Nissan ha introducido pequeños cambios en su buque insignia deportivo, el GT-R, y ahora estos cambios se han reproducido en la versión más prestacional y más orientado a un uso en pista: el GT-R Nismo. Más ligero que el GT-R de serie, con un motor de 600 CV y, ahora por primera vez, con frenos carbonocerámicos, este GT-R es un auténtico superdeportivo.
Recientemente tuvimos la oportunidad de recoger una unidad en Berlín, donde se realizó la presentación internacional y viajar con él a Barcelona tras un periplo turístico por Alemania que incluyó una parada en el Nordschleife de Nürburgring. El video que acompaña a este artículo está centrado en ese viaje y en la prueba que hicimos del GT-R Nismo durante el mismo.
El motor es el mismo disponible hasta ahora. Es un V6 de 3,8 litros con doble turbo que rinde 600 CV de potencia. La novedad es la incorporación de dos turbocompresores nuevos, procedentes del GT3 de competición que consiguen mejorar la respuesta del motor desde un régimen inferior. Los turbos tienen un alveolo menos que hasta ahora (10 en lugar de 11) y éstos han perdido 0,3 mm de grosor lo que permite reducir tanto el peso como, sobre todo, la inercia, lo que facilita esa facilidad de respuesta.
En el conjunto motor-cambio, Nissan ha incorporado asimismo un nuevo escape de titanio (el anterior ya lo era) que ahora tiene una terminación de las colas en el color azul propio de este material mientras que en el caso del cambio de doble embrague automático y seis relaciones, se ha modificado la gestión en modo Race para reducir todavía más los tiempos de reacción de la caja de cambios.
El motor sigue siendo uno de los puntos fuertes del coche. Los ingenieros han decidido mantener su potencia y la verdad es que no creemos que le haga falta más. La reacción es ahora inmediata al acelerador (el 0 a 100 km/h. se consigue en 2,8 segundos) pero lo más interesante es cómo ha mejorado la capacidad de recuperación en cualquier marcha y en cualquier régimen, con una mejora cifrada en un 20% más en la rapidez de respuesta. La velocidad punta del coche es de 315 km/h.
Reducción de peso
Para ahorrar los 34 kilos de peso en relación al anterior Nismo, la marca ha utilizado el carbono en diferentes componentes de la carrocería como el techo, el capó delantero y las aletas delanteras, ahora con unas vistosas salidas de aire. Además, se han cambiado los asientos Recaro por otros más ligeros y se ha ahorrado peso tanto en las llantas como en algunos elementos de la suspensión trasera. A todo ello hay que sumar el ahorro de peso en los frenos, de los que hablaremos después.
La aerodinámica se ha afinado también en busca de un mayor equilibrio dinámico a altas velocidades sin que ello haya afectado al coeficiente de penetración aerodinámica que es de 0,26. La inclusión de las tomas de aire Naca en el capó, ahora moldeadas en el mismo en origen y la llegada de las salidas de aire de los pasos de rueda delanteros, que extraen aire caliente del vano motor al tiempo que incrementan la fuerza deportante sobre el eje delantero se une un nuevo diseño de la parte inferior del faldón delantero con unas tomas de aire más grandes para la refrigeración de los frenos.
Los frenos merecen capítulo aparte. Se trata de unos Brembo carbonocerámicos que son los más grandes montados nunca en un coche de serie japonés. Tienen 410 mm de diámetro en el eje delantero y 390 en el trasero y están accionados por pinzas de seis pistones delante y cuatro pistones detrás. Entre los cuatro, se ahorran 16,3 kilos respecto a los de acero y son capaces de resistir hasta 1.000 grados de temperatura de trabajo. Las pinzas están pintadas en amarillo ya que esa pintura es, según Nissan, la única que mantiene su aspecto tras ser sometida a temperaturas extremas.
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Alta velocidad
En las autopistas alemanas, libres en cuanto a la velocidad máxima (salvo en las zonas de peligro o de cruces de autopistas, donde existen límites) pudimos comprobar el rendimiento de motor y frenos pero, sobre todo, el equilibrio del coche a alta velocidad que es lo que los ingenieros buscaban. Este GT-R acelera de manera espectacular y frena en distancias que parecen increíbles pero, sobre todo, lo más destacable es la tranquilidad con que pueden mantenerse cruceros largamente por encima de los 200 km/h.
Las llantas de 20 pulgadas y los neumáticos, desarrollados por Dunlop y que han incrementado la huella en contacto con el suelo y el agarre al asfalto, son responsables en parte del excelente comportamiento del coche al que tampoco son ajenos los cambios realizados en la suspensión (amortiguadores un 20% más blandos en extensión y un 5% en compresión).
Ahora, la suspensión, además de proporcionar un confort que permite viajar por autopista de manera más que aceptable, copia mejor el terreno lo que se traduce en menos rebotes y menos "golpes" inesperados. No es, bajo ningún concepto, una suspensión blanda, pero sí encaja mejor los baches y eso, a alta velocidad es interesante para que el coche no se mueva y, en carreteras secundarias, permite copiar mejor el terreno, afectando menos a la dirección, por ejemplo.
El resultado es una mejora en la precisión de conducción, que ya era muy elevada. La dirección sigue siendo una referencia y la actitud en curva del coche, con la eficacia de la tracción integral y ese mayor equilibrio siempre es la misma. En cada curva, ya sea lenta en una carretera de montaña o a 280 en una autopista alemana, uno siempre tiene la sensación de que el coche habría pasado más rápido.
Por lo que respecta al habitáculo, el único cambio son los asientos, que ahora son más ligeros. Resultan cómodos, aunque es cierto que la parte de la espaldera es un poco estrecha para según que complexiones. Terminados en Alcantara, volante, techo y salpicadero tiene un buen aspecto y el acabado es el habitual en estos coches, con un nivel propio de una gama alta de marca generalista japonesa. Eso significa que no tienen la atención exquisita por el detalle de otros modelos de características similares pero que no desentona en este exigente segmento.
El GT-R Nismo estará disponible próximamente en nuestro mercado en colores blanco, rojo, plata o negro pero siempre con los retrovisores en color negro brillante y las líneas rojas características de todos los Nismo. El precio ya ha sido fijado y será de 209.000 euros, 24.000 más que el modelo precedente. Y es que sólo los frenos de carbono ya suponen la mitad de ese incremento.
A ver si se reestablece el término GT con sus características originales, me duelen los ojos cada vez que veo ese berlina de BMW con las siglas GT. Para cuándo la nueva versión del Jaguar XK8?