El Maxus Euniq 5 ya está disponible en los concesionarios de la firma china por un precio de partida de 39.900 euros con el Plan MOVES III incluido. Te contamos todo sobre este paquete gubernamental y cómo conseguir las ayudas completas al entregar un coche para el achatarramiento en este enlace. Hoy nos centraremos en daros a conocer esta firma del grupo SAIC, también poseedor de MG y Roewe, que nació hace más de un centenario en Inglaterra como fabricante de vehículos comerciales. Su aparición en el mercado europeo va de la mano de un monovolumen de siete plazas, 100% eléctrico de 177 CV y tiene una autonomía homologada de 260 kilómetros.
Tal como os explico en el vídeo existen muchas cosas que desconocemos de China, como que Shanghái tiene el récord de atasco mundial con 110 kilómetros o que, debido al uso del carbón, respirar en Pekín es como fumar más de 20 cigarrillos al día. También es cierto que China es el primer mercado de vehículos eléctricos, con una industria prometedora que en 2019 vendió solo en su país más coches cero emisiones que en el resto del mundo. Además, su desarrollo tecnológico e industrial ha relegado esa idea del “made in china” cutre y de mala calidad. Todos tenemos dispositivos electrónicos fabricados allí, o con componentes venidos directamente de Asia de modo que vamos a darle una oportunidad a los coches 100% chinos
La firma Maxus pertenece, hoy en día, al gigante asiático SAIC que, a su vez posee las firmas MG y Roewe, la antigua Rover. Es más, este verano pudimos probar el MG ZS EV, el SUV urbanita y eléctrico con el que esta compañía ha iniciado su regreso a Europa con un producto 100% chino. Se renovará en 2022 con baterías más potentes y un sistema de conectividad creado por Amazon, además de la llegada del Marvel R y MG 5 Electric familiar tal como cuenta Joan Dalmau en el vídeo sobre TODAS las novedades de 2022.
Vamos que la conquista asiática ha empezado y ahora van a por otro trozo del pastel, mucho menos competido: el de los monovolúmenes eléctricos de 7 plazas. Parece que lo tienen relativamente fácil, empezando por la ausencia de competidores ante la deriva al todocamino por parte de nuestros mercados.
Los fabricantes europeos han dejado esta batalla a cargo de los furgones como el Mercedes-Benz EQV (vídeoprueba), Citroën ë-Berlingo (presentación), Opel Combo e-Life (presentación) y el resto de la familia comercial de Stellantis de potencias y autonomías parecidas. Como rivales directos están el Tesla Model X o el futuro Mercedes-Benz EQB (vídeoprueba), que son más caros pero también más potentes y con mucha más autonomía.
Un monovolumen al uso
Solo los más longevos, o curiosos del mundo de la automoción reconocerán el nombre de Maxus pero es una firma con más de 120 años de historia como fabricante de vehículos industriales como furgones, pick-ups y chasis cabina. Las formas redondeadas de esos modelos nada tienen que ver con la actual oferta comercial de modelos térmicos como el V80 y chasis cabina para carrozados, pero también comercializan unidades eléctricas como la EV80, con algo más de 200 kilómetros de autonomía. Además, Maxus es el encargado de fabricar los Cadillac, Chevrolet, Iveco, Skoda y Volkswagen en Asia.
En el frontal encontramos la primera gran decisión de la firma para introducir al Euniq en el mercado: dejar claro de qué marca se trata con el nombre en la parrilla. Como veis en las imágenes no tiene logo, de manera que aquellos que lo vean por primera vez no dudarán de su nombre y podrán incluso buscarlo en google fácilmente. Lo mismo han hecho los de SAIC con MG, al que ni han modificado su escudo.
En esta enorme calandra con tramado ciertamente deportivo destaca la franja cromada que une ambos grupos ópticos, creando la sensación de partir del lagrimal de unos ojos. Estos faros incorporan tecnología LED dado que, como iremos viendo, este Euniq 5 no se queda nada corto en cuanto a equipamiento. Tampoco en aspiraciones de diseño, con un paragolpes inferior bastante atractivo para estar hablando de un monovolumen.
La silueta es la habitual de los monovolúmenes de antaño, que han sido sustituidos fervientemente por la tendencia de los todocaminos. Tenemos, entonces, una carrocería de 4,82 metros de largo por 1,82 metros de ancho y 1,80 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,80 metros. Es menos batalla que un Seat Alhambra, con casi el mismo tamaño, e incluso un Hyundai Ioniq (primera prueba) tiene más centímetros entre ejes.
