Nissan Qashqai: Descubre la tercera generación en vídeo

Nissan ha presentado la tercera generación del Qashqai, el coche que creó el popular segmento de los crossover compactos hace ahora 14 años y que lo ha liderado tanto en España como en Europa desde entonces y hasta hoy. Más grande, más refinado, más equipado y solo disponible con motores de gasolina, el nuevo Qashqai se pondrá a la venta este verano y, en 2022, se acompañará de una versión híbrida llamada e-Power en la que el motor eléctrico de 190 CV será el encargado de mover el coche.

De las dos generaciones anteriores de este vehículo se han vendido en Europa más de tres millones de unidades (5 millones en todo el mundo). En España, el Qashqai ha dominado su segmento con mano de hierro desde su lanzamiento, sin importarle que desde entonces se hayan lanzado nada menos que 26 competidores directos. Con más de 325.000 unidades vendidas, España es una de las claves del éxito de este coche en todo el continente.

Hay una máxima no escrita en el mundo del automóvil que dice que cuando un coche es emblemático en un segmento, cuando lo define y lo lidera, no debe cambiar en exceso. Y a la vista de esta tercera generación del Qashqai, Nissan ha aplicado esa máxima a rajatabla. Esta tercera generación respeta todos los cánones de la anterior, sobre todo en lo que a proporciones se refiere y sí, es más grande, es más moderno, es más tecnológico, es más refinado, pero nadie, al verlo dudará de que es un Qashqai.

Estéticamente, la marca habla de un diseño más emocional. Tiene un frontal 100% Nissan. Los faros son más estilizados, divididos en dos partes y de LED (matriciales desde acabados intermnedios), la famosa V que define la parrilla se ha difuminado un poco, pero sigue estando ahí, se mantiene el capó en forma de concha y se añaden unas cortinas de aire en los extremos. Los montantes delanteros más finos y los retrovisores colocados ahora en las puertas deben contribuir a mejorar la visibilidad. Tanto el perfil como la trasera tienen un diseño diferente, pero para nada alejado de la imagen conjunta de la generación actual. Destaca el nuevo diseño del pilar trasero.

Donde si hay novedades, en cambio, es en la construcción de este coche. El Qashqai es el primer modelo europeo de la marca desarrollado sobre la plataforma CMF-C de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y ha puesto énfasis en tres aspectos: una mayor rigidez, un 41% más, conseguida con el uso de aceros de ultra-alta resistencia, una rebaja de peso de hasta 60 kilos gracias, en parte al capó delantero, las aletas y las puertas en aluminio y el portón trasero en material compuesto y una habitabilidad mejorada.

Este nuevo Nissan Qashqai de tercera generación es ligeramente más grande para situarse de nuevo en el centro de un segmento en el que sus rivales han ido creciendo progresivamente. Sus 4,42 metros, 3 cm más de longitud, le alejan un poco del Juke (primera prueba en vídeo del Nissan Juke en este enlace), que también ha crecido. La anchura es de 1,83 metros (3,2 cm más) y la altura de 1,61. La distancia entre ejes, de 2,67 es 2 cm más larga que hasta ahora.

En el interior pasa un poco lo mismo que con la estética: continuidad con una mejora de todo aquello que era mejorable. El coche tiene, por ejemplo, una instrumentación digital de 12,3 pulgadas configurable, la pantalla central pasa a una posición más elevada, sobre el salpicadero y es de 9 pulgadas, algo pequeña teniendo en cuenta que muchos de sus rivales están ya en 12,3 pulgadas y aparecen elementos nuevos como un head-up display de proyección en el parabrisas de 10,8 pulgadas, el más grande del segmento y el cargador inalámbrico para móviles.

La pantalla central da servicio a un sistema multimedia nuevo con punto de acceso wifi para hasta siete dispositivos, navegación TomTom con información en tiempo real, conectividad para Android Auto y Apple Car Play, esta última inalámbrica y sistema de reconocimiento de órdenes de voz compatible con el asistente de Google y con Amazon Alexa. El servicio NissanConnect, por su parte, permite gestionar diferentes funciones desde el móvil a través de una aplicación, entre ellas localizar el vehículo, abrir o cerrar puertas o recibir alertas de mantenimiento.

A partir del nivel de equipamiento N-Connecta todos los Qashqai llevarán de serie el sistema ProPilot Navi link que combina el control de crucero activo y el sistema de mantenimiento de carril con la información del navegador. Con él, el coche mantiene la velocidad y la distancia deseada con el vehículo precedente pudiendo llegar a detenerse y reanudar la marcha, pero además actúa sobre la dirección para mantenerlo centrado en el carril. Puede incluso, adaptar la velocidad a los cambios de limitación leyendo las señales de tráfico, avisar de los radares y rebajar la velocidad en algunas curvas, avisado previamente por el navegador. Todas las ayudas a la conducción y elementos de seguridad serán de serie en todas las versiones.

