Geneva Job

McLaren nos invitó a tomar parte en su Summer Drive en Ginebra. Un evento en el que tuvimos la oportunidad de conducir brevemente dos modelos que ya hemos probado en coches.net. En este enlace puedes ver la prueba que Néstor Abarca hizo del McLaren 720 S Spider, mientras que en este otro enlace tienes la prueba del McLaren GT.

Allí en el McLaren Summer Drive pudimos ver expuesto un Speedtail. Uno de los modelos más exclusivos jamás creados por la firma de supercoches británica. El McLaren Speedtail es ya una pieza de colección. Incluso lo podríamos llegar a calificar como una auténtica obra de arte. Su escultural carrocería confeccionada íntegramente en carbono, que mide más de 5 metros de largo, fue diseñada por Rob Melville.

Todas las unidades del Speedtail han sido confeccionadas como un traje a medida de cada cliente. En esta ocasión el propietario escogió un color azul específico suyo que siempre usa en sus coches de colección. Incluso pidió que el logo del frontal fuese el mismo que el del McLaren F1, en lugar del que usa actualmente la marca.

Pero no sólo el color es especial, si os fijáis hay partes de la carrocería en las que la capa de pintura es más fina de modo que se puede apreciar el tramado de carbono de la carrocería. Es una auténtica obra de arte sobre ruedas.

Ya que hablamos de las ruedas, las delanteras cuentan con los tapacubos aerodinámicos también en carbono, un elemento que si el cliente lo prefiere puede desmontarse, de modo que se deja ver las llantas con el mismo diseño multirradial que las que usa en el eje posterior. Todo en este coche ha sido diseñado en pro de optimizar al máximo la aerodinámica. No en vano la marca declara una velocidad punta de 403 km/h.

Precisamente, debido a este cuidado extremo en temas de reducir la resistencia al avance, se han eliminado los retrovisores. Sí, no tiene. En su lugar, hay unas cámaras que aparecen de forma automática desde dentro de las puertas. Unas cámaras de alta definición que proyectan sus imágenes en las pantallas que hay a ambos extremos del salpicadero.

Aerodinámico es, pero ligero lo que se dice ligero… Para la aguja de la báscula en 1.450 kilos. 310 kilos más que el McLaren F1. El sistema de propulsión híbrido lo penaliza. Monta un conjunto híbrido formado por un motor v8 biturbo de 4 litros y un motor eléctrico que juntos suman 1.050 CV. No sólo tiene una velocidad punta descomunal. Su capacidad de aceleración también es de otro planeta. Declara un 0 a 300 km/h en 13 segundos.

McLaren sólo fabricó 106 unidades del F1, de modo que decidió vender únicamente 106 unidades del Speedtail. El F1 fue el primer McLaren de calle. Un coche revolucionario que fue concebido por Gordon Murray y Ron Dennis sobre una servilleta de papel en la sala VIP de un aeropuerto.

McLaren es una marca con una larga historia en competición. McLaren Racing fue fundada en 1963 por el neozelandés Bruce McLaren. Piloto, ingeniero, mecánico, emprendedor, jefe de equipo…

Dicen que las estrellas que brillan con el doble de intensidad duran la mitad de tiempo. Bruce McLaren brilló con una intensidad como pocos y lamentablemente falleció a la temprana edad de 32 años en un accidente al volante de uno de sus coches de Can-Am en el circuito de Goodwood.

McLaren es el segundo equipo con más títulos mundiales de F1, 12. Precisamente su primer coche de calle fue bautizado como F1. Lo concibió Gordon Murray y Peter Stevens diseñó su carrocería. Un triplaza con el conductor en el centro.

El McLaren F1 pesaba poco 1.140 kilos y estaba animado por un motor V12 atmosférico BMW de 6 litros que declaraba 627 CV. Hoy sigue siendo el coche de calle con motor atmosférico más rápido del mundo, con una velocidad punta de 386,4 km/h.