La zaga es claramente cuadrada, sin más intenciones que las de ofrecer un acceso cómodo y práctico al maletero. No tenemos todavía los datos de capacidad pero, con la segunda fila plegada, el espacio vendría a ser similar al de sus rivales térmicos. Al cerrar electrónicamente el portón nos encontramos con la denominación Euniq 5. En otros países se conoce como G50, en los que también está disponible con motores de combustión.
Amplitud para 7 personas
El Seat Alhambra tiene un acceso tipo furgoneta para las plazas de atrás con la puerta corredera lateral, una decisión que facilita el acceso a las plazas de la tercera fila. En el caso del Maxus Euniq 5, apuestan por una puerta al uso pero de gran tamaño y con una apertura considerable. No tendremos problemas para acceder seamos del tamaño que seamos y, una vez dentro, el espacio es de diez. La distancia entre asientos para las piernas es más que suficiente tanto para mí, de 1,60 metros, como para adultos de más de 1,90 metros de alto. Además, en los eléctricos las piernas suelen ir más flexionadas y no sucede en este modelo, así que es más cómodo otras propuestas cero emisiones como el Kia EV6 (vídeoprueba).
La altura también es considerable, y remarcable frente a sus rivales de combustión, y eso que viene con el techo de cristal, que suele reducir esa distancia. A cambio se siente ligeramente estrecho, de modo que tres adultos de “buen ver” irían algo justos en esta banqueta. Encontramos 2 anclajes Isofix en las plazas laterales, no así en la central que tiene delante una consola para controlar la climatización de las plazas posteriores, puertos de carga y una bandeja para dejar, por ejemplo, una tablet. También tiene el reposabrazos central abatible con portabebidas.
Esta segunda fila de asientos la podremos regular longitudinalmente en unos 10 centímetros hacia delante o atrás. Algo necesario si queremos pasar a las dos plazas traseras, que es fácil pero lleva su tiempo. Lo haremos tirando de palanca específica que tira el respaldo hacia delante y nos deja desplazar la banqueta sin afectar al resto de asientos de la fila al estar dividida en proporción 1/3 y 2/3. Volver a poner el asiento en su lugar es más complicado pero también es cierto que, si estás yendo atrás es porque alguien irá delante y lo podrá hacer sin complicaciones.
La segunda fila trasera del Maxus es lo mejor del habitáculo, si lo que buscas es un coche para familias numerosas. Como veis en el vídeo pueden viajar niños sin ningún problema pero también adultos, además las piernas no quedan flexionadas al no estar la banqueta cerca del piso: un punto muy positivo para el Maxus que, además, incorpora un puerto USB en el lado derecho. En caso de no necesitar estas dos plazas traseras se pueden guardar fácilmente al tirar de una cinta que sale en la parte posterior dejando una parte plana respecto al maletero.
Equipamiento de premium
La resolución del diseño de este Euniq me parece de lo más acertada. Es más, me recuerda muchísimo a un Renault Grand Scénic, para mí el monovolumen más elegante del mercado generalista. Una sofisticación que también se deja sentir en las plazas delanteras pero con ciertas limitaciones, no estamos ante un coche premium a lo alemán pero sí tiene detalles de equipamiento que lo ponen a su altura.
El cuero artificial de la tapicería se siente agradable al tacto pese a que estos detalles en rojo a mí me parecen algo “gamberros” para un monovolumen que se identifica como premium. A simple vista hay muchos paneles de plástico duro, compensado con otras zonas en el salpicadero tapizadas y de tacto más agradable. El volante achatado, que en este caso me parece innecesario, cuenta con comandos para la gestión de la pantalla central y la pequeña pantalla TFT situada en el centro de la instrumentación analógica. Su tacto es poco agradable, un poco furgonetero a mi gusto.
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La posición de conducción es confortable, se repite el mullido de los asientos de corte deportivo que pueden regularse de manera eléctrica para encontrar tu espacio. Se siente amplio y la visibilidad es bastante buena, muy necesaria para la conducción urbana de este monovolumen.
La pantalla central de 12,3 pulgadas es de fácil entendimiento y los menús son sencillos. Es lo bastante rápida como para no sentirla desfasada y es que sus gráficos son bastante actuales, al nivel de los europeos vamos. Por suerte, mantienen el sistema de climatización por ruletas y botonería, fácil, tradicional y más seguro. Es compatible con Apple CarPlay pero no con Android Auto, un fallo importante a mi parecer y mira que soy usuaria de iOS.
Otro de los errores o ausencias destacables es la falta de un gráfico claro para el estado de la batería total del vehículo. Sí vas viendo la transferencia de energía y la cifra de autonomía, pero no somos capaces de leer el porcentaje de batería que tenemos y, tras unos kilómetros al volante, no podemos fiarnos únicamente de ese dato de kilometraje. Por suerte, cuando enchufamos el Maxus sí nos va diciendo de cuánta batería disponemos.
