Hay coches que se disfrutan tanto conduciéndolos como dejándote llevar. Y este es el caso del nuevo Lexus LS 500h. Si quieres disfrutar de los 359 cv de su motor de gasolina V6 de 3,5 litros -en combinación con el motor eléctrico- el LS 500h es tu coche. Sólo tienes que sentarte al volante, arrancar y poner rumbo hacia donde te apetezca.
Si por el contrario, prefieres ir estirado en el asiento derecho trasero mientras recibes un masaje por todo el cuerpo hasta llegar a tu destino, el Lexus LS 500h también es tu coche. Y es que la nueva berlina de Lexus es un derroche confort y de lujo al que acompañan un diseño atrevido, atractivo y una tecnología que lo mejoran en prácticamente todos los aspectos.
Con personalidad
Es la quinta generación del buque insignia de la firma japonesa y con él Lexus pretende ofrecer un vehículo tremendamente confortable, lujoso y con personalidad. Está creado sobre la nueva plataforma GA-L, que le permite tener un centro de gravedad más bajo, mayor rigidez y un aspecto más ligero, a pesar de ser un coche de 5,23 metros largo, 1,90, de ancho 1,46 de alto y tener una batalla de 3,12 metros. A diferencia de lo que ocurría hasta ahora que se podía escoger entre una carrocería de algo menos de 5 metros y otra de 5,21, ésta será la única medida disponible. El maletero dispone de unos discretos 400 litros de capacidad, en parte porque la batería del sistema eléctrico -ahora de iones de litio ligera y compacta- va situada en el fondo.
La parte frontal mantiene la línea de los últimos productos de la marca con la inmensa parrilla que caracteriza a los Lexus, las luces diurnas de LED en forma de Z y las marcadas entradas de aire. Es el primer sedan de Lexus con un diseño de seis ventanillas y la vista lateral consigue un efecto coupe que, sin embargo, no limita la distancia al techo para sus ocupantes. La zaga, que tal vez sea la parte menos original del conjunto, no desentona y redondea el diseño con un toque elegante, aunque menos original que el frontal. Las llantas de 20 pulgadas son especificas de este acabado Luxury.
Calidad y confort
En el interior los materiales de calidad, los buenos acabados y el confort presiden el habitáculo. La suave y nítida forma del salpicadero con la pantalla de 12” en el centro, que hace que parezca que el salpicadero tenga dos alturas, las líneas horizontales con las salidas de aire perfectamente camufladas en ellas o la amplia consola central, es buena muestra. Pero no todo es perfecto. Hay detalles mejorables como es la ubicación de los mandos de los modos de conducción en los laterales del cuadro de instrumentos o el tener que utilizar, queramos o no, el trackpad situado en el centro de la consola para utilizar los menús de la pantalla multimedia que no es táctil.
A pesar de estos puntos mejorables, en conjunto, el interior del nuevo Lexus está a gran nivel y se nota que la marca prioriza ofrecer un gran confort. La primera muestra de ello la encontramos nada más desbloquearlo. En ese momento, el coche -con muelles neumáticos- se eleva ligeramente para un acceso más cómodo, se abren ligeramente los laterales de sujeción del asiento y el cinturón se acerca para poder anclarlo con más comodidad.
Luxury
En este acabado, el Luxury, los asientos son de piel de máxima calidad y disponen de 28 modos de ajustes eléctricos, masaje, refrigeración y calefacción. El cuadro de instrumentos es pequeño y tiene un único indicador digital que cambia de color y de información según utilicemos el modo de conducción eléctrico, eco, normal, sport y sport+. Pero no importa que el cuadro de instrumentos pueda resultar algo pequeño porque tiene un head up display espectacular.
Es grande, ocupa casi toda la parte inferior izquierda del parabrisas y ofrece toda la información necesaria en cada momento, navegador incluido. Curiosamente, no dispone de muchos huecos portaobjetos -aunque la guantera central es muy amplia- y tampoco tiene cargador inalámbrico de móviles. Eso sí, de serie en este acabado, dispone de un fantástico equipo de sonido Mark Levinson con 23 altavoces. Y si hablamos de diseño o de detalles el Lexus ofrece opciones como el tapizado los paneles de las puertas con pliegues hechos a mano basados en el arte Origami e inserciones de cristal Kiriko. Si os gusta esta opción pensad que deberéis desembolsar 14.500 €. Un pelín caro quizá, no os parece?
Mejor que en casa…
Las plazas traseras son comodísimas. Especialmente en el acabado de nuestra unidad que disponen de refrigeración, calefacción, todo tipo de reglajes y masaje. El Lexus es un cinco plazas pero la central es bastante incómoda. Sin duda es mejor utilizarlo con cuatro plazas y utilizar la pantalla que incorpora el respaldo central, con la que podremos manejar todos los elementos de la zona trasera. La plaza posterior derecha es la más espaciosa. Desde la pantalla central, eso sí, fija y menos cómoda cuando estás estirado, podemos mover la butaca plegando al mismo tiempo el asiento delantero derecho para ganar espacio.