Pero lo más destacado en el interior es el incremento de la calidad percibida. Todo dentro de este Qashqai ofrece una sensación de más calidad, tanto a la vista como al tacto, desde la tapicería de cuero de los nuevos asientos, que ahora disponen de función de masaje y de memoria, a la iluminación ambiental, más completa. Y, como detalle, el sonido de los intermitente ha sido desarrollado conjuntamente a la empresa de videojuegos Bandai.

En las plazas traseras se notan los casi 3 cm de más conseguidos en la distancia entre filas y, aunque menos, el espacio al techo, que también se ha incrementado ligeramente. Los asientos, sin embargo, son los propios de este tipo de coches, es decir, perfectos para dos ocupantes, incluso para aquellos que tengan una talla alta, e incómodos para tres y no solo porque el que ocupe la plaza central deberá lidiar con un respaldo incómodo sino porque la anchura de la banqueta no está pensada para tres ocupantes.

Por lo que respecta al maletero, tiene ahora apertura automática con función manos libres y ha ganado en capacidad ya que ahora reivindica 504 litros, que son 70 más que en la generación precedente. En este aspecto y sin llegar a ponerse entre los líderes del segmento, el Qashqai sí recupera su retraso. Y mantiene el doble fondo con el piso partido que permite compartimentar el espacio tanto verticalmente como transversalmente. Este falso piso tiene, además, una cara enmoquetada y la otra en material plástico, más sufrido, y puede situarse en la base del propio maletero. Con los asientos abatidos, la capacidad total es de 1.441 litros.

Vamos ahora con el apartado mecánico. Nissan anuncia que esta nueva plataforma, evolución de la usada en el Qashqai actual ofrece dos tipos de suspensión. La delantera siempre es McPherson y ha sido optimizada mientras que la trasera puede ser por barra de torsión para las versiones de dos ruedas motrices y hasta 19 pulgadas de llanta o de doble triángulo en las versiones 4x4 o en aquellas que disponen de llanta de 20 pulgadas. La marca asegura que ha modificado también la dirección, que los frenos son más potentes y que, en general, el coche tiene un comportamiento dinámico mejorado y un refinamiento de marcha incrementado. Todo ello lo comprobaremos cuando podamos conducirlo.

Y por lo que respecta a los motores, se acabaron los diésel y solo habrá modelos de gasolina electrificados. La gama normal y ya veréis porque la llamo normal, dispondrá de un único motor de gasolina de 1,3 litros (el que ya tiene el Qashqai actual) pero revisado, con hibridación ligera con batería de 12 voltios y con dos niveles de potencia: 140 y 158 CV. El de 140 CV estará disponible con cambio manual de 6 marchas y tracción delantera mientras que para el de 158 CV podrá elegirse entre la citada caja manual y una automática Xtronic de tipo CVT y entre tracción delantera e integral, en este último caso, obligatoriamente con la caja automática. Esta será la única versión del Qashqai con tracción a las cuatro ruedas, un sistema heredado del modelo actual y que, según la marca, también se ha optimizado.

La gran novedad en el apartado mecánico es la versión e-power que no llegará hasta el año 2022. Se trata de una versión híbrida, pero diferente a todo lo visto hasta ahora ya que el motor eléctrico, que tiene una potencia de 190 CV es el encargado de mover el vehículo en toda circunstancia, mientras que el motor de combustión de 3 cilindros, 1,5 litros, 157 CV y relación de compresión variable trabaja de generador y se encarga de cargar la batería de alta tensión de 1,5 kwh.

La marca sostiene que este sistema es más eficaz que un híbrido convencional porque el motor de gasolina trabaja siempre en un rango de revoluciones óptimo de manera que hace menos ruido y consume menos. Nissan anuncia un consumo medio de 5,3 l/100 km y unas emisiones de 122 gr/km de CO2 a falta de homologación definitiva. Lo bueno de este sistema es que el coche ofrece una aceleración desde parado muy notable ya que tiene el empuje habitual de los motores eléctricos.

El Qashqai e-POWER tiene tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y Eco y en todos ellos es posible seleccionar un modo «B» que incrementa la capacidad de retención al levantar el pedal del acelerador. Con ello, puede practicarse la conducción que Nissan llama e-Pedal, acelerando y frenando con el pedal del gas, ya que, al levantar el pie del todo, el coche retiene hasta 0,2 g, lo que obliga a encenderse a las luces de freno.

Lo cierto es que tenemos muchas ganas de probar esta alternativa e-Power que en Japón ha funcionado muy bien en coches como el Note que allí todavía se vende. Así, a priori, no acabamos de ver las ventajas de este sistema frente a un híbrido convencional, sobre todo a nivel de consumo, pero Nissan tiene muchas esperanzas puestas en esta tecnología que seguramente será la única disponible para el X-Trail de nueva generación cuando llegue posteriormente. En cualquier caso, ya hay ganas de conducirlo, tanto el e-Power como las versiones de gasolina y comprobar si este nuevo Qashqai consigue su objetivo que no es otro que el de mantenerse como la referencia de su segmento siendo tan Qashqai como siempre pero más Qashqai que nunca.