaciones estratosféricas, diversión sin fin y encima sientes que en todo momento controlas todo lo que está pasando. En un mundo plagado de electrónica es un verdadero lujo dar con un coche tan bien hecho como este.

Espero que la gasolina sintética por la que tanto apuestan marcas como Porsche sea bien pronto una realidad. No pueden, no deben desaparecer coches como este Lamborghini Huracán STO. Coches que son más que un coche. Además de ser una obra de arte en cuanto a diseño, esta creación mecánica es capaz de generar unas emociones que pocas otras máquinas son capaces de producir en un ser humano. Gracias Lamborghini por seguir creyendo en el automóvil.