Si lo deseamos, nuestro asiento se convierte en una tumbona de lujo en la que podremos adaptar a nuestro gusto el reposacabezas, reposapiés, banqueta y respaldo. Una vez en posición, podemos elegir hasta cinco niveles de masaje. Hay dos de cuerpo entero, uno relajante y otro más enérgico y diferentes variantes, para hombros y zona lumbar. Al mismo tiempo los asientos son calefactados y ventilados. ¿Se puede pedir más? Tanto los ajustes de estos asientos como los del climatizador trasero, iluminación, cortinillas y los de las pantallas situadas en los respaldos de los asientos delanteros, se manejan con la pantalla central trasera.
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Máximo confort en línea recta
Donde mejor se encuentra el nuevo Lexus es en autopistas y autovías. Un tarado de suspensión blando, un buen aplomo y estabilidad a alta velocidad y un confort extraordinario, hacen que sea un lujo viajar con él. Manteniendo una velocidad constante y siendo delicados con el acelerador tiene un rodar suave y silencioso, algo que disminuye sensiblemente cuando necesitamos aumentar el ritmo o circulamos por una carretera de montaña. En ese punto aumenta la sonoridad y el desacuerdo entre las revoluciones del motor y la velocidad. A velocidad legal, conduciendo en busca de un consumo reducido conseguimos unos buenos 8 litros que se fueron más allá de los 10 litros cuando quisimos aprovechar todo su potencial.
El nuevo Lexus abandona el V8 para montar un nuevo V6 de 3.5 litros que junto al motor eléctrico, consigue una potencia de 359 cv que le permite acelerar de 0 a 100 en 5,4” y alcanzar los 250 km/h. Va asociado a una caja de cambios CVT de cuatro relaciones en la que se han prefijado diez puntos a modo de marchas para mejorar las prestaciones y para que los cambios sean más escalonados, pero, en mi opinión, no se consigue el objetivo.
Cuando necesitamos o deseamos acelerar con contundencia, el motor se revoluciona en exceso, no va acorde con la velocidad y en ocasiones nos quedamos con una marcha demasiado larga en la entrada a un viraje. En este sentido no está al nivel de sus rivales. De todos modos, el cambio dispone de un modo manual con el que se cambia a través de las levas del volante que mejora sensiblemente la sensación de conducción.
También se atreve con las curvas
El motor es muy silencioso hasta que conectamos los modos Sport o Sport +. En ese momento el sonido es más deportivo, la respuesta al acelerador es más inmediata y la gestión del cambio apura más las marchas antes de cambiar. Tanto en Sport + como en el modo manual del cambio, al llegar al corte de inyección el coche pasa a la marcha siguiente. Está claro que no es un deportivo, pero ya que lo dotan de estos modos de conducción claramente sport, hubieran podido evitarlo. En zonas viradas, no puede esconder que mide más de cinco metros y que pesa más de 2.300 kg, pero con todo, se mueve basten bien y parece más un tracción trasera que un tracción total. Para rodar por carreteras de montaña en modo normal la suspensión es blanda y la carrocería tiene un cierto balanceo, así que mejor usar los modos Sport y Sport + para sacarle mayor partido.
En modo Sport sorprende lo plano que gira, lo bien que encara los virajes y cómo se desenvuelve en este terreno pese a sus características. No se puede decir que tenga un comportamiento deportivo, ¡claro que no! pero con el tarado duro de suspensión y gracias también a una dirección suave pero precisa y con suficiente tacto, se hace agradable conducirlo por carreteras de montaña y da la sensación de ser un coche “más pequeño” y más ágil de lo que en realidad es.
Como no podía ser de otro modo, el nuevo Lexus dispone de diferentes ayudas a la conducción, tanto de confort como de seguridad. La lista es amplia así que entre ellas destacamos el aviso de pre-colisión con detector de peatones -que llega a frenar y a realizar una maniobra de esquiva por su cuenta si el atropello es inminente- el control del tráfico con detección de tráfico cruzado, y el de reconocimiento de líneas con mantenimiento de carril y acción sobre el volante.
A gran altura
El nuevo Lexus ha mejorado técnica y dinámicamente, tiene una estética –a mi entender- atractiva y personal y el motor V6 en combinación con el eléctrico le permite moverse con agilidad. Un conjunto brillante en el que únicamente desentona el funcionamiento del cambio CVT que a pesar del intento de mejora por parte de la marca, lo penaliza claramente.
Tiene que enfrentarse a rivales como el Audi A8, el Mercedes Clase S o el BMW Serie 7. Como hemos visto, tiene buenos argumentos para ello y, aunque hay que reconocer que son rivales difíciles, el gran confort que ofrece, el lujo y una dinámica a gran altura le permite mirarlos de frente sin ningún miedo. El acabado más económico -el Business- cuesta 112.000 y la unidad probada de acabado Luxury, con el mayor equipamiento, 145.000 €.
Las inserciones de cristal , buf , son bastante recargadas, por no decir incómodas de ver , aver son horteras tal cual , mucho , la clase y el dinero no siempre van de la mano