A petición de los clientes Gordon Murray proyectó el F1 GTR, una versión de competición que ganó el campeonato BPR en 1995 y 1996, así como las 24 Horas de Le Mans en 1995. Este es el único coche moderno que ha conseguido ganar la prueba en la categoría absoluta tal y como se vendía para la calle. Los otros coches que han ganado eran prototipos derivados de un modelo de calle, no eran el mismo coche.

En total sólo se fabricaron 106 unidades, 65 de las cuales eran modelos de calle. Todo apunta a que algún día se convertirá en el coche más cotizado de la historia. A día de hoy las unidades de calle superan los 20 millones de euros cuando cambian de manos.

El F1 fue el primer McLaren de calle, pero el primer modelo de gran producción no llegó hasta 2010, el MP4-12C. Un nombre mucho más complicado, casi tan complicado como su sistema de suspensión. En esta ocasión McLaren diseñó un motor V8 biturbo producido por el especialista británico Ricardo.

Desde entonces la marca ha vendido más de 20.000 unidades, está presente en 40 mercados y dispone de una red de 85 concesionarios. En coches.net tenemos 15 McLaren de segunda mano anunciados ahora mismo. De hecho, hay uno por menos de 100.000 euros.

El McLaren GT es el modelo más confortable y práctico de la gama. Un supercoche disfrazado de GT, pero que sigue siendo un supercoche al fin y al cabo. Cuenta con un chasis monocasco de carbono, motor central trasero y 620 CV.

El maletero delantero declara 150 litros que unidos a los 420 litros del maletero trasero suman un total de 570 litros. Pocos GT ofrecen un espacio de carga igual y mucho menos unas prestaciones a la altura de las de este McLaren.

Dado que estábamos en Ginebra aprovechamos para callejear un poco y ver qué tal se desenvuelve el McLaren GT dentro del tráfico urbano. Hemos estado en numerosas ocasiones en Ginebra para el salón, pero en pocas veces hemos tenido la oportunidad de descubrir sus lugares más turísticos.

Eso sí, cabe destacar que esta era la versión Lightweight del GT con lo que aporta una serie de modificaciones pensadas para reducir el peso del conjunto y lograr unas sensaciones todavía más deportivas.

Con todo ello el GT Lightweight es menos cómodo que el GT normal. En calles con baches rebota demasiado, además para aligerar pierde elementos tan prácticos en el día a día como los sensores de aparcamiento y las cámaras de visión exterior.

Para el segundo día en Ginebra pude conducir el 720 S Spider. El 720 S es el modelo estrella de McLaren. El supercoche por antonomasia de la firma británica. Un supercoche con prestaciones casi de hipercoche.

Está animado por un motor V8 de 4 litros que sobre el papel declara 720 CV, de ahí la designación del modelo. No obstante, la sensación al volante es que tiene mucha más potencia. Si me dicen que tiene más de 800 CV me lo creo. Es una barbaridad como empuja este propulsor biturbo. Con un peso de apenas 1.468 kilos declara una velocidad punta de 341 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos.

Curiosamente el 720 S Spider se mostró más cómodo en ciudad que el GT Lightweight. En modo confort la suspensión ofrece un tarado impecable que aporta un alto nivel de filtrado. Además, los asientos de este 720 S Spider son mucho más cómodos que los aligerados de carbono del GT Lightweight. Todavía los semibacket del 720 S Spider que probó Néstor Abarca. Estos asientos más confortables son todo un acierto.

Por último, la diferencia de precio entre un GT Lightweight y un 720 S no es mucha. Cuando ya estás en estos registros que rondan los 300.000 euros, poco importan 50.000 arriba, 50.000 abajo. Si me tocase escoger entre los dos me quedaba el 720 S con los ojos cerrados.

El GT standard es un cochazo, ofrece dos grandes maletero y un cómodo habitáculo. Todo combinado con unas prestaciones y un equilibrio dinámico muy superiores a los de sus rivales directos. La versión Lightweight no le termino de encontrar el punto.

El McLaren 720 S Spider con la configuración que probé en Ginebra es el supercoche ideal. Es una nave espacial, tanto en diseño como en prestaciones. Pero es que además es cómodo, cómodo.