Dos años después de presentarse el nuevo Clase A (enlace a la videoprueba del Mercedes-Benz Clase A), Mercedes-Benz ha renovado por completo el GLA, basándose en algunos aspectos del compacto. De hecho, este coche es la derivación crossover del Clase A, y sigue siendo así. Como aquel, recibe las mismas mejoras en conectividad, motores, diseño interior y sobre todo, cambia el exterior respecto al anterior GLA. Hemos ido a Madrid a conducirlo por unas horas, en versión diésel 200 D y gasolina AMG 45 S 4Matic +.
Más SUV, menos turismo. Hasta ahora, el GLA era claramente el derivado crossover del Clase A, con el que siempre ha compartido plataforma. Pero en esta nueva generación, el GLA parece querer desmarcarse del Clase A en su diseño exterior, y muestra una carrocería con un estilo más SUV, menos turismo, ligeramente más cercana a la de un GLC. El nuevo GLA tiene unas formas más redondas, tiene menos aristas, se ve menos agresivo que el anterior GLA. Algunos podríais pensar que ha perdido algo de personalidad, pero en realidad lo que ha ocurrido es que ha evolucionado hacia un coche más habitable, más funcional, e igual de moderno y actual.
Cambia sus medidas: alcanza los 4,41 metros de largo, (casi un centímetro y medio más corto), es tres centímetros más ancho (mide 1,81 metros) y es nada menos que 10 centímetros más alto (1,61 metros). Y tiene 3 centímetros más de batalla: 2,72 metros.
Esta mayor altura, con una línea de techo más elevada y algo más en horizontal, es lo que le hace parecer algo más SUV. Cambian, además, muchos detalles exteriores.
Monta una nueva parrilla, de una sola lama en lugar de dos y nuevos faros. Las nervaduras del capó se mantienen, pero la parte de las aletas es más redondeada. La línea del techo más elevada, más SUV, menos Crossover, más cercana al GLC.
También equipa nuevas llantas, de hasta 20” y los pasos de rueda son más cuadrados.
Atrás podeís ver los nuevos pilotos traseros, una doble salida de escape, (falsa) y un nuevo parachoques que incluye los deflectores. Desaparece el embellecedor cromado del portón del anterior GLA y se ve una mayor anchura en el espacio de carga.
El Mercedes-Benz GLA se empieza a vender a partir de 40.800 euros, que es lo que cuesta la versión GLA 200 con motor de gasolina de 1332 centímetros cúbicos y 163 CV. Y la gama acaba en los 51.150 euros que vale el GLA 250 4Matic, con motor de gasolina de dos litros y 224 CV.
Entre estos dos precios se sitúan las versiones diésel. La que hemos conducido en esta primera toma de contacto, llamada 200D, con motor de cuatro cilindros y 150 CV, que se vende a un precio de tarifa de 41.125 euros (43.450 euros en versión 4Matic). Y el mismo propulsor con 190 CV, en la versión 220D 4Matic , que cuesta 45.450 euros. Más adelante se pondrán a la venta versiones con tracción delantera y la 250e híbrida enchufable con 250 CV.
El interior del Clase A
Es exactamente igual que el del Clase A, pero con una postura de conducción más alta. Como en todos los Mercedes-Benz, en este la palanca del cambio está detrás del volante, y los mandos de regulación del asiento en la puerta.
Equipa dos pantallas de 10,25 pulgadas, una de ellas de sistema MBUX (Mercedes Benz User Experience) y la otra del cuadro de instrumentos. Estas dos pantallas se unen para parecer una sola, en formato panorámico. La central, del sistema de infoentrenimiento, se maneja a través de pulsadores en el volante o bien a través del Touchpad situado en la consola central. También es táctil.
En este Mercedes-Benz, las órdenes de voz se pueden dar de forma directa, muy simple, con un lenguaje natural, bajo la orden “Hey Mercedes”. El sistema es, por lo visto, bastante preciso en algunas órdenes, no tanto en otras. Lo habitual (navegador, música, etc, no suele dar problemas).
El menú de confort merece un capítulo aparte. Incluye programas de relajación, como el que va cambiando de forma automática la posición de conducción, moviendo el repaldo o la banqueta sólo unos milímetros. Así se evita el cansancio en largos viajes.
O un tutorial para hacer estiramientos y desentumecer los músculos después de haber estado conduciendo varias horas.
Más espacio atrás
Las plazas traseras ganan centímetros en altura al techo y espacio entre filas (11 cms más), perjudicando, eso sí, algo de espacio delante: Se nota más anchura y altura en general.
La banqueta puede ser corredera en 14 cms. Los respaldos se pueden colocar en vertical para optimizar el espacio de carga, eso sí, a costa de perjudicar el confort de los pasajeros. En estas plazas traseras hay un reposabrazos con portabebidas integrados, que deben desplegarse.
En estas plazas traseras también hay dos buenas salidas de ventilación, un pequeño hueco y otro más grande y en forma de cajón con conexión USB.
Maletero más grande
El maletero ofrece una capacidad mínima de 435 litros, 14 litros más que el del anterior GLA. El piso puede colocarse a dos alturas, y los respaldos de la segunda fila pueden plegarse en una proporción 40/20/40. El respaldo central puede plegarse desde el propio maletero, pero para plegar los otros dos hay que ir a las plazas delanteras y darle a un tirador La capacidad máxima de de 1.430 litros. Como buen detalle, hay un protector de paragolpes en la boca de entrada. -
Está claro que el nuevo Mercedes-Benz GLA ha ganado en habitabilidad y funcionalidad interior. Pero también ha recibido mejoras en sus motores, que son más eficientes y no pierden prestaciones. Un ejemplo es el diésel que hemos probado en esta ocasión: un 4 cilindros de dos litros de cilindrada y 150 CV. Este motor diésel se sirve de un catalizador de oxidación, un filtro de partículas y dos catalizadores SCR con Adblue, para lograr una cifra de emisiones contaminantes muy reducida (141 gramos de CO2 a los 100), y un consumo medio oficial también bajo: 5,4 litros a los 100.