Al volante del Maxus
El desconocimiento del porcentaje molesta durante la conducción, dado que el número de la autonomía parece poco fiable. Dependerá, obviamente, del estilo de conducción de cada uno y los dispositivos de confort activados como la calefacción, necesaria en el enero madrileño. Por suerte, los asientos calefactados nos salvaron en la fría mañana de la prueba mientras el sistema de climatización se iba adaptando a la situación y nos quitaba rápidamente algo de autonomía final.
Podremos jugar con el gasto de energía gracias a los modos NORMAL y ECO, que únicamente afectan a la respuesta del acelerador. El motor, de 177 CV es más que suficiente para el uso que se espera de este Euniq 5 y su autonomía real, que ronda los 200 kilómetros reales por su batería de 52,5 kWh. Es decir, estamos ante un monovolumen urbanita y poco más. Un entorno en el que se mueve maravillosamente con un radio de giro notable y un confort de rodadura digno de sus rivales térmicos, solo afectado por el ruidito del sistema eléctrico poco trabajado e insonorizado.
El Maxus Euniq 5 cuenta con tres niveles de frenada regenerativa que se mantendrá en el caso de apagar el vehículo. El más intrusivo te permite utilizar este sistema para reducir la velocidad notablemente pero no llega a detener por completo el coche, de modo que no podemos hablar de un sistema one-pedal que alarga la vida útil de la frenada convencional y su mantenimiento. Seguro que algo de margen conseguiremos, pero no tanto como en otros eléctricos del mercado
La aceleración es correcta sin sentirse deportiva en ningún momento y el tacto de la dirección es suave y ligera para poderte mover cómodamente entre el tráfico. La suspensión filtra de manera agradable los baches notables pero, como he dicho, no consigue aislar el interior del típico ruido de rodadura y mucho menos tener un comportamiento estable en curvas.
El peso y la poca potencia de este monovolumen lo hacen completamente descartable para el uso en carreteras de montaña. A cambio, sentimos un pedal de freno agradable y progresivo muy fácil de entender y con una eficacia más que suficiente para el uso en ciudad pese a su tacto esponjoso en un primer instante.
Lo que sí parece adecuado es el nivel de ayudas a la conducción y seguridad que incorpora, con faros Full LED, control de crucero adaptativo, alerta pero no intervención en el cambio de carril involuntario, cámara cenital para el aparcamiento y frenada de emergencia en ciudad, entre otros.
Conclusiones
Está claro que el Maxus Euniq 5 no es un coche de tramos pero es que su lentitud en el cambio de pesos y la poca solidez en curva lo harían descartable si vas a tener que circular por tramos revirados a menudo. A cambio, lo vemos una alternativa muy adecuada para familias urbanitas que necesiten de un coche familiar para ir al cole o a la casa de la Sierra por vía rápida, poca distancia y poco puerto. Su conducción me ha sorprendido para bien e incluso puede ser una opción interesante para empresas dedicadas al transporte de pasajeros en metrópolis como Madrid, Barcelona, Málaga y un largo etcétera.
Poca distancia recorreremos con él, dado que durante la prueba hemos podido certificar que el nivel de autonomía que indica en el marcador dista de la realidad. Incluso cargándose a tope hemos visto un dato por encima de los 280 kilómetros, algo que ni la firma homologa que sea posible excepto en la ciudad. Algo por lo que parece ciertamente descabellado invertir más de 30.000 euros, así que no hablamos de un modelo económico o de acceso.
No es, ni mucho menos, la primera marca que no cuenta la verdad en cuanto a autonomía, algo que me lleva a animaros a ver el EcoBest Challenge en el que ponemos a prueba la veracidad de los datos de autonomía de los coches eléctricos comercializados hoy en día. Algunos sorprendieron para bien, otros para mal.
Si la autonomía no es fiable, los tiempos de carga tampoco y el Maxus no será diferente. No hemos tenido tiempo de comprobar el proceso y sus "tempos" pero la firma asegura que en una toma de carga convencional a 10 amperios tardará 8 horas en cargarse por completo. Si lo enchufamos a una toma de carga rápida de 150 kW aseguran conseguir el 80% en 35 minutos. Tiempos lógicos y esperables teniendo en cuenta la capacidad de su batería.
Tengo un monovolume la KIA carnival y no puedo separarme de ella con 240.000km porque no encuentro nada en el mercado, hago muchos viajes en toda Europa y para mi un coche que tiene una autonomia inferior a los 700kms no me vale, y si es una electrica menos todavia. Me estoy preguntando donde han aprendido marketing en estas empresas actuales? un coche para viajar, con famillia o con bagages, no hay en el mercado uno igual al Kia Carnival.