Viajamos hasta Luxemburgo para probar el nuevo Mercedes-Benz Clase C. Ahora en 2018 recibe una completa con cuadro de instrumentos 100% digital, nuevos motores con tecnología EQ Boost y sistemas de seguridad derivados del Clase S.
Cuando en 2014 llegó la última generación de la Clase C, Mercedes-Benz adelantó por la izquierda y a buen ritmo a su competencia más directa. Mientras que algunos de sus rivales han perdido deportividad y otros ya no ofrecen el mismo nivel de calidad percibida, a no ser que vayas a por la versión tope de gama, el Clase C está un poco por delante del resto.
Si algo funciona no lo toques
Los parachoques y faros presentan un leve restyling en todos los acabados. Pero al igual que en el modelo que había hasta hoy, el acabado que mejor le sienta al Clase C es el paquete opcional AMG Line con calandra de efecto diamante.
A simple vista será difícil distinguirlo porque cambia bastante poco. Dado el éxito comercial del modelo no se ha querido arriesgar en este campo. Ahora de serie en España equipa faros LED High Performance, mientras que opcionalmente podemos contar con los faros MULTIBEAM LED ULTRA RANGE.
La máxima tecnología también está al alcance del Clase C de la mano del paquete de asistencia a la conducción. Un conjunto de soluciones de última generación que derivan directamente de las que encontramos en el nuevo Clase S. Puede llegar a cambiar de carril cuando llevamos el DISTRONIC activado sólo con accionar el intermitente.
A la última en “pantallitas”
Hoy las pantallitas marcan tendencia. Nuestros hijos están obsesionados con las consolas de última generación y Tablet. Y porque lo vamos a negar nosotros vivimos pegados a un Smartphone todo el santo día.
Nada más entrar al Clase C te encuentras el nuevo cuadro de instrumentos 100% digital opcional. Con 12,3” y una resolución de 1.920 por 720 píxeles permite visualizar tres estilos distintos: Classic, Sport y Progressive.
Pero aquí no termina la cosa. En el centro del salpicadero puede contar también con una pantalla más grande que la del modelo anterior, 10,2”. No es táctil porque se gestiona con el mando del Command. De hecho, el TouchPad que hace tiempo conocemos en Mercedes ahora cuenta con confirmación háptica
El volante es como el de los nuevos Clase S y Clase E con mandos Touch Control que reaccionan al movimiento de barrido que podemos hacer con nuestros dedos pulgares. Una solución parecida a la de algunos Smartphone y de las antiguas BlackBerry.
Mediante USB podemos conectar nuestro Smartphone a través de Apple ClarPlay o Andoid Auto. Opcionalmente podemos contar con un cargador inalámbrico.
La llave digital opcional la podemos usar en nuestro Smartphone, siempre y cuando éste tenga el estándar NFC. De este modo podemos abrir y arrancar el coche con el propio teléfono sin necesidad de llevar encima la llave física.
El espacio a bordo es generoso. Nada que ver con lo que ofrecían modelos de este segmento hace más de una década. Además de una cómodo primera fila, la banqueta trasera permite acomodar con buen nivel de confort a dos adultos talla XL sin problema. La plaza central no es incómoda del todo y se puede aprovechar.
El maletero de la berlina ofrece un volumen de 435 litros, mientras que el Estate cuenta con 460 litros. Abatiendo los respaldos traseros del Estate, divididos en tres partes tipo 40/20/40 llega hasta los 1.510 litros.
C220d
El primero fue un C220d con carrocería familiar o Estate. Un motor que ya había probado en Clase E Coupe y Cabrio y que también me encantó en el nuevo Clase C. Tanto por el sensacional equilibrio entre bajo consumo y buenas prestaciones, como por su bajo nivel de rumorosidad.
Anuncia 194 CV a 3.800 rpm y 400 Nm de 1.600 a 2.800 rpm con un consumo homologado de 4,8 a 5,1 litros a los 100. Incluso existe la posibilidad de configurarlo con tracción integral 4MATIC.
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Opcionalmente se ofrece un tren de rodaje deportivo que rebaja la altura libre en 15 mm, incorpora muelles y amortiguadores más rígidos así como una calibración de dirección más directa.
La versión estándar de chasis es muy confortable, pero todavía es más cómodo de la mano de la suspensión pilotada. Cambiando el modo de conducción aumenta el nivel de filtrado o se endurece para brindar un comportamiento más dinámico. Existe una tercera opción, la suspensión neumática AIR BODY CONTROL.
C200
El C200 está animado por un 4 cilindros en línea de sólo 1,5 litros de cilindrada sobrealimentado por un turbo y con EQ Boost, un sistema adicional de 48 voltios con alternador arrancador accionado por correa.
Declara 184 CV de 5.800 a 6.100 rpm y 280 Nm de 3.000 a 4.000 rpm. Por su parte el motor eléctrico entrega 13,6 CV y 160 Nm. Según la versión homologa un consumo medio de entre 6,3 y 6,8 litros a los 100 kilómetros y está disponible en versión de tracción integral 4MATIC.
El EQ Boost apoya al motor de combustión en aquellos momentos en los que el turbocompresor todavía no ha alcanzado su presión máxima con lo que aporta un plus de empuje siempre que sea necesario.
Al levantar el pie del acelerador el alternador recupera la energía cinética para recargar la batería. Este sistema también permite disfrutar de un modo de planeo que no sólo deja libre el cambio para aprovechar la máxima inercia del vehículo, también apaga el motor de combustión.
Además de gastar poco y ser silencioso. Sorprende por las prestaciones que es capaz de ofrecer. Anuncia un 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y una punta de 239 km/h.
C43 AMG
El nuevo C43 está animado por un V6 biturbo de 3 litros que rinde 390 CV a 6.100 rpm. De 2.500 a 5.000 rpm entrega 520 Nm de par máximo. Todo ello acompañado de una banda sonora de lo más agradable.
Está únicamente disponible con la tracción integral 4MATIC y para el C43 ha sido calibrada de forma específica con un reparto de par del 31% delante y 69% detrás.
Con el modo manual la caja de cambios automática AMG SPEEDSHIFT TCT 9G no sube de marcha de forma automática. Algo que te permite disfrutar todavía más en conducción deportiva. Las prestaciones son respetables con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y una punta auto limitada a 250 km/h.
Mantiene la usabilidad y el confort del Clase C normal pero al mismo tiempo te lo puedes pasar en grande en conducción deportiva. A la efectividad del chasis merece la pena sumar el buen empuje del motor y sobre todo su musicalidad.
En resumidas cuentas
Ya está a la venta en España desde 41.105 euros para la versión C180 con cambio automático. Para el Estate con idéntico motor tenemos que sumar 2.000 euros más. En nuestro país cuenta de serie con el acabado AVANTGARDE exterior y EXCLUSIVE interior.
Con las mejoras el Clase C sigue siendo la opción a tener más en cuenta en este segmento. De todos los que he probé en Luxemburgo me quedo con el C43 4MATIC y puestos a escoger lo prefiero con carrocería Estate. Es una décima de segundo más lento en el 0 a 100 km/h, aporta más versatilidad y estéticamente me gusta más.
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