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Es un motor que empuja muy bien, es progresivo, poco ruidoso, lleno de par desde bajas vueltas y hasta medio régimen, y por lo tanto, contribuye a un buen placer de conducción. Hay una versión de este mismo motor con 190 CV, pero este de 150 CV me ha parecido suficiente para mover el GLA con soltura.
Cambios en las transmisiones
Los ingenieros alemanes también han introducido en este nuevo GLA algunas mejoras en el chasis. El ancho de vías aumenta 4 centímetros, también lo hace el diámetro de las llantas y la transmisión integral 4Matic recibe algunos cambios. Concretamente, en el embrague multidisco colocado junto al diferencial trasero, que ahora es de control electromecánico y no hidráulico como el anterior GLA.
Esta transmisión reparte el par entre los ejes de forma variable, y en función del programa del Dynamic Select que tengamos activado. En los modos Eco y Comfort, el 80% del par va al eje delantero y el 20% al trasero. En el modo Sport se carga un 30% del par al eje trasero.
El coche se nota aplomado y a la vez ligero, y en él destaca la buena motricidad (a pesar de que probé la versión con tracción delantera, no la 4Matic) y estabilidad en curva. La dirección no es del todo directa, pero guía bien el coche, que va sobre raíles en las curvas.
Entre las ayudas a la conducción equipa sistema de guiado por el carril de forma semiautónoma, que mantiene la velocidad del coche y guía la dirección por sí solo. Aunque obliga a poner las manos en el volante, como es lógico.
También equipa un sistema de aparcamiento automático, una cámara de 360 grados, y un sistema de frenado automático cuando hay peligro de colisionar con otro vehículo, ciclista o peatón, entre otros.
Mercedes-AMG GLA: Deportividad extrema
Pero para ajustes del chasis, potencia del motor y dinamismo deportivo, nada mejor que los Mercedes-AMG, el GLA 35 4Matic, con 306 CV de potencia y el GLA 45 4Matic +, con 421 CV. Los identificaréis por algunos detalles exteriores diferentes y exclusivos:
Parrilla con efecto diamante y pasadores en cromo; Paragolpes delantero AMG con entradas de aire más grandes y splitter frontal en cromo; Cristales tintados;llantas de 19 pulgadas de serie, de 20” opcionales; Pinzas de freno con logo Mercedes-Benz, de seis pistones en la versión 45 S+: Discos de freno perforados, que pesan menos y disipan mejor el calor;Alerón trasero; Paragolpes trasero AMG con difusor y elemento cromado, y embellecedores de la salida de escape dobles.
Bajo el capó de este AMG hay un motor de 2 litros de cuatro cilindros gasolina que da 421 CV. Tiene la suspensión rebajada, es adaptativa y monta una transmisión 4Matic exclusiva. En lugar de un embrague multidisco, monta dos, uno por cada rueda del eje trasero, para garantizar una óptima tracción en todo momento.
Este Mercedes-AMG GLA 45 S+ es uno de los SUVs con carácter más deportivo del mercado. Corre una barbaridad, suena de maravilla gracias a sus escapes con válvula variable (sonido que podemos modificar a voluntad) y hace el 0 a 100 en 4,3 segundos.
Un Audi Q3 RS con 400 CV hace 4,5 segundos. Un BMW X2 M35i, con menos potencia, 306 CV, necesita 5 segundos. Un Cupra Ateca con 300 CV emplea 4,9 segundos, mientras que un Volkswagen T-Roc R con la misma potencia que el Cupra, 4,8. Por lo tanto, este Mercedes-Benz AMG GLA 45 S + se convierte en uno de los SUV compactos más rápidos del mercado.
En el interior tiene algunos detalles exclusivos, diferentes a los del resto de la gama GLA. Por ejemplo, en la pantalla del sistema MBUX se incluyen dos menús específicos: el Performance, que informa sobre el estado de la mecánica del vehículo en tiempo real y la configuración que tenemos en el Dynamic Select, entre otros; y el Track Pace, para uso exclusivo en circuito, y que nos ofrece información sobre el trazado, cuenta con un menú específico para recoger datos en el caso de querer hacer una Drag Race, otro menú con información de telemetría y un último menú para personalizar, por ejemplo, la información que se muestra en el Head-up Display.
El volante, por supuesto, es AMG, con tacto y agarre exquisito. Tiene varios pulsadores, para poder acceder de forma directa a los modos de conducción y modificar, por ejemplo, el grado de intervención del control de estabilidad. También equipa de serie asientos deportivos AMG, decorados con una franja en amarillo. Otros detalles son los pedales de acero inoxidable o adornos en aluminio, opcionales.
En la parte inferior de la consola tiene otro grupo de pulsadores con los que podemos modificar la apertura de la válvula de escape, para incrementar o disminuir el sonido según nuestros gustos, o modificar el setting de la suspensión.
Este Mercedes-AMG GLA 45 S 4Matic + tiene un precio de tarifa de 84.875 euros.
La versión con menos potencia AMG GLA 35 4Matic que también se empieza a vender en España cuesta considerablemente menos: 63.950 euros. Como siempre, tened en cuenta que esto son precios de tarifa, que no incluyen posibles descuentos o promociones.
En cuanto al diseño el anterior GLA me parecía más logrado, era más deportivo y agresivo. Este parece que es más grande y práctico, pero para eso está en nuevo GLB. El GLB sí me parece un diseño muy logrado y diferente al resto de SUVS medianos.