Leapmotor T03: El urbano eléctrico por 18.900 €

Leapmotor acaba de llegar a Europa. Es una nueva marca china que distribuirá Stellantis y que pretende vender vehículos eléctricos a precio muy asequible. Uno de sus dos primeros modelos es el Leapmotor T03, un coche eléctrico del segmento A, similar en dimensiones al Dacia Spring con el que competirá, pero con un precio más barato, desde 18.900 euros y un equipamiento claramente por encima. Se destina a personas que busquen un vehículo eléctrico 100 urbano económico de compra y de mantenimiento por debajo de los 20.000 euros antes de aplicar el Plan Moves.

Este coche será el primero, junto con el SUV C10 en venderse en España de esta marca que contará con hasta 47 concesionarios, la mayoría ya distribuidores del resto de las marcas del Grupo Stellantis y que prevé vender unos 2.000 coches en nuestro mercado en un año completo. Con este modelo, Stellantis, que ha adquirido los derechos de venta y producción de los Leapmotor para todos los mercados mundiales excepto China, pretende entrar en el segmento de los urbanos eléctricos de primer precio posicionando el T03 por debajo de coches como el Fiat 500 eléctrico o los nuevos Citroën ë-C3 y Fiat Grande Panda Eléctrico.

El Leapmotor T03 mide 3,62 metros de largo por 1,58 de ancho y 1,65 de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,40 metros. Tiene cinco puertas y está homologado para cuatro plazas. Es un coche de líneas sencillas, con un frontal con los faros elevados, una parrilla cerrada no muy agraciada y la trampilla de recarga en el centro, una silueta de segmento A, con una altura generosa y llantas de 15 pulgadas y una trasera con un portón no muy grande y una franja negra uniendo los pilotos donde encontramos el nombre de la marca.

Hay que destacar que tanto los faros como los pilotos son de LED, los retrovisores son eléctricos y tanto el techo solar panorámico como la carrocería bitono (techo en negro) serán de serie, al menos en el acabado inicial Design que se venderá en España con un precio de 18.900 euros.

En el interior encontramos una instrumentación digital de 8 pulgadas y una pantalla central de 10,1 con navegador, conexión de teléfonos por Bluetooth y control por voz. Todo el sistema de software es propio y desarrollado internamente por la marca china. La pantalla central está muy mal situada, muy abajo y con la mano en el volante tapando casi la mitad y tiene una buena resolución, pero parece un espejo, con reflejos por todas partes, lo que compromete su usabilidad. la de la instrumentación está mejor sitiada, pero tiene el mismo problema de reflejos

El problema de la pantalla es que hay muchas cosas que deben hacerse imperativamente a través de ella, como seleccionar el modo de conducción y el de dirección, encender o apagar faros y antiniebla, aunque los primeros pueden dejarse en automático, gestionar el climatizador o conectar y desconectar las ayudas a la conducción. Además, todo ello, con teclas y botones en la pantalla pequeños y que exigen precisión en las acciones.

El salpicadero es sencillo, está bien rematado y cuenta con materiales de mejor calidad que los de un Dacia Spring, su gran rival en el mercado. Los asientos incorporan reposacabezas integrados y son correctos, aunque sin sujeción, el volante solo es regulable en altura, no en profundidad y solo el asiento del conductor tiene regulación en altura. El vehículo cuenta con cuatro elevalunas y retrovisores eléctricos, climatizador, aunque sin poder fijar una temperatura concreta y una ranura específica para dejar el móvil cargando en un USB.

Las plazas traseras (dos ya que está homologado para cuatro plazas) son correctas en espacio, sobre todo en altura libre al techo y no tanto entre filas, aunque no está mal en comparación con otros coches de su tamaño.El piso plano permite entrar con facilidad y la posición es erguida y cómoda, aunque con poca visibilidad. El principal problema está al salir ya que el pie golpea con el montante y hay que retrasarlo mucho con lo que, al salir, es posible golpearse con la rodilla. Detrás no hay salidas de aire ni tomas USB ni ninguna clase de equipamiento.

El maletero del T03 es de 220 litros. Tiene un plano de carga elevado y, sobre todo, una apertura estrecha del portón que no facilita la carga de bultos grandes. El respaldo posterior se abate hacia adelante, pero de una sola pieza, de manera que no puede mantenerse una de las dos plazas traseras. O las dos o ninguna.

Este coche es 100% eléctrico y tiene un motor de 95 CV y una batería de 37,3 kWh que le da una autonomía de hasta 265 KM según el protocolo WLTP que se levan hasta 395 en ciclo urbano. Cabe recordar que el Dacia Spring se ofrece en versiones de 45 y 65 CV y que su autonomía es de 230 km con una batería más pequeña, de 32 kWh. La recarga se efectúa a un máximo de 6,6 kW en corriente alterna y a 48 kW en corriente continua de modo que exige 36 minutos para pasar del 30 al 80%. Recordemos que el Dacia carga a un máximo de 30 kW.

La respuesta del motor es buena, mejor que la del Spring, por ejemplo. Su poco peso (1.115 kilos) le permite acelerar de manera notable, con un 0-50 en 5 segundos y un 0-100 correcto en 11,9 segundos para una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora. Las recuperaciones son buenas, sobre todo en el modo Sport que hace que la respuesta del motor sea más inmediata.

El coche monta suspensión delantera McPherson y trasera de barra de torsión y equipa frenos de disco en las cuatro ruedas. Tiene una dirección con tres modos de asistencia, Confort, Standard y Sport, la primera muy asistida y la última más firme y precisa. El coche ofrece un comportamiento ágil y una firmeza de suspensión notable que permite controlar las oscilaciones de carrocería y no resulta molesta en los baches en la ciudad.

La ciudad es, evidentemente, el ámbito preferido de este modelo que destaca por su agilidad en el tráfico. Pequeño y con una dirección muy directa, gira en muy poco espacio y se aparca en cualquier hueco. En carretera se defiende e incluso en autopista, donde lo probamos durante muy pocos kilómetros, no nos pareció que desentonara. Está mejor aislado que el Spring y, aunque es algo más incómodo que el modelo de la marca rumana, también de origen chino, transmite una mayor seguridad al volante.

Las ayudas a la conducción incluyen el mantenimiento de carril, el control de crucero adaptativo, la alerta de colisión frontal, la asistencia de velocidad inteligente, el detector de fatiga o la alerta de apertura de puertas, entre otras y tiene cámara de marcha atrás y climatizador en el equipo de serie. Se ofrece en tres colores, blanco, gris y azul y en un único nivel de acabado con todo lo comentado de serie ya que no hay opcionales.

A un precio de 18.900 euros, de los que pueden descontarse 7.000 euros del Plan Moves actual, el T03 es un coche urbano eléctrico que tiene todo para triunfar en el mercado. Tiene las dimensiones de un segmento A, pero con un buen espacio interior y un maletero correcto y, sobre todo, ofrece un motor honesto, con casi 100 CV, una autonomía ideal para un urbano, una recarga aceptable y, sobre todo, una relación precio-equipamiento imbatible que le sitúan en una posición muy competitiva respecto del Dacia Spring y le permiten atacar el segmento superior donde se moverán los Fiat 500 e y Grande Panda, Citroën ë-C3, Renault 5 o Hyundai Inster, todos ellos más atractivos, más grande y, por supuesto, bastante más